martes, 29 de noviembre de 2011

TE VOY A ATORNILLAR


Escribe: Juan Carlos Serqueiros

TE VOY A ATORNILLAR
(Beilinson-Solari)

Te aprieto mucho,
te empleo mucho.
te sirvo mucho, te piso mucho.
-¿Cómo puede ser que
te alboroten mis placeres?
Te espumo mucho,
te asfixio mucho,
te impacto mucho,
te siento mucho.
Yo te quisiera asaltar,
te voy a atornillar,
te voy a herir un poquito más.
Te aprieto mucho,
te empleo mucho,
te asfixio mucho.
-¿Cómo puede ser que
te alboroten mis placeres?
Te sirvo mucho, te piso mucho,
te aprie... te aprieto mucho.
Te aprieto mucho, te empleo mucho,
te asfixio mucho.
-¿Cómo puede ser que
te alboroten mis placeres?
Te espumo mucho, te asfixio mucho,
te aprie... te aprieto mucho.

En un reportaje, a propósito de este tema, el Indio dijo: 
Habla de esa necesidad o pulsión de hacerle cosas al objeto querido. Está todo mezclado porque hay un amor que es tan hermoso como dañino, y todo es exultante. Pero no es un reclamo ni es agresivo, sino que hay una comprensión del amor que involucra todo esto con comodidad, con naturalidad. El amor, la pasión y la muerte son así, involucran todo esto junto y debemos aceptar que es así para poder disfrutarlo.

El título alude a una relación amorosa en la que, tanto en lo carnal como en lo espiritual, uno de los integrantes de la pareja (no especifica si se trata del chabón o de la mina, y para el caso tampoco tiene mayor importancia; a los efectos de la interpretación, o mejor dicho de una mayor "comodidad" en la interpretación, tomemos como válido que es el tipo quien tiene la compulsión de "hacerle cosas" a la mina, pero sin perder de vista que también podría ser al revés) busca adquirir cierta supremacía sobre el otro, lleva ese amor a un extremo tal, que termina por "atornillar" (es decir, ligar fuertemente consigo mismo) al otro integrante de la pareja. Y en ese contexto, entonces, un amor tan intenso, tan fuerte; también puede llegar a convertirse en algo dañino para el integrante de la pareja que es "sojuzgado" (por decirlo de alguna manera) por el otro.

Es tan intenso el amor que experimenta por esa mina, que incurre en el exceso de "apretarla" con exigencias de todo tipo ("te aprieto mucho"), tanto en lo que se refiere a requerimientos de orden sexual -aspecto en el cual hay implícito en la letra hasta un atisbo de sadismo; pero en una proporción "socialmente aceptable" digamos; no llega a ser un sadismo en grado de perversión sexual o que ponga en notorio riesgo físico a la mina-, como espiritual ("te empleo mucho" le dice, como reconociendo que la "usa" en cierto modo, y recurre a ella cuando siente una necesidad de apoyo espiritual o ayuda en algún otro aspecto o contexto). 
Todo amor intenso implica cierta dosis de sentido de posesión hacia el ser que amamos: queremos tanto a la otra persona, que deseamos que nos "pertenezca" en exclusividad, y a veces, la invadimos de tal modo, que el amor que queremos darle termina por tornarse pernicioso y la persona a quien amamos se siente entonces asfixiada ("te asfixio mucho") y hasta pisoteada ("te piso mucho"). 
Y pareciera que la mina en algún momento termina por sentirse tan absorbida por el chabón, que se lo reprocha, y entonces el tipito reacciona extrañado ("¿cómo puede ser que te alboroten mis placeres?", le pregunta, entre exasperado y sorprendido de que ella no entienda que él la ama tan intensamente, que ese mismo amor tan profundo que experimenta hacia ella, es el que lo lleva a la compulsión de "hacerle cosas", de absorberla a tal extremo). 
Sin embargo, ambos terminan por comprender y aceptar su amor recíproco en la manera en la cual se lo manifiestan el uno al otro: la mina transige con que el chabón experimente cierta pulsión a "hacerle cosas", porque al fin de cuentas; ella también experimenta cierto placer, traducido en eso que él deja deslizar, casi como casualmente: "te sirvo mucho"; aún a pesar de que en ocasiones, se sienta asfixiada por ese amor "en exceso", digamos.
Y bueh, después de todo, sarna con gusto...


Enlace a la canción en You Tube: http://www.youtube.com/watch?v=KdqGpxIakgE

-Juan Carlos Serqueiros-

COMO SIEMPRE




COMO SIEMPRE 
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Como siempre
En unos días, Mamá
Estaré otra vez a tu lado
Como siempre
Como cuando sólo sabía
Y quería ser tuyo
Only for you

Como siempre…
Como siempre, besaré tu frente
Como siempre, acariciaré tus cabellos
Como siempre, me abrazaré a vos
Como siempre, buscaré vanamente en tus ojos
Respuesta a lo que nunca, nunca
Me atreví a inquirir

Como siempre…
Como siempre, quedará en mí
Retenido
El vómito obsceno de una pregunta
Inpreguntable
Informulable

Era tan gélido, Mamá!...
Tan absurdamente sangriento
Y cargado de dolor y muerte
Aquel junio trágico y ferozmente represivo
Que aún se me antoja tan cercano…

Ha de ser por lo amniótico
De esta melancolía que arrastro
Que va conmigo como pasajera
Y que no quiere irse
Tal vez, porque tiene boleto en primera clase
Adquirido con tu sangre…

Me entregaste tanto, Mamá!...
Y yo sólo quería algo tan poquito
Que tal vez, de poquito que te pareció
Nunca me lo diste

Yo quería el alivio de tus manos
Suplidas antaño con la mentira
De un pedacito de tela
O de una punta de mi sábana; hoy

Y busqué, y busqué, y busqué…
Y ya viejo, Mamá
Cansada, gastadamente viejo
Sigo buscando…

Pero como siempre
Correré a tu lado, Mamá
Y como siempre
Morderé celosa, rabiosamente
Y con respeto infinito
Aquella pregunta que guardo sólo para mí

¿Por qué?
Si era tan poquito…
¿Fue necesario negármelo?

Como siempre, Mamá
Acudiré amorosamente a tu lado
A rendirte homenaje…
Y como siempre
Sin la ofensa de mi pregunta informulable
Como siempre

-Juan Carlos Serqueiros-