sábado, 10 de diciembre de 2011

¿REHABILITACIÓN DE GALILEO Y ARREPENTIMIENTO DE LA IGLESIA? ¡LAS PELOTAS!





















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Como sabrán, el científico Galileo Galilei fué perseguido y castigado por la iglesia católica a través de la siniestra "santa" Inquisición.
Fue obligado así a retractarse de su teoría heliocéntrica, so pena de morir en la hoguera o pasar lo que le quedaba de vida en alguna tenebrosa mazmorra.
Galileo era un genio, ergo, no tenía nada de estúpido; así que antes de dejarse quemar vivo por una sarta de idiotas, retrógrados, imbéciles, mesiánicos y asesinos; prefirió retractarse públicamente. Sin embargo, en la intimidad, afirmó siempre que estaba en lo cierto y que la Tierra y los demás planetas giraban en torno al Sol; no como sostenía erróneamente la iglesia católica, la cual por decreto divino establecía que la Tierra era el centro del Universo y que todos los planetas giraban alrededor de ella.
No hace mucho, en 2010, pudimos ver en un programa televisivo propalado por el canal engañabobos The History Channel, la afirmación de que la iglesia católica había admitido su culpa en 1979 y que el papa Juan Pablo II había asumido el error en que se incurrió al perseguir a Galileo, y que en razón de ello; pedía públicamente perdón e instaba al arrepentimiento por las malas acciones cometidas por la iglesia a lo largo de siglos y siglos.
Dejando de lado el "pequeño lapso" de... ¡trescientos sesenta y tres años! que se tomó la autoridad máxima de la iglesia católica para reivindicar a Galileo; lo afirmado por The History Channel es sólo una verdad a medias. Si bien es cierto que Juan Pablo II hizo eso; lo que no se aclaró en el programa es que el "arrepentimiento" de la iglesia católica expresado a través del papa, se limitó en los hechos sólo a una acción individual de éste; ya que el resto de los santos varones que la componen... ¡minga arrepentimiento! 
No sólo se cagaron olímpicamente en las instrucciones del papa, sino que además; al requerimiento de efectuar, en el caso de Galileo, "una revisión honrada y sin prejuicios" (tal fue taxativamente el pedido de Juan Pablo II efectuado en 1981, para lo cual designó una comisión especial dedicada a ese tema específicamente); dicha comisión (cuánta verdad había en lo que sostenía Perón, aquello de que cuando se quiere evitar hacer algo, lo mejor es formar una comisión) resolvió... ¡en 1992! (bueno, tampoco protestemos tanto; al fin y al cabo se tomaron "solamente" once años) lo siguiente: "Repetir una vez más la tesis de que Galileo carecía de argumentos científicos para demostrar el heliocentrismo y sostener la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación de Galileo de prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y evitando una rehabilitación plena". 
¿Rehabilitación de Galileo y arrepentimiento de la iglesia? ¡Las pelotas!
Pero la película no termina ahí; falta la cereza del postre: el actual papa, el ex nazi Ratzinger, devenido ahora en "Su Santidad Benedicto XVI", afirmó en 1990, siendo cardenal: "En la época de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la razón que el propio Galileo. El proceso contra él fue razonable y justo" (sic).
Después de esta perlita, aparece como muy aventurado (por lo menos) albergar alguna esperanza de que pueda producirse una actitud de cambio y arrepentimiento en una iglesia que arrastra siglos y siglos de oscurantismo, que procuró hacer desaparecer todos los evangelios que se dieran de patadas con los considerados canónicos de Marcos, Lucas, Mateo y Juan, y que en el devenir del tiempo se ha evidenciado como tenazmente conservadora.
Infiero que ya debe estar harto el consabido pobre olmo de que le pidan peras.

-Juan Carlos Serqueiros-