lunes, 22 de agosto de 2022

ODISEO Y PENÉLOPE. EL MITO, LA LEYENDA Y LA HISTORIA FRENTE AL RELATO DE LA FIDELIDAD EN EL DEVENIR DE LOS SIGLOS























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

¡Calipso, ah, Calipso! Pienso muchas veces en ella. Amó a Ulises. Vivieron juntos durante siete años. No sabemos cuánto tiempo compartió Ulises su lecho con Penélope, pero seguramente no fue tanto. Aun así, se suele exaltar el dolor de Penélope y menospreciar el llanto de Calipso. (Milan Kundera, “La ignorancia”)

En el imaginario popular se ha conseguido instalar la figura de Penélope como arquetípica de la fidelidad conyugal. Pero hete aquí que al igual que en esta nuestra bendita patria la gloriosa República Argentina; los antiguos griegos también tenían una escuela "revisionista" de la historia. Sí, mi querido amigo lector, así tal cual; aunque cueste creerlo. 
Como Homero no nos cuenta qué carajo pasó después de los diez años que duró la guerra de Troya y de los otros diez que tardó Odiseo en regresar a Ítaca y matar a los pretendientes de Penélope para reinstalarse en el trono —y de paso, en el lecho matrimonial—; todo el mundo sacó como conclusión que de ahí en más, los esposos vivieron felices y comieron perdices.
Bueno, parece que no fue así la cosa, o al menos; no tan así, porque entraron a tallar los "revisionistas" y se elucubraron otras versiones, que distan mucho de esa tan idílica, rosa y edulcorada que tanta vigencia ha tenido y tiene.
El primero fue Hesíodo, quien determina que Odiseo la había guampeado a Penélope con Circe, engendrando en ésta tres hijos. Y otro, Eugamón, fue más allá todavía, y nos cuenta que Telégono (uno de esos tres hijos habidos de la unión entre Circe y Odiseo), fue quien mató a este último, ignorando que él era hijo suyo, tras lo cual se lleva a la isla de Eea a su hermanastro Telémaco (que estaba caliente como pava 'e lata y muy chinchudo con Odiseo porque éste lo había desterrado, creyendo —luego de consultar con el oráculo— que lo iba a asesinar para usurparle el trono), y a la recientemente estrenada como viuda (y esta vez, viuda en serio, eh; nada de grupo y argucias), Penélope. Y allí en Eea, según Eugamón, Circe (que dicen las chusmas del barrio, era bastante promiscua la susodicha, y además, una jodida de aquellas, ya que venía ocultándole obstinadamente a Telégono cuál de los incontables tipos con que había garchado era su padre) se enamora de Telémaco y se casa con él, mientras que Telégono la consuela a Penélope casándose con ella. Y colorín colorado, todo queda en una gran y hermosa familia, che: al mejor estilo Hollywood, las dos ahora ya bastante jovatas y otrora rivales en el amor de Odiseo (que a todo esto, era un petiso retacón, zambo, paticorto y más feo que apretarse las pelotas con una morsa), transan diferencias y llevan a sus trajinadas camas las carnes frescas y jóvenes de nada menos que sus respectivos hijos. Y felices por siempre jamás, porque Circe se vale de sus poderes para hacerlos inmortales a los otros tres (obviamente, ella en tanto divinidad, ya lo era), así que imagínese: los espera toda la eternidad de disfrute a full morfando, escabiando y cogiendo. En síntesis, y para hacerla corta, los "revisionistas" idearon una trama que lo tiene todo: ambición, lucha de poder, lujuria, sexo, muerte, cuasi incesto... (y si quiere, sáquele el "cuasi").
Pero no para allí la cosa, porque resulta que otros "revisionistas" dieron versiones distintas de lo acontecido: la supuestamente fiel Penélope, que según Homero pasó 20 años esperando a Odiseo, le habría puesto los cuernos con uno de los pretendientes (o con varios o con todos), ante lo cual Odiseo cuando regresa, la mata, según algunos, o la repudia y devuelve a su padre, según otros.
