domingo, 15 de abril de 2012

LA PARABELLUM DEL BUEN PSICÓPATA



Escribe: Juan Carlos Serqueiros

LA PARABELLUM DEL BUEN PSICÓPATA
(Beilinson - Solari)

La noche tira un salto mortal,
pura tontera del "punto G"
y el joven lobo,
¡quemándose de amor!
Está en la cima del volcán
(nunca pudo ser muy fiel...)
tímidamente moja el suavestar.
Y traga migajas de rock
maravilla para este mundo,
y traga esas migas indescriptibles
(trucos de placer).
Un tecno-duque trabajó
nuevos gemidos para el show,
su industria de la diversión quebró.
Un gran remedio para un gran mal,
amores como flechas
van cruzando el sueño
y te acribillarán.



Un tema que se las trae y cuyo título es, de movida nomás, sugestivo y pasible de hacer caer en confusiones. Veamos: el Indio pone "La Parabellum", con lo cual, la primera reacción de mis neuronas (suponiendo que mis neuronas tengan eso que llamamos reacción) fue remitirme -por lo del artículo "la"- a un arma en particular: la pistola Luger calibre 9 mm, pero por apurado; paradojalmente casi pierdo el tren, porque ocurre que el título es también una metáfora en sí mismo: hete aquí que para bellum significa "para guerra", lo cual es la forma apocopada de una frase en latín que reza: "Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum", o sea: "Si realmente deseas la paz, prepárate para la guerra", del escritor romano Publio Flavio Vegecio Renato, en su obra Epitoma rei militaris. Luego, en materia de armas, se popularizó el uso del término Parabellum para el calibre 9 mm, uno apropiado para la guerra. Con lo cual el Indio no se está refiriendo en el título a una pistola en especial; sino al "arma" que va a usar en "la guerra" alguien determinado: un "buen psicópata". 
Y... ¿qué cuernos vendría a ser un "buen psicópata"? Bueno, esa cuestión es un cachito más compleja: sería importante, para comprender hacia dónde apunta Solari, haber leído una nota que le hizo Quiquito Symns, que fue publicada en la edición de diciembre de 1986 de la revista Cerdos y Peces y que se titulaba justamente Los psicópatas del siglo 21. En ella, Solari expresaba su opinión en el sentido de que ante el avance  de la tecnología en todos los órdenes, sobre todo en el de la biogenética, en el siglo XXI y en un mundo manejado por lo que él llama maffia (que no es la consabida mafia siciliana de las películas, sino que son las grandes corporaciones transnacionales), los que mejor preparados estarían para sobrevivir en ese orden sistémico, serían los psicópatas. Y precisamente, uno de esos psicópatas es el protagonista de esta letra. 
Es un psicópata, sí, pero como veremos más adelante; un buen psicópata, es decir, alguien que no representa un peligro para la integridad física de nadie, como podría serlo (por ejemplo) un psicópata asesino o un psicópata violador. Pero este no, este "mata" con su propia “arma”: su pene, que es "la Parabellum" con la cual se "prepara para la guerra".



Ese chabón, ese "buen psicópata", bien "armado" con "la Parabellum", esa respetable pija con la que está dotado (pido perdón a las chicas por la inevitable guarrada; necesito ser muy gráfico), se está curtiendo una mina que consiguió circunstancialmente, alguien que no es su pareja habitual y/o "formal"; sino una mina que se levantó por ahí, vaya uno a saber dónde. 
Así, "la noche tira un salto mortal". Y "mortal" no en el sentido de que él vaya a hacerle un daño físico a la mina; sino "mortal" para la sanidad psíquica de ella. Debo aquí agradecer la ayuda de Gabriela, mi esposa, quien con sus extraordinarias capacidad, trayectoria y eficacia profesionales como psicóloga clínica, tuvo la paciencia de desasnarme acerca de qué es y qué representa un psicópata: alguien que no puede tener empatía hacia su prójimo, que no siente nada, que no puede experimentar amor, que es incapaz de sentimientos. Entonces, es en ese contexto en que el "salto mortal" que "la noche tira", vendría a ser como un espectáculo de trapecio sin red: la mina, al relacionarse con ese psicópata, corre el riesgo del daño psicológico que eventualmente ese vínculo implique para ella. 
Ella le pide al tipo que explore y estimule su Punto G (un punto situado en un lugar dentro de la vagina, donde -según los sexólogos- está concentrada la mayor cantidad de terminales nerviosos para producir placer). Pero para el tipo, eso que le pide la mina es una huevada ("tontera"); porque él está re caliente y sólo quiere ponerla; no andar "perdiendo tiempo" brindándole placer a la mina. Él busca su propio goce, es un "joven lobo quemándose de amor", y quiere satisfacerse él; no satisfacerla a la mina. Ella le importa un carajo, porque para él, no es alguien, una persona, un prójimo; sino algo, una cosa, un objeto cualquiera, hacia el cual no siente absolutamente nada. 
Lo que pretende ilustrar el Indio, es que el chabón se encontró con una mina que se escapa del esquema habitual que él esperaba: está acostumbrado a controlar la situación, y resulta que ella le sale con la demanda de lo del Punto G; entonces el tipo queda momentáneamente descolocado, sorprendido. Y eso lo excita más, al punto que, como se dice más adelante en la letra, se le escapa el polvo.
Al llegar a lo de "está en la cima del volcán", en un principio pensé que estaba referido a que el tipo le practicaba sexo oral a la mina, un cunnilingus, produciéndole un orgasmo, pero después, ya desburrado por Gabriela respecto a las características de un psicópata; me dí cuenta de que no se trataba de eso, porque como escribí antes, el placer de ella a él le importa tres belines. No, nada de darle satisfacción con sexo oral; el tipito es un golfo, alguien que "nunca pudo ser muy fiel", o sea que es alguien infiel no porque busque serlo, sino porque no lo puede evitar. Es un psicópata, inofensivo (en cierta forma) para los demás, porque no va a matar ni a hacerle daño físico a nadie: un "buen psicópata", digamos; pero psicópata al fin, en el sentido de que no siente nada por nadie, de que no ama a nadie, ni siquiera a su esposa, novia, pareja o lo que fuere. 

