viernes, 30 de marzo de 2012

GRICEL. UNA HISTORIA DE AMORES TURBULENTOS

















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Susana Gricel Viganó había nacido en Buenos Aires en 1920, en el seno de una familia de ascendencia franco-alemana, trasladándose luego -llevada por sus padres, obviamente- de muy niña a Guaminí (los pagos de mi viejo), y posteriormente, a Capilla del Monte, en Córdoba.
Antes de cumplir 15 años, recibió una invitación de Gori Muñoz (pseudónimo artístico de quien fuera en la vida real Elena Gorizia Vattuone), hermana de Nilda Elvira Vattuone, esa extraordinaria cantante que conocemos como Nelly Omar y que tiempo después, se convertiría en la esposa del insigne poeta (¡de pie todo el mundo para aplaudir a este genio, hincha de Huracán, por supuesto!) Julián Centeya (Amleto Vergiati, en la cédula de identidad), para pasar unos días en Buenos Aires. Y allá fue Gricel, acompañada por su madre. 
Cierto día, las hermanas Omar llevaron a Gricel a Radio Stentor, y le presentaron a un locutor llamado José María Contursi, que era hijo del archifamoso Pascual Contursi, y ya por entonces, él mismo un reconocido poeta.


La hermosura de la bellísima Gricel y la pinta y labia de Contursi, se flecharon mutuamente; pero había varios impedimentos para ese romance en ciernes: Contursi era casado, le llevaba a la adolescente Gricel nueve años y... ella debía volver a Capilla del Monte. No obstante, José María comenzó a escribirle, y se inició así una relación amorosa epistolar (Alicia Contursi, hija de José María, contaría en un reportaje muchos años después, que ella vio una foto de su padre, dedicada a Gricel, que databa de 1935). 
Luego, por prescripción médica debido a una afección intestinal según algunos y a un problema bronquial según otros, ya sea verdadera o inventada como excusa la enfermedad; Contursi viajó a reponerse a las sierras cordobesas. Y ¿a dónde imaginan ustedes que se dirigió precisamente? ¡Sí!, a Capilla del Monte, a encontrarse con "su" Gricel. Casi cinco años duró esa relación.
Pero circa 1940, Contursi, culposo, decidió volver a su hogar en Buenos Aires. Gricel quedó estragada, y él también, destrozado. Pero de ambos, ella sería la más fuerte, superando aquel amor contrariado; mientras que Contursi se hundiría cada vez más en su dipsomanía, volviéndose su vida un infierno de alcohol. Nunca dejó de escribirle a Gricel, y sus cartas, llenas de dolor, expresaban los tormentos que sufría. 
Los vaivenes de aquel amor inspiraron las letras de sus tangos más notables: En esta tarde gris (para mí, un himno), Quiero verte una vez más, Sin lágrimas, Cristal, Tabaco, Garras, Esas cosas del corazón y por supuesto, Gricel, que dice:

GRICEL
Tango (1942)
Letra: José María Contursi - Música: Mariano Mores

No debí pensar jamás
en lograr tu corazón
y sin embargo te busqué
hasta que un día te encontré
y con mis besos te aturdí
sin importarme que eras buena...
Tu ilusión fue de cristal,
se rompió cuando partí
pues nunca, nunca más volví…
¡Qué amarga fue tu pena!
No te olvides de mí,
de tu Gricel,
me dijiste al besar
el Cristo aquel
y hoy que vivo enloquecido
porque no te olvidé
ni te acuerdas de mí...
¡Gricel! ¡Gricel!
Me faltó después tu voz
y el calor de tu mirar
y como un loco te busqué
pero ya nunca te encontré
y en otros besos me aturdí…
¡Mi vida toda fue un engaño!
¿Qué será, Gricel, de mí?
Se cumplió la ley de Dios
porque sus culpas ya pagó
quien te hizo tanto daño.

ENLACE A "GRICEL" EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=aMOkbXsqqXM&feature=related