Y por supuesto, como no podía ser de otro modo, no faltan los "revisionistas" actuales, que afirman que lo de Odiseo abnegado patriota y ejemplar padre de familia, y lo de la presuntamente fiel a ultranza Penélope, es todo machismo berreta y que ni ella era tan pura y casta, ni Helena (su prima, por si usted, mi apreciado y paciente lector, ignoraba el parentesco entre las dos) era tan... voluble, digamos (casi escribo putarraca) como para haber desencadenado nada menos que una guerra. En suma, hicieron lo que diríamos una resignificación de ambas figuras femeninas históricas (o míticas o de leyenda, como más le guste).
Así las cosas, nada queda claro. ¿Fue Odiseo un responsable, insigne y sacrificado patriota, el mejor, más inteligente, astuto y eficaz de los generales aqueos, nostálgico y amantísimo marido hasta el punto de preferir el regreso a su tierra, a reinar sobre ella nuevamente y a estar junto a su esposa y a su hijo; al ofrecimiento de lujo, bienestar e inmortalidad que le hace la hermosa ninfa Calipso, o fue, en cambio; un machista aventurero que se va en procura de gloria, tesoros y conquistas dejando atrás una esposa y un hijo más o menos recién nacido? ¿Fue Penélope el súmmum de la mujer virtuosa a ultranza, sumisa y relegada por un injusto y odioso régimen patriarcal a quedarse en su casa y ejercer, a lo sumo, el "poder" de controlar a la servidumbre doméstica, o por lo contrario; frente a la circunstancia de irse a Troya el pelotudo de su marido a jugar a los soldaditos y demorar éste veinte años en retornar, se transa a uno, varios o todos los pretendientes, pero sin quedarse con ninguno, porque termina demostrándose resuelta a mantener a todo trance y férreamente una independencia descubierta como realidad tangible tras el abandono de que fue objeto por parte de su esposo? ¿Encarnan ambos, Odiseo y Penélope, cuando vuelven a estar juntos después de 20 años de ausencia del primero, la reedición de un amor verdadero y trascendental que más allá de los avatares nunca murió, o por lo contrario; se odian y se desprecian, pero son ya un par de viejos que mantienen un matrimonio, sea por conveniencia o porque no hay otra "solución", cual si fuesen predecesores de los Edgar y Alice de Strindberg en "La danza de la muerte"? 
En fin, dijo Serafín, sea como haya sido, tal parece que el paradigma legítimo y comprobado de la fidelidad, en verdad fue sólo el pobre Argos, el perro de Odiseo, que esperó 20 años a que su amo retornara a Ítaca y fue el único que lo reconoció a su regreso, para inmediatamente morirse a sus pies.
Homero, la rep... madre que te parió, ¿cómo podés ser tan turro, que mientras contás que desde las plateas del Olimpo los dioses se mean de la risa haciendo pelear a troyanos y aqueos, Helena lo guampea a Menelao encamándose con Paris, Aquiles y Agamenón se sacan los cuernos por Briseida ante la desesperación de Patroclo quien, viendo peligrar su romance con Aquiles, empieza a travestirse con la armadura de éste (hoy por hoy sería con la tanguita, el portaligas y las medias de red), Odiseo se la trinca a Circe y convive 7 años con Calipso (otra a quien ese "ejemplar padre de familia" también abandona so pretexto de la añoranza), y Penélope pasa el tiempo entreteniendo a los pretendientes rascándose la cachufla y tejiendo y destejiendo con el culo entre almohadones cual si fuera la virtud inmaculada; al único fiel y leal, que es Argos, lo hacés cagar muriendo sin pena ni gloria? Sos peor que Mitre, el más acabado de los mitómanos a la hora de narrar la historia.
Y en cuanto a los "revisionistas", qué decir... son como el delirante y pesetero Felipe Pifia o el veleta Pa"N"cho O'Donnell o la chismosa alimaña inmunda Canale o el huele braguetas, voyeurista y lame calzones Andahazi, amañando la historia a su gusto y piacere para vender más libros y programas de TV.
¡Cuánta razón tuvo León Felipe cuando escribió aquello de "¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra / al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?"!

-Juan Carlos Serqueiros-