La mina "está en la cima del volcán", en la antesala del orgasmo, porque está experimentando el goce de ser penetrada por la "Parabellum" del tipo, por la descomunal pija que él carga, pero antes de que ella llegue a gozar; imprevistamente él tiene una eyaculación, acaba sobre el colchón ("moja el suavestar"). Y lo moja "tímidamente", porque está sorprendido, descolocado, ante lo imprevisto de la situación: él esperaba satisfacer su deseo sexual rápida, expeditivamente, controlando y manejando la cosa como acostumbra hacerlo; y resulta que se encuentra con una mina que le demanda el mismo goce que él buscaba para sí mismo. Se ve superado por lo inesperado de lo que está viviendo, y ante la excitación extrema que esa "novedad" le acarrea; eyacula precozmente. 
"Y traga migajas de rock / maravilla para este mundo, / y traga esas migas indescriptibles / (trucos de placer).": El "rock maravilla para este mundo", en este caso el Indio lo usa como una metáfora para aludir a que así como la cultura rock pretendió en un momento cambiar la óptica del mundo a través de una revolución musical; en "este mundo" (el mundo del siglo XXI al que se refiere en el reportaje que mencioné antes), el sexo también está "revolucionado", por ejemplo, con la practica más difundida, más habitual o más aceptada, digamos, de la "industria del sexo": sesudos tratados que pretenden "enseñarle" a la gente sobre el sexo, "novedosas" (minga novedosas) técnicas sexuales, chichecitos, películas porno, etc.; todos "trucos de placer".
"Un tecno-duque trabajó / nuevos gemidos para el show, / su industria de la diversión quebró.": Un tecno-duque es en el lenguaje del Indio, un científico del siglo XXI, alguien que manipula la tecnología que llevará a que el más apto para sobrevivir en ese contexto sea el psicópata. Ese tecno-duque (duque=dux, rango militar de general) es el que a través de la tecnología desarrollará nuevas formas de placer erótico, sexual ("nuevos gemidos para el show"); porque la vieja manera de entender el sexo por parte de la humanidad, cambiará a partir de los nuevos parámetros y nuevas pautas que impondrá la tecnología creada por la maffia que, según el Indio, controlará al mundo. Es decir que habrá una nueva forma de entender el placer; la vieja forma no correrá más ("su industria de la diversión quebró"). Son todas alusiones y metáforas muy altas que sólo pueden ser entendidas a partir de la lectura de ese reportaje de Symns a Solari; de otra manera uno no puede situarse en el contexto de algunas estrofas de la canción.
"Un gran remedio para un gran mal,  / amores como flechas  / van cruzando el sueño / y te acribillarán.": Y bueno, "vamos buscando el cierre", dijo Mónica Lewinsky: una estrofa del Indio para concluir la canción (que pinta un statu quo que no tiene nada de halagüeño) con una especie de deseo esperanzador: el de que haya "un gran remedio para un gran mal". Es decir, para curar una enfermedad seria, grave; es preciso encontrar el remedio justo y apropiado. Y ese remedio es el AMOR. El palazo solariano es para el gran mal, representado por la "ciencia oficial" toda: la tecnología, la medicina, incluyendo a la psicología y la psiquiatría que se encargan de “domesticar”, de "dormir" al ser humano para re-insertarlo en ese mismo sistema que es precisamente el que lo enfermó, y hasta al psicoanálisis mal entendido y peor practicado por algunos malos, pésimos pseudo profesionales chantas, que utilizan erróneamente algo que (otra vez: ¡gracias, Gabriela!) sirve justamente para que se trate de la subversión del sujeto  y no de dejarlo "manso y en el molde"; al contrario. Entonces, el psicópata como modelo de "hombre del futuro", es el fruto de un sistema que le quita el corazón, que le fija como nueva meta la competitividad, la guerra (esa guerra para la cual necesita "la Parabellum"; si no hubiese guerra, no la precisaría) introducida por todo el discurso sistémico. Y así, el amor lo cruza como una flecha, lo atraviesa, lo pasa de largo, acribillándolo. Lo que te acribilla es aquello que no podés ver, porque de hecho, si pudieras detener una bala; la pararías antes de que llegue a tocarte y causarte daño. El gran remedio para ese mal, sería el AMOR, pero eso... el psicópata no lo ve; y entonces, esos "amores como flechas" le van "cruzando el sueño".

Y me quedé pensando (a veces, algunas pocas veces, lo hago): ¿se dieron cuenta de que es cada vez más frecuente el encontrarnos con el re manido "nadie resiste el archivo"? Bueno, es una patraña, una gran macana, una falsedad; porque sí hay quienes resisten cualquier archivo, como por ejemplo, el Indio. Reflexionemos: hace ¡veintiséis años!, nada menos, decía -como vimos en esta interpretación- que el amor era el gran remedio para el gran mal; y hace poco, muy poquito, dijo: "Si no hay amor, que no haya nada entonces, alma mía ¡no vas a regatear!". 
Si eso no es COHERENCIA; la coherencia ¿dónde está?

ENLACE A LA PARABELLUM DEL BUEN PSICÓPATA EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=LJkly-Xtqf8

-Juan Carlos Serqueiros-