jueves, 26 de enero de 2023

COMO SOÑAR







































COMO SOÑAR
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Quizá esta noche se me llenen los ojos
Con los mares rojos del sueño sin sueño,
Tocando en el aire palabras flotantes,
Susurrando cuentos de hadas parlantes.

Cansancio divino que espera hace tiempo
Abrir por la noche el alma al desvelo,
Dejando en la almohada pegados los labios
Con besos que guardo en mis lados sabios.

Los ojos se cierran, los párpados pesan
Y un murmullo canta que debo partir.
¿Cuál es el ensueño? ¿Cuál es la vigilia?
Si después de todo…siempre estoy allí.

-Gabriela Borraccetti-

Imagen: Christián Black, “Waiting for the lost (Esperando por lo perdido)”, técnica digital, contemporáneo.

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica.
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.

miércoles, 25 de enero de 2023

EL ANUBIS DE JOANNA KARPOWICZ







































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

La imagen de la portada corresponde al cuadro de Joanna Karpowicz, "Anubis ze szczęśliwym pudełkiem (Anubis con Cajita Feliz)", acrílico sobre tela, 2014.
La artista (polaca ella) ha tomado para su personaje principal la figura de esta deidad egipcia: un cánido que es el guardián de las tumbas y además; es quien guía al inframundo las almas de los muertos.
¿Es Anubis el Señor de la Muerte, entonces? En todo caso, lo es; pero también de la vida. Vida y muerte son estadios que se presuponen mutuamente: todo lo que vive, muere. La cuestión es: ¿"muere" para "vivir" eternamente en otra dimensión o lo que fuere? Y... qué sé yo... no puedo responder esa pregunta porque se trata de algo que ignoro (y por eso, precisamente, soy agnóstico). De todos modos, si hay otra vida más allá de la muerte; el que nos va a enseñar el camino que conduce a ella, es Anubis. Y él es, asimismo, aunque no lo veamos; quien nos acompaña también en esta vida.. terrenal, digamos... O al menos, así nos lo muestra Joanna Karpowicz en sus obras.
Como canta el Indio Solari en Ropa sucia, "vivir sólo cuesta vida". Es decir, uno pasa la vida pagándola de a puchitos con cachos de esa misma vida: cada día vivido es uno que habrá que descontar del total de ellos que vaya a tener la existencia. El Indio dice una obviedad ironizándola, como si estuviera enunciando: "vivir no es difícil; lo único que tenés que hacer es gastarte la vida en eso".
Por ello, Joanna Karpowicz en su serie Anubis, nos lo presenta en las más variadas circunstancias y en los sitios más impensados. Puede estar jugando con unos niños en el parque, junto a David Bowie fumando, en el cine viendo una película mientras deglute pochoclo, en un restaurante, citado con una bella mujer; en el burlesque asistiendo a un strip tease, junto a unos motoqueros en un negocio del rubro, guiando a una niña en la calle en medio de una tormenta de nieve, viajando en un tren mientras lee a Frost, recolectando hongos en el bosque, personificando al conserje de un hotel (que la artista designa con el nombre de Panorama y que muchos han asociado con la novela El resplandor, de Stephen King y la película del mismo nombre, de Stanley Kubrick), contemplando a la L. A. Woman de la canción de los Doors, en un dojo para budismo zen y artes marciales, y en fin; donde menos lo imaginemos. 








Es que Anubis vendría a ser algo así como las pilas Eveready, viste, "siempre estará" (perdón por el chiste fácil; no pude evitarlo).  
En este caso en particular, la artista nos lo pinta con una "cajita feliz", ese engañoso fetiche marketinero de la cadena de... digamos, siendo buenos, "comida rápida" (una tremenda bazofia, en realidad) McDonald's.
Acerca de esta obra suya en particular, la propia Joanna Karpowicz (que en general, es tan reacia a la hora de explicar la significación de sus cuadros como el Indio Solari a explicar la de su poesía), expresa:
La cultura de FMCG (nota mía: FMCG es una sigla que en inglés significa Fast Moving Consumer Goods, es decir, bienes de consumo de alta rotación) aumenta la tristeza de Anubis. Siente que nos priva de dignidad. Nos quita la alegría de la variedad. Y reemplaza muchas otras alegrías de la vida con un minuto de experiencia de "punto de felicidad". No seas más flojo, hazte un sándwich. Están solos. Llegarás cinco minutos tarde? ¿Y qué?
P. D. "Junto con las hamburguesas y papas fritas, McDonald's contribuirá a la alfabetización de los niños. La franquicia de comida rápida está lista para comenzar a ofrecer libros como premio en la Cajita Feliz, en lugar de juguetes baratos, al menos en el Reino Unido", dice (la revista) Time.
Me pregunto, ¿qué tipo de libros serán? ¿Dulce y fácil de tragar o con un grano de sal? Bueno, eso es el Reino Unido, experimentando. El resto de Europa -y también EE. UU.- sigue comprando "cajitas felices" para obtener un juguete barato que podría producirse en una de las fábricas como esas, del documental Santa's Workshop.
¿Lo querés más clarito? Y… entonces echale agua.
No sé cómo impactará en tus sentidos este cuadro, pero a mí, al menos; me conmueve. Te digo aún más: me parece sencillamente ma-gis-tral.

