viernes, 12 de agosto de 2016

LA PARTICULARES




Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Los cigarrillos Particulares eran elaborados por la tabacalera Manufactura de Tabacos Particular Virginio F. Grego, fundada el 31 de julio de 1922 y que funcionaba en un local ubicado en el número 2902 de la calle Provincias Unidas (la actual Juan Bautista Alberdi) en la ciudad de Buenos Aires.



La pequeña empresa fabricaba cigarrillos con las marcas Articulares, As de los Ases, Diferentes, Mirlo Blanco, Mosca Blanca, Samaritana y Tres Muchachas; además de la que mayor popularidad cosecharía: Particulares.
El industrial y filántropo chivilcoyano Virginio Francisco Grego fue un emprendedor de ideas muy avanzadas. Proyectó elaborar, en su pequeña industria independiente (de allí lo de Particular en la razón social de la empresa), un cigarrillo que despertara en quienes lo fumaran, la sensación de pertenencia a un círculo especial. Les puso "Particulares", porque quienes los fumaban eran hombres particulares, que se distinguían de los demás, a punto tal; que el diseño del logo, de la marquilla y del formato del paquete, fueron objeto de minuciosos estudios y análisis.
Grego obtuvo un gran éxito, y más temprano que tarde, sus cigarrillos, que al principio se fabricaban por encargo y se adquirían directamente en su pequeña fábrica; se popularizaron y empezaron a venderse masivamente. El local en que funcionaba en los comienzos, pronto quedó chico y la empresa hubo sucesivamente de trasladar su actividad a plantas situadas en Cachimayo 98, Catamarca 272, Uspallata 2172; hasta su ubicación definitiva en Dr. Luis Beláustegui 2701.
Los Particulares venían en paquetes de diez cigarrillos y se hacían en tres variedades de tabaco negro: los Ultra Finos marquilla fondo blanco con letras coloradas, los Ultra Finos marquilla fondo blanco con letras verdes (siendo distintos los tipos de tabaco utilizados en uno y otro caso) y los Extra Livianos, marquilla fondo blanco con letras negras. Y también se producían los Hebras Rubias. Todos tenían el mismo precio de venta al público.









Posteriormente, la marquilla de letras verdes quedó para la versión Livianos.



En 1927, don Virginio Francisco Grego decidió solventar económicamente una iniciativa del profesor Arturo Mañé, orientada a la creación de una Escuela para Adultas, en lo que es hoy el Instituto que lleva su nombre y funciona en la avenida Directorio 2220 de la ciudad de Buenos Aires. 
En los años 30 y 40, la Manufactura de Tabacos Particular Virginio F. Grego (que se convertió en sociedad anónima a partir de enero de 1940), elaboraba también, además de Particulares; las popularísimas marquillas Gavilán (aquella de la famosa propaganda radial en los partidos de fútbol: "Fume cigarrillos Gavilán, buenos de punta a punta") y La Tecla, entre varias otras, como por ejemplo: Condal Especiales y Condal Boquilla de Oro (antes elaborados por Manufactura Condal de Fernando Sanjurjo), Diferentes, Orejanos, Rebeldes, Rubricados, Signo, Zorzal, etc.











Cuando empezaron a producirse cigarrillos con filtro, el paquete con letras verdes pasó a llamarse Particulares 30, y tiempo después salió el paquete marrón y rojo, el de Particulares 33.




La empresa popularmente llamada "la Particulares", fue una de las primeras de nuestro país en disponer la creación de un moderno consultorio médico para su personal, de un club con biblioteca y sala de reuniones para el mismo, y de una guardería para sus hijos.














En 1969, la compañía Particular, que había enfrentado tenazmente -y con éxito- a los trusts extranjeros (lo cual se traslucía incluso en sus publicidades, tal como puede usted, estimado lector, apreciar en algunas de las imágenes de arriba); no pudo continuar resistiendo los intentos de absorción por parte de las poderosas tabacaleras foráneas, y fue vendida a la multinacional de capitales alemanes Reemtsma.



Y ya en 1979, se fusionó con la Massalin & Celasco (que había sido previamente absorbida por la Philip Morris International), conformándose así la actual Massalin Particulares S. A.

-Juan Carlos Serqueiros-