martes, 31 de octubre de 2023

COMO ES ARRIBA ES ABAJO













































Escribe: Gabriela Borraccetti (*)

Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera, como el universo así es el alma. [Hermes Trismegisto (atrib.)]

La frase describe la relación en espejo entre el cielo y la tierra, ya que los planetas no "causan" nuestros actos; sino que los reflejan, permitiéndonos leer de diversas formas un mismo acontecimiento, y extraer de ellos diversos modos de entender la vida.
El ritmo predecible de las esferas nos anticipa cuándo algo va a obrar como un aprendizaje, como una vía libre, o como una experiencia nueva, inédita e incontrolable; así como también nos puede sugerir situaciones tristes o felices, duras o amorosas; pero sin duda, somos los que podremos elegir el significado último que para nosotros tienen dichos momentos.
Después de todo, la vida es la historia que contamos de acuerdo a lo que vamos interpretando de nuestras experiencias, y quien se empeña en negativizarlas, no puede más que anclarse en el dolor y generar un futuro gris; mientras que quien las utiliza como fuente de crecimiento, convive con su naturaleza creativa, llena de posibilidades y de una libertad que se pierde cuando en lugar de significado, se lee un destino.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.

lunes, 30 de octubre de 2023

LA PAJA NO ES UN YUYO

 






















Escribe: Lic. Gabriela Borraccetti *

Hay bares, locales de comida, estaciones de servicio, pilcherías y negocios de otros rubros, en los cuales las chicas que los atienden están vestidas “sugerentemente”. Los caraduras de los dueños de tales establecimientos alegan que nadie las obliga a ponerse esas ropas, pero claro; omiten explicar entonces cómo es que todas visten igual, quién les proporcionó semejantes uniformes, y quién tuvo la idea de beneficiarse aprovechando la idea de que ataviar así a menores o a quienes aparentan serlo, “vende” y atrae pajeros.
Un pajero es un hombre tan pero tan infantil, que no puede ver en una mujer a una par o a un complemento, pues él es tan pequeño de cerebro (y probablemente de otras cosas también), que precisa de ver al otro como indefenso para poder calentarse. Son pobres pigmeos, neuróticos que la juegan de adultos pero tienen una edad mental adolescente y hormonas de viejo verde.
Pobres de nosotros como sociedad, que permitimos esta denigración de nuestras hijas, hermanas, sobrinas, primas o amigas, que por necesidad deben acceder a rebajarse al lugar de objeto para poder ganarse un mango. Pobres de nosotros, que recién reaccionamos a esta clase de esclavitud cuando se divulga en la prensa o las redes sociales, pero quedamos mirando el techo, o vamos corriendo a garpar la cirugía para las tetas de la nena, o lo que se nos muestra cuando nos ponen la imagen de un culo joven y fresco ante nuestras narices prometiéndonos que vamos a ser más jóvenes, exitosos o lindos.
Y paralelamente, olvidamos como si fuésemos amnésicos (o lo que es aún peor: hacemos hipócritamente como que olvidamos), que se venden cosméticos, cigarrillos, autos, ropas y todo lo demás, mostrando un culo o unas tetas.
¿Sabés qué? Cuando caemos en lo de “olvidar” todo eso, nos convertimos en cómplices.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o whatsapp al +54 9 11 7629-9160.



sábado, 28 de octubre de 2023

ROMPECABEZAS


















ROMPECABEZAS
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Procuro armar un rompecabezas,
Pero hay partes que no encajan,
Que se muestran tan extrañas…
Es como si hubiera unas piezas
Que hasta ayer nomás, no estaban
(Quizá no las había visto
O me empeñé en ignorarlas).
Otras, han cambiado de aspecto:
El corazón rojo de vida
Se me antoja pálido y malherido,
La sonrisa sólo es mueca,
Y hay hielo en vez de tibieza.
Mientras en el rompecabezas,
Las formas se hacen palabras
Que se parecen a agravios
Tan persistentes que van cayendo
Hasta las piedras horadando:
                                             Enojo
                                                    Frustración
                                                                    Hartazgo
                                                                                Mutismo.
Suena inefable una melodía
Cual réquiem para mi sueño.
La desazón me va invadiendo,
Se me está partiendo el alma
Y se jacta de ser inútil
Cualquier “infalible” pegamento.
El fracaso se ha enseñoreado
Haciendo vano todo esfuerzo,
Y un llanto que no exorciza
La pena y la angustia que siento.
Con una máscara cubro mi rostro
Para aparentarme impasible,
Unos candentes alcoholes
Mis vísceras están quemando,
Y quiere atraparme la depresión
Que me han dejado cristales blancos.
¡Quitame ya esta tristeza!
Impetro a un dios en el que no creo,
Mientras naufrago en el sopor
De otra ilusión que se ha muerto.
Y a un costado el rompecabezas…
¡Que cruel celebra mi desespero!