-Juan Carlos Serqueiros- 

martes, 24 de enero de 2023

EN VOZ ALTA






























EN VOZ ALTA
(Prosa poética de Gabriela Borraccetti) *

Me tocaste el brazo y buscaste mi mano. Pequeño, con tus ojos brillantes y tu mirada simple, sin hacer la más mínima advertencia, me guiaste con tus pasos.
En cada uno de ellos, la ruta de tu mente iba delineando un camino de complejidad extraordinaria, y en cada huella transitada yacía una palabra con ganas de sacudirse el polvo de tantos años que le habían hecho de frazada, cobijo, manto… o quizá, sería más correcto decir velo.
Me miraste con esa desnudez inocente, con esa luz que sólo tienen las miradas de los que han descubierto, en el fondo de una caverna, un tesoro buscado por milenios, una fórmula alquímica con la cual convertir al plomo en oro y develar los secretos que sólo son asequibles a los que buscan de verdad, empeñados en darlo todo por conseguir su objetivo.
Y allí estabas, cambiando el tono de tu voz estruendosa, al susurro de un niño manso y arcaicamente sabio, leyendo cada huella y cada palabra como un mensaje antiguo, guardado con el más profundo de los celos hasta que fuese el momento de ser y llamarse grande. 
Y la frase decía: "Acompáñame a ser este que soy, el que siempre fui y ahora me atrevo a leer en voz alta".

-Gabriela Borraccetti-

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica. 
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.



domingo, 22 de enero de 2023

ESENCIAL



































ESENCIAL
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Travestir en guerrero
A un corazón de poeta
Presumir de inconmovible
Cuando se es sentimental
Despreciando la ternura
Tiritando en la frialdad
Para abyecto recaer
En el atajo y el exceso
Y peregrino del displacer
Mentirse la felicidad
Visitando mil palacios
Sin encontrar un hogar
Pero yo te presentía…
La sola hilacha de esperanza
En los jirones de mi disfraz
Como un atisbo de luna
En las tinieblas de mi impostura
Hasta que al fin te encontré…
Por aquel tiempo primordial
En que a vos me consagré
Y en la memoria del olvido
Mis vidas todas archivé
Fue entonces que renací
Recé un réquiem para el macho
Y hombre niño me asumí.


-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen: Marys Mirages, “Cáncer”.

sábado, 21 de enero de 2023

BORGES Y PIAZZOLLA. CUANDO CHOCARON DOS GENIOS

















Escribe: Juan Carlos Serqueiros


Lo que pasó es que fui el único que se animó a refutar a Borges. (Astor Piazzolla)

Piazzolla no siente lo criollo. (Jorge Luis Borges)

Han transcurrido ya casi 57 años desde que salió este disco: "El tango", de Astor Piazzolla y su Quinteto Nuevo Tango, con la participación de Edmundo Rivero en canto y de Luis Medina Castro en recitación. Su lanzamiento, a mediados de 1965, por el sello Polydor, coincidió (sospechosamente, si uno quiere pensar mal. ¿Operación marketinera, tal vez? A mí me lo parece, pero chi lo sa...) con la publicación por parte de Borges, a través de la editorial Emecé, de su libro "Para las seis cuerdas". 



La iniciativa de un trabajo artístico en colaboración con Borges emanó de Piazzolla, quien el 14 de marzo de ese año invitó al primero a concurrir a su departamento de la avenida Entre Ríos, a fin de hacerle escuchar las melodías que había compuesto para el disco, interpretadas por él mismo en piano y cantadas "caseramente", así “a la que te criaste”, por Odette María “Dedé” Wolff, quien era por entonces la esposa del músico.


Finalmente, Borges asistió a sólo una de las sesiones de grabación del disco (que en total fueron cuatro y que se realizaron: dos de ellas, 15 y 21 de junio, y las dos restantes, 5 y 6 de julio). Y durante esa única ocasión en que estuvo presente Borges en el estudio, Edmundo Rivero registró "A don Nicanor Paredes".


