domingo, 15 de septiembre de 2024

TAREA FINA























Escribe: Juan Carlos Serqueiros


Tarea fina
(Beilinson-Solari)

Quemando la turbina te escapás
vas a volver a herirme otra vez?
en tu ternura está acechándome
una buena traición de mujer
que echa hielo y brasas en mi corazón
(fumando en la oscuridad)
Sobrio no te puedo ni hablar
estoy perdido sin mi estupidez
un auto guapo va a venir por vos
y nada va a cambiar
vas a vivir
en el delta en un lanchón
buscando de qué reír
Le das la copa al fin, al vencedor
tarea fina, perdida en mi soledad
no sé si no me gusta más que el rock
(nunca lo vi llorar)
si no va sin freno no anda bien
ni me encadena a su show
Con las piernas más bonitas
las más lindas piernas que vi
y un juego rico de amores
caída libre para dos.

No pienses que te han abandonado; entiende que dentro tuyo existían objeciones a seguir en esa situación, aunque no te hayas escuchado. El dolor no es porque nos dejan; es porque no nos hemos animado a pensar que merecemos el amor sin tener que ganarlo ni aceptar lo que nos dan, aunque sea, a cuentagotas. Quien se ha ido es tu espejo. No seas vos quien abandone a su corazón. (Lic. Gabriela Borraccetti)

