sábado, 30 de diciembre de 2023

ABURREN















Escribe: Gabriela Borraccetti *

Es el actual, un tiempo en el que con sólo apretar un botón en el teclado de la computadora o del teléfono celular, se puede publicar en las redes sociales todo lo que pasa por nuestra cabeza. Y así, se lee a un montón de mujeres que despotrican contra cada uno de los hombres con que se ponen en contacto, dedicándoles algún dibujito, alguna tarjeta o esas cosas como para demostrarles desprecio o, como mínimo; un fingido y a todas luces herido "a mí no me importa".
Se las siente tan enfadadas, tan ávidas y tan ansiosas, que no hace falta ser psicólogo para saber que con eso que hacen no van a llegar a buen puerto con ningún hombre. No seleccionan ni filtran, y no sólo eso; sino que ni siquiera caen en la cuenta de que mostrarse públicamente teniendo todos los días o todas las semanas o todos los meses alguien distinto a quien decirle “chau chau adiós”; provoca que a los demás les resulte inevitable percibir claramente el nulo poder de selección de la señorita o señora de marras, quien más bien parece una desesperada por utilizar el alcance de una red para ver si alguien le calza como un zapato.
Ninguna fémina que se precie de tal podría estar "probándose" un hombre detrás de otro, si su objetivo fuese encontrar a alguien que realmente le guste, le importe, y no le sirva meramente de bastón para no sentirse sola en la vida.
No obstante; no debe creerse que la cosa se limita sólo a ese tipo de mujeres ni tampoco que es una cuestión circunscripta al género femenino la ocupación del top ten de “expositores” en las redes; porque la muestra de personajes se extiende hasta lo exasperante con las/los peleadoras/es consuetudinarias/os, las/los insistentes derramadoras/es de paz y amor que reemplazan a los testigos de Jehová del barrio y jamás están en desacuerdo con nadie, las/los que esgrimen banderas políticas, futboleras o de cualquier otro tipo, riñendo con su prójimo para defender a su líder o al equipo de su preferencia, y también una enorme cantidad de personas cuya mono-temática insiste en la pantalla provocando la "eliminación" de su presencia virtual en el grupo de las noticias cuando no directamente el bloqueo.
Después de todo, siempre es lo mismo.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica. Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


viernes, 29 de diciembre de 2023

TANTO QUE LEO Y ESCRIBO




































TANTO QUE LEO Y ESCRIBO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Leo y escribo mucho,
Porque es leyendo y escribiendo
Como hallo el modo de equilibrar
Pensamiento y sentimiento,
Cerebro y corazón,
Cuerpo y espíritu,
Calma y tempestad.

Si no leyera y escribiera
Tanto como leo y escribo;
De una caníbal ansiedad
Sería yo la fácil presa,
Y mis instantes de paz
Se hundirían en el mar
De mi amniótica tristeza.

Por eso es que leo tanto,
Por eso es que escribo tanto.
Y ya avanzada la noche,
Puedo dormirme en el acto
Y viajar en pos de la verdad
(Que no se encuentra en la realidad,
Sino que vive en mis sueños).

-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen: Anjola Dave, “Conversations With Myself”.





miércoles, 27 de diciembre de 2023

VIOLÍN




VIOLÍN
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Tengo en tu pena un violín
Que toca la cuerda más fina,
Esa, sí, la más sensible
Y frágil de mi corazón.

Y con ella se desliza por mi vida
Revisando cada foto de color,
Repasando cada imagen sepia,
Recorriendo laberintos, suspiros y secretos;
Los momentos más bellos
Y también los más feos,
Los que quisiera recordar por siempre,
Los que quisiera olvidar para siempre.

Resuena con el vibrato
Boca abajo, allí, en mi almohada
Y me recuerda entre sus agudos
Un gemido que se descuelga
De los hilos de la luna.

Tu pena tiene un dejo
De desilusión en tiempo pasado,
Tiene nostalgia, algún fracaso
Y mil rosas enjauladas.

Pero fundamentalmente,
El violín tiene ternura
Tiene amor, tiene dulzura…
Y lo quiero para mí.

