miércoles, 4 de enero de 2012

Y MIENTRAS TANTO EL SOL SE MUERE...



Escribe: Juan Carlos Serqueiros

A GABRIELA, CON AMOR
No tengo la facultad de poder engendrar una lírica tan extraordinariamente hermosa como la del Indio (que se la envidio con esa envidia sana que es la admiración). Por eso, al no estar dotado del don de escribir algo de tanta belleza como este poema que el Indio ofrendó a su mujer; te dedico estos renglones, con todo el amor que puedo dar.


Y MIENTRAS TANTO EL SOL SE MUERE...
(Solari)

Todavía no usé mi milagro de hoy
(qué corta es la vida, mi amor!)
No voy a buscar más consuelos tontos
si pasa algo malo esta vez- 
Te voy a buscar
en la oscuridad.
Yo no sé si pueda volver a encontrarte, amor
si dios no me quiere en tu eternidad
Sueño con que duermo, no lleno mi tumba aún
y un poquito tarde esta vez se va a hacer...
Y mientras tanto el sol se muere
y no parece importarnos...
Mientras te quiero el sol se apaga
y si Dios queda en nada o no existe
te amaré mucho más.
Te voy a encontrar
en la oscuridad.
Algún día, pronto, una de mis vidas
va a intentar matarme y lo va a lograr
Como será andar solito allá en la muerte?
Ay! mi amor... ya sin vos... sin tu sueño...
Yo no sabría echarte de menos
(soy un ladrón que robó dolor)
y si te pierdo camino a casa
ya te dije esto antes... linda mía
... te voy a encontrar
Te voy a buscar
y te voy a encontrar...

