Escribe: Juan Carlos Serqueiros
Ayer tenía un día de mierda, de esos en los que aparece una dificultad, un problema y/o un contratiempo a cada paso; así que me dije: “ma sí, mejor me pongo a webear un poco, a ver si así me distraigo y se me pasa la mufa”, de modo que inicié una recorrida por eso que se ha dado en llamar “redes sociales”. Para qué se me habrá ocurrido…
Entro a mi Facebook, y nada digno de llamar mi atención; voy a mi Twitter… ídem; así que entré a mi Instagram y ta tan ta tan…me encuentro con este pedorrísimo "artículo" de un tal Sergio Kiernan en Página/12, escandalizándose ante lo que en su fantasía desbocada llama "primer campo de concentración argentino". Si te da el estómago y sos medio masoca, podés leerlo a través de este ENLACE.
Me pregunto: ¿sabrá ese tipo las que pasaban los nuestros que caían prisioneros? ¿Qué tendrá para decir de las Casasmata en el Callao, Perú, lo cual pretende justificar aseverando irresponsablemente que los realistas lo hacían "para retribuir gentilezas" (sic)? ¿Nunca se enteró de que en San Luis los prisioneros realistas gozaban no sólo de la amistad y fino trato que les dispensaba el gobernador Vicente Dupuy, que los recibía en su casa y hasta les prestaba dinero, lo cual no les impidió sublevarse, intentar asesinarlo y concebir el plan de extender la sublevación a Las Bruscas e involucrarse en nuestra guerra civil que corría paralela a la de la independencia? ¿Nadie le informó al imbécil ese que San Martín (a quien ningunea afirmando que "penó menos") suministró víveres a los realistas vencidos en San Lorenzo?
Por dios, las cosas que hay que leer en los pasquines vernáculos... Si no te encontrás con el inmundo perduellis Mugricio Lacri boqueando "querido rey", te topás con tipejos como este Kiernan condoliéndose de los "pobres prisioneros realistas", tan buenitos ellos.
En fin, dijo Serafín...
-Juan Carlos Serqueiros-
Imagen: Peter Haars
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