-Juan Carlos Serqueiros-

jueves, 26 de octubre de 2023

CRÍMENES PARA UNA EXPOSICIÓN












































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Juan Bolea es un escritor español (gaditano, para más datos), que ha creado un personaje que es el protagonista de sus novelas: la inspectora Martina De Santo, una mujer policía bella, inteligente, audaz e inquietante.
La trama gira en torno a una serie de crímenes, todos relacionados con una exposición de obras pictóricas representativas de la creación del compositor ruso Modest Mussorgsky "Cuadros de una exposición" (obra esta homenaje del genial músico a diez cuadros con pinturas y dibujos de su amigo, el artista Víktor Hartmann, que fueran exhibidos luego del fallecimiento de éste —más abajo le dejo el enlace, mi querido lector; si no la escuchó, lo invito a que lo haga, es una caricia a los oídos—), y la inspectora De Santo deberá encontrar y atrapar al asesino.


Según sus propias declaraciones, Bolea busca escaparle a la novela policial tradicional, y para ello, recurre a la mistura con elementos psicoanalíticos.
Y eso es todo lo que pienso contarle; si quiere deleitarse con un thriller escrito de manera exquisita y novedosa, ¡léalo!

-Juan Carlos Serqueiros-

domingo, 22 de octubre de 2023

NIETZSCHE Y LA LIBERTAD



































Escribe: Lic. Gabriela Borraccetti *

Las ideas de Friedrich Nietzsche son esencialmente su ejercicio de la libertad. Por eso, en Así habló Zaratustra nos dice: “El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”.
Y lo ha expresado de un modo magistral, porque la libertad es exactamente eso: ser uno mismo y no el eco de otro u otros. Ser libre, no radica en poder escoger entre dos o tres marcas de un mismo producto en el supermercado como supone el chato pensamiento consumista, que incluso, si así lo desea, nos prohíbe consumir tal o cual subiéndole el precio; sino en darse cuenta de que ese simulacro de libertad, un torpe y vano reduccionismo de la misma, se agota en la más baja de las condiciones humanas: la de consumidor disciplinado, compulsivo y, por eso mismo, vacío del atributo humano de la libertad.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M.P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


viernes, 20 de octubre de 2023

NADIE



















NADIE
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

En mi lucha con la vida
Nadie sabe qué pasó
Nadie sabe si gané
Nadie sabe si perdí
Nadie sabe cuánto amé
Nadie sabe cuánto odié
Nadie sabe mi camino
Nadie sabe si me extravié
Nadie sabe si me encontré
Nadie sabe quién soy
Nadie sabe quién fui
Nadie sabe lo que gocé
Nadie sabe lo que sufrí
Nadie sabe lo que soñé
Nadie sabe cuándo morí
Nadie sabe que al renacer
Mil fantasías resigné
Me van llegando los vahos
Del petricor insistente
Que me ha traído la lluvia
De esta tarde que se extiende
Entre sombras de arrebol
Y persiste como el recuerdo
De mi remoto esplendor
Todos estamos solos
Todo es aparente
Y todo es transitorio
Pero a la vez
Todo es real
Y todo es definitivo
Aunque todo sea absurdo
Porque nadie sabe
NADIE.

