sábado, 31 de diciembre de 2011

NUOTATORI PROFESSIONISTI





















Escribe: Juan Carlos Serqueiros


Nuotatori Professionisti
(Beilinson - Solari)



Cuando la marea los quiere tapar
en el corazón de la noche,
pagan con promesas los nenes de oro.
Cómo actúan esos tipos felices?
Cómo brillan sus muecas festivas?
Si acarician pasteles de culo,
sanos, muy fuertes y azucarados
Sudar no les cambia la racha, no;
llevan el juego en la sangre, y van
descarados, lindos varoncitos de oro.
Viven temiendo despertar de sus sueños!
Van de vampiros de arrabal.
Adidas digitales!
Pepsi inyectable y... dame más, dame más!
Qué milagroso día el de hoy!
Retiran mientras van ganando,
ésa es su dulce macumba
para nenas que llevan mantón de martirio.
Esos nenes con superpoderes
hoy se trenzan en juego espartano,
como lenguas de fuego que arrasan
a su paso todo lo que pueden.
Le hacen precio a los buenos amigos
por un par de tatuajes masocas,
y pagan con promesas los nenes de oro.

Comienzo diciendo que esta interpretación, la puse hace tres o cuatro años en el foro del website Mundo Redondo, y hoy, al buscar en Internet imágenes para armar la del encabezamiento, me encuentro con que está, además de en Taringa, que por lo menos incluye mi autoría; en varios otros sitios, como por ejemplo, los de estos plagiadores que cito a continuación: http://www.fotolog.com/elojoidiota/34606963 
http://www.fotolog.com/patriciolyrics/48431950
que alegremente y sin problema alguno, se la atribuyen como propia, y encima; editan el contenido a gusto y piacere. A ver si tienen un cacho de vergüenza, che, y se dejan de hacer la pendejada esa de andar copiando y pegando como si fueran eunucos mentales, algo que ni siquiera saben si es correcto o no; porque ¿quién carajo les dijo que mi interpretación es posta? ¿No saben que en cuestiones de interpretar cualquier lírica, ya no sólo la del Indio, NADIE puede tener certeza alguna de estar en lo cierto? Hay que poner el balero a funcionar y hacer la propia interpretación, y no andar copiando las de cualquier boludo, como en este caso, la mía. En fin, dijo Serafín… no hay que calentarse el último día del año, dicen…
El título significa nadador profesional en italiano. Alude a los que invariablemente "se mantienen a flote", que siempre "están arriba" pase lo que pase y por más cambios que hayan. Algo así como los "mismos de siempre", bah;. los ñatos que tienen la sartén por el mango, el acceso a determinados sectores de poder, y se benefician de ello. ¿Quiénes son los ñatos esos? 
Y... depende... supongo que cambiará en función de a quiénes cada uno de nosotros les asigne esas condiciones; para algunos serán los que timbean en la Bolsa, para otros los de los bancos o de segmentos por el estilo, y así... Para mí, son (además de los otros que mencioné antes) ciertos politicastros. 
¿Por qué?, me preguntan. Y, qué sé yo por qué... será per codere nomás, como dijo la nona del chiste famoso, o si quieren alguna motivación mía más taxativa e incontrastable, entonces atribúyanlo a lo génito-musical, o sea, porque se me cantan las pelotas. No, en serio, yo prefiero simbolizarlo en ciertas lacras políticas, pero los otros no son menos lacras; puede ser para cualquiera de esos...
"Cuando la marea los quiere tapar / en el corazón de la noche, / pagan con promesas los nenes de oro.": Cuando la gente los rechaza en las urnas o cuando les va mal políticamente por alguna causa o les aparece algún opositor importante; igual se la rebuscan, no "los tapa la marea", siguen teniendo poder. Y hacen promesas de algo mejor para que los vuelvan a votar. De alguna manera, siempre se las arreglan para zafar. Los "nenes de oro", en la época en que el Indio hizo esta canción, los ejemplos más acabados eran Menem, Duhalde... y no olvidarse del otro fulano: Alfonsín.
"Cómo actúan esos tipos felices?  / Cómo brillan sus muecas festivas?  / Si acarician pasteles de culo, / sanos, muy fuertes y azucarados.": La "felicidad" de esos tipos es el poder (una felicidad mentirosa, sucedánea de la verdadera felicidad). Ellos son los que reparten la torta; y son "sanos", es decir, por raro que sea, parece que los hijos de puta nunca se mueren, se mueren los buenos y ellos no. Y son muy fuertes, se la bancan ("sanos, muy fuertes"), no demuestran debilidad ni aún en los malos momentos; y son almibarados, es decir, le endulzan el oído a la gente ("muy azucarados").
"Sudar no les cambia la racha, no; / llevan el juego en la sangre, y van / descarados, lindos varoncitos de oro.": Por más transfugueadas que hagan y vivan siempre al filo de ir en cana por corruptos; los chabones no cambian. Llevan adentro la transa y los enjuagues raros ("llevan el juego en la sangre"); y no tienen problemas en mentir descaradamente.
"Viven temiendo despertar de sus sueños!": Su vida transcurre en medio del miedo a perder el poder, ya que si pierden el poder, corren serio riesgo de ir en cana o algo peor (si es que puede haber algo peor que ir en cana). Y lo saben, por eso tienen miedo, por eso "viven temiendo...".
"Van de vampiros de arrabal.": Arrabal = las orillas de las ciudades, los suburbios, la periferia, los barrios alejados del centro y en los cuales habitualmente residen los sectores menos favorecidos de la sociedad. Alude a que esos ñatos le chupan la sangre ("vampiros") al pueblo.
"Adidas digitales! / Pepsi inyectable y... dame más, dame más! / Qué milagroso día el de hoy!": En estas tres frases, el Indio sintetiza toda la época del auge lamentable del menemismo: las zapatillas importadas ("Adidas digitales"), el "milagro" de un peso igual a un dólar, las drogas novedosas de laboratorio ("Pepsi inyectable", aludiendo a que tan boludos eran, que los "pasaban" haciéndoles creer que cualquier mierda con la que se dieran, era como heroína de la más alta pureza), y todos los pelotudos que lo seguían votando en aras del consumismo irresponsable ("dame más, dame más!").
"Retiran mientras van ganando, / ésa es su dulce macumba": Se la chorean toda mientras están en el poder ("retiran mientras van ganando"), ese es su único objetivo (su "dulce macumba"). Y el Indio los mata atribuyéndoles la mayor deslealtad que se puede atribuír a un jugador: retirarse mientras va ganando. Eso es bien de turro, de mala gente; los tipos son lacras.
"para nenas que llevan mantón de martirio.": Alusión a las jermus y amantes de los politicastros esos. Acá el Indio juega con una asociación de ideas entre la expresión "mantón de Manila" (que era una prenda supercara que antiguamente usaban las minas de la high society para cubrirse), cambiándola por "mantón de martirio" (frase de "La Casa de Bernarda Alba", de Federico García Lorca), refieriéndose, irónicamente, a que esas mujeres aparentan ser mártires abnegadas que se desviven por la gente, por el pueblo; mientras en realidad, son beneficiarias directas de todas las transas que arman los tipos.
"Esos nenes con superpoderes / hoy se trenzan en juego espartano, / como lenguas de fuego que arrasan / a su paso todo lo que pueden.": "se trenzan en juego espartano" = se hacen la guerra (Esparta era en la antigüedad la nación más guerrera por excelencia, era un pueblo que vivía para la guerra). La frase alude a que los tipos se pelean por el poder; y al final los únicos beneficiados terminan siendo ellos solos, más allá del resultado. Ellos ganan y arrasan con todo (el pueblo sigue cagado, porque aunque vote a uno o al otro; todo es lo mismo).
"Le hacen precio a los buenos amigos / por un par de tatuajes masocas, / y pagan con promesas los nenes de oro.": Referencia al "pacto de Olivos", donde Menem y Alfonsín transaron. El primero logró perpetuarse en el gobierno a través de la reelección, pagándole al otro con cargos creados para que sus partidarios ("buenos amigos") más fieles y conspicuos ("tatuajes masocas") pudieran tener también posibilidades de chorear en los mismos; y adicionalmente la "promesa" de algo más: la expectativa de que una vez concluído el nuevo gobierno menemista que se venía con la reelección, lo recuperen para sí los radicales (como efectivamente, ocurrió; y fue peor el "remedio" -el impresentable mamarracho ese De la Rúa (Pepeto de la Ruta- como lo bautizó el Indio), and company: (Chacho Alvarez, o Chacho Hábil, como le dice Solari); que la enfermedad -Menem, Duhalde y demás escoria-).

