miércoles, 21 de abril de 2021

BONAVENA-KARADAGIÁN, LA PELEA QUE NO FUE

 























Escribe: Juan Carlos Serqueiros 

... Trato de hacer todo lo que siento. Por eso grabé un disco, no tengo nada de voz, pero me gusta cantar. Por eso voy a correr el Gran Premio si se hace: porque hago lo que siento. (Oscar Natalio “Ringo” Bonavena)

Me pasé 249 días mirando los 15 agujeros del techo de mi celda. (Martín Karadagián)

A Martín Karadagián (n. Buenos Aires, 30.04.1922) y Oscar Natalio Bonavena (n. Buenos Aires, 25.09.1942) los vinculaba, desde los 60, una relación de amistad: ambos eran hinchas de Huracán, iban al mismo balneario de Olivos: El Ancla, y compartían, además; la pasión por un auto en especial: el Torino. Incluso, Martín —que era muy buen cocinero— preparaba ricos platos para doña Dominga, la mamá de Ringo, y supo ser asiduo concurrente a las famosas ravioladas de ésta los domingos en su casa de Parque de los Patricios.
Ambos de humilde origen social, tipos de barrio, nacidos en San Telmo el uno (Martín) y en Boedo el otro (Ringo), se habían hecho a sí mismos a fuerza de inteligencia, audacia, astucia, yeca, manejo consumado del histrionismo y sobre todo; a partir de la innata capacidad que poseían y que parecía inagotable a la hora de revelarse como verdaderos maestros del show business.






Pero el año 1970 no había sido precisamente favorable para ninguno de los dos.
Ringo había perdido frente a Muhammad Ali aquella legendaria, mítica, pelea en el Madison Square Garden de Nueva York, lid en la cual pese a los prodigios de guapeza que hizo y al coraje que evidenció; no pudo lograr una victoria que mucho anhelaba y por la que tanto había hecho.



Y Martín, por su parte, se había comido una larga reja: el 30 de noviembre de 1970 lo habían metido preso en la seccional primera de Olivos a raíz de una denuncia y posterior juicio que por amenazas, lesiones y extorsión, entabló en su contra un tal León Platis, a quien el Titán le había comprado un edificio en construcción de 14 pisos, con la intención de fundar un hogar de ancianos en homenaje a su madre. Finalmente, tras una apelación, fue condenado a dos años de prisión en suspenso, y liberado el 5 de agosto de 1971, tras 249 días de detención. Como consecuencia de todo aquello, ninguno de los canales de televisión quería saber nada con incluir en su programación a Titanes en el ring.


Así estaban las cosas, cuando en octubre de 1971, Karadagián volvió a encontrarse con su amigo Bonavena (quien acababa de derrotar en el Luna Park, el 2 de ese mes, al norteamericano Alvin Blue Lewis por descalificación de éste en el séptimo round) en la boite (del francés boîte: cajita) Afrika, un boliche bailable que ambos frecuentaban y que estaba situado a la entrada del hotel Alvear.


El Gran Martín quiso convencer a Ringo de realizar, en el Luna Park, una pelea entre ambos, pues estimaba que aparte del beneficio económico que iba a redituarles; el suceso sería tal, que todos los canales televisivos se disputarían cuál de ellos iba a quedarse con la emisión de Titanes en el ring. Y Ringo, a su vez, le propuso al Titán formar un binomio para participar, a fines de ese año, en el Turismo Carretera, en la Vuelta de la Montaña, corriendo con un Torino preparado por Oreste Berta.
Finalmente, la cosa quedó reducida a una charla entre amigos, porque ni corrieron la Vuelta de la Montaña (que ganó Luis Rubén Di Palma pilotando, precisamente, un Torino) ni se realizó la pelea.
De todos modos, Titanes en el ring volvió a la televisión y fue un éxito mayúsculo.



No obstante, cada tanto aquel showman sin dudas genial que fue Karadagián, salía a reflotar la cuestión en entrevistas periodísticas y reiteraba su “desafío”. Por su parte, Bonavena, de buen grado y de onda, también se prendía en las ocurrencias y chicanas de su amigo: en el verano de 1972, en Mar del Plata, se hizo fotografiar pisando unos muñecos inflables que representaban al Titán y a La Momia, manifestando que así los iba “a tumbar y a pisar a los dos juntos en el ring del Luna” (ver la imagen que oficia de portada de este artículo).
Y ya en 1973, todavía Martín, en el programa televisivo El pueblo quiere saber, que conducían Pinky y Raúl Urtizberea, “retaba” a pelear a Ringo, lo llamaba “Natalia o Natalio, no sé”, y aseguraba que éste le “tenía miedo” y se le “escapaba por la escalerita de Afrika”.


Vaya mi recuerdo emocionado para esos dos ídolos populares de cuyas ocurrencias y destrezas supe disfrutar en mi niñez y mi adolescencia.

-Juan Carlos Serqueiros-
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REFERENCIAS

Archivo DiFilm. Martín Karadagián desafía a Cassius Clay, 1970. https://www.youtube.com/watch?v=q0e4j2LaRPI.
Revista Primera Plana, Año VII, edición n° 310, 03.12.1968.
Revista Extra, Año 4, edición n° 38, setiembre de 1968.
Rival, Juan Claudio. ¿Mereció una celda? La vida de Karadagian, Editorial Revancha, Buenos Aires, 1971.
Roncoli, Daniel. El Gran Martín. Vida y obra de Karadagian y sus titanes. Editorial Planeta, Buenos Aires, 2012.
Stadium Luna Park Centro Documentación Histórico. Sección 40 - Luna Park Temporada 1971.
YouTube. El pueblo quiere saber (programa de T.V. conducido por Pinky y Raúl Urtizberea, 1973), https://www.youtube.com/watch?v=lGL9-XRf9yk