-Juan Carlos Serqueiros-

martes, 17 de octubre de 2023

LOS CAMBIOS QUE NO CAMBIAN NADA



















Escribe: Gabriela Borraccetti *

Los cambios jamás se hacen optando por pasarnos a "la vereda de enfrente", ya que irse al extremo opuesto o la otra punta cuando algo se nos hace intolerable, es simplemente una reacción; algo que se hace "en contra de" o "por oposición a"; pero no por elección libre del alma.
Este actuar oponiéndonos a una situación, a una persona, a un grupo, o a una idea; describe una conducta cuyo distintivo es el girar en torno a un eje como tema central que define nuestra la vida. En esa situación, no hay nada que podamos decidir porque queremos (aunque no faltarán argumentos que expliquen una y mil veces, que somos muy diferentes de aquello de lo cual intentamos huir o tomar distancia); pero sí tendremos argumentos para fundamentar que hemos elegido tal camino, gracias a una cantidad de "causas" que nos han motivado. Cuando las "causas" (y no las naturales circunstancias) nos motivan a cambiar, en el fondo, podríamos encontrar que reproduciremos una situación similar al actuar empujados y no convencidos.
Es característico del "reaccionario" comportarse igual que aquellos a los que critica, y aunque parezca un ejemplo trillado, en las izquierdas y derechas políticas, más de una vez o casi siempre, no podremos distinguir quién es más o quién es menos autoritario a la hora de imponer sus ideas. Lo mismo sucede con los hijos que se quejan de padres severos, terminando en la adultez por seguir siendo idénticos a lo que siempre habían criticado, y repitiendo: "al final, los viejos tenían razón".
Este tipo de situaciones, describe que en lugar de habernos distinguido, nos hemos mantenido igual todo el tiempo; pues ser reaccionarios no es síntoma de flexibilidad ni de originalidad, y mucho menos de ser conscientes de la necesidad de cambiar, por el contrario; nos mantiene en un péndulo que, se encuentre en el polo en que se encuentre, oscila por la fuerza que le imprime el impulso y no la decisión que parte del equilibrio.
Los cambios reales se deciden y llevan a cabo desde el balance y la armonía. Y recuerda: el péndulo oscila, pero nunca se independiza del reloj que le marca el tiempo.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.



lunes, 16 de octubre de 2023

EL ARTÍCULO MALDITO




































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Hace ya una semana que vengo tratando de escribir un artículo. Y es extrañísimo, porque lo tenía en la cabeza, es decir que en mi intelecto (por escaso que sea) ya existía, e incluso; hasta tenía archivadas las imágenes que iban a ilustrarlo. “Sólo” me faltaba… darle forma concreta, o sea, escribirlo.
Pero eso, que parece tan sencillo (y que normalmente me resulta tan fácil una vez concebida la idea que quiero transmitir); se complicó imprevistamente.
Surgió algo que, torpe de mí, no había previsto: las imágenes (imprescindibles, porque hacen al fondo de la cuestión que se aborda) son para adultos, y encima; no para TODO adulto; con lo cual, cuando lo publicara en esta mi página y subiera el enlace a las redes sociales, no iba a poder etiquetar a los contactos que siempre etiqueto, porque ¿quién soy yo para “hacerle ver” a alguien, imágenes que por ahí resultan ofensivas para su moral y/o sus creencias? Así que me dije “y bueno, no etiqueto a nadie; pongo una leyenda aclarando que hay imágenes que pueden ser chocantes, y a partir de allí, el/la que quiera leer (y verlas) lo hace y el/la que no, se abstiene y listo”.
De modo que empecé con lo (presuntamente) fácil para mí: escribirlo, y cuando iba por las dos terceras partes; me puse a revisarlo y no me gustó el texto. No me conformaba. Intenté rehacerlo y quedó peor; así que lo descarté y comencé de nuevo. Cuando llegué otra vez a las dos terceras partes y quise ir insertando cada imagen en la porción de texto que ilustra, empezaron a pasar las “cosas de Mandinga”: acomodaba una imagen y se desacomodaba el texto; acomodaba el texto y se desencuadraban las imágenes. Cuando mal que mal, logré más o menos recomponer todo… ¡zás!, se clavó Blogger y vuelta a descompaginarse todo.
Concusión: salvé el texto en un documento de Word y decidí dejar todo para mañana. Si puedo, tengo ganas, me da la cabeza y vuelve la inspiración, lo terminaré, y si no; vaffanculo, esperaré…
No creo en brujas, pero… Y “si empiezo a desconfiar de mi suerte, estoy perdido, pues tengo ideas cada vez menos atrevidas” (Solari dixit).
Y la puta que lo parió al momento en que se me ocurrió escribir ese, el mil veces maldito artículo.