FLIGHT 956





















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

FLIGHT 956
(Solari)

Parece que en el final
no me saldré con la mía, mi amor
(debería chequear mi contestador...)
Flight 956... te voy a extrañar
(tu belleza es como un resplandor!)
Estoy tan cansado
que no tengo fuerzas para discutir
Es tan triste esta vez... que no puedo hablar.
Flight 956... el tiempo dirá
yo sé que vos vas a regresar!
Disculpá mis actos de hampón
Siempre hay quilombito en un cielo de dos
y nunca hay terreno sagrado, amor
Es tan difícil no ser injusto con vos...
Cuando escapás en tu Flight 956, intento reír
Dios no está en los detalles de hoy!
Será un melodrama vulgar?
Pasados dos meses nos consolarán?
Llorarás con un ojo
y con el otro te reirás.
Flight 956... voy a extrañar
(tu belleza es como un resplandor!)

Bueno, una bien "explícita", como hecha a gusto y paladar de la gilada que se la pasa reprochándole al Indio que escribe letras "cripticas", letras que "nadie entiende", como si la poesía tuviera que ser algo frío y objetivo. Y bueh, hay de todo en la viña del Señor...
Flight 956 es el vuelo de AA con partida desde Buenos Aires y destino Nueva York, y la historia narrada es la de una pareja rota, en medio de discusiones, reclamos mutuos, insatisfacción, reproches, etc., todo con un final previsible: el abandono de una de las partes -en este caso, la mina-, que termina rajándose a Nueva York.
"Parece que en el final / no me saldré con la mía, mi amor / (debería chequear mi contestador...) / Flight 956... te voy a extrañar / (tu belleza es como un resplandor!)": El chabón no puede evitar el abandono de la mina ("no me saldré con la mía"). Pareciera que aún en el distanciamiento, hubo una especie de advertencias de parte de ella hacia él, en el sentido de que estaba pensando en irse definitivamente. Advertencias esas a las cuales el tipito no les hizo el menor caso ("debería chequear mi contestador", le zampa el Indio, de manera de ilustrar metafóricamente dicha situación). Así que la chica en cuestión está a punto de tomarse el vuelo 956 con destino a Nueva York, y el boncha queda lamentándose, pensando en cuánto la va a extrañar.
"Estoy tan cansado / que no tengo fuerzas para discutir / Es tan triste esta vez... que no puedo hablar.": Hay como una suerte de resignación en el tipo (que como veremos enseguida, es sólo aparente), que expresa su hartazgo de discutir, por más que ella lo abandone. En él hay una mezcla de sensaciones: por un lado, está podrido de las peleas continuas que mantiene con la mina, pero por otro; quiere seguir poseyéndola, aunque por ahora (y sólo por ahora, como comprobaremos más adelante), esté predominando el cansancio de discutir. Parece haber sido tan agria la última discusión mantenida, tan fuerte,  que sumada a la puesta en práctica por parte de la mina de su expresada intención de irse y abandonarlo; ha provocado en él una especie de "estoy harto, no quiero discutir más, esto no va y si querés irte, andate; por más tristeza que eso me produzca".
"Flight 956... el tiempo dirá / yo sé que vos vas a regresar! / Disculpá mis actos de hampón / Siempre hay quilombito en un cielo de dos / y nunca hay terreno sagrado, amor": Ahora podemos ver que su resignación a perderla era sólo aparente. Él quiere autoconvencerse de que las discusiones frecuentes en una pareja, aún cuando esa frecuencia sea exasperante e imposible de tolerar; son inevitables, y así lo expresa, como minimizando aquello mismo de lo que antes estaba hastiado ("siempre hay quilombito en un cielo de dos"). Y eso, después de todo; ahora ya no le parece tan grave, por lo contrario; le parece hasta corriente que ocurra en una relación de pareja; aunque el culpable de esas discusiones, sea él, que aparentemente es un tipo muy absorbente, asfixiante, que no cae en la cuenta de que está transitando senderos peligrosos al ahogarla de ese modo ("nunca hay terreno sagrado", es decir, para el tipito, no hay nada en la vida de ella que él no pueda pisotear impunemente; "no hay nada que después no podamos arreglar", piensa él, y piensa mal). Y piensa mal, porque desde el vamos empezó pensando mal. Estaba cavilando en que ella se iba, en una especie de "ajá... así que te vas a Nueva York" ('Flight 956'), y bueno... andá... total, yo sé que después vas a volver a mí ('el tiempo dirá / yo sé que vos vas a regresar')"; con todo lo cual se equivoca desde el principio, porque no termina de tomar consciencia de que ella muy probablemente no vuelva con él. Y además, reitera el error a través de un pedido de disculpas que es insincero, porque no representa la admisión de sus fallas y la intención de la enmienda; sino que las minimiza con un simple "disculpá mis actos de hampón" (donde "hampón", está empleado no en el sentido de que él sea un delincuente, un integrante del hampa, como lo usamos los argentos; sino como sinónimo de matón, de prepotente, tal como lo utilizan los españoles y las comunidades latinas en Yanquilandia), como diciéndole "bueh... está bien, perdoname, al final no es para tanto, che".
"
Es tan difícil no ser injusto con vos... / Cuando escapás en tu Flight 956, intento reír / Dios no está en los detalles de hoy!": Y acá tenemos la comprobación de que sus disculpas por sus "actos de hampón", no eran veraces; porque como vemos, él sigue en un estado de rabia y de no poder discernir cabalmente la situación, ya que implícitamente, está auto absolviéndose de cualquier culpa ("es tan difícil no ser injusto con vos") al responsabilizarla a ella por irse a Nueva York ("cuando escapás en tu Fligh 956"), como si él no hubiese hecho nada como para que eso terminara por pasar. Y su actitud de matón continúa inmutable, porque dice que procura tomársela con calma ("intento reír"), y sigue sin adquirir consciencia de los errores por él cometidos; ya que de última, le echa la culpa a Dios por no evitar que a él, ¡justo a él!, le ocurriera que la mina lo abandonase ("Dios no está en los detalles de hoy").
"Será un melodrama vulgar? / Pasados dos meses nos consolarán? / Llorarás con un ojo / y con el otro te reirás. / Flight 956... voy a extrañar / (tu belleza es como un resplandor!)": Ahora empieza a aflorar su verdadera índole: el tipito es un perfecto egoísta, que no sentía un verdadero amor por la mina ("un melodrama vulgar" lo está considerando, en forma de pregunta; pero de pregunta con respuesta implícita). A él sólo le importaba que ella no lo abandonara, es decir, sólo quería que su ego no sufriera; pero de ella y de lo que ella sintiese, le importaba tres carajos; como lo demuestra el atribuirle a ella, con lo de "pasados dos meses nos consolarán... llorarás con un ojo, etc."; lo que él mismo piensa hacer: buscarse otro "amor", es decir, otra mina a la que seguramente le hará lo mismo que le hizo a esta: invadirla, matonearla y asfixiarla. Y lo que dice al final, eso de "voy a extrañar (tu belleza es como un resplandor!)", es, si no irónico; sí por lo menos autoindulgente, porque minga va a extrañar; lo que va a hacer, una vez pasado el sacudón que sintió su ego al verse abandonado, es salir urgente a conseguirse otra mina, u otra "víctima" digamos mejor...