Al terminar la grabación, Piazzolla le preguntó a Borges si le había gustado, y éste respondió: "Me gustaba más como lo cantaba la chica" (refiriéndose a Dedé). Rivero (que siempre fue un cumplido caballerazo) y todos los músicos festejaron, riendo, las palabras de Borges; pero a Piazzolla le cayeron como una patada en las... amígdalas.
Y en este punto, estimo pertinente señalar que cuando Borges expresó aquello, no tenía intención de afirmar que Dedé (que no era en modo alguno una cantante profesional) cantara mejor que Rivero (que sí lo era y de excelsas aptitudes y calidad, además); sino que simplemente pretendía significar que para él, en tanto arqueólogo de la milonga, ésta debía cantarse “así nomás”, incluso hasta fuera de tono, pues lo importante radicaba en la poesía enunciante de las tragedias y las hazañas de legendarios personajes protagonistas de un tiempo irremisiblemente ido. 
Sólo que eso... no podía comprenderlo un genio musical como Piazzolla, en tanto magistral compositor de la nueva música de una gran urbe, música ésa que necesariamente venía impregnada de una síntesis pluricultural y que no iba a sujetarse a límite alguno en su evolución.
En el mundo poético de Borges se desenvolvían un Nicanor Paredes o un Jacinto Chiclana en un escenario donde los arrabales, esto es, las orillas, los extramuros de la ciudad, se hacían uno solo con el comienzo de la pampa; mientras que el alma de Piazzolla componía melodías para el abigarrado habitante de una jungla de asfalto y cemento, un taxista o un oficinista, puestos a sobrevivir esforzada y dificultosamente en un universo citadino teñido por la urgencia, la tristeza y la melancolía. Lo de Borges era la patria Buenos Aires reclamando altiva un sitial de procerato para el compadre, para el malevo; y lo de Piazzolla era la esencia misma de la música progresiva. 
Así las cosas, el choque que indefectiblemente sobrevino, se trató más de conflicto entre pasado y presente, que de confrontación entre egos exacerbados e índoles... difíciles, digamos (porque al fin de cuentas, si el estilete irónico de Borges solía ser letal; no menos peligroso era el áspero carácter que a menudo eclosionaba en las broncas de Piazzolla. De todos modos, también hubo algo de eso; aunque como elemento accesorio y no como motivación principal para el desencuentro).
Después, Borges salió a criticar acerbamente la música que había compuesto Piazzolla para sus poemas (la calificó como "una porquería") y mencionó a éste como "Astor Pianola". Y trascartón, el músico no se quedó atrás: "sordo ignorante", le espetó al poeta; "gentileza" a la cual Borges no se privó de corresponderla con un lapidario "Pianola es un bruto vanidoso".
Particularmente, me hallo inclinado a inferir que todo el asunto de aquella "colaboración" fue ideado por los gerentes de la editorial y del sello discográfico, quienes en tanto ejecutivos adoradores del dios beneficio económico y de la diosa maximización de la ganancia, no se percataron de que era imposible conciliar dos extremos como Borges y Piazzolla. Para el primero, sus poesías debían ejecutarse, a lo sumo, en formato de milonga y sólo con guitarra; mientras que por su parte, el segundo introducía elementos del canto gregoriano y del jazz. No podían entenderse, y efectivamente, no se entendieron. Y así terminó la cosa: a los capazos.
No obstante, luego de tanta esgrima verbal, y si bien no volvieron a trabajar en... colaboración, digamos (por más que haya sido aquella una "colaboración" plagada de rispideces); Piazzolla musicalizó otras poesías de Borges y también compuso la música para la película "La intrusa" basada en el cuento homónimo del gran Georgie.
En fin... sólo desencuentros entre dos genios, nada más que eso. Nosotros, mi querido lector, declarémonos neutrales en esa guerra, y obsequiemos a nuestros sentidos deleitándolos con una de las joyas de aquel disco:

 
Disfrutémosla, pues. ¡Salud y hasta la vista!