Asistiremos a un Solari que incursiona en la astrotanatología. Para el título, apela a una metáfora que alude a un fenómeno cósmico incontrastable y comprobado: todas las estrellas (incluido el sol, obviamente), a la larga se "mueren", desaparecen. Podrán pasar millones y millones de años, pero en algún momento, también el sol, centro de nuestro sistema planetario, se apagará. Y cuando eso suceda, todo vestigio de vida en nuestro planeta (y en el resto de los planetas que giran alrededor suyo, suponiendo que haya algún tipo de vida en ellos) morirá con él.
A partir de allí, y comparadas con los millones y millones de años que tendrá la vida del sol; nuestras pobres existencias de humanos mortales, tan cortas y efímeras, son una nada, algo casi imperceptible e irrelevante para el universo. Como que nuestras vidas "no existen", diríamos...
Pese a ello, el amor que el Indio siente por su mujer, Virginia -la canción está dedicada a ella, según declaró él mismo y tal como reza el arte gráfico del disco Porco Rex, en el cual puede leerse: "con excepción de 'Y mientras tanto el sol se muere' que es una canción de amor para Viruta" (y Viruta es Virginia, desde ya)-; perdurará durante toda su vida y se extenderá aún después de ella. Esa es la idea central de la canción.
"Todavía no usé mi milagro de hoy  / (qué corta es la vida, mi amor!)": Es muy probable que el Indio haya compuesto la letra a la mañana muy temprano, apenas iniciado el día (son reiteradas sus referencias a que se acuesta temprano por las noches y se levanta muy temprano por las mañanas, y es en esos momentos en que se inspira y se larga a componer). De allí la cita "todavía no usé mi milagro de hoy", refiriéndose a que el "milagro" del nuevo día, está apenas iniciado, aún no lo "usó".
"No voy a buscar más consuelos tontos / si pasa algo malo esta vez. / Te voy a buscar / en la oscuridad": Si algún hecho funesto le acontece durante lo que le quede de vida; no va a "buscar más consuelos tontos", es decir, no va a buscar refugio en el alcohol o en las drogas, ni muchísimo menos en alguna otra mujer, al contrario; se limitará a enfrentar lo que sea le depare el destino, junto a Virginia.
"Yo no sé si pueda volver a encontrarte, amor / si dios no me quiere en tu eternidad": El Indio oscila entre el agnosticismo y el ateísmo, y últimamente empezó a definirse como ateo, por lo tanto; no cree en una vida mejor, celestial, como la que nos proponen las distintas religiones luego de que muramos y abandonemos esta vida terrenal. De allí que descrea que luego de muerto, pueda volver a encontrarse con Virginia en otra dimensión, más allá de la muerte. Y por eso también, la frase de que "dios" -así en minúsculas como lo escribe el Indio-, no lo quiere en "tu eternidad" (con lo del pronombre posesivo tu, se dirige a Virginia, refiriéndose a la eternidad de ella, graficando así que ella, a diferencia del Indio; sí cree en una vida eterna luego de la muerte.
"Sueño con que duermo, no lleno mi tumba aún / y un poquito tarde ésta vez se va a hacer…": Se imagina el fin de su vida, la llegada de la muerte, y eso se le representa como un sueño del que ya no va a despertar, el sueño definitivo digamos. Ya se siente preparado para cuando llegue el momento de morir, de dormirse definitivamente, de "llenar su tumba"; pero también siente que ese momento, si bien cada vez más cercano a medida que transcurren sus años, todavía tardará algo en llegar; por eso "un poquito tarde esta vez se va a hacer".
"Y mientras tanto el sol se muere / y no parece importarnos… / Mientras te quiero el sol se apaga / y si dios queda en nada o no existe / te amaré mucho más. / Te voy a encontrar / en la oscuridad": En esta estrofa profundiza el concepto que resume en el título: algún día el sol dejará de brillar, se extinguirá; pero pasarán tantos millones de años para que eso ocurra, que esa circunstancia no tiene relevancia alguna para nuestras vidas terrenales ¿Qué nos importa que el sol se muera algún día si ese día está tan lejano que nosotros no estaremos para verlo? De allí lo de "y no parece importarnos". Es tan inconmensurable el amor que siente por Virginia, que se imagina a sí mismo buscándola y encontrándola en la eternidad, exista dios o no exista; para el caso, a Solari le da lo mismo; su amor por Virginia vencerá la temporalidad y traspasará cualquier límite, aún el de la extinción del sol, será eterno.
"Algún día, pronto, una de mis vidas / va a intentar matarme y lo va a lograr": Está expresando la idea de la reencarnación. Luego de extinguida su vida terrenal ("algún día, pronto"), se imagina viviendo reencarnado en algo, una planta, otra persona o lo que sea; por eso lo de "una de mis vidas", aludiendo a que quizá haya otras maneras de vida, ya no celestiales ni de almas; sino vidas tangibles, reencarnado en algo.
"Como será andar solito allá en la muerte? / Ay! mi amor…ya sin vos…sin tu sueño…": Otra vez la duda maldita de todo agnóstico (y lo de "maldita" lo digo por las mías, ya que también soy agnóstico), de todo aquel que no tiene el don de la fe en una vida mejor después de la vida terrenal. Se pregunta qué habrá después de morir; si es que habrá algo o, si por lo contrario; estará "solito allá en la muerte".
"Yo no sabría echarte de menos / (soy un ladrón que robó dolor)": Sublime la lírica del Indio en esta frase. En muchas -o en casi todas- las canciones de amor, está la referencia al extrañamiento del ser querido, a que uno no podrá vivir sin la persona que ama; pero nadie -o por lo menos nadie que yo haya leído- lo expresó tan justa y gráficamente como Solari en la metáfora "yo no sabría echarte de menos", aludiendo a que no podría vivir sin ella, nada tendría sentido para él sin Virginia.
"y si te pierdo camino a casa / ya te dije esto antes…linda mía / …te voy a encontrar / te voy a buscar  / y te voy a encontrar…": Reafirmación de su convencimiento de que pase lo que pase, aún después de muerto, exista dios o no, su amor por Virginia vencerá todo; la va a buscar y la va a encontrar, en la dimensión que sea y en la forma que fuere.