viernes, 30 de diciembre de 2011

UN ÁNGEL PARA TU SOLEDAD





Escribe: Juan Carlos Serqueiros


Un ángel para tu soledad
(Beilinson-Solari)

Ya sufriste cosas mejores que ésta
y vas a andar esta ruta hoy, cuando anochezca.
Tu esqueleto te trajo hasta aquí
con un cuerpo hambriento, veloz
y aquí, Gracias a dios!, uno no cree en lo que oye.
Ángel de la soledad
y de la desolación
preso de tu ilusión, vas a bailar
a bailar...bailar
Es tan simple así
(no podés elegir)
Claro que no siempre, ves? resulta bien
Atado con doble cordel (el de simular)
no querés girar maniatado, querés faulear...
y arremolinar.
Medís tu acrobacia y saltás.
Tu secreto es: - la suerte del principiante no puede fallar-
Alguna vez, quizá, se te va la mano
y las llamas en pena invaden tu cuerpo
Y caés en manos del Ángel de la Soledad
y él, gracias a dios!
tampoco cree en lo que oye.

El título es un guiño afectuoso, "cómplice", del Indio hacia los "redonditos de abajo", esos pibes que en la jerga solariana, "vienen de barrios desangelados". La vida es así, es TU vida y estás solo frente a ella (no una soledad "real", física, en el sentido de que estés sin ninguna persona a tu lado; sino una especie de soledad metafísica, digamos: por más personas que haya a tu alrededor, queriéndote y cuidándote; en el fondo estás solo y sólo a vos te corresponde elegir tu propio camino). Y en esa soledad metafísica de tu vida, hay un ángel que en alguna oportunidad puede acompañarte (aunque sea algo efímero). Ese ángel que se mimetiza con vos hasta hacerse uno solo, te va a aliviar un ratito en esa soledad metafísica. Es la ilusión momentánea de compartir junto a otros miles como vos, una misa redonda.
Es en síntesis, una especie de "primera parte" de lo que el Indio iba a decir años después en Juguetes perdidos.
"Ya sufriste cosas mejores que ésta": El Indio les pide a esos pibes que van a una misa redonda, que no magnifiquen la cosa, que no idolatren a Los Redondos; al fin de cuentas es sólo rocanrol. Los alerta sobre el peligro de convertir en ídolo a una banda musical, para después ver defraudadas sus expectativas y darse cuenta de que al fin y al cabo, no valía la pena. De allí lo de "ya sufriste", como diciéndoles "no incurras otra vez en el mismo error".
"y vas a andar esta ruta hoy, cuando anochezca.": Vas a asistir a un recital, a una misa redonda, que siempre empiezan a la nochecita, de modo de cumplir con la consigna de "a las tres en casa", y "cada cual cuide su culito"
"Tu esqueleto te trajo hasta aquí / con un cuerpo hambriento, veloz": Los pibes van a un recital redondo en "esqueleto", es decir, descarnados, sin pasiones bajas, sin egoísmos. Su cuerpo está "hambriento" de empaparse con esa magia de una misa ricotera, y es "veloz" porque en la adolescencia y la primera juventud, todo se vive velozmente, a mil...
"y aquí, Gracias a dios!, uno no cree en lo que oye.": Trascartón de la recomendación anterior de no idolatrar a nadie, ni siquiera a ellos, a Los Redondos; el Indio se está diciendo a sí mismo que no, que no hay ese peligro en las misas ricoteras. Él sabe que los chicos no "van a creer en lo que oyen"; es decir sabe que ni él pretende bajarles línea; ni los chicos aceptarían eso de que él les baje línea. Es como un contrato no escrito entre la banda y los pibes: ninguno de los dos "cree en lo que oye".
"Ángel de la soledad / y de la desolación / preso de tu ilusión, vas a bailar / a bailar...bailar": Ya estás mimetizado con ese ángel que te va a acompañar un rato en tu soledad, pero ojo que eso efímera la compañía de ese ángel que buscaste en tu imaginación para que te alive un cacho esa soledad (una soledad metafísica, que acompaña generalmente a una suerte de rechazo hacia todo lo que ves en el mundo; una situación que se nos da muy a menudo en la adolescencia, que nos asalta recurrentemente). Es simplemente eso: una "lusión, y preso de esa ilusión, vas a juntarte con otro montón de pibes en tu misma situación; y vas a bailar y a saltar, en un pogo, por ejemplo. Es un poco esa frase que el Indio repite siempre en los escasos reportajes que da y que en este caso, la traslada a una canción hecha metáfora, esa de "veo a los pibes como mucho más puros de lo que éramos nosotros; hoy los pibes van a un recital de rock a juntarse, a estar juntos, a tomarse una birra o un tetra y a bailar entre ellos". 
"Es tan simple así / (no podés elegir) / Claro que no siempre, ves? resulta bien": La cosa es así y no hay opciones, “no podés elegir”. Ya desde el momento de tu nacimiento en adelante, te dejaron sin poder elegir, porque en definitiva vos no elegiste venir al mundo, nadie te preguntó si querías nacer o no, sos sólo la consecuencia de que tu viejo y tu vieja decidieron echarse un polvo. Y así seguirá siempre, porque después, ya es un poco el sistema el que elige por vos; y ahí otra vez te dejaron sin opciones. Sin embargo, y pese a todo, hay veces en que sí podés elegir, como por ejemplo, esta noche en que decidiste ir a una misa redonda, buscaste al "ángel de tu soledad" y fuiste al recital. Esa vez, al sistema no le "resultó bien"; por esa vez te "resultó bien" a vos, por esa vez lo cagaste vos.
"Atado con doble cordel (el de simular) / no querés girar maniatado, querés faulear... / y arremolinar.": El sistema te ata a su gran parodia ("el de simular"), y te tiene bien agarrado ("atado con doble cordel"). Pero vos no te rendís al orden sistémico como una mansa ovejita, te rebelás contra él, te revolvés, te convertís en un torbellino ("y arremolinar"); y querés darle una patada ("querés faulear"); es decir, querés zafarte de ese doble cordel.
"Medís tu acrobacia y saltás. / Tu secreto es: - la suerte del principiante no puede fallar-": Metáfora para referirse a los impulsos heroicos propios de la primera juventud. Allí no medís riesgos. En la adolescencia y la primera juventud, todos somos un poco inconscientes del peligro, todo en nosotros es, en esa etapa de nuestras vidas; como heroico, loco... Cuando somos adolescentes, la vida nos parece infinita y no hay riesgo que no nos sintamos capaces de correr.
"Alguna vez, quizá, se te va la mano / y las llamas en pena invaden tu cuerpo / Y caés en manos del Ángel de la Soledad / y él, gracias a dios! / tampoco cree en lo que oye.": Metáfora del Indio para aludir a su humildad. Les dice a los pibes que "se les va la mano", que Los Redondos no son para tanto, son sólo una banda de rock; y todo lo que pueden darte, es un par de buenas canciones de rocanrol. Él es consciente de lo que la banda representa para los pibes; pero por suerte ("gracias a dios!"), él, al igual que esos chicos que van a verlo, "tampoco cree en lo que oye". Es decir, no se la cree, sabe que el cheque en blanco que misa tras misa le renuevan esos pibes, está basado en que él no los va a traicionar, no les va a bajar linea ni se va a poner en líder de nadie. Es un feedback entre el Indio y el público, y siempre va a ser así.