En 1955, Contursi enviudó. En 1949, Gricel se casó en Capilla del Monte con un señor que se llamaba Jorge Camba, viajante de comercio él, unión esta de la cual nació una hija: Susana Jorgelina Camba.
En uno de sus viajes a la provincia del Chaco, Camba se enamoró de una señora, Vilma Rabez, que también era casada, y ella le correspondió; originándose de ese modo un drama pasional que pudo haber terminado en tragedia, ya que el marido de Vilma, un señor apellidado Mandrile; le disparó un tiro a Camba, alojándose la bala en uno de sus pulmones. Salvó su vida de milagro, pero obviamente, su matrimonio con Gricel quedó deshecho a partir de allí, y en adelante; él formó pareja con Vilma, residiendo ambos en la ciudad de Resistencia.
Después, algunos dicen en 1962, y otros -como por ejemplo Alicia, la hija de Contursi- en 1961; Gricel, anoticiada -se cree que por el bandoneonista Ciriaco Ortiz- de que José María estaba totalmente entregado al alcohol, fue a Buenos Aires, lo buscó, y luego de un tiempo transcurrido entre viajes ora de uno a Capilla del Monte, ora de otra a Buenos Aires para verse, lo llevó con ella a su pueblo. 
De allí en más, ya nunca se separarían. Se casaron en 1967, sólo por iglesia (recordar aquí que la ley de divorcio, promulgada por Perón, había sido derogada por los golpistas del 55). 
A todo esto, también la pareja formada por Jorge Camba y Vilma Rabez se había consolidado.
Y llegó el momento de decir por qué conozco yo toda esta historia: ocurre que ellos eran tíos míos, tíos postizos, sí; pero tíos al fin. ¿Vieron que entre nosotros los argentinos, es costumbre llamar tíos a quienes tienen una relación tan estrecha con nuestros padres, que pasan muchos momentos en nuestra casa o viceversa? Bueno, esa era exactamente la situación; había tanta amistad y era tanto el tiempo que pasaban Jorge Camba y Vilma Rabez en mi casa paterna y tan frecuentes las visitas familiares a la casa de ellos; que para mí fueron siempre tío Jorge y tía Vilma. 
Mis sentimientos hacia mi tío Jorge eran encontrados: por una parte, yo ansiaba, buscaba, afanosamente su compañía, porque el tipo tenía una conversación amena, atrapante, ingeniosa, y hacía gala de un finísimo humor; pero por otra -y debo reconocerlo-; yo le tenía algo de bronca, bronca "cariñosa" si se quiere, pero de todos modos, bronca, porque el chabón, de historia sabía un paquete, la tenía re clara; y el pendejo creído, petulante y presuntuoso que era yo por entonces, sencillamente no podía admitir mansamente tal cosa. A más, él tenía una cualidad que yo no poseía: una prodigiosa memoria, la cual le permitía, entre otras cosas, citar la fecha exacta en que había sido fundada tal ciudad, quién lo había hecho, en qué día, mes y año había tenido lugar tal batalla, quiénes la habían protagonizado, las tropas de cada bando, etc. ¿Cómo podía yo licuar esa enorme ventaja que él tenía? No, imposible, era dar demasiado handicap...
Y para colmo, él sabía de música... y mucho. Recuerdo aquellos mediodías en que me iba a los piques para asistir a las juntadas de mi viejo y sus amigos (entre los cuales estaba, obviamente, mi tío Jorge), al bar donde se encontraban para el sacrosanto vermucito, amenizado con jugosas charlas y anécdotas que yo escuchaba extasiado. Allí estaban mi tío Renato (un groso, un gran hombre), el Gallego Suñé, el Gringo Bonetto; ocasionalmente caían el Flaco Pernía y su inseparable ladero (del cual nunca supe su nombre, uno al que le decían La Vieja porque era igualito a la vieja del juego del sapo); Palermo, que vendía guitarras y tocaba la viola como los dioses; alguno de los Fonda, ora Augusto, que era un bacanazo, esnifaba de la buena y siempre tenía a su lado alguna fémina -por lo general, actriz- que rajaba la tierra; o el otro, Alfredo, un señor con mayúsculas, siempre con su escudero a la zaga, el Negrito Aldo, que hablaba al vesre; a veces iba Mariscal, el famoso escultor; en alguna ocasión, cayó el discípulo del gran Marechal: el poeta José María Castiñeira de Dios, que escribió Réquiem para Juan Domingo Perón...
Generacionalmente, soy del palo del rock, y ellos, mucho mayores que yo, eran todos tangueros. Así las cosas, el conflicto entre opiniones lírico - musicales era inevitable. Me acuerdo de una tenida de aquellas, en la cual yo defendía encarnizadamente lo que los de mi generación llamábamos música progresiva: Los Gatos, Manal, Almendra, Vox Dei, Arco Iris, etc., y uno de los viejos, violinista eximio el hombre, y que tenía una orquesta típica, dale que te dale con el tango; y en eso salta mi tío Jorge y me dice: "¿Vos leíste la nota a Enrique Cadícamo y Litto Nebbia juntos en la revista tal del mes tal? Leela, que ahí vas a saber, por fin, lo que es eso de 'música progresiva'. Toda la buena música es progresiva, nene, independientemente del género".
Directo al mentón, me noqueó. Mascando lo que yo creía la humillación de la derrota en público y con toda la rabia concentrada, lo odié, en ese momento lo odié... Y sin embargo, buscaba cada vez más su compañía, sus charlas... ¡Cuántas veces me habrá relatado, y de primera mano, la historia de este tango Gricel y la de sus protagonistas, él incluido! 
Allá por el 70 o 71, vacacionamos en Córdoba y fuimos con mis padres hasta la casa de Gricel y Catunga en Capilla del Monte, a llevarle a José María saludos y recuerdos de no sé qué amigo en común que tenían con mi viejo; así que en esa oportunidad los conocí a ambos, siendo yo un adolescente de 14 o 15 años. Estuvimos algunas horas allí, y es curioso, pero mientras las imágenes de sus fisonomías se me tornan borrosas; sí tengo nítido el recuerdo de detalles tales como que mi viejo y Contursi se trataron de usted, que mi mamá y Gricel se tutearon enseguida, que ésta -porque mi vieja le comentó que habíamos ido sin reservar previamente alojamiento-; nos dio la referencia de una casa que podíamos alquilar en La Falda (que era donde nos dirigiríamos), a cuyos dueños conocía. En fin, los caminos siempre laberínticos de la memoria...
Pasó el tiempo, crecí, la vida me fue llevando por otros caminos y perdí el contacto con mi tío Jorge...
Mucho después, me enteré de que la hecatombe nacional producida por el Gran Depredador, el ladrón y cipayo califa de Anillaco en los 90, lo había conducido a perder su nivel de vida y que se había visto obligado a irse con mi tía Vilma a Villa Allende, Córdoba, a vivir en la casa de la hija que él había tenido con Gricel: Susana Jorgelina Camba. Y pegado a la casa de Susana, donde habían recalado Jorge Camba y Vilma Rabez... ¡vivía por entonces Gricel! Las vueltas de la vida, ¿no? 
José María Contursi murió en 1972, dejándole a Gricel en legado un porcentaje de sus derechos de autor. Ella falleció en 1994. Mi tío, Jorge Camba dejó de existir en 1996. Al morir, todavía llevaba alojada en un pulmón aquella bala que los matasanos no pudieron o no supieron extraerle. En cuanto a mi tía Vilma, pude enterarme que vive en Reconquista, llevando orgullosa sus ochenta y pico de años, y que al presente integra aún el Coro Municipal de la Tercera Juventud de esa ciudad, del cual además; es su abanderada. Ella es una de las personas que más sabe, quizá la que más sepa, acerca de tango; una verdadera enciclopedia en eso. Aquí pueden ver una imagen suya:


