viernes, 17 de febrero de 2012

LUZBELITO Y LAS SIRENAS




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

LUZBELITO Y LAS SIRENAS
(Beilinson - Solari)

Luzbelito sabe que su destino es de soledad
ve también que los demás
se dan cuentan de la risa que le da
Ay! Ay! Ay! qué risa le da
Ay! Ay! Ay! qué risa le da
-Un par de culos va a patear
de los que le juran más lealtad
y llorará su corazón
como un nazareno del Cuzco
Ay! Ay! Ay! ésa lágrima!
Ay! Ay! Ay! que risa le dá!
-La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo
si un dios bobeta -Bim bum bam!
toca tu roncanrol lacrimógeno
Ay! Ay! Ay! ésa lágrima!
Ay! Ay! Ay! que risa le dá!
-Estos ojos...de quién son?
de quién son mis deseos de hoy?
y éste insomnio de quién es?
(Luzbelito pregunta una y otra vez...)
Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy...
Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy...

En la lírica solariana siempre el título tiene una fundamental importancia, sobre todo; cuando se trata del tema principal de algún disco. Y ocurre que "Luzbelito y las sirenas" es efectivamente el tema principal de Luzbelito por varias razones: primero, porque es la canción de apertura del disco, el track Nº 1; segundo, porque es la que está referida explícitamente al personaje central: Luzbel, el ángel caído; y tercero, porque es la letra en la cual el Indio plasma la idea, el concepto, digamos, del disco.
El título asocia a Luzbel con las sirenas (esos seres mitológicos mitad mujer y mitad pez que enloquecen a Ulises en La Odisea de Homero) y sus cantos, esos "cantos de sirena" de quienes están dispuestos a cualquier cosa con tal de engañar para obtener un fin determinado, por ejemplo, poder, riqueza o lo que fuere que ambicionen sin límite alguno.
La canción representa los dichos, pareceres, afirmaciones, etc., de Zippo, el exégeta de Luzbelito (noten que a partir de la segunda estrofa, todo está precedido del guión "-", que en escritura se utiliza para indicar que lo que sigue a continuación de ese signo, está dicho por alguien).
"Luzbelito sabe que su destino es de soledad / ve también que los demás / se dan cuenta de la risa que le da / Ay! Ay! Ay! que risa le dá / Ay! Ay! Ay! que risa le da": Comienza mencionando la soledad de Luzbel no como ausencia de compañía; sino la soledad en el sentido metafísico de la palabra; una soledad total, absoluta, terrible, digamos... Dios -según las religiones- lo expulsó de los cielos y condenó a Luzbel a ser la eterna representación del Mal, pero todos somos un poco Luzbel, porque tanto el Mal como el Bien, están en cada uno de nosotros; entonces la estrofa adquiere un carácter irónico: Luzbelito se ríe de su eterna condena, esa que le impuso Dios; se ríe de su soledad; es como si nos estuviera diciendo "¿Soledad? Me cago en mi soledad, me río de ella".
"-Un par de culos va a patear / de los que le juran más lealtad / y llorará su corazón / como un nazareno del Cuzco / Ay! Ay! Ay! ésa lágrima! / Ay! Ay! Ay! que risa le dá!": Luzbelito les da de patadas en el culo a sus más entusiastas seguidores, porque sabe que nadie es la encarnación del Mal como concepto absoluto; así como tampoco nadie representa al Bien. Ambos, el Bien y el Mal conviven en cada ser humano. Todos somos capaces de las mejores o peores acciones llegado el caso, y todos incurrimos en hacer ora el bien, ora el mal a lo largo de nuestras miserables y efímeras existencias. Los "nazarenos" (pueden verlos en la imagen que armé en collage) son personas de una religiosidad católica extrema, que en cada Semana Santa se visten con una especie de sayo o hábito y unas capuchas, y van transportando en procesión una pesada cruz de madera, en una suerte de éxtasis religioso en el cual llevan sus lamentos por la crucifixión de Cristo al paroxismo, se autoflagelan, etc., tratando de experimentar en ellos mismos el calvario de Cristo. Es una costumbre "trasplantada" desde España al Perú, a la zona de Cuzco (o como vuelve a escribirse ahora, tal como se hacía antiguamente, Cusco). De ahí la frase del Indio "como un nazareno del Cuzco". A Luzbelito le provocan risa, una risa de desprecio, tanto quienes están dispuestos a cualquier cosa con tal de conseguir sus fines -o sea, sus imaginarios seguidores, los que "le juran más lealtad"-; como los nazarenos del Cuzco en tanto se proclaman fieles de Cristo; porque sabe que ninguno de ellos le pertenece por entero ni a él ni a Cristo, pues en ninguno de ellos están el Bien o el Mal absolutos. Por eso les patea el culo a sus adeptos, porque sabe que sus "protestas de fidelidad" hacia él, son una pura mentira.
"-La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo / si un dios bobeta -Bim bum bam! / toca tu rocanrol lacrimógeno / Ay! Ay! Ay! ésa lágrima! / Ay! Ay! Ay! que risa le dá!": Una vida que transcurriese plácidamente, sin ningún contratiempo ni contrariedad, una "vida sin problemas" como dice el Indio; sería una vida monótona, consumida en "matar el tiempo a lo bobo". Y nos dice además, que si hubiera un dios que nos concediera una existencia plácida como esa; sería entonces un "dios bobeta", un dios que nos toca un "rocanrol lacrimógeno", un rocanrol que de divertido, no tiene nada. En cambio, el rocanrol que nos toca Luzbelito sí es divertido; él nos llama al cachengue, a la movida, al desorden, al placer, al exceso, a lo dionisíaco... 
"-Estos ojos... de quién son? / de quién son mis deseos de hoy? / y éste insomnio de quién es? / (Luzbelito pregunta una y otra vez...) / Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy... / Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy...": En esta estrofa el Indio profundiza el concepto esbozado en la anterior: con lo de "estos ojos... de quién son?" se está refiriendo a cómo vemos y juzgamos una acción humana determinada, o sea, frente a un acto cualquiera, opinamos y pontificamos con aire de sapiencia, ya sea "eso está bien", o "eso está mal"; y no debiera ser así la cosa, porque todo es relativo y todo depende del punto de vista con el que analicemos la cuestión. Entonces, la pregunta "estos ojos... ¿de quién son?" equivale a "¿con los ojos de quién estás mirando lo que hago, como para arrogarte el derecho de considerarlo bueno o malo; cuáles son los paradigmas bajo los cuales juzgás mis actos?". Lo de "de quién son mis deseos de hoy?" es una especie de protesta de Luzbelito: nos está indicando que si incurrimos en algún supuesto mal en aras de satisfacer algún deseo o ambición, ese deseo o ambición ¿nos lo inspiró Luzbel? No, por supuesto; entonces ¿por qué achacarle la culpa al diablo, es decir al supuesto ángel del mal? Y por último, lo de "este insomnio de quién es?", es una metáfora referida a la cuestión metafísica que nos desvela: el misterio de la existencia, ese que nuestra mente humana no consigue descifrar ni interpretar.
Y bueno, nada... ahora me voy... Juank se va... a patear un par de culos de los que le juran más lealtad! Bye bye!