jueves, 29 de diciembre de 2011

ROSAS Y LOS TREINTA Y TRES ORIENTALES
















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

El suceso histórico conocido como Revolución o Cruzada Libertadora de los Treinta y Tres Orientales, se originó en Buenos Aires cuando corría el año 1825.
En apretada síntesis, el contexto era el siguiente: había un marcado desapego por parte de los sucesivos gobiernos porteños a la hora de ocuparse del asunto de la provincia Oriental, que había sido invadida por las fuerzas imperiales luso-brasileras al mando del general portugués Carlos Lecor.
No es el objeto de estas líneas el puntualizar y analizar las causas por las cuales ese cuadro de situación se producía, ni quiénes eran los responsables de que las cosas se dieran de ese modo; baste por ahora con fijar el escenario general en el cual se estaba por desarrollar el acontecimiento.
Residía en Buenos Aires un grupo de emigrados orientales, que no cejaba en su empeño de cambiar ese statu quo, para poder liberar su tierra, tan cara a los sentimientos de todos los patriotas, expulsando al invasor. 
Todo lo tenían en contra: Artigas se encontraba asilado en el Paraguay del doctor Francia. De Andresito nada se sabía -ni se sabría nunca-, desaparecido misteriosamente luego de la terrible prisión que soportó en Ilha das Cobras -y ya que estamos, señor ministro de Relaciones Exteriores, si lee esto, en medio del fárrago de su actividad y sus altas responsabilidades, por lo que más quiera encuentre un tiempito para indagar respecto del pedido de informes que nuestra cancillería cursó oportunamente (tengo entendido que van para cuatro años o algo así; si la información que manejo es inexacta en cuanto al tiempo transcurrido, sepa disculpar, soy un ciudadano común y corriente nomás) a su similar brasilero de Itamaraty, acerca de qué ocurrió con el coronel Andrés Guacurarí y Artigas, en qué circunstancias se produjo su muerte y dónde se hallan sus restos-.
Pero si bien ya no estaba Artigas, la pródiga tierra charrúa, fecunda y siempre generosa en héroes, proveería otro jefe: Juan Antonio Lavalleja, quien también había estado prisionero de los portugueses en Ilha das Cobras junto a Leonardo Olivera, Manuel Artigas, Bernabé Rivera y otros, y que había logrado su liberación, cometido ese para el cual no escasa importancia habían tenido los últimos pesos que Artigas llevaba en sus alforjas hasta el último instante previo a su ingreso al Paraguay, y que con magnanimidad, ordenó le fueran enviados a Lavalleja por medio del soldado Francisco de los Santos que ofició de chasque, para paliar en parte la desgraciada situación de sus compañeros presos. Cuando se dan, en nuestra riquísima historia iberoamericana, hechos como ese; uno no puede menos que preguntarse: ¿habrá tenido una predicción extraordinaria de lo que vendría, y eso lo llevó a mandarle esos pesos a Lavalleja?
Dicho sea de paso, éste pagaría con ruin moneda aquel gesto de Artigas, escribiendo, el 18 de junio de 1826 a Carlos María de Alvear: "Las fuerzas orientales no serán destinadas a renovar la funesta época del caudillo Artigas... El que suscribe no puede menos que tomar en agravio personal un parangón (con Artigas, quiere significar) que le degrada". De este modo "agradecía" Juan Antonio Lavalleja la generosidad de Artigas.
Pero en fin, estimado lector, qué quiere usted; son las miserias humanas... 
Ahora lo tenemos a Lavalleja reunido en Buenos Aires con otros oficiales orientales emigrados: su propio hermano, Manuel Lavalleja, Pablo Zufriategui, Manuel Oribe, Simón del Pino y Manuel Meléndez. Todos ellos, más el comerciante Luis Ceferino de la Torre, fueron los iniciadores de la empresa que culminaría en la gesta heroica de la Cruzada Libertadora de los Treinta y Tres Orientales, firmando un juramento de sacrificar sus vidas es pos de lograr la libertad de su patria.
Si bien los sucesivos gobiernos se habían desentendido de la cuestión oriental; sí había en los sectores populares de la población (las capas bajas de la sociedad: orilleros, quinteros, etc., es decir, los afectos al partido del coronel Manuel Dorrego) una marcada adhesión al propósito de recuperar la Banda Oriental para las Provincias Unidas del Río de la Plata. Asimismo, también los ganaderos y los industriales saladeros apoyaban dicha idea. 
En ese contexto, a principios de enero de 1825 llegó a Buenos Aires la noticia de la gran victoria patriota del mariscal Sucre en la batalla de Ayacucho, ocurrida el 9 de diciembre de 1824, que marcaría el fin de las guerras independentistas hispanoamericanas. La ciudad fue una apoteosis y el entusiasmo popular alcanzó el clímax. Los festejos públicos fueron grandiosos y se daban entre vivas a Sucre y a Bolívar. Lavalleja y los suyos adoptaron entonces la firme decisión de invadir la provincia Oriental, contasen o no con el apoyo del gobierno porteño.
Una antigua amistad unía a Lavalleja con Juan Manuel de Rosas, quien ya figuraba entre los hombres más influyentes de Buenos Aires y después alcanzaría la gobernación de su provincia, y con ella, la primera magistratura del país, al crear la Confederación Argentina y encargarse de sus relaciones exteriores. Los dos amigos convinieron en reunirse, en la casa de Nicolás de Anchorena, con una serie de ganaderos y saladeristas, y así se resolvió llevar adelante el plan, aportando Rosas la mayor parte del dinero necesario, y sus amigos el resto. ´
Ahora bien ¿en qué consistía dicho plan? A grandes rasgos, lo que se perseguía era la intención de poner al gobierno del general Las Heras frente a un hecho consumado que lo forzara a decidirse por la guerra contra el Imperio del Brasil. Por ello, la empresa debía aparecer como una iniciativa exclusivamente particular, y de ninguna manera oficial. Y así se hizo, en efecto.
Pero restaba aún una dificultad por vencer: alguien debía trasladarse a la Banda Oriental para recabar la opinión de los patriotas que allí habían quedado, para calibrar el número y estado de las tropas brasileras y para movilizar a la campaña en favor de los emigrados, de tal modo que cuando éstos desembarcasen, encontraran apoyo. Ese alguien debía tener una excepcional templanza de carácter, un coraje a toda prueba y óptimas condiciones en cuanto a tacto, discreción y prudencia, es decir; debía ser un agente secreto consumado, un espía. Y obviamente, el hombre que reuniera tales condiciones, no podía salir de entre Lavalleja y los suyos; ya que todos ellos eran vastamente conocidos en su tierra. Todas las miradas se volvieron entonces hacia Rosas: ese alguien no podía ser otro que él. Y de esa manera, allá fue don Juan Manuel. 
Con la astucia criolla que lo caracterizaba, declaró públicamente y por distintos conductos que se disponía a emprender un viaje por las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y la Banda Oriental, con el propósito de adquirir campos, despejando con ese ardid cualquier sospecha que pudiera abrigar el invasor brasilero -que tenía espías en Buenos Aires, el principal de ellos, de nombre (falso, por supuesto) Guillermo Gil- originada en el hecho de que se dirigiese a tierra charrúa, lo cual se disimulaba con la incursión por Santa Fe y Entre Ríos. 
Llegado a la Banda Oriental, Rosas se entrevistó en Durazno con Fructuoso Rivera, a quien le entregó una carta procedente de Lavalleja (algunos historiadores uruguayos afirman que, en realidad, con quien se entrevistó Rosas fue con la esposa de Rivera, doña Bernardina Fragoso; el asunto es todavía objeto de debate).
El propio Rosas, de su puño y letra, redactaría en 1868, en su exilio de Southampton, un manuscrito que añadiría a su archivo, y que luego reproduciría Adolfo Saldías en su Historia de la Confederación Argentina. El mismo rezaba:
Recuerdo, al fijarme en los sucesos de la República Oriental, la parte que tuve en la empresa de los 33 patriotas ... Ello creó una trampa armada a las autoridades brasileras en esa Provincia, para que no sospecharan el verdadero importante objeto de mi viaje, que era conocer personalmente la opinión de los patriotas, comprometerlos a que apoyasen la empresa, y a ver el estado y numero de las fuerzas brasileras. Así procedí de acuerdo en un todo con el ilustre general Don Juan Antonio Lavalleja; y fui también quien facilitó una gran parte del dinero necesario para la empresa de los 33...
Tal fue la arriesgada, patriótica y desinteresada actuación que en aquella gloriosa empresa le cupo a Rosas.
En la medianoche del 15 de abril de 1825, Lavalleja y los suyos se embarcaron en un alejado paraje de la costa de San Isidro conocido como Puerto Sánchez, en razón del apellido del propietario de las tierras de esa zona, Cecilio Sánchez (punto situado en lo que es hoy el Club Náutico San Isidro). Desde allí partieron los gloriosos cruzados, los Treinta y Tres Orientales (que no eran treinta y tres ni eran todos orientales; pero esa es otra parte de la historia).