-Gabriela Borraccetti-

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica.
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.



martes, 26 de diciembre de 2023

ECO




































ECO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Tu paso breve en el pedregal
De aquella costa uruguaya
Y una ardiente tarde estival
Te trajeron hasta la playa.
Era de ébano tu piel,
Exuberante tu figura
Y tus palabras en portugués
Que preanunciaban la aventura.
“Será romance de verano”,
Musitaba alucinado;
Citas furtivas en secreto
Y las noches junto al faro...
“Sólo pasión de verano”,
Empecinadamente machacaba
Sobre mis sentidos nublados.
Una luna que conteplaba
Nuestros cuerpos festejando,
Un volcán de sangre caliente,
Las glándulas estallando,
Y la bandera del deseo
A los cuatro vientos ondeando.
Pero al fin sobrevino el fin,
Con tu presencia que adelgazaba
Hasta volverse sólo ausencia…
Fue el pedregal de la costa
Testigo mudo de una partida
Y las olas mensajeras
Traían esquelas de despedida.
En la arena sepultado
Quedó un resabio de tristeza
Archivado bajo las conchas
De fenecidas almejas;
Como crespones algas mustias
Denunciando la tragedia
De una pasión inmolada
En una hoguera de quejas.
Dejaste tatuado en mi piel
Globo bermejo de lujuria,
Con una inicial en negro
Muy parecida a la furia.
Me abracé fuerte a la soledad
Y maldije la frustración;
Pero entonces mi corazón
Que tan frágil parecía,
Echó luz en la oscuridad
Descorriendo el velo a la razón:
“Fue una pasión de verano”,
Como un eco repetía,
“Sólo debes ahuyentar la pena
Y abrirle paso a la alegría”,
Hasta que saludando a la consciencia,
Mi alma celebró otro día.

-Juan Carlos Serqueiros-



jueves, 21 de diciembre de 2023

CUANDO EL CENTRO ESTÁ FUERA DEL CENTRO



























Escribe: Gabriela Borraccetti (*)

Cuando hablamos de fidelidad y de felicidad, solemos referirla a lo externo. El afuera nos hace de metro patrón, y comenzamos desde temprano a ajustar las medidas de nuestro deseo a sus requerimientos. "Yo quiero hacer tal cosa, pero a Fulana o a Mengano le vendría bien o le gustaría que yo haga tal o cual otra, y modifique un poco de acá y otro poco de allá, porque...".
Y así seguimos, hasta que nos deformamos de tal manera, que quedamos irreconocibles. Y todo para calzarnos en un vestido o un traje que nos chinga o nos queda ajustado o corto o largo, y que definitivamente; no es ni remotamente parecido al nuestro.
Como nos preocupa que nos mientan, que nos hagan el vacío, que se olviden de nosotros, que no nos escuchen, que no nos reconozcan, que no nos aplaudan, que no nos acepten, que nos rechacen, que nos corran de lugar y de todo aquello que implique quedar fuera del radio de aceptación de las personas; terminamos por convertirnos en alguien que ha quedado tan lejos de su centro, que en el único lugar en el que nos reconocemos, es en el espejo. Y no podría ser de otra manera, porque el espejo... también está ahí fuera.
La palabra infante significa indefenso, y es exactamente esa la situación en la que nos hallamos cuando desde el inicio nuestros mensajes y gestos dependen de lo que mamá decodifique y llegue a intuir en ellos. Quizá tuvimos hambre y nos llevaron al médico, quizá tuvimos frío y nos desabrigaron más, o tal vez estábamos furiosos por un dolor de panza y nos obligaron a comer; hasta que adoptamos todas esas interpretaciones ajenas como necesidades propias; siendo estos los primeros escalones subidos en la carrera que implica el encuentro con quienes realmente somos. 
Detrás de ese instante en el cual es absolutamente necesario que alguien nos haga de voz y de piernas en el mundo, existe una infinidad de otros instantes en los que, a pesar de poder hablar y caminar; conservamos el modelo que nos enseñó a acomodarnos a las señales externas, y poco a poco y sin darnos cuenta, terminamos por adaptarnos a lo que otro dice, enuncia, requiere o interpreta acerca de nosotros y de quienes deberíamos ser. Y claro: llega un momento en que quedamos tan lejos de nuestra esencia, que junto con ello se nos escapa la definición de la felicidad.
Perder el centro es adoptar uno que no nos pertenece, y vivir descentrados no pareciera otorgarnos ni dicha ni plenitud, ni un sentimiento de saber quiénes somos, ni sobre los pies de quiénes estamos parados.
El camino no es fácil, pero para recobrar el sentido de la propia existencia, es necesario registrar qué sucede cuando nos vemos frente a una decisión o una elección. El grado de malestar, de comodidad o de disgusto que percibimos ante los requerimientos, es un buen termómetro como para saber cuánto vamos a traicionarnos, otra vez. Y vendrá bien recordar que ya no somos indefensos infantes, sino que tenemos voz, tenemos voto, y por sobre todo; queremos el vestido o el traje que está hecho a nuestra medida.
¿El costo? Puede ser un poco de soledad al principio, para luego comenzar a reconstruir un centro a cuya luz se acercan sólo los que la ven hermosa.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