Ya ni me acuerdo por qué y para qué les conté todo esto... Será que me puse evocador y melancólico por algo, no lo sé... Pero bueno, ya está hecho. Vaya mi emocionado recuerdo para los protagonistas de esta historia de amor y de vida.
Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

-Juan Carlos Serqueiros-

miércoles, 28 de marzo de 2012

CANCIÓN PARA UN GOLDFISH


Escribe: Juan Carlos Serqueiros

CANCIÓN PARA UN GOLDFISH
(Solari)

¡Check in-out!
¡Así, siempre, como entrás… salís!
¡Check in-Check out!
¡Con portazos en la habitación!
Aunque nunca quieras irte así
¡Ooh! ¡Ooh!
Soy el primero en reir cuando desaparecés
Siempre vas debajo de la mesa a jugar…
¡Check in-out!
El milagro va a suceder…
¡Check in-Check out!
Bajo mi mesa va a suceder
Y así como entrás… ¡Salís!
¡Ooh! ¡Ooh!
Si mis minutos parecen siglos cuando te vas
Es porque al quedarme solo veo toda mi idiotez
¡Check in-out!
Lloriqueando… pero vas por más
¡Check in-Check out!
Lametones y sexo pistón
Y derrumbes sobre un edredón
¡Ooh! ¡Ooh!
¡Check in-out!
Gimoteando te desmoronás
¡Check in-Check out!
Y juntás las piezas del collar
(Ni una queja hasta reprochar)
¡Ooh! ¡Ooh!
Yo nunca ví reir así…
Me rasco la papa y no puedo recordar
¡Check in-out!
¡Así, siempre, como entrás… salís!
¡Check in-Check out!
¡Con portazos en la habitación!
¡Ooh! ¡Ooh!
¡Check in-out!
Dulce-amargo… justo para vos
Y un feroz jadeo para mi.
¡Me gusta así! ¡Te gusta así!
¡Hay check-out!
Dulce… suave…