-Juan Carlos Serqueiros-

BARBAZUL VS. EL AMOR LETAL - SUPERLÓGICO






















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Barbazul vs. El amor letal
(Beilinson-Solari)
  
Esta vez, por fin, la prisión te va a gustar.
El reo semental se va a licuar esta prisión.
Gatas lindas, sirenas llenas.
Camisa apretada, pezón radioactivo.
Reclamando el botín para la prisión
Del dios prisión feliz prisión
Del dios Barbazul de esta prisión.
Tu aullido esta vez, quiera Dios, no se va a oír
En la prisión.
Puede la Virgen labial brillar
En risas pillas manzanas firmes
De viejas feas como monos, puaj!
Y antiguas lobas pulpas que reviven
El amor letal de esta prisión.

Superlógico 
(Beilinson-Solari)
  
Ahí van los machos para consumar
Una hermosa dotación vital.
Superlógico, sí.
Superlógico, sí.
Superlógico, sí, sí, sí.
El club de mantis muy nervioso está.
Esas hembras no son dulces, no.
Superlógico, sí.
Superlógico, sí.
Superlógico, sí, sí, sí.
Tal orgía van a banquetear.
Sin descanso van a devorar.
Superrígido, sí.
Superrígido, sí.
Superrígido, sí, sí, sí.
El rostro se comienza a afiebrar.
Esas hembras no son dulces, no.
Superlógico, sí, Superlógico, sí.
Superlógico, sí, sí, sí.

El primer disco de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Gulp, tiene una “rareza”: la canción que lo inicia, “Barbazul vs. El amor letal” (que data de 1984), es una especie de “segunda parte” de otra: "Superlógico”, compuesta en 1981. 
En un reportaje concedido a la revista Canta Rock el Indio dijo:

Barbazul versus el Amor Letal: Es un mundo en donde hay una especie de pugna entre mujeres actualizadísimas, con pezones radioactivos y un dios-prisión/feliz-prisión. Es como que aparece la gloria de lo femenino. "Sonrisas pillas/manzanas firmes". También habla del límite de esa gloria, ya cuando "viejas feas como monos" manejan todo. Podría ser una continuación de Superlógico, que es quizá más clara.