miércoles, 20 de diciembre de 2023

PETRONIO, EL ÁRBITRO DE LA ELEGANCIA










































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Si hemos de dar crédito a lo estipulado por el historiador Tácito —que se refiere a él como arbiter elegantiae (árbitro de la elegancia)—, Petronio (ese era su nomen gentile, es decir, el equivalente al apellido), a quien algunos atribuyen por praenomen (el equivalente a lo que llamamos nombre de pila) Tito, otros Cayo y otros Publio; no faltando quienes a su nomen adicionan el de Nigro, fue un aristócrata latino que vivió en el siglo I d. C. y gozaba del favoritismo del emperador Nerón, quien lo puso a cargo de una especie de "ministerio": el del buen gusto.
Hay quienes afirman que el apodo asignado a Petronio devenía del corte irreprochable de las togas que usaba, mientras que otros aducen que era por el exquisito gusto que sabía evidenciar en tanto esteta y epicúreo. Las malas lenguas —sin duda, de puro envidiosas nomás— aseveraban que dormía de día y vivía de noche, disfrutando de todo género de placeres.
Siempre según Tácito, caído en desgracia Petronio por conspirar contra Nerón; éste lo obligó a suicidarse, entonces; en una especie de venganza póstuma por su condena, Petronio, antes de quitarse la vida, habría enviado a Nerón un escrito en el cual detallaba prolijamente las miserias, la infamia y los vicios del emperador. ¿Será verdura el apio? Chi lo sa...
Sea como haya sido, lo cierto es que Petronio (y obviamente, también Nerón), tenían bien claro cómo era eso de “living la vida loca”.
Nos dejó como legado su obra maestra (o, dicho más apropiadamente; los fragmentos que de ella se conocen, ya que se ha perdido la mayor parte, conservándose sólo los libros XV y XVI): P.A. Satiricon libri (las iniciales insertas en el título son, precisamente, por Petronius Arbiter, esto es, Petronio Árbitro), escrita en prosa y verso en una mezcla de latín clásico y vulgar, a la que conocemos como Satiricón. En ella se narran las aventuras de tres jóvenes libertinos y errantes: el protagonista principal, Encolpio, que sufre de impotencia; su amante adolescente y homosexual, Gitón; y Ascilto, a quien Encolpio hace destinatario de sus celos por Gitón.
Petronio es el arquetipo, el primus inter pares, del realismo en la literatura latina. Combinando con erudición el latín clásico propio tanto de él mismo como así también del público a quien dirige su novela (la clase alta); con el latín vulgar usual en los personajes que describe, acierta a pintarnos con maravillosa objetividad la vida cotidiana, la cultura y la sociedad en el Imperio Romano; a la par que aborda temas como la corrupción, la lujuria y la decadencia, haciendo gala (y vaya si tenía con qué) de un magistral empleo de la ironía y la parodia, incluyendo, además; efectos cómicos.
Pero cuidado con atribuir a Petronio fines moralistas o reformistas, o tan siquiera disconformidad o hastío con y por el mundo de su época. Para nada. Muy por el contrario; Petronio era un aristócrata y estaba satisfecho con el orden social vigente en el tiempo en que vivió y actuó. Si escribió lo que escribió, satirizando a los nuevos ricos encarnados en los libertos enriquecidos, si mostró la hipocresía y las fallas profundas existentes en una sociedad que educaba a sus jóvenes en una retórica efectista pero absolutamente vacía, una sociedad en la cual los mercaderes habían reemplazado a los filósofos, una sociedad en la cual la molicie y el lujo sibarítico de los ricos contrastaban con la miseria en que vivían inmersos los pobres (envilecidos también en vicios), y en fin; una sociedad depravada que había degradado a la mujer hasta el punto de su incursión en excesos y degeneraciones en los que hasta allí “sólo” habían caído los hombres; no lo hizo en procura de redimir ni por afán regenerador ni revolucionario, sino que ello se debió a que era un perpetuo devoto del amor al arte, al cual concebía como representación fidedigna de lo natural y lo real, y a su condición de patricio que propugnaba el retorno a los viejos valores. “Nada hay tan falso como un necio prejuicio de la gente, ni tan insensato como una fingida austeridad” (sic), consigna inequívocamente en su Satiricón, como un alerta, un llamado a los de su propia clase (a quienes, además; llama irónicamente “Catones”, burlándose sin disimulo alguno de sus intenciones de censurarlo), instándolos a percibir una realidad que se empeñaban en ignorar y despreciar. Y asimismo, no es precisamente Petronio quien procura la igualdad de género en tanto nos pone frente a la Matrona de Éfeso, la evidentemente misógina historia de una viuda que se proclama inconsolable por la pérdida de su esposo, pero se deja seducir por un desconocido, ¿no?
Para finalizar este opúsculo, y por si acaso hubiese incurrido usted en el sacrilegio de no haber leído aún el Satiricón, dígame, por favor: ¿qué espera para hacerlo?