-Juan Carlos Serqueiros-

viernes, 13 de octubre de 2023

13 DE OCTUBRE, DÍA DEL PSICÓLOGO





























Escribe: Lic. Gabriela Borraccetti *

En noviembre de 1990, rendía yo el último examen de la carrera de Psicología. Estaba ya vestida como para recibir los huevazos, y mis compañeras y compañeros afuera, esperando. Pensé que había terminado de hablar, cuando el profesor me dijo: “Tenés un 7. Pero te propongo: si te hago otra pregunta y la contestás bien, te pongo un 8, y si no; dejamos la nota en un 6”. Lo miré como diciendo: ¿a esta altura tenés ganas de hacer apuestas? Y bueno, ¡vamos! Y me saqué el 8. Él reiteró la propuesta y así escalé al 9... y ya había un solo paso al 10, así que, nada de mezquinar. ¡Y cómo iba a mezquinar! Si para algo me había pasado durmiendo nada durante cinco años en los que además de estudiar; trabajaba. Así que me llevé ese 10, orgullosa de mi mérito. Aún hoy, al entrar a mi consultorio, siempre recuerdo aquella apuesta.
Y de yapa, tuve el honor de retirar el diploma con antelación a la fecha de fiesta de graduación y con entrega rápida del mismo, de modo de que pudiese gestionar urgentemente la matrícula. Es que mi necesidad era acuciante: desempeñar mi profesión en forma independiente, lo cual no era poca cosa para alguien como yo que, sin predecesores universitarios ni padrinos, llegaba a hacer sus primeros pasos con honorarios gracias a una extensa labor previa.
No fue fácil, pero fue grandioso para mí. Un salto cuántico en muchas cosas, y por ello, a ese 10 lo guardé en el alma y seguí apostando en cada nueva entrevista.
Pero esa no es la regla para un psicoanalista. Pasaron instituciones de todo tipo, pasó tiempo, pasaron ciclos y llegó el hoy, en que ya transcurrieron 33 años desde todo aquello. Años que tienen la misma pasión que me confirma que no erré el camino.
Con cada paciente abrí un libro, con cada persona toqué un alma, con cada palabra se abrió el mundo del incognoscible inconsciente para hilar una frase y arrancar un significado a sus celosos secretos, y aprendí que saber es algo muy distinto a lo que se nos enseña y a lo que se supone que es.
Amo lo que hago y no dejaré de hacerlo; porque sería como no ser quien soy. Por eso, hoy, 13 de Octubre, Día del Psicólogo Argentino, festejo esta vocación que me llena.
Así que a todos mis pacientes, gracias infinitas por el reconocimiento y por confiar en mi trabajo y en el amor que le tengo a esta que es una vocación nacida de lo más genuino de mi ser.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica.
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


jueves, 12 de octubre de 2023

RUGBY





























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Esto, que no está encasillado en ningún género literario ni poético, y que además; no posee autor reconocido o que al menos haya reclamado para sí tal condición, es un… algo, digamos, que fue difundiéndose por la web y a lo que muchos le hemos ido ora suprimiendo partes dolorosas (de dolor del alma, quiero decir; ya que al dolor físico los rugbiers lo superamos tan pronto como desaparecen las causas que lo produjeron y las consecuencias de alguna eventual convalecencia), ora agregando frases que a cada quien se le van ocurriendo; hasta convertirlo en una versión “propia”.
La mía es la que pongo a continuación:

Cómo vas a saber lo que es el amor, si nunca fuiste hincha del club en que jugabas.
Cómo vas a saber lo que es el dolor, si nunca un primer insider te azotó la tibia y el peroné.
Cómo vas a saber lo que es el placer, si nunca ganaste un clásico.
Cómo vas a saber lo que es llorar, si nunca perdiste un clásico sobre la hora con un drop pateado desde lejos.
Cómo vas a saber lo que es el cariño, si nunca acariciaste una ovalada.
Cómo vas a saber lo que es la solidaridad, si jamás saliste a dar la cara por un compañero golpeado.
Cómo vas a saber lo que es la poesía, si nunca tiraste un rever pass.
Cómo vas a saber lo que es la humillación, si nunca te comiste 50 puntos de local.
Cómo vas a saber lo que es el compañerismo, si nunca devolviste un pase de zeppelin.
Cómo vas a saber lo que es un orgasmo, si nunca diste una vuelta olímpica de visitante.
Cómo vas a saber lo que es el pánico, si nunca te sorprendieron mal parado en una contra.
Cómo vas a saber lo que es morir por unos segundos, si nunca fuiste a buscar la pelota debajo de tu propio in goal.
Cómo vas a diferenciar la izquierda o la derecha, si nunca jugaste en equipo.
Cómo vas a saber lo que es la xenofobia, si en ninguna cancha bastardearon los colores de tu camiseta.
Cómo vas a saber lo que es la soledad, si nunca te paraste como full back enfrentando a un wing que se escapa solo dispuesto a acabar con tus esperanzas.
Cómo vas a saber lo que es el barro si nunca te tiraste a tacklear.
Cómo vas a saber lo que es el egoísmo, si nunca hiciste una de más, jugándote la personal cuando tenías que dársela al apertura que estaba mejor ubicado.
Cómo vas a saber lo que es el arte, si nunca inventaste una jugada de try.
Cómo vas a saber lo que es la música si nunca cantaste en un colectivo.
Cómo vas a saber lo que es suburbio, si nunca te paraste de wing.
Cómo vas a saber lo que es la injusticia, si nunca te sacó tarjeta roja un árbitro localista.
Cómo vas a saber lo que es este juego, si nunca te enteraste que, además del scrum y el line out; hay una formación fija que se llama amistad.
Cómo vas a saber lo que es la vida, si nunca, pero nunca… jugaste al rugby.