Por lo tanto, y como puede apreciarse en función de los dichos del Indio, conviene analizarlas en conjunto; ya que están referidas a un mismo contexto: el ambiente en que desarrolla la trama descrita en las dos canciones es el de un reformatorio, un instituto para recluir menores.
La música de “Barbazul vs. el amor letal” formaba parte de una banda de sonido que los Redo habían armado para una película brasilera que se llamó “Pixote”. Al final, la película salió con otra música; pero el Indio, al tiempo, decidió usar la suya para esta canción, en ocasión de grabarse el primer disco de la banda: Gulp
La canción tiene la misma temática de la película: se trata de la vida en un reformatorio, en el cual hay un director o guardia muy sádico y cruel al que apodan “Barbazul” porque su barba es tan cerrada, que a pesar de ir siempre cuidadosamente afeitado al ras; tiene en la cara una sombra azul. Este personaje siniestro viola a los chicos del reformatorio (“reo semental”), y las celadoras (“las viejas feas como monos”) los cagan a palos a los pibes. Un lugar terrible, tétrico…



En "Superlógico", las protagonistas, además de los chicos presos allí; son precisamente esas celadoras. 
Llama "mantis" a los personajes, tanto a los pibes presos en el reformatorio, como a las celadoras, porque las mantis hembras (esos bichos que conocemos popularmente como “mamboretá”, o “mantis religiosa”) son de tamaño mayor que las mantis machos, y luego del apareamiento, las hembras matan a los machos y se los comen para ayudarse a sí mismas a tener una mejor fecundación. Lo cual explica el porqué del título, ya que es "lógico" que ocurra eso de que las mantis hembras devoren a las mantis machos: es una regla de la naturaleza, y como tal, inexorable; por eso es superlógico.
Lo que hace el Indio es una analogía entre los abusos a los que las celadoras someten a los chicos, en el marco de un régimen de reclusión severo, estricto y cosificante (“superrígido”) y esa particularidad que mencioné de las mantis; de allí surge lo de "ahí van los machos para consumar una hermosa dotación vital" (para las mantis es vital comerse al macho, porque así se alimentan mejor y aseguran su fecundación; del mismo modo que para las celadoras sádicas, lo natural, lo superlógico, es someter a los pibes). Lo de "esas hembras no son dulces, no", está más que claro: no son dulces porque no tiene nada de dulce que las mantis se lastren al macho y que las celadoras vejen a los pibes; unas y otras carecen de la dulzura de la femineidad. Lo de "tal orgía van a banquetear / sin descanso van a devorar", está aludiendo a que una manti hembra por lo general, es fecundada por varias mantis machos, y a todos se los come luego del apareamiento; del mismo modo en que las celadoras se comportan con los chicos del reformatorio, siempre sometiéndolos a bajezas y crueldades.

martes, 27 de diciembre de 2011

ESA ESTRELLA ERA MI LUJO





















Escribe: Juan Carlos Serqueiros


Esa estrella era mi lujo 
(Beilinson-Solari)

Era todo?, pregunté 
(soy un iluso) 
No nos dimos nada más 
sólo un buen gesto 
Mordí el anzuelo una vez más 
(siempre un iluso) 
Nuestra estrella se agotó 
y era mi lujo 
Ella fue por esa vez 
mi héroe vivo 
Bah! Fue mi único héroe en este lío 
La más linda del amor 
que un tonto ha visto soñar 
metió mi rock'n roll bajo este pulso.

Es esta una canción que para mí tiene connotaciones especialísimas porque: a) ocurre que si me viera indefectiblemente obligado a elegir una y sólo una entre las de los Redo, elegiría esta, sin dudarlo; y b) es el tema que seleccionó Manuela, mi hija menor, para ser el central de su cumple de 15. Y se sabe: hija 'e tigre...
Con respecto a la interpretación muchas dudas no pueden caber, sobre todo a partir de que el propio Indio, en una nota concedida a la revista CantaRock, dijo lo que a continuación transcribo:

Es un tema para chapar... Tiene que ver con la descripción más cruda de lo que nos pasa, de una mirada rocker a un mundo que no viene muy bien, pero que igual apuesta a su ilusión. Un rocker es un tipo que no se cansa de creer en sus ideales. No es la cosa decepcionada del darkie, sino todo lo contrario; porque siempre vale la pena esa fracción de belleza que uno puede atesorar en un momento. Creo que estas son las únicas confirmaciones sobre el valor de esta vida, porque el resto es vorágine y dolor.

O sea, es la vivencia del romance trunco entre un rocker y una mina de la cual creyó estar profundamente enamorado. Ella era para él la "estrella" que lo guiaba e iluminaba, era el "lujo" sentimental que él tenía, en medio de su visión en general pesimista sobre la vida y el mundo; pero que a la vez es esa una percepción que se empeña en sacarse de encima a través del apostar permanentemente por la ilusión de un cambio. 
"Era todo?, pregunté / (soy un iluso)": Se extraña de que el amor ese haya terminado tan rápido. Él esperaba más; por eso se sorprende (y se decepciona) de que eso tan poquito, sea el todo. Y en medio de su desencanto actual ("actual" en cuanto al contexto de la letra de la canción me refiero), se autocalifica de iluso, como diciendo "esperaba más, mucho más..., fui un ingenuo". 
"No nos dimos nada más / sólo un buen gesto": Todo lo que pudimos darnos, nos lo dimos; ahora ya se acabó, no hay nada más para decir; vos por tu lado, yo por el mío. Eso sí: sin rencores: nos deseamos mutuamente lo mejor ("sólo un buen gesto" -de ambas partes, por supuesto-). 
"Mordí el anzuelo una vez más / (siempre un iluso)": A ver, ¿por qué el chabón se da más y más manija con lo de proclamarse iluso, "agravado", remarcado, con el agregado de "siempre"? Precisamente por lo que dice el Indio en la nota: un rocker es un tipo que a pesar de lo que le ocurra; igual "apuesta a su ilusión". Es por eso que se flagela con lo de "iluso" y redobla la apuesta sosteniendo que lo seguirá siendo "siempre". El tipito se había prometido a sí mismo no caer de nuevo en la misma trampa, no volver a ilusionarse, a encandilarse con un amor; porque ya había sufrido anteriormente otras grandes decepciones que lo dejaron muy tumbado. Pero no pudo evitarlo, porque su esencia es esa, la de un rocker, y entonces "tropezó otra vez con la misma piedra"; por eso dice de él mismo que es "siempre un iluso" 
"Nuestra estrella se agotó / y era mi lujo": La "estrella" que se agotó es la del amor que los unía a él y a la mina. Es una metáfora para referirse a una estrella cuyo brillo se extingue. Ese amor que sentía por su "estrella" era su único "lujo" en la vida ("lujo" desde un punto de vista estrictamente espiritual, se entiende) 
"Ella fue por esa vez / mi héroe vivo / Bah! Fue mi único héroe en este lío": Mientras duró el amor ("por esa vez" ), la mina esa era para él, todo; era su "héroe vivo", es decir, el único "objeto" de su admiración (lo cual de paso, nos indica que la visión del chabón sobre el mundo y la vida es sombría; él no es lo que diríamos un tipo optimista). Pero enseguida aclara: "bah! fue mi único héroe en este lío", como diciendo que si bien admiró a otras figuras, esas figuras ya están muertas; ya sean muertas en el sentido estricto del término o sean muertas en un sentido figurativo, es decir, condenadas al olvido. Y con lo de "en este lío" se refiere a la mirada suya, que es la mirada de un rocker sobre el mundo que lo rodea; alude a la visión que él tiene de ese mundo, que se le antoja todo "un lío". Y claro, no puede ser de otra manera, para el chabón es todo "un lío" porque él tiene -inconscientemente y a su pesar- alguna expectativa de mejoría en el mundo. Si bien es pesimista en general; en lo recóndito de su psique aún juega una ficha a la ilusión y sigue creyendo en el amor. Y cada vez que se enamora, se re-ilusiona; hasta que nuevamente le llega el cachetazo de la decepción y vuelve a sumirlo en la decepción. 
"La más linda del amor / que un tonto ha visto soñar / metió mi rock'n roll bajo este pulso.": Se masoquea terriblemente, reconoce que él fue un tonto, que no la calibró adecuadamente a la mina. Él la idealizó y ella no daba para eso; era solamente una mina muy linda, una estrella que lo encandiló con su brillo. Por eso fue un tonto, un ingenuo, al idealizarla. Y ahora, a partir de esa nueva desilusión amorosa, su rock´n roll se va a meter "bajo este pulso"; un pulso obviamente triste, melancólico. Es decir, todas las canciones que haga a partir de ahora; van a estar irremediablemente teñidas e influidas por ese nuevo fracaso amoroso que sufrió. 