-Juan Carlos Serqueiros-




domingo, 17 de diciembre de 2023

DES-ACUERDOS


















Escribe: Gabriela Borraccetti *

En todas las conversaciones que se convierten en discusión, existen puntos de vista radicalmente diferentes, formas de pensar total o parcialmente distintas, y una lente absolutamente particular a través de la cual se analiza el tema; puesto que cada quien parte de una tabla de valores, aspiraciones, creencias y postulados, que jamás puede igualarse de una persona a otra.
No obstante, y bajo formas bastante comunes de reconocer; los integrantes de la saga luchan y se debaten por imponer su punto de vista al interlocutor, como si se tratara de "convertir" al catolicismo a un judío o viceversa, o de cambiarle la camiseta del cuadro de fútbol al fanático del equipo opuesto. Imposible.
Aún así, todos hemos participado de tales escenas, y aunque no lo queramos reconocer, nos hemos comportado como fundamentalistas, fanáticos, y tiranos, a la hora de respetar a quien opina en forma diferente a nosotros. En no pocas veces, la charla pasa a ser una confrontación, y de confrontación pasa a ser una guerra en donde los "estás loca/o?!", "te sentís mal?", "¿tenés un mal día?"; son formas de comenzar con el pie izquierdo en el debate; puesto que pareciera que lo que al final importa, es que el otro "piense como yo" o declarar inválido al contrincante como si eso se tratara de una "lucha" en un ring de boxeo. No son pocos los que luego de argumentar una y mil veces; salen de una conversación sin haber captado en absoluto qué es lo que el otro le quiso decir. Además (y como si lo anterior fuera poco); abandonan la "pelea" diciendo que no les gusta pelear, y culpando al otro de su modo de reaccionar.
En la mayoría de los casos, pareciera que cada uno se ensaña contra la posición de aquel a quien pasa a tratar como "adversario", y gracias a la ceguera absoluta que se enciende por la bronca, se deja de advertir, ya sea la perspectiva, o todo punto de acuerdo que pueda existir entre las posiciones.
A partir de allí, es como si el desacuerdo, para ser tal, debiera consistir en estar en la vereda de enfrente, viendo al otro como un ser totalmente equivocado y sin poder otorgarle algo más que un "adjetivo" que lo encasilla y lo encierra en la sin-razón.
En este tipo de intercambio, no queda nada que conciliar; pero quizá una imagen pueda decir más que mil palabras. Y tal vez debamos recordarla a la hora de los enfrentamientos.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.