-Juan Carlos Serqueiros-

martes, 10 de octubre de 2023

DE DONDE NACE LA AGRESIVIDAD




















Escribe: Lic. Gabriela Borraccetti (*)

Aquello que no creemos que habite en nosotros, vive con los ojos abiertos en el centro de lo que llamamos IDENTIDAD. (Gabriela Borracccetti)

La palabra paranoia proviene del griego para (“fuera”, “al margen de”) y nous, (mente / percepción). Cuando decimos que alguien es "paranoico", estamos catalogándolo de ser un "perseguido", de poner fuera de su ser el conocimiento que sólo podría tener dentro de sí mismo; generando para sí y para los demás, una relación de tipo persecutoria, en la cual un sujeto que no es yo; sabe, conoce o adivina aquello que yo pienso o siento o tengo intenciones de hacer.
Si bien solemos creer que este es un rasgo que poseen sólo las personas alienadas; desconocemos que el centro de nuestra identidad (o al menos, eso que creemos centro y a lo que denominamos YO), es en esencia paranoico (incluso aún cuando evitemos nombrar la palabra YO), recurso muy común para intentar no parecer egocéntrico o que nos devuelvan la imagen de tal.
Nuestra identidad, entonces, se forma a través de espejos: los parentales en primer lugar, y todas las figuras que vendrán detrás de las primeras; adjudicándonos primero un nombre, y luego las descripciones personales que conformarán aquello con lo que luego nos identificaremos (parecidos a papá, a mamá, a la tía, al abuelo, etc.; rasgos, adjetivos calificativos y des-calificativos, etc.). A todos nos es común ir a mirar al espejo cuando queremos VERNOS; es decir que precisamos de algo o alguien externo, que nos devuelva una imagen afín a nuestro sentimiento interno de ser quienes somos; siendo este hecho algo notablemente paranoico.
Lo más interesante de esto, es que no todo el mundo llega a volverse un alienado mental; pero el solo hecho de poseer un YO/sentimiento de IDENTIDAD (tal como la mayoría de los llamados normales poseemos), implica que nuestras definiciones acerca de quiénes somos, parten desde el afuera.
Por otra parte, cuando entre estas definiciones externas y las que hemos fabricado en forma interna, se genera alguna diferencia, aparece la AGRESIÓN como única respuesta. Cuando el espejo/otro, no nos devuelve la imagen que deseamos; procedemos a atacarlo, y es así como se desenvuelve la mayoría de los problemas en las relaciones yo-tú. Si alguien acierta a endilgarnos una conducta, un rasgo, un carácter o cualquier adjetivo que remita a los des-calificados que hemos acumulado; la reacción será normalmente la de atacar al espejo/otro. Gráficamente, sería como estar con nuestro mejor traje, y al pararnos frente al espejo, ver al monstruo más horrendo que podamos ver.


Lo habitual es tirar una piedra al vidrio horrorizados por nuestra imagen, aunque mucho más lógico; es ir a buscar qué parte de nosotros se sintió tan identificada (y por ello, tan dañada), como para discernir si el problema es en verdad el otro que está ahí fuera, o el que vive dentro de nosotros.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


domingo, 8 de octubre de 2023

PERÓN, EL INDIO QUE CAMBIÓ LA HISTORIA






















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

El revisionismo consistió en reemplazar una estatua por otra, como ya lo hemos dicho. No en señalar a la Nación y al pueblo argentino una nueva huella para salir del pantano del fracaso y de la desintegración de los hombres y de las mujeres que integran generaciones siempre truncadas. (Julio C. González, prólogo en Juancito Sosa, el indio que cambió la historia, de Hipólito Barreiro)