-Juan Carlos Serqueiros-

viernes, 20 de enero de 2023

DE PSICOLOGÍA Y ASTROLOGÍA






























Escribe: Gabriela Borraccetti (*)

En un tiempo era "creer" o "no creer" en la psicología. Yo escuchaba eso muy a menudo cuando me preguntaban a qué me dedicaba y respondía que al psicoanálisis (cuya base es la interpretación de los sueños y el mundo de los símbolos).
Más tarde, me encontré con otra manera de acceder no sólo al alma sino también a sus conexiones con el universo, y me abrí al simbolismo de la astrología (las estrellas encierran los mitos y misterios que parecen titilar desde el cielo advirtiendo que no somos nada separados del resto de la creación). Y nuevamente tuve que escuchar aquello de 'creer' o 'no creer'.
No importa cuánto se puede creer o descreer, sino cuánto podemos perder si no nos volvemos capaces de abrir de algún modo los ojos a una oscuridad que contiene pequeñas luces de sabiduría.
Así son las estrellas en el cielo, así son las neuronas y los pensamientos en nuestra mente.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica.
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.

miércoles, 18 de enero de 2023

GATA SOBRE UN TEJADO DE ZINC CALIENTE

 



Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Gata sobre un tejado de zinc caliente (cuyo título en el inglés original es Cat on a hot thin roof) es, en mi concepto, la mejor de las obras de ese genial dramaturgo norteamericano que fue Tennessee Williams.
Concebida para ser una representación teatral en tres actos, la trama gira en torno a los Pollitt, una riquísima familia del sur estadounidense que detenta la propiedad de nada menos que una plantación de catorce mil hectáreas de algodonales situada en el delta del Mississipí.
La componen: el cabeza de familia, Big Daddy (Abuelo), un hombre egocéntrico, despótico e insensible en apariencia, que desde la más absoluta pobreza, ha logrado edificar un emporio económico a partir de lo que era una simple granja que había pertenecido a dos homosexuales: Straw y OchelloIda (Madre, en los diálogos de la obra), la esposa de Abuelo (llevan cuarenta años de casados) a quien apodan Big Mama, una mujer infeliz y negadora de la realidad; el hijo mayor, Gooper, un abogado que ha pasado la vida a la sombra de su tiránico padre, obedeciéndole ciegamente en todo y tratando siempre de complacer sus deseos; la mujer de éste, Edith, tan prolífica que le ha dado a su marido cinco hijos y está embarazada del sexto, chismosa, hipócrita y enredadora; el hijo menor (y preferido de Abuelo y Madre), Brick, quien llegó a ser un ídolo en el fútbol americano y que a sus 30 años ha abandonado su trabajo de cronista deportivo y se ha vuelto alcohólico, cínico y descreído luego del suicidio de su íntimo amigo y compañero de equipo, Skiper; y Margaret (Maggie la Gata), esposa de Brick, una mujer bellísima, sensual y ambiciosa que proviene de los estratos sociales más bajos, a quien su suegro adora y cuyo matrimonio está en crisis, a pesar de lo cual sigue amando a su marido con devoción.
Coincidiendo con el cumpleaños número 65 de Abuelo, se le diagnostica a éste una enfermedad terminal. Conociendo tal circunstancia, Gooper y Edith se aprestan a quedarse con la herencia en desmedro de Brick, a quien planean internar en una clínica para alcohólicos. Pero Maggie la Gata, que ha conocido la miseria y no quiere volver a ella, está resuelta a sacar sus garras para salvar su pareja y defender los intereses de su esposo, aún a despecho de éste.
El conflicto familiar estallará en la noche de "fiesta" de cumpleaños de Abuelo, simultáneamente con una terrible tempestad que las fuerzas de la naturaleza desatarán sobre la comarca. 
Los vínculos familiares, tensos y al borde de la ruptura, las pasiones confrontadas, la intriga, el deseo, la insatisfacción, el sexo, la sordidez, el engaño, la crueldad, el hartazgo, las recriminaciones, los complejos, la crudeza, la hipocresía, el consumismo como sucedáneo de la felicidad, todo, todo está en esta magistral obra dramática en la cual cada uno de los protagonistas buscará con desesperación su propia verdad; a la cual, extraña paradoja, arribarán a partir de una nueva mentira.
Puede usted, mi estimado lector, adquirirla en cualquier librería, y si no quiere gastar o es afecto a leer en formato digital, pues entonces puede acceder a ella haciendo click sobre este enlace.

-Juan Carlos Serqueiros-

sábado, 14 de enero de 2023

CRUZ

























CRUZ
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Estoy tomando por senderos peligrosos
Sinuosos y pedregosos
Cansados y solos
Pisados y lisos
Temidos y pensados
Sucios y agitados
Con miel, ron y vinagre
De besos etéreos y abrazos de aire.

Senderos de sendos deseos deseados
De encuentros queridos
De recuerdos huidos
De cuestas arriba
De caídas en picada
De cumbres al cielo
Y también de alboradas.

Pisados, pateados, tal vez olvidados
Amados, queridos, tal vez renovados
Estoy dando un paso al pie de la cruz
De esta encrucijada abierta a los dos.

Y anhelo que elijas
El mismo que yo
Para no irme sola
Para irme con vos.

-Gabriela Borraccetti-

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica. 
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com. o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.