Utilicé estas frases de Gabriela, mi esposa, porque me vinieron de perlas para ilustrar una situación que se pinta a través de una letra solariana de gran dramatismo y sufrimiento; pese a la intención festiva, de "descomprimir", del autor.
El título alude a un chabón de condición humilde, que está enamorado de una mina finoli, de las "caras" (la letra la pinta no como una aristócrata de nacimiento o formación; sino como alguien que busca estar en ese segmento de la sociedad que tiene acceso a lujos y caprichos). Él ve como algo inaccesible lograr su amor perdurable y sincero; por eso define como una "tarea fina" el haber conseguido que ella, aunque sea transitoriamente, le dé pelota (insoportable situación y más nefasta decisión).
“Quemando la turbina te escapás / vas a volver a herirme otra vez?”: La mina estuvo un rato con el chabón, pero para él, eso es efímero, no lo conforma. Ella se va a alejar enseguida ("quemando la turbina te escapás"). Por su parte, él sabe que no la tiene permanentemente, que ella privilegia otras cosas y que en función de eso, se va a ir a los pedos en busca de esas otras cosas (lujos que el pobre tipito no puede darle). Y cuando ella se le piante, él va a quedar profundamente herido ("vas a volver a herirme otra vez?", escribe Solari apelando -adrede, por supuesto; no se trata de un error- a una licencia poética en forma de redundancia).
“En tu ternura está acechándome / una buena traición de mujer”: La mina ahora está con él, pero es sólo un momento, algo que va a terminar rápidamente. Él lo sabe, y sabe también que ella se va a ir en pos de lo que ambiciona. Ella se lo puso clarito de entrada y él entiende de antemano que la mina va a transar con otro tipo (alguien con guita, que le va a dar las cosas que desea). La minita no lo engaña ni le miente, y él sabe que las cosas son así y así las aceptó, pero a pesar de que lo sabe; no puede evitar sentir que ella lo "traiciona". Es todo un juego perverso de la piba (con el consentimiento de él, que se presta a ello); pero también es "culpa" del chabón que se banca esa situación...
“Que echa hielo y brasas en mi corazón / (fumando en la oscuridad)”: Está hecho pelota, fumándose un faso y cavilando sobre lo que le pasa con la mina ("fumando en la oscuridad"), esa que arroja sobre su corazón "hielo y brasas". Es excelente la metáfora, porque alude a que ella le "enciende" el corazón, lo apasiona ("brasas"), pero a la vez; es tan fría en su objetivo de conseguir las cosas que desea y que el pobre tipito no puede darle, que le "echa hielo" en el corazón...
“Sobrio no te puedo ni hablar / estoy perdido sin mi estupidez”: Se refiere a que solamente estando en curda él se pudo haber animado a encararla (“sobrio no te puedo ni hablar”). 
Él considera a esa mina como una diosa inalcanzable, que no es para él. Y "sabe" que enamorarse de ella sólo le va a acarrear dolor y sufrimiento, sin embargo; hay como un lado masoquista en el chabón: incurre en la "estupidez" de sufrir por ese "amor" inalcanzable. Pero además la metáfora encierra otra significación: con lo de “estoy perdido sin mi estupidez”, el Indio se refiere a que el tipito actúa el juego ese de “hacerse el boludo para pasarla bien” digamos: el chabón es consciente de que la mina lo tiene de las bolas, que lo trata como a un pelotudito y que hace con él lo que se le da la gana; pero transa con esa situación porque no le queda otra que hacerse el gil e inspirar lástima; ya que en cuanto se rebele contra eso o haga siquiera un amague de no tolerarlo, la mina se le pianta; entonces no tiene otra alternativa que seguir aparentando esa “estupidez” sin la cual estaría “perdido”. Una situación horrible…
“Un auto guapo va a venir por vos / y nada va a cambiar / vas a vivir en el delta en un lanchón / buscando de qué reír”: Bueno, una obviedad: un chabón con guita la va a venir a buscar a la mina en un auto glamoroso para llevársela con él. Ese tipo le va a dar una vida lujosa, rumbosa como la que ella quiere, por ejemplo, viviendo en un yate en el delta... "Y nada va a cambiar", es decir, no hay ninguna posibilidad de que ella postergue sus ambiciones para quedarse con el pobre tipito que la ama (o cree amarla); ella tiene otros objetivos, persigue otras cosas. No obstante, el chabón se hace la película pensando que la mina, en realidad, no va a ser feliz con el tipo de guita que se la lleva; cree que ella va a sentir sólo la alegría ficticia de disfrutar de las cosas materiales que el ricachón puede darle ("buscando de qué reír"); pero que le va a faltar el amor sincero de él. Una lectura errónea de la situación la suya, digna de un imbécil obnubilado; porque se niega a aceptar lo que es evidente, lo que sus propios sentidos perciben: la minita es una turra, re guacha, que sabe perfectamente lo que quiere y cómo conseguirlo. Y él es un pobre infeliz que resigna hasta su dignidad, sólo por no aceptar lo que sabe que es de una manera determinada.
“Le das la copa al fin, al vencedor / tarea fina, perdida en mi soledad”: Listo, ya está, perdió: la mina se va con el tipo de guita ("le das la copa al fin, al vencedor"). Asimila eso con la imagen de alguien entregando un trofeo al ganador de una competencia, por ejemplo, una carrera.
“No sé si no me gusta más que el rock / (nunca lo vi llorar)”: El tipo es un cultor fana del rock y compara a la mina con eso, afirmando que "nunca lo vio llorar" (al rock). Asume una engañosa actitud de curtido, duro, y trata de auto convencerse de que no debe llorar por la pérdida de la mina, porque después de todo; él ya sabía que la cosa iba a ser así. Y sin embargo, detrás de esa “derrota” que acepta resignado (porque otra no le queda); en realidad está rumiando su despecho, su dolor y su rabia al verse abandonado.
“Si no va sin freno no anda bien / ni me encadena a su show”: Un "consuelo" forzado y tonto. Está diciendo que las minas de ese estilo, al igual que el rock, si se topan con alguien que "les ponga un freno", la cosa con ese alguien no va. Admite que la minita, en caso de no haber consentido él en perder su dignidad y dejar que ella haga lo que se le canta, incluso yéndose a curtir con chabones de guita para satisfacer sus ambiciones de lujos; lo hubiera rajado (que de todas maneras, lo termina rajando), o quizá ni siquiera la habría tenido un rato. Y hay como una resignación suya de "encadenarse" al "show" que ella monta. En síntesis, sigue contemplando de manera incorrecta y desacertada todo el contexto.
“Con las piernas más bonitas / las más lindas piernas que vi / y un juego rico de amores / caída libre para dos”: Comienza aludiendo a la manera en que la mina lo atrajo, focalizando su belleza en las piernas, la parte que más lo impactó, y termina diciendo que en un "juego rico de amores" -refiriéndose con lo de "rico" por partida doble a lo inagotable, rico, sincero de su propio amor por la mina, y a lo "rico" del chabón que termina quedándosela- perdieron los dos, tanto él como ella ("caída libre para dos"). En definitiva, el Indio está remarcando que el chabón sigue teniendo una idea equivocada respecto de la lectura que hace de la situación: sigue convencido de que si bien él perdió (porque no se pudo quedar con la mina), ella también "perdió" -refiriéndose a que la mina "se perdió" un amor sincero y puro como él presume al suyo-; cuando en la realidad queda claro que ella ni remotamente lo amaba, o que en todo caso, si lo “amaba”, se trataba de un “amor” bastante mal entendido; ya que lo desecha y prefiere quedarse con sus propias ambiciones de guita y lujos. El pobre tipito no repara en que quien lo abandonó no merece su sufrimiento y que en definitiva, no es la mina quien lo está abandonando; sino que es él quien está abandonando a su propio corazón al no quererse a sí mismo.
En suma, una tristísima historia, desgarradora; por más que tenga música de rocanrol e intencionalidad festiva…


-Juan Carlos Serqueiros-