domingo, 25 de diciembre de 2011

DESENGAÑO DE LAS MUJERES





















DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Francisco de Quevedo (n. 1580 - m. 1645)


Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.


-Francisco de Quevedo-

EL ARTE DEL BUEN COMER




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

El arte del buen comer 
(Beilinson - Solari)

Pituca cree que es el mejor,
el mejor culo para su sillón
y sabe bien que hoy su chance es gorda.
Le ha puesto, al fin, su nombre al toallón;
compró marfiles de la selva del Congo
y en su coco siempre hay un petardo.
Aún ayer no ligaba el amor
y no enceraba nunca el bastón
Rodeado de grandanesas
que se salen de la blusa
con bestial dulzura, rouge y risas de Barón B,
así Pituca se la cree...
Aún ayer no ligaba el amor
y no enceraba nunca el bastón
su boca olía como un cenicero.
Tuvo un golpe de audacia y se dió
de timbero fogoso y feroz,
de los que nunca muestran todo el mazo.
Y hoy come la real manzana
y no deja ni pepita,
usa sal de melodrama, pero sin abusar.
Y así Pituca se la cree...


Una ácida viñeta descriptiva de una época nefasta: la del menemato.

El título -recordar que en la lírica solariana tiene siempre una capital importancia-, nos remite al disfrute de la buena mesa, a un gourmet deleitándose con platos de la haute cuisine, pero en este caso (y como veremos después al desmenuzar la poesía); el sentido es claramente irónico, despectivo y hace referencia a alguien que puede ser considerado un arribista, un bon vivant, alguien que de pronto tiene acceso a la buena vida, lujos y placeres (que vendría a ser el ladri de Anillaco), y que en función de eso "se la cree" y se considera a sí mismo como un igual a otro tipo que siempre tuvo riquezas (que vendría a ser, por ejemplo, Sofovich); que no es un "nuevo rico" como él.
“Pituca cree que es el mejor, / el mejor culo para su sillón / y sabe bien que hoy su chance es gorda”: Este "Pituca" es la prolongación del otro "Pituca", Menem = Sofovich. Lo llama así aludiendo a su quincho, a sus liftings y a sus pilchas confeccionadas por sastres exclusivos y con las telas más caras. Con lo de “el mejor culo para su sillón" se refiere a que Menem estaba convencido de que él era el más apto para ocupar la presidencia de la Nación, para sentarse en lo que -meando afuera del tarro y desde la más supina ignorancia- algunos brutos llaman “el sillón de Rivadavia”. Lo de "sabe bien que hoy su chance es gorda", es una asociación de ideas entre los juegos que armaba Sofovich en la tele, y las posibilidades reales, grosas, que manejaba Menem de ser electo presidente luego de que estallara la hiperinflación en el "gobierno" alfonsinista.
“Le ha puesto, al fin, su nombre al toallón”: Mortal la frase del Indio, que nos pinta, ejemplificando la bata de baño de Sofovich bordada con sus iniciales; cómo Menem logra imprimirle a esa época su "sello propio": todo un estilo vinculado al lujo y a la ostentación (reformas en la residencia presidencial de Olivos para hacerla aún más lujosa, etc.)
“compró marfiles de la selva del Congo / y en su coco siempre hay un petardo”: Alude a la manera de vivir lujosa que tenían Sofovich (coleccionar marfiles es un signo de ser "distinto", exótico, e indicativo de riqueza y lujo) y toda la caterva de oportunistas y ricachones de los cuales se rodeaba Menem, de los que tomó su estilo rumboso de vida, imitándolos. El "petardo" que el chabón tiene en el "coco" es una metáfora entre las ideas novedosas -acompañadas de minones espectaculares- que siempre saca Sofovich para atracción de sus programas televisivos; y las ideas que se le ocurrían a Menem para transar y perpetuarse en el poder (pactos espurios y toda esa bola).
“Rodeado de grandanesas / que se salen de la blusa / con bestial dulzura, rouge y risas de Barón B, / así Pituca se la cree...”: En esta estrofa el Indio profundiza en la asociación de ideas que le imprime a toda la canción: vincula las minas que siempre usa Sofovich en sus programas; con las hetairas de que se rodeaba Menem (el ejemplo más recordado era la Yuyito González, quien le proveía al turco minas, falopa y joda. Las "grandanesas que se salen de la blusa" vendrían a ser las grandes tetas siliconadas de la Yuyito, con su jeta de botox pintarrajeada con rouge, su perfume dulzón -"bestial dulzura"- y el champagne Barón B con que se regaban las festicholas que armaban el turco y sus laderos).
“Aún ayer no ligaba el amor / y no enceraba nunca el bastón”: Alusión al Menem ya hecho percha por los excesos de la joda continua en que vivía. “No enceraba nunca el bastón" = no se curtía ninguna mina (comparando al bastón presidencial con el pene). Y claro, no podía, porque por más orgías que se armaran y montaran para él; lo mismo era un jovato arruinado e impotente por la frula, de manera que no se podía fifar a ninguna.
“su boca olía como un cenicero”: Ambos eran grandes fumadores, Sofovich y Menem; pero este último dejó de fumar en el 89 cuando llegó a la presidencia (son muchísimas y famosas las cargadas y reproches de Menem a sus colaboradores y ministros que no podían dejar de fumar, los acusaba de falta de voluntad y les enrostraba que les faltaba decisión y dominio de sí mismos).
“Tuvo un golpe de audacia y se dio / de timbero fogoso y feroz, / de los que nunca muestran todo el mazo”: Ambos, Menem y Sofovich, son famosos por su adicción a la timba,  pero aquí el Indio usa esa condición de jugadores empedernidos que tienen los dos; para pegarles por su doblez: "nunca muestran todo el mazo" = no son francos, leales y sinceros, siempre tienen algún pedo atajado, siempre tienen algo que esconder; y jamás muestran sus cartas, no dejan adivinar sus jugadas (Menem engañó al electorado prometiendo revolución productiva, aumento de salarios, etc., y después cagó a todo el mundo aliándose con la UCD, choreándose todo y dejando de lado los postulados peronistas; así como Sofovich, en sus negociaciones con canales de TV, empresarios teatrales, etc., "nunca muestra todo el mazo", o sea, no da detalles ni precisiones acerca de en qué consistirá el programa u obra que proponga).
“Y hoy come la real manzana / y no deja ni pepita”: Alusión entre el juego de la manzana de Sofovich en la tele; y el poder que acaparó Menem. Cada uno en lo suyo, ambos, eran los zares de todo y no dejaban ningún espacio para nadie: Sofovich en la tele donde todo el rating era para él, y Menem en la política donde todo el poder era para él (“se come la manzana y no deja ni pepita”)
“usa sal de melodrama, pero sin abusar”: Usan drogas, se falopean, pero “hasta ahí”. No ponen en riesgo sus vidas, no quedan duros del todo por la merca; se dan un saque y listo, no "abusan" de la frula ("sal de melodrama" = cocaína; algunos la llaman así, aludiendo al bajón -"melodrama"- que provoca la papusa una vez pasado el período de euforia y la sensación de energía que da al principio). Es una frase surgida de una anécdota. El Indio sacó esa idea de un programa de radio en el cual una piba narraba cómo se fue de mambo mandándose no sé cuántos gramos de cocaína, y casi crepó. La minita se estaba muriendo por toda la merca que había esnifado, pero por suerte atinó a llamar a su novio, que salió disparado para la casa de la piba, tras decirle por el teléfono que aguantara despierta hasta que él llegara, y que para eso, pusiera música de los Redondos a todo volumen. La chica hizo lo que el chabón le decía, y así consiguió mantenerse despierta hasta que él llegó, y la llevó a un hospital donde le salvaron la vida.
“Y así Pituca se la cree...”: Se refiere con sorna a que Menem en su imaginación, a través del lujo en que vive, deja de ser un turquito petiso y feo; y pasa a ser un winner "alto, rubio y de ojos azules", o sea, un impresentable mamarracho que "se la cree", bah…