Este es un tema que en lugar de formar parte de El Tesoro de los Inocentes (Bingo Fuel); bien podría haber estado incluido en el disco que le siguió: Porco Rex, ya que Solari, en la nota que le concedió al pasquín La Nación, de fecha 02.12.2007, dijo que estaba compuesto por "trece canciones de amor para dealers", ironizando sobre la devaluación, la pauperización, del amor.
Pero bueno, no fue así, y el inescrutable dios Indio resolvió meterlo en El Tesoro. ¿Y quién se lo va a discutir, vos?... porque lo que es yo; ni en pedo.
Un goldfish, pez dorado o carpa dorada, es un pez "de acuario", de la familia de los carassius. Solari "bautiza" así al tipo que protagoniza la letra, porque lo pinta como un pescado, es decir, un nabo, un boludito. Pero como el ñato carga su buena guita, que usa para comprar lo que entiende por amor; entonces es un pescado, pero eso sí... dorado. Vendría a ser algo así como uno de los "nenes de oro" que el Indio pinta en Nuotatori Professionisti ¿te acordás?
El "goldfish" paga por sexo. Se aloja en un hotel ("check in - check out",  pone el Indio, aludiendo a la expresión utilizada para el registro de ingreso y egreso de pasajeros en un hotel), en una de cuyas habitaciones espera a una trola (siempre la misma), de la cual está "enamorado". Y está implícito en la letra que la mina también siente algo por el chabón, más allá de la guita, porque cuando el "numerito" termina; ella lamenta tener que irse, se va dando un portazo ("¡Con portazos en la habitación! Aunque nunca quieras irte así"). Por supuesto, lo que ella siente por el tipito, dista mucho de ser amor; al fin de cuentas, la mina está en el negocio y el chabón es consciente de eso, pero con todo y aún no teniendo nada que ver con un sentimiento amoroso; ella algo por él siente, no lo considera sólo un "cliente más".


Que el tipo tiene cierto nivel económico nos lo indica el hecho de que en el hotel, opta por una habitación de categoría, una suite o algo parecido; ya que el Indio menciona el detalle de la mesa, mueble este que en una habitación común, es impensable, olvidate...
El jueguito al que juegan, parece ser siempre el mismo: la mina entra a la habitación y "desaparece" metiéndose debajo de la mesa para hacerle una fellatio, un pete, al ñato ("Soy el primero en reír cuando desaparecés. Siempre vas debajo de la mesa a jugar"). Él eyacula ("El milagro va a suceder... bajo mi mesa va a suceder"), y cuando acaba, ambos empiezan otra etapa del jueguito: ella finge que se apronta para irse y el tipo se hace el rollo de la pena que siente al marcharse ella ("Si mis minutos parecen siglos cuando te vas / Es porque al quedarme solo veo toda mi idiotez"), entonces ella representa estar triste por tener que abandonarlo, y llora, y él la "consuela", y enroscados en ese mambo; ambos se calientan otra vez ("Lloriqueando... pero vas por más"). Nuevamente excitados, llega el turno de él para practicarle sexo oral a la mina: le hace un cunnilingus ("lametones"), y trascartón, entra a fifársela con tutti ("sexo pistón"). Luego, continúan haciéndolo  sobre el edredón ("y derrumbes sobre un edredón... gimoteando te desmoronás".
Y Solari introduce aquí otra sutil alusión a la calidad de la habitación que eligió el chaboncito, porque un edredón dista mucho de ser el simple cubrecama común que se utiliza en las habitaciones de menor costo).
¿Y ahí terminó la fiesta? No, para nada; porque ahora viene otro round de la escena que montan el tipo y la nami: él tironea de un collar que ella lleva puesto, las cuentas del mismo ruedan por el suelo, y cuando ella se agacha a recogerlas, una por una... no es difícil imaginar lo que hace él, ¿no? Hay un más que sugerente, yo diría explícito "Y juntás las piezas del collar (Ni una queja hasta reprochar)". Vuelven ambos a llegar al orgasmo ("¡Ooh! ¡Ooh!"), y entonces sí; ahora la mina se va, esta vez, en serio, y por supuesto, dando un portazo.
Y el tipo se queda pensando, y no puede acordarse de ninguna mina que lo haya hecho sentir lo que esta ("Me rasco la papa y no puedo recordar"), y satisfecho consigo mismo, se empeña en convencerse de que ella experimenta el mismo grado de goce que él ("Dulce-amargo… justo para vos / Y un feroz jadeo para mí. / ¡Me gusta así! ¡Te gusta así!").
Se siente un winner, y sobre todo, con la "ventaja" de que "hay check-out", es decir, que una vez conseguido el placer; la mina se va, y él se queda "tranquilo", disfrutando del recuerdo del placer obtenido, sin "necesidad" de "soportarla" después.
En fin, hay de todo en la vida, es así, quelevachache.

ENLACE CANCIÓN PARA UN GOLDFISH EN YOU TUBE 

-Juan Carlos Serqueiros-

sábado, 24 de marzo de 2012

AMNESIA


Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Nota: Dudé muchísimo antes de subir esto, y previo a hacerlo, pedí el consejo de dos personas cuya opinión valoro en alto grado: Gabriela, mi esposa; y Marcelo Furtivo.
El motivo de que estuviera dubitativo al respecto, era que al ponerle de mi parte mucho amor a este website; no quiero en modo alguno que se bastardee tinellizándose miserablemente, o que se vea convertido en el programa de Rial. Acá, en cuanto de mí dependa, no tendrán cabida los puteríos y chusmajes; odio el conventillo. Y como vamos a abordar una cuestión espinosa y que de grato no tiene nada; me tomo el atrevimiento de pedirles a todos que no caigamos en el chisme, que antes de poner los dedos en el teclado, pensemos si lo que vamos a escribir como opinión, sirve, y si surge desde el equilibrio entre cerebro y corazón.
De ningún modo pretendo que nadie se abstenga de opinar lo que se le ocurra, este es un ámbito de libertad y pueden escribir lo que se les antoje; lo único que pido es que se evite cuidadosamente caer en el chisme.
Gracias a todos.


AMNESIA
(Solari)

Su amnesia está bajo un aguacero hoy
y así hace del pichicho un profeta cruel.
Vuelcan su jugo allí y luego se van
la piba ésa, él y un atún.
Un agujero allí de un año
ningún recuerdo... nada... nada.
No actúa por amor ni por esplendor
se raja al culeódromo a recordar.
Se va a fumar allí el purete mejor
y va a matar el tiempo así...
Mareos que dan gran jaleo
(modales que son malas mañas).
Ningún recuerdo... nada... nada.
Escamas que (¡al fin!) huyen de su piel
lágrimas que le muerden el corazón.
Van a ver quién se come a quién esta vez
la piba ésa, él y un atún.

Un tema en cuya letra el Indio está refiriéndose a sus ex socios Skay y Poli y a las circunstancias del preciso momento de la ruptura del "contrato de amistad" (Solari dixit) que había entre ellos, y que significó, además; la disolución de la banda.
El título es, desde el vamos, si no un misil; sí por lo menos una afirmación de que una o más personas que han sido caras a los sentimientos de otra, dejan caer en el olvido y en el desdén determinadas demandas que esa otra efectuó en cierto momento, quizá no deteniéndose a pensar que la ignorancia que hicieron del reclamo efectuado y reiterado, pudiera provocar un quiebre del cual no haya después retorno posible.
Luego de un comienzo en el cual alude a la "amnesia" de Skay, amnesia esta que se ve agravada por un "aguacero" que borra a su paso cualquier rastro de recuerdos ("su amnesia está bajo un aguacero hoy"), viene la primera patadita: "y así hace del pichicho un profeta cruel". Y obviamente, el "pichicho" es él, el propio Indio (remember aquello de "quieren el picho pero no sus pulgas"), a quien Skay pretendió responsabilizar (sutil y encubiertamente) por la ruptura, alegando que había "diferencias musicales y artísticas" primero, y una serie de excusas pavotas después; al Indio, convirtiéndolo así en "un profeta cruel". 
Sigue con el relato -hecho metáfora- del encuentro que mantuvieron y que terminaría abruptamente con todo -según contara Solari mucho tiempo después-, al insistir él sobre su reclamo de copias del material fílmico que estaba "en guarda" (otra vez, Indio dixit) en la casa de la pareja en Palermo, y negarse a ello con excusas pueriles Skay y Poli. Estos dos últimos son los que largan su veneno y se retiran ("vuelcan su jugo allí y se van") y a los que se representa en la letra como "la piba ésa" y "un atún" (o sea, un pescado, un tonto). Tengo para mí que lo de "atún", además de a Skay; se aplica también, elípticamente, a alguien a quien no se menciona en la letra, pero que de todos modos tiene presencia implícita, está ahí. No sé muy bien por qué, pero me hacen ruido estas iniciales: C. Q.
Continúa la cosa con una afirmación solariana de lo que le dejó la actitud de de sus ex socios ("un agujero allí de un año / ningún recuerdo... nada... nada"), y trascartón, una inferencia de las motivaciones que habrían guiado a Skay a obrar así: el egoísmo y la falta de empatía para con él ("no actúa por amor ni por esplendor"), y de lo que hizo luego de la ruptura producida, o sea, rajarse a su casa ("culeódromo" pone el Indio, significando que allí lo culearon, lo cogieron, lo jodieron) para fumarse allí "el mejor purete" (ya sea que esto deba tomarse literalmente como fumarse un habano, un puro; o que esté aplicado en sentido figurado para referirse a un porro), a boludear, dejar que discurra intrascendentemente el tiempo ("y va a matar el tiempo así...") y tratar de enterrar unos recuerdos que le traerá -en forma no precisamente grata- su conciencia.
Y viene un reproche: como consecuencia de "mareos que dan gran jaleo", es decir, al marearse con envidias, Skay adquirió "modales que dan malas mañas", o sea, privilegió otras cosas, en desmedro de los afectos y hasta de los intereses del Indio, guardándose el material fílmico para sí. Es una clarísima alusión a que cuando nos sentimos traicionados por alguien (como en este caso se siente el Indio por los otros dos), tendemos inmediatamente a pensar en cuánto tiempo hará que el que nos defraudó nos venía garcando ¿no? Y es, si se quiere, natural y lógico que uno se pregunte eso.
Pero pese a la traición de que fue objeto, el Indio en cierto modo prefiere que haya sido así, que al otro se le haya caído la careta, esas "escamas que (¡al fin!) huyen de su piel", y él pueda verlo ahora tal como es: alguien que dejó que primara un interés propio muy mal entendido por sobre una amistad entrañable de veinticinco años.
Y termina de vomitar su bronca y decepción con una manifestación de su ego, lo cual es la esperable reacción de alguien que se sabe a sí mismo superior a quienes le han escamoteado algo que también le pertenecía. Ahora van a poder comprobar "la piba ésa" y el "atún", Poli y Skay, a quién le va a ir mejor ("van a ver quién se come a quién esta vez / la piba ésa, él y un atún..").
Y creo, me parece, que los hechos demostraron fehaciente y rotundamente a quién le va mejor.... ¿O no?

ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=mQutOFTO3_g

-Juan Carlos Serqueiros-

jueves, 22 de marzo de 2012

EL GORDO TRAMPOSO / NENE, NO COMPRENDO TUS AMBICIONES



Escribe: Juan Carlos Serqueiros

EL GORDO TRAMPOSO
(Beilinson - Solari)

Quiero impresionar a ese gordo tramposo
quiero impresionar a esos gordos tramposos
pues se me ha ablandado el corazón,
mi obra maestra mi perfección grosera.
De todas tus ofertas me cago de risa.
Pasaporte suizo, coqueto y sin prisa,
tibias enfermeras, como atracción
luces morales por un millón verde.

NENE, NO COMPRENDO TUS AMBICIONES
(Beilinson - Solari)

Nene no comprendo tus ambiciones,
obras inmortales a los tropezones.
Nene no comprendo tus ambiciones.
Vos ponés la fe y yo la destreza.
Así va el negocio, jodiendo tus quejas.
Valiente muchacho de América
bebiendo cocoa con tranquilidad.
Llamen a los que desarman las bombas
que destilen tequila de tu cuello roto.
A los que les gusta pasear de Cardin
y firmar con rojo tu boletín final.
Quiero impresionar a ese gordo tramposo
quiero impresionar a esos gordos tramposos
pues se me ha ablandado el corazón,
mi obra maestra mi perfección grosera.
Nene no comprendo tus ambiciones,
obras inmortales a los tropezones.
Nene no comprendo tus ambiciones.