sábado, 16 de diciembre de 2023

UM QUENTE SONHO ERÓTICO, MEMÓRIAS DA BOÊMIA E UM BEIJO PARA VOCÊ



















































UM QUENTE SONHO ERÓTICO, MEMÓRIAS DA BOÊMIA E UM BEIJO PARA VOCÊ
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Tarde cálida de octubre,
El sol se pone entre los cerros,
Lo veo caer desde el balcón,
Y por mi garganta desciende
La seductora y dulce tibieza
Que amablemente prodiga el ron.

Lentamente la semisombra
Le va ganando a la luz,
Y el crepúsculo me envuelve
Nostálgico y ensoñador...
Suena Gal Costa y me adormece
Desgranando su canción de amor.

Y me transporto a la bohemia
De un tiempo ido hace tanto...
Estudiante de bolsillos flacos
Con la cotidiana pobreza
Y un universo que cabía...
En una pieza de pensión.

Desde la bruma del pasado
(Son el tiempo y el silencio
Asesinos del recuerdo)
Procuro rescatar tu presencia
De cincuenta inviernos separando
Mis veinte de tus setenta.

Evocador y edípico este ensueño
Que trajo al hoy tu sensual belleza
Distinguida, tierna y generosa.
Nunca supe más de ti,
Pero a veces mis lembranças
Entre susurros te envían...

Um quente sonho erótico,
Memórias da boêmia
E um beijo para você.

-Juan Carlos Serqueiros-



miércoles, 13 de diciembre de 2023

NO HAY QUE TOMAR ALCOHOL ANTES DE POSTEAR EN LAS REDES



















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Patricia Bullrich alias "La piba" y @patobullrich: el excesivo consumo de alcohol previo a postear en las redes sociales es altamente nocivo y conduce a gravísimos errores. 
Paso a instruirte:
1) No fue “el día que asumió", pues el hecho que pretendés referenciar ocurrió en 1886, mientras que Roca había asumido la presidencia el 12 de octubre de 1880.
2) Aquel día (lunes 10 de mayo de 1886, minutos antes de las tres de la tarde), Roca se aprestaba a dar su último mensaje al congreso, cuando un sujeto lo atacó en la calle con el propósito de asesinarlo golpeándolo en la cabeza con un trozo de ladrillo refractario que llevaba en la mano.
3) El autor del atentado (confeso, pues él mismo declaró que había obrado “con la intención de darle muerte”) fue un individuo llamado Ignacio Monjes, liberal fanático y adepto al espiritismo (¿te suena todo eso, Patricia?), y resultó condenado en 1887 a diez años de cárcel. En 1896, Roca intercedió ante el por entonces presidente de la República, José Evaristo Uriburu, para que indultase a Monjes (a lo cual Uriburu accedió, efectivizando el indulto el 9 de Julio de ese año), y hasta le consiguió un empleo.
4) Contento de poder contribuir a tu educación, te dejo un enlace al artículo que escribí hace varios años acerca de todo esto:


5) Como podrás comprobar en mi opúsculo, la índole del sujeto que atacó al presidente Roca tiene mucho más en común con la de quienes en 2022 atentaron contra la vida de la por entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (intento de magnicidio que no sólo no condenaste, sino que además se te sindica entre quienes lo planearon, instigaron y financiaron), e incluso; mucho más en común con quien se jacta de hablar con el espíritu de un perro al cual afirma que conoció en épocas del Imperio Romano, es decir; el actual presidente del que sos ministra: Javier Milei.
6) No intentes asimilar a un psicótico incestuoso con delirio mesiánico y frecuentes brotes de ira como Milei; nada menos que con la figura histórica del que fue un gran estadista y un extraordinario presidente como Roca, quien pensaba y actuaba de manera diametralmente opuesta a como vos y toda esa caterva mafiosa que en aciaga hora gobierna, procuran hacerles creer a los libertontos eunucos mentales e ignorantes que los votaron.
7) Sé que el mono, esto es, el síndrome de abstinencia, puede llegar a ser muy jodido; pero siempre resultará preferible que dejes de escabiar (al menos, antes de querer ponerte en maestra Siruela como en el refán español), a evidenciarte patéticamente ridícula en las redes.
Saluditos.