viernes, 23 de diciembre de 2011

PALABRA DE BELGRANO

























"Procurando indagar en la historia de los pueblos las causas de la extinción de su existencia política, habiendo conseguido muchos de ellos un renombre que ha llegado hasta nuestros días, en vano hemos buscado en la falta de religión, en sus malas instituciones y leyes, en el abuso de autoridad de sus gobernantes, en la corrupción de costumbres y demás.
Después de un maduro examen y de la reflexión más detenida, hemos venido a inferir que cada uno de aquellos motivos y todos juntos no han sido más que causas, o mejor diremos, los antecedentes que han producido la única, la principal, en una palabra, la desunión.
Esta sola voz es capaz de traer a la imaginación los más horribles desastres que con ella pueda sufrir una sociedad, sea cual fuere el gobierno que la dirija: basta la desunión para originar guerras civiles, para dar entrada al enemigo por débil que sea, para arruinar el imperio más floreciente.
Por el contrario la unión ha sostenido a las naciones contra los ataques más bien meditados del poder, y las ha elevado al grado de mayor engrandecimiento, hallando por su medio cuantos recursos han necesitado en todas las circunstancias o para sobrellevar sus infortunios, o para aprovecharse de las ventajas que el orden de los acontecimientos les ha presentado.
Ella es la única capaz de sacar a las naciones del estado de opresión en que las ponen sus enemigos, de volverlas a su esplendor y de contenerlas en las orillas del precipicio: infinitos ejemplos nos presenta la historia en comprobación de esto; y así es que los políticos sabios de todas las naciones, siempre han aconsejado a las suyas que sea perpetua la unión, y que exista, del mismo modo, el afecto fraternal entre todos los ciudadanos.
Por lo tanto es la joya más preciosa que tienen las naciones." 
(Manuel Belgrano, en "El Correo de Comercio", edición del 19 de mayo de 1810)

Mi general... pobre mi general Belgrano! GRACIAS por TANTO, y PERDÓN por tan poquito... Cómo duele a veces esta patria mía, cómo duele!...

PÍNTAME ANGELITOS NEGROS




















PÍNTAME ANGELITOS NEGROS
Poema de Andrés Eloy Blanco (Venezuela)

¡Ah mundo! La Negra Juana,
¡la mano que le pasó!
Se le murió su negrito,
sí señor.—Ay, compadrito del alma,
¡tan sano que estaba el negro!
Yo no le acataba el pliegue,
yo no le acataba el hueso;
como yo me enflaquecía,
lo medía con mi cuerpo,
se me iba poniendo flaco
como yo me iba poniendo.
Se me murió mi negrito;
Dios lo tendrá dispuesto;
ya lo tendrá colocao
como angelito del Cielo.
—Desengáñese, comadre,
que no hay angelitos negros.Pintor de santos de alcoba,
pintor sin tierra en el pecho,
que cuando pintas tus santos
no te acuerdas de tu pueblo,
que cuando pintas tus Vírgenes
pintas angelitos bellos,
pero nunca te acordaste
de pintar un ángel negro.Pintor nacido en mi tierra,
con el pincel extranjero,
pintor que sigues el rumbo
de tantos pintores viejos,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.No hay pintor que pintara
angelitos de mi pueblo.
Yo quiero angelitos blancos
con angelitos morenos.
Ángel de buena familia
no basta para mi cielo.Si queda un pintor de santos,
si queda un pintor de cielos,
que haga el cielo de mi tierra,
con los tonos de mi pueblo,
con su ángel de perla fina,
con su ángel de medio pelo,
con sus ángeles catires,
con sus ángeles morenos,
con sus angelitos blancos,
con sus angelitos indios,
con sus angelitos negros,
que vayan comiendo mango
por las barriadas del cielo.Si al cielo voy algún día,
tengo que hallarte en el cielo,
angelitico del diablo,
serafín cucurusero.Si sabes pintar tu tierra,
así has de pintar tu cielo,
con su sol que tuesta blancos,
con su sol que suda negros,
porque para eso lo tienes
calientito y de los buenos.
Aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.No hay una iglesia de rumbo,
no hay una iglesia de pueblo,
donde hayan dejado entrar
al cuadro angelitos negros.
Y entonces,
¿adónde van,angelitos de mi pueblo,
zamuritos de Guaribe,
torditos de Barlovento?Pintor que pintas tu tierra,
si quieres pintar tu cielo,
cuando pintes angelitos
acuérdate de tu pueblo
y al lado del ángel rubio
y junto al ángel trigueño,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros.

-Andrés Eloy Blanco-

Y aquí tienen un enlace a YouTube de este hermoso poema hecho canción, musicalizada la lírica de Andrés Eloy Blanco con la melodía compuesta por Manuel Alvarez Maciste, en la excelente versión de Los Olimareños: