sábado, 2 de enero de 2016

VISITA DEL PRESIDENTE ROQUE SÁENZ PEÑA A TUCUMÁN, JULIO DE 1913




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Los pueblos deben avanzar hacia el porvenir cultivando cuidadosamente los recuerdos del pasado, siempre rico en consejos y enseñanzas. Ellos despiertan en las nuevas generaciones las formas más puras de amor a la patria y encauzan con firmeza la marcha colectiva, moderando los impulsos de la ascensión hasta la cumbre con el respeto de la tradición. (Roque Sáenz Peña, discurso presidencial del 9 de Julio de 1912 en Tucumán)

Fue Roque Sáenz Peña quien tuvo en 1912 la iniciativa de comenzar con la costumbre de que fuera el primer magistrado de la República quien presidiese, en Tucumán, las celebraciones de la fiesta patria en cada aniversario del Día de la Independencia por ser esa ciudad, dado que allí se declaró y juró, el escenario natural para los actos centrales.
A través de este ENLACE puede usted, estimado lector, acceder a un video de DiFilm con algunas escenas registradas en aquella oportunidad.
En su discurso para la ocasión, pronunciado el 9 de Julio de ese año, el presidente dijo palabras como estas: 
"Debemos celebrar su aniversario en su sede y en su ambiente... la declaración de Tucumán es el alumbramiento de nuestra nacionalidad. No la crea, pero la consagra, y por virtualidad de su entereza heroica el impreciso anhelo de las colonias determina la incorporación de una nueva personalidad política a la sociedad de las naciones".
Ese mismo día, también inauguró Sáenz Peña en los talleres ferroviarios de Tafí Viejo, el tren presidencial, que en su primer viaje corto entre la estación Muñecas y los cuarteles del Regimiento 19° de Infantería, llevó a bordo al vicepresidente de la Nación, Victorino de la Plaza, y que al año siguiente, en su primer viaje de larga distancia por el norte de nuestro país, sería utilizado por el ministro de Obras Públicas, Carlos Meyer Pellegrini.



En julio de 1913, el presidente volvió a Tucumán para continuar con la tradición que él mismo había iniciado. En esa oportunidad, los festejos por el Día de la Independencia comenzaron con el tedeum de rigor y prosiguieron con la visita de autoridades a la Casa Histórica. En la imagen que sirve de portada a este artículo, podemos observar, a la derecha, al presidente Roque Sáenz Peña; al centro, al gobernador de la provincia de Tucumán, Ernesto Padilla; y a la derecha de éste (izquierda de la foto), al gobernador de la provincia de Salta, Robustiano Patrón Costas.
Y en esta otra, podemos ver a los mandatarios en el momento de retirarse de la Casa de Gobierno:


Las celebraciones continuaron con los desfiles militar y escolar, y culminaron por la noche, con la realización del Baile Presidencial que tuvo lugar en los salones de la Casa de Gobierno. En esta foto, a pesar de su mala calidad; pueden verse entre los concurrentes, al presidente, al gobernador y a las esposas de ambos mandatarios.


Y merced a esta nota publicada por el diario El Orden en su edición del 10 de julio, algunos de cuyos párrafos transcribo, podemos, querido lector, conocer algunos entretelones de la fiesta:
"En los salones de la casa de Gobierno se realizó el baile presidencial el cual perdurará mucho tiempo en el recuerdo de los que concurrieron.Fue aquel torneo de arte, de elegancia y de belleza donde el frou-frou de los encajes, las risas cristalinas rebosantes de juventud y vida y la frase tan amable que botaba de todos lados como una candencia (sic) de Chopin confundíanse con los acordes de la orquesta.Los amplios salones de la Casa de Gobierno habían sido severamente (sic) engalanados. Todo el adorno, eran luces y flores, muchas flores... Ante la gran concurrencia se habilitaron las galerías de la planta alta.El Excelentísimo señor Presidente de la República doctor Roque Sáenz Peña con doña Elvira Salvatierra de Padilla; el doctor Ernesto E. Padilla con doña Rosa González de Sáenz Peña. Después de recorrer el salón principal de acuerdo al protocolo, la orquesta dejó sentir el Himno Nacional que fue escuchado irrespetuosamente lo que generó el murmullo de protesta.Desde ese momento comenzó el baile con todo su esplendor. Las parejas iban y venían por los salones, aquí se bailaba... el gobernador estaba por todas partes obligando a la “muchachada” a no dejar “ planchar” a ninguna niña... el presidente como cualquier invitado, confundido como un grupo de concurrentes escuchando la orquesta, hizo a un lado el protocolo ridículo, paseando perseguido por un sin número de fotógrafos.A las 3.10 am, el presidente y autoridades se retiraron, sin que por ello terminara el baile que prolongóse en medio de la mayor animación hasta las 6 de la madrugada."
Lamentablemente, la ya muy deteriorada salud de Roque Sáenz Peña, a quien aquejaban una implacable diabetes y una sífilis que había contraído en los campamentos militares durante su heroica actuación en la guerra del Pacífico, le impidió estar, como hubiera sido su deseo, en los festejos del 9 de Julio de 1914. Un mes después, el 9 de agosto, fallecía aquel extraordinario presidente.
Su sucesor Victorino de la Plaza, quien no evidenciaba un gran apego hacia Tucumán, tampoco se hizo presente en los actos centrales del 9 de Julio de 1915. Y en 1916, para los festejos del Centenario de la Independencia, también les “regaló” a los tucumanos su inasistencia, haciéndose representar en tan magno evento, por su ministro de Justicia e Instrucción Pública, Carlos Saavedra Lamas, quien al menos, se trasladó a Tucumán desde la estación Retiro, en el tren presidencial que había inaugurado Sáenz Peña cuatro años antes.
Brochazos de nuestra historia, que les dicen.

-Juan Carlos Serqueiros-