-Juan Carlos Serqueiros-



martes, 12 de diciembre de 2023

NADIE SE SALVA SOLO





























Escribe: Gabriela Borraccetti *

Llega fin de año y es hora de balance. Y si no se hace uno; se programan nuevas metas, pero todo indica que llega un final, o un nuevo comienzo; siendo muchísimas las personas que se deprimen al ver algunas de sus metas frustradas.
No obstante, es en vano ponerse un plazo para llegar a determinadas cimas materiales, sobre todo; en tiempos en los que la humanidad está siendo empujada a dejar de pensar y a que los logros se cuenten en dinero o éxito tangible. Si nos aferramos a medirnos según el escalafón de la esfera mundana, nos vamos a dar de cabeza contra un muro que nos ha demostrado ser cada vez más grande para contener cada vez a menos gente.
Debemos tomar consciencia de que el bienestar general depende de unos pocos, y que a esos pocos les apetece quedarse hasta con lo que escasamente nos van dejando para sobrevivir en condiciones cada vez más dolorosas.
No midas tu triunfo por la cantidad, sino por la calidad de tu trabajo diario, y pensá que en el mundo son muchos los que por desgracia deben morder el polvo para sacudirse de encima la "culpa" de haber fracasado. No des crédito a la palabra "fracaso"; es simplemente lo que te dicen quienes quieren ver que abandonás todo, para aprovechar ellos lo poco que te queda.
Nada se interrumpe ni se corta con la llegada de fin de año, pues todo seguirá igual; salvo por una diferencia: que te des cuenta de que el crecimiento tiene que sí o sí incluir al otro, a tu vecino y a la sociedad. A tu país, al de al lado y al de más allá. Nadie puede individualmente ir hacia arriba, si el resto del mundo va hacia abajo, y no existe nada que sea material que salve a las personas. Ir de compras y consumir es lo que caracteriza este tiempo de supuesta fiesta. Pero la fiesta es para esos pocos, mientras vos y yo tal vez no tengamos para un par de zapatos y millones no tengan para comer.
Si no nos tomamos fuerte de las manos, este mundo se caerá, y por lo visto hay una enorme desigualdad que deja concentrado todo el capital en apenas un 1 o 2%. Esa desigualdad es fruto de nuestra ignorancia, de nuestra ausencia y de nuestra indiferencia hacia el otro. Así, cada vez somos más los que engordamos las filas de los despojados por seguir en el "sálvese quien pueda". Y así nos va. Hoy le toca a la Argentina y mañana le tocará a…
Espero que con eso en el cerebro y en el corazón, sepamos crear un mundo en el cual seamos capaces de discernir que no se salva quien se sube primero al bote. Y tampoco quien se sube último; sino los que intentan subir juntos.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

Imagen: Ionuţ Caraş, "Today, I Trying To Save The World (Hoy intento salvar al mundo)".

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.