Dos canciones, que el Indio englobó después en una sola, seguramente por lo idéntico de la temática que abordan, fusión esa que extrañamente permaneció inédita: la banda nunca la grabó (al menos oficialmente); a pesar de haberla interpretado muchas veces. Tal vez porque al Indio no lo convenció el resultado final, o quizá simplemente porque no la quiso incluir en ningún disco por estimar que no "pegaba" con el concepto general de ninguno de ellos, vaya uno a saber... los designios solarianos son, en ocasiones, misteriosos e inescrutables.
Bueh, basta de cháchara y vamos a los bifes: ¿Qué carajo es un "gordo tramposo"? ¿Un tipo obeso y que no es todo lo honesto y transparente que debiera ser? No, para nada; lo de "gordo tramposo" no pasa por los kilos que pese o por la busarda que cargue (es más; hasta podría ser flaco, como la mayoría de los yuppies que se la pasa en el gimnasio y cuidando la figurita); sino por lo "pesado", lo pesuti del tipo, condición esta que viene implícita con el cargo que ejerce y el poder que detenta. El concepto es muy simple y lo citó el propio Indio en varios reportajes: "Es el gordo que tiene tu cheque", es decir, un ñato que es el director principal, gerente general, mandamás, o ese término adoptado por la tilinguería vernácula durante el lamentable califato del innombrable de Anillaco: CEO (abreviatura del inglés Chief Executive Officer), en síntesis: el jefe, el capo, el que corta el bacalao en una compañía discográfica (por lo general, multinacional). Es el tipo que si sos un rocker, "negocia" con vos los términos y condiciones del contrato (o sea, te impone lo que se le antoje), y que además; como él tiene sobre vos el poder económico, entonces puede decidir qué música tenés que hacer, cuál te graba y edita, qué podés decir a través de ella y qué no, etc. O sea: te tiene agarrado de los huevos, bah. Y una aclaración: ese "gordo tramposo" que es "el que tiene tu cheque", el Indio lo toma en el contexto de su metier, que es la música; pero gordos tramposos como ese, hay en todos los ámbitos de negocios, sean estos cuales fueren. Cada uno de nosotros, que haya tenido que laburar en relación de dependencia, habrá reportado alguna vez a algún gordo tramposo, o incluso; alguno de nosotros habrá sido alguna vez un gordo tramposo, si es que llegó a esos niveles de decisión en una empresa. Yo mismo tuve la oportunidad de ser un gordo tramposo, y preferí no serlo, lo cual no es ni bueno ni malo; cada uno sabrá cómo vivir su vida y por qué, y cada cual es dueño de elegir qué quiere (o puede) hacer con ella: si ser un gordo tramposo, si soportar a un gordo tramposo o si mandar a cagar a un gordo tramposo y decirle que se meta su guita en el orto, optando por el siempre difícil camino de la independencia.
Una vez dilucidado qué cuernos es un gordo tramposo; podemos meternos a pispear qué quiso significar el Indio con estos versos. La historia comienza cuando ese gordo tramposo le dice a su interlocutor (un rocker, seguramente, al que llama sobradora, sarcásticamente "nene"), que "no comprende sus ambiciones" ¡Y claro que el gordo tramposo no las comprende! Porque ese rocker, ese "nene", es alguien que quiere hacer la música que se le ocurra, sin condicionamientos de ninguna clase, y vivir de ella dignamente, esa es toda su ambición; mientras que para el gordo tramposo, la ambición pasa, como dice el Indio, por la cantidad de ceros que quieras en tu cheque, obviamente, a cambio de que transes con el orden sistémico y obedezcas sus dictados.
Seguidamente el gordo tramposo denigra las pretensiones artísticas del rocker, calificando peyorativa e irónicamente a su música como "obras inmortales" (en sentido bien de turro socarrón), y le agrega "hechas a los tropezones", aludiendo a lo dificilísimo que se le hace a un músico editar su propia obra y mantener su independencia.
Trascartón, pretende "adoctrinarlo" bajándole línea y explicándole como funciona el asunto: el rocker pone la música ("vos ponés la fe", porque "un rocker -dice Solari- no se cansa nunca de apostar por su ilusión") y el gordo, su habilidad para comerciar ("y yo la destreza") para editarla al costo más barato posible y venderla lo más caro que pueda; porque viste nene... así son las cosas ("así va el negocio"), la maximización de las ganancias; por más que a vos no te guste ("jodiendo tus quejas").
Y ahora tiene la palabra el rocker, escuchemos qué tiene para decir: Comienza sacudiéndole al gordo tramposo un tremendo garrotazo: lo tilda de cipayo, de mulo a sueldo de los poderes de Yanquilandia ("valiente muchachito de América bebiendo cocoa con tranquilidad"), y enseguida nomás, lo baja del pedestal retándolo a que llame a alguien más poderoso todavía que él, o sea, a los jefes del jefe, es decir, a los que corrompen la música "esterilizando" a quienes la hacen contestaria y rebelde ("llamen a los que desarman las bombas"), lo amenaza con romperle el cuello ("que destilen tequila de tu cuello roto"), y no se priva de meterle más fichas, desafiádolo a que llame a cuantos CEO's más quiera, a esos tipos que usan pilchas de Pierre Cardin ("a los que les gusta pasear de Cardin") y que tienen el poder de "aplazarlo", de "mandarlo a marzo",  de "ponerle un rojo en la libreta de calificaciones", de bajarle el pulgar a la música que él hace ("y firmar con rojo tu boletín final").
Y siguen los sopapos al gordo tramposo y a sus jefes de ultramar ("quiero impresionar a ese gordo tramposo / quiero impresionar a esos gordos tramposos").
Pero guarda, ojo al piojo, no se alegren tanto, que no es que haya sonado por fin un tiro pa'l lao de la justicia, eh; al contrario, el rocker se termina cagando en las patas y arrugando frente a lo que el gordo tramposo le dijo antes ("se me ha ablandado el corazón", escribe el Indio aludiendo a la falta de "corazón", de huevo); y como poderoso caballero es don dinero, va a terminar por aceptar el cheque del gordo, transando con el sistema y haciendo la música que éste le permita ("mi obra maestra mi perfección grosera").
Y por eso, la canción termina con las frases que el gordo tramposo le dijo al principio: "Nene no comprendo tus ambiciones, obras inmortales a los tropezones", o sea, al fin de cuentas, nene, a ver ¿para qué te vas a romper el culo haciendo música en forma independiente, si yo te puedo dar un suculento cheque con el que vas a vivir como un rey y vas a tener todas las limosinas, minas y frula que quieras, eh?
Y bueno, che, después de todo ¿quién dijo que la vida es justa? En fin...
  