Mi nacimiento fue tomado con más calma que el de mi hermano Mario, tanto fue así, que mi padre decidió anotarme dos años más tarde (…) Y así fue anotado mi nacimiento aquel 8 de octubre de 1895, pero en realidad ya tenía dos años para esa fecha, que fue verdaderamente un 7 de octubre, pero de 1893. (Enrique Pavón Pereyra, Yo Perón)

Hoy por hoy, muchos argentinos saben que está probado más allá de toda duda que Perón era hijo "natural" (expresión esta que no me agrada en absoluto utilizar, porque ¿qué otra cosa que natural puede ser un hijo?), que en principio fue inscripto como Juan Sosa, que su padre: Mario Tomás Perón; y su madre: Juana Sosa, se casaron recién en 1901, que si bien se acepta oficialmente al 8 de octubre como fecha de su nacimiento; lo real es que se produjo el día anterior, esto es, el 7; que no nació en 1895, sino dos años antes, es decir, en 1893, y que no vino al mundo en Lobos, en el seno de un hogar de clase media; sino en una humilde casita de Roque Pérez.
Pero eso sí: lo que probablemente algunos no sepan o no tengan en cuenta, es que las estadísticas oficiales, enciclopédicas, consideran que hasta el presente, hubieron sólo tres presidentes latinoamericanos indígenas: el primero de ellos fue Benito Juárez, presidente de México, fallecido en 1872; el segundo, Alejandro Toledo, presidente del Perú entre 2001 y 2006; y el tercero, Evo Morales, presidente de Bolivia desde 2006 hasta 2019.
Sin embargo, en frecuentes ocasiones; las estadísticas suelen estar equivocadas, ya sea voluntaria o involuntariamente, por parte de quienes las hayan levantado. En este caso, yerran en la cantidad de presidentes latinoamericanos provenientes de etnias aborígenes, porque omiten considerar a Perón entre ellos.
En efecto, su abuela materna: Mercedes Toledo, era una tehuelche; y Perón siempre reivindicó esa sangre india que corría por sus venas, y además; hablaba y escribía perfectamente en idioma tehuelche.
Todo esto lo consignan clara e inequívocamente varios libros, pero dos de ellos resultan fundamentales a la hora de estudiar la vida del General: uno es el de su biógrafo oficial, Enrique Pavón Pereyra, y se titula Yo Perón (Ed. MILSA, Buenos Aires, 1993); y el otro es el escrito por uno de sus médicos, el Dr. Hipólito Barreiro: Juancito Sosa, el indio que cambió la historia (Ed. Tehuelche, Buenos Aires, 2000).



Más aún: en 1967, Perón concedió una entrevista al semanario Siete Días Ilustrados, publicada en su edición del 5 de diciembre de dicho año, en la cual decía: "Y creo que, en realidad, tengo algo de sangre india. Míreme: pómulos salientes, cabello abundante... En fin, poseo el tipo indio. Y me siento orgulloso de mi origen indio, porque yo creo que lo mejor del mundo está en los humildes".
Así que ahora ya lo sabe usted, mi querido lector: por las venas del General corría sangre india.

-Juan Carlos Serqueiros-

Y SIGO CAMINANDO...





























Escribe: Gabriela Borraccetti *

Una de las peores cosas que podemos hacer para perpetuar el dolor, es preguntarnos "¿por qué tuvo que ser así?".
Pero si miramos por debajo de esa situación, veremos el mayor aprendizaje que la vida nos pudo dar. Allí donde algo dolió, donde se abrió una herida, no queda otra que afrontar, fortalecerse y responder que de verdad, todo lo que sucede es nuestro camino y nada más que nuestro camino. Rechazarlo o preguntar "¿por qué no me tocó otro?", es tan errado como preguntar por qué nosotros somos nosotros.
Cada uno es su puñado de pasos, de experiencias, de tiempo, de dudas, de alegrías, de tristezas y de ilusiones. Pero estas últimas no deben ser confundidas con la realidad; ya que la ilusión pertenece al narcisismo, el que supone que su deseo debe cumplirse porque “el universo conspira a su favor”, y la realidad, en cambio; pertenece a la falta que nos constituye como seres incompletos. Porque no somos superhéroes o superheroínas; somos nosotros y nuestro camino.
Como escribió el gran Antonio Machado: "Caminante son tus huellas / el camino y nada más; / Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
Y sigo caminando...

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M.P. 16814

Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.