sábado, 24 de marzo de 2012

AMNESIA


Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Nota: Dudé muchísimo antes de subir esto, y previo a hacerlo, pedí el consejo de dos personas cuya opinión valoro en alto grado: Gabriela, mi esposa; y Marcelo Furtivo.
El motivo de que estuviera dubitativo al respecto, era que al ponerle de mi parte mucho amor a este website; no quiero en modo alguno que se bastardee tinellizándose miserablemente, o que se vea convertido en el programa de Rial. Acá, en cuanto de mí dependa, no tendrán cabida los puteríos y chusmajes; odio el conventillo. Y como vamos a abordar una cuestión espinosa y que de grato no tiene nada; me tomo el atrevimiento de pedirles a todos que no caigamos en el chisme, que antes de poner los dedos en el teclado, pensemos si lo que vamos a escribir como opinión, sirve, y si surge desde el equilibrio entre cerebro y corazón.
De ningún modo pretendo que nadie se abstenga de opinar lo que se le ocurra, este es un ámbito de libertad y pueden escribir lo que se les antoje; lo único que pido es que se evite cuidadosamente caer en el chisme.
Gracias a todos.


AMNESIA
(Solari)

Su amnesia está bajo un aguacero hoy
y así hace del pichicho un profeta cruel.
Vuelcan su jugo allí y luego se van
la piba ésa, él y un atún.
Un agujero allí de un año
ningún recuerdo... nada... nada.
No actúa por amor ni por esplendor
se raja al culeódromo a recordar.
Se va a fumar allí el purete mejor
y va a matar el tiempo así...
Mareos que dan gran jaleo
(modales que son malas mañas).
Ningún recuerdo... nada... nada.
Escamas que (¡al fin!) huyen de su piel
lágrimas que le muerden el corazón.
Van a ver quién se come a quién esta vez
la piba ésa, él y un atún.

Un tema en cuya letra el Indio está refiriéndose a sus ex socios Skay y Poli y a las circunstancias del preciso momento de la ruptura del "contrato de amistad" (Solari dixit) que había entre ellos, y que significó, además; la disolución de la banda.
El título es, desde el vamos, si no un misil; sí por lo menos una afirmación de que una o más personas que han sido caras a los sentimientos de otra, dejan caer en el olvido y en el desdén determinadas demandas que esa otra efectuó en cierto momento, quizá no deteniéndose a pensar que la ignorancia que hicieron del reclamo efectuado y reiterado, pudiera provocar un quiebre del cual no haya después retorno posible.
Luego de un comienzo en el cual alude a la "amnesia" de Skay, amnesia esta que se ve agravada por un "aguacero" que borra a su paso cualquier rastro de recuerdos ("su amnesia está bajo un aguacero hoy"), viene la primera patadita: "y así hace del pichicho un profeta cruel". Y obviamente, el "pichicho" es él, el propio Indio (remember aquello de "quieren el picho pero no sus pulgas"), a quien Skay pretendió responsabilizar (sutil y encubiertamente) por la ruptura, alegando que había "diferencias musicales y artísticas" primero, y una serie de excusas pavotas después; al Indio, convirtiéndolo así en "un profeta cruel". 
Sigue con el relato -hecho metáfora- del encuentro que mantuvieron y que terminaría abruptamente con todo -según contara Solari mucho tiempo después-, al insistir él sobre su reclamo de copias del material fílmico que estaba "en guarda" (otra vez, Indio dixit) en la casa de la pareja en Palermo, y negarse a ello con excusas pueriles Skay y Poli. Estos dos últimos son los que largan su veneno y se retiran ("vuelcan su jugo allí y se van") y a los que se representa en la letra como "la piba ésa" y "un atún" (o sea, un pescado, un tonto). Tengo para mí que lo de "atún", además de a Skay; se aplica también, elípticamente, a alguien a quien no se menciona en la letra, pero que de todos modos tiene presencia implícita, está ahí. No sé muy bien por qué, pero me hacen ruido estas iniciales: C. Q.
Continúa la cosa con una afirmación solariana de lo que le dejó la actitud de de sus ex socios ("un agujero allí de un año / ningún recuerdo... nada... nada"), y trascartón, una inferencia de las motivaciones que habrían guiado a Skay a obrar así: el egoísmo y la falta de empatía para con él ("no actúa por amor ni por esplendor"), y de lo que hizo luego de la ruptura producida, o sea, rajarse a su casa ("culeódromo" pone el Indio, significando que allí lo culearon, lo cogieron, lo jodieron) para fumarse allí "el mejor purete" (ya sea que esto deba tomarse literalmente como fumarse un habano, un puro; o que esté aplicado en sentido figurado para referirse a un porro), a boludear, dejar que discurra intrascendentemente el tiempo ("y va a matar el tiempo así...") y tratar de enterrar unos recuerdos que le traerá -en forma no precisamente grata- su conciencia.
Y viene un reproche: como consecuencia de "mareos que dan gran jaleo", es decir, al marearse con envidias, Skay adquirió "modales que dan malas mañas", o sea, privilegió otras cosas, en desmedro de los afectos y hasta de los intereses del Indio, guardándose el material fílmico para sí. Es una clarísima alusión a que cuando nos sentimos traicionados por alguien (como en este caso se siente el Indio por los otros dos), tendemos inmediatamente a pensar en cuánto tiempo hará que el que nos defraudó nos venía garcando ¿no? Y es, si se quiere, natural y lógico que uno se pregunte eso.
Pero pese a la traición de que fue objeto, el Indio en cierto modo prefiere que haya sido así, que al otro se le haya caído la careta, esas "escamas que (¡al fin!) huyen de su piel", y él pueda verlo ahora tal como es: alguien que dejó que primara un interés propio muy mal entendido por sobre una amistad entrañable de veinticinco años.
Y termina de vomitar su bronca y decepción con una manifestación de su ego, lo cual es la esperable reacción de alguien que se sabe a sí mismo superior a quienes le han escamoteado algo que también le pertenecía. Ahora van a poder comprobar "la piba ésa" y el "atún", Poli y Skay, a quién le va a ir mejor ("van a ver quién se come a quién esta vez / la piba ésa, él y un atún..").
Y creo, me parece, que los hechos demostraron fehaciente y rotundamente a quién le va mejor.... ¿O no?

ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=mQutOFTO3_g

-Juan Carlos Serqueiros-