viernes, 30 de diciembre de 2011

UN ÁNGEL PARA TU SOLEDAD





Escribe: Juan Carlos Serqueiros


Un ángel para tu soledad
(Beilinson-Solari)

Ya sufriste cosas mejores que ésta
y vas a andar esta ruta hoy, cuando anochezca.
Tu esqueleto te trajo hasta aquí
con un cuerpo hambriento, veloz
y aquí, Gracias a dios!, uno no cree en lo que oye.
Ángel de la soledad
y de la desolación
preso de tu ilusión, vas a bailar
a bailar...bailar
Es tan simple así
(no podés elegir)
Claro que no siempre, ves? resulta bien
Atado con doble cordel (el de simular)
no querés girar maniatado, querés faulear...
y arremolinar.
Medís tu acrobacia y saltás.
Tu secreto es: - la suerte del principiante no puede fallar-
Alguna vez, quizá, se te va la mano
y las llamas en pena invaden tu cuerpo
Y caés en manos del Ángel de la Soledad
y él, gracias a dios!
tampoco cree en lo que oye.

El título es un guiño afectuoso, "cómplice", del Indio hacia los "redonditos de abajo", esos pibes que en la jerga solariana, "vienen de barrios desangelados". La vida es así, es TU vida y estás solo frente a ella (no una soledad "real", física, en el sentido de que estés sin ninguna persona a tu lado; sino una especie de soledad metafísica, digamos: por más personas que haya a tu alrededor, queriéndote y cuidándote; en el fondo estás solo y sólo a vos te corresponde elegir tu propio camino). Y en esa soledad metafísica de tu vida, hay un ángel que en alguna oportunidad puede acompañarte (aunque sea algo efímero). Ese ángel que se mimetiza con vos hasta hacerse uno solo, te va a aliviar un ratito en esa soledad metafísica. Es la ilusión momentánea de compartir junto a otros miles como vos, una misa redonda.
Es en síntesis, una especie de "primera parte" de lo que el Indio iba a decir años después en Juguetes perdidos.
"Ya sufriste cosas mejores que ésta": El Indio les pide a esos pibes que van a una misa redonda, que no magnifiquen la cosa, que no idolatren a Los Redondos; al fin de cuentas es sólo rocanrol. Los alerta sobre el peligro de convertir en ídolo a una banda musical, para después ver defraudadas sus expectativas y darse cuenta de que al fin y al cabo, no valía la pena. De allí lo de "ya sufriste", como diciéndoles "no incurras otra vez en el mismo error".
"y vas a andar esta ruta hoy, cuando anochezca.": Vas a asistir a un recital, a una misa redonda, que siempre empiezan a la nochecita, de modo de cumplir con la consigna de "a las tres en casa", y "cada cual cuide su culito"
"Tu esqueleto te trajo hasta aquí / con un cuerpo hambriento, veloz": Los pibes van a un recital redondo en "esqueleto", es decir, descarnados, sin pasiones bajas, sin egoísmos. Su cuerpo está "hambriento" de empaparse con esa magia de una misa ricotera, y es "veloz" porque en la adolescencia y la primera juventud, todo se vive velozmente, a mil...
"y aquí, Gracias a dios!, uno no cree en lo que oye.": Trascartón de la recomendación anterior de no idolatrar a nadie, ni siquiera a ellos, a Los Redondos; el Indio se está diciendo a sí mismo que no, que no hay ese peligro en las misas ricoteras. Él sabe que los chicos no "van a creer en lo que oyen"; es decir sabe que ni él pretende bajarles línea; ni los chicos aceptarían eso de que él les baje línea. Es como un contrato no escrito entre la banda y los pibes: ninguno de los dos "cree en lo que oye".
"Ángel de la soledad / y de la desolación / preso de tu ilusión, vas a bailar / a bailar...bailar": Ya estás mimetizado con ese ángel que te va a acompañar un rato en tu soledad, pero ojo que eso efímera la compañía de ese ángel que buscaste en tu imaginación para que te alive un cacho esa soledad (una soledad metafísica, que acompaña generalmente a una suerte de rechazo hacia todo lo que ves en el mundo; una situación que se nos da muy a menudo en la adolescencia, que nos asalta recurrentemente). Es simplemente eso: una "lusión, y preso de esa ilusión, vas a juntarte con otro montón de pibes en tu misma situación; y vas a bailar y a saltar, en un pogo, por ejemplo. Es un poco esa frase que el Indio repite siempre en los escasos reportajes que da y que en este caso, la traslada a una canción hecha metáfora, esa de "veo a los pibes como mucho más puros de lo que éramos nosotros; hoy los pibes van a un recital de rock a juntarse, a estar juntos, a tomarse una birra o un tetra y a bailar entre ellos". 
"Es tan simple así / (no podés elegir) / Claro que no siempre, ves? resulta bien": La cosa es así y no hay opciones, “no podés elegir”. Ya desde el momento de tu nacimiento en adelante, te dejaron sin poder elegir, porque en definitiva vos no elegiste venir al mundo, nadie te preguntó si querías nacer o no, sos sólo la consecuencia de que tu viejo y tu vieja decidieron echarse un polvo. Y así seguirá siempre, porque después, ya es un poco el sistema el que elige por vos; y ahí otra vez te dejaron sin opciones. Sin embargo, y pese a todo, hay veces en que sí podés elegir, como por ejemplo, esta noche en que decidiste ir a una misa redonda, buscaste al "ángel de tu soledad" y fuiste al recital. Esa vez, al sistema no le "resultó bien"; por esa vez te "resultó bien" a vos, por esa vez lo cagaste vos.
"Atado con doble cordel (el de simular) / no querés girar maniatado, querés faulear... / y arremolinar.": El sistema te ata a su gran parodia ("el de simular"), y te tiene bien agarrado ("atado con doble cordel"). Pero vos no te rendís al orden sistémico como una mansa ovejita, te rebelás contra él, te revolvés, te convertís en un torbellino ("y arremolinar"); y querés darle una patada ("querés faulear"); es decir, querés zafarte de ese doble cordel.
"Medís tu acrobacia y saltás. / Tu secreto es: - la suerte del principiante no puede fallar-": Metáfora para referirse a los impulsos heroicos propios de la primera juventud. Allí no medís riesgos. En la adolescencia y la primera juventud, todos somos un poco inconscientes del peligro, todo en nosotros es, en esa etapa de nuestras vidas; como heroico, loco... Cuando somos adolescentes, la vida nos parece infinita y no hay riesgo que no nos sintamos capaces de correr.
"Alguna vez, quizá, se te va la mano / y las llamas en pena invaden tu cuerpo / Y caés en manos del Ángel de la Soledad / y él, gracias a dios! / tampoco cree en lo que oye.": Metáfora del Indio para aludir a su humildad. Les dice a los pibes que "se les va la mano", que Los Redondos no son para tanto, son sólo una banda de rock; y todo lo que pueden darte, es un par de buenas canciones de rocanrol. Él es consciente de lo que la banda representa para los pibes; pero por suerte ("gracias a dios!"), él, al igual que esos chicos que van a verlo, "tampoco cree en lo que oye". Es decir, no se la cree, sabe que el cheque en blanco que misa tras misa le renuevan esos pibes, está basado en que él no los va a traicionar, no les va a bajar linea ni se va a poner en líder de nadie. Es un feedback entre el Indio y el público, y siempre va a ser así.