viernes, 8 de diciembre de 2023

UCRONÍAS




































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Siempre he creído que las ucronías son meros ejercicios intelectuales de quienes las elucubran y que no sirven a ningún fin útil, pues el pasado fue tal como fue y eso no tiene remedio; no hay manera alguna de volver atrás y rehacerlo de un modo distinto al cual efectivamente ocurrió.
No es como cuando estamos aprendiendo a jugar al ajedrez y el maestro que nos enseña nos dice: “no muevas esa pieza, porque si lo hacés, te doy mate en diez jugadas, mirá: así, así y así; mejor mové otra pieza (pensá cuál) para evitar que yo pueda darte mate como te expliqué”.
Sin embargo, por más que las ucronías no sirvan para nada; no podemos evitar el deseo ferviente de que no hubiesen existido en el mundo lacras tales como dinastías degeneradas, tiranuelos inmundos, genocidas espantables y una larga lista de etcéteras la cual usted, mi querido amigo lector, engrosará incluyendo en ella a cuanto miserable personaje acuda a su memoria. Claro que, sin perder de vista ni por un instante que los buenos deseos se limitan a eso: anhelos que obran como un bálsamo sobre las heridas que las miserias humanas infligen a nuestra moral y a nuestra ética, pero que al fin y al cabo; están tan lejos de lo en verdad acontecido, como La Quiaca lo está de Tombuctú.
En fin... nada… las cosas fueron como fueron, y el solo remedio es procurar en lo posible que en el presente o en el futuro más próximo, sean al fin como desearíamos que fuesen, esto es; que terminen triunfando en la tierra el amor, la libertad, la fraternidad, la justicia y la igualdad.
Y para eso, precisamente para eso, sirve el conocimiento del pasado (del pasado REAL, quiero decir), sin falsedades ni deshonestidades a la hora de narrarlo... y sin ucronías.

-Juan Carlos Serqueiros-

jueves, 7 de diciembre de 2023

ESPERAR A QUE ME RESPONDAS O DEJAR DE INSISTIR






















Escribe: Gabriela Borraccetti *

En la era de la comunicación, no hay nada más fácil que responder un mensaje, pero parece ser que esto deja al descubierto cuestiones de desinterés más que de imposibilidad. Con apretar un botón se puede hablar y atender a alguien que hace una hora o dos, un día o dos, nos envió un texto o un audio; y si hay algo realmente feo, es dirigir la palabra a quien no nos la devuelve. Es un modo de que te declaren inexistente, una especie de muerte forzosa que te lleva a colocarte en una posición hipócrita cuando te vuelvan a contactar o a desnudar la situación cuando el momento lo requiera.
Si se elige esta segunda opción, seguramente la cosa terminará mal tan sólo porque quien da la cara y no la esconde, es políticamente incorrecto, pero genuinamente frontal. Uno puede andar con "los pájaros volados" un día, dos, tres, una semana; pero no toda una vida como para no abrir la boca y dejar colgando del celular, del teléfono fijo o de la agenda, los pedidos de encuentro a los que no acudimos jamás.
Sólo pierde quien baja la persiana, quien se aísla perdiendo la capacidad de responder; mientras que del otro lado, el del receptor frustrado, existe otra responsabilidad, otra respuesta posible, y es la de quedarse en la espera o ir por un camino un poco más fluido donde sentirse correspondido y no tachado.
Suelo escuchar que los que más se quejan de este defecto en otros, padecen de la misma incapacidad y la ejercen con total libertad. Bien por ellos si lo que están evitando es ser hipócritas; pero para eso hay que contestar al menos con un "no tengo ganas de hablar contigo". O con un "me importa nada lo que me digas porque estoy en mi mundo", o quizá, "no te considero importante" al punto que "luego me olvido de que estabas intentando hablarme".
Es lógico que otra opción sea: “estoy mal y en este momento soy incapaz de ver otra cosa que no sea mi problema". Eso suele pasar en situaciones de duelo, pero si se eterniza, podría tornarse en rencor, en una defensa, en un “que me llamen si les importo”; hasta que un día, el otro se da por vencido y el primero confirma su mito: ¿”ves? ¡yo no le importaba!” (error común).
No obstante, hay un problema: la vida no es lineal y te dejará sin respuestas el día que las necesites con ansias. Suele ser así. Quien es desaprensivo recibe su dosis desde el lugar y el día menos esperados, porque ha trabajado en ello con fruición, aislándose del resto cuando el resto lo esperaba. Y el que quedó siempre a la espera, si no dejó de esperar, fabricó también su propia repuesta: "es que no valgo le pena y no me contestan".
Sin caer en los extremos del demandante veinticuatro horas y del indiferente otras veinticuatro, hay un punto que se llama prójimo-próximo. Y... ¿cuán próximo se está cuando existen semejantes distancias? Éstas no se miden en kilómetros; se miden en respuestas.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.