-Juan Carlos Serqueiros-

miércoles, 21 de marzo de 2012

UN SUSURRO MUY ESPECIAL: "ENTRE PUTAS Y LADRONES"



Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Febrero del 96, sol a pleno sobre las calles de Montevideo...
Voy vagando, tonteando por entre los puestos de la Feria de Tristán Narvaja, deteniéndome a cada paso para charlar con esa gente del paisito que tanto me gusta... ¡Pucha que está lindo el día!
De pronto, un susurro muy especial me conmina a posar mi mirada sobre uno de los discos compactos amuchados en el desorden "ordenadito" de un mesón donde cambalachean libros, esteras, lámparas y... un tintero, seguramente perdido en algún juzgado. "Entre putas y ladrones", reza el título chiquito debajo de la imagen del intérprete y de su nombre: José Carbajal. 
Instantáneamente, me vienen a la memoria "Chiquillada", "A mi gente", "Yacumenza" y tantas otras canciones del Sabalero, aquellas que entre trolis de tinto berreta, solíamos cantar en los fogones universitarios, y también en los otros, en esos que no eran precisamente universitarios...
Lo compro y... ahí queda, en algún bolso de esos que uno se lleva en las vacaciones. Y al regreso, va a parar con el resto de la música envasada que uno guarda para escuchar algún día... que por ahí, nunca llega. Y allí quedó el compacto, arrumbado, olvidado entre tantos otros olvidos, en el fárrago diario de esta vida que uno, en medio de sus obligaciones, se empeña en hacer un poco menos amarreta, un poco más digna de ser vivida.
Hasta que en el último trimestre de aquel 96... ¡zas!, otra mudanza pa'l Juank, una más de las tantas. Y después, bien entrado el 97 y ya instalado en el nuevo destino, un día pintó aquel disco hasta ahí inescuchado. Lo puse en el equipo y... ¡me voló el marote! Entré por la puerta grande a un mundo de marginales, de pequeños deshollinadores de la infancia convertidos en adultos laburantes algunos, en ladrones otros, y en putas otras; de quilombos de pueblo regidos por alguna madama, buenaza ella: la "Mama Juana", donde iban a culear los pobres; de pendejos que se ratean de la escuela sólo por mirar, tirados bajo la sombra mezquina de un álamo, cómo corre el río; de un tipo que es él solo, un circo: Solimán; del bailongo de un contrabandista: Alcasotro... Un mundo atrapante, de ficción; pero a la vez tan real, tan real que... que allí está el PUEBLO. Y la VIDA.
Mientras escuchaba una y otra vez ese racimo de canciones que me acariciaban y lastimaban a un mismo tiempo, conmoviéndome los sentidos, pegando bien en el centro de la psique; miraba eso que llaman "arte de tapa", que en este caso, es bastante simple y en el que, ¡oh, sorpresa!, no figuran los créditos por autoría, y que como me pareció más lógico, se los atribuí al Sabalero. Ignorante de mí...
Jodí y le rompí los huevos a medio mundo, hasta que conseguí contactarme con él, y cuando lo logré; me enteré de que se trataba (excepto dos de ellos) de unos temas que había compuesto un tal Higinio Mena, y que él, Carbajal, que había sido su amigo, llevó al disco. Afiebrado, entré a rastrear quién joraca era Higinio Mena, y hete aquí que el quía había sido un anarquista que por esas cosas raras del destino o lo que fuere, devino en guerrillero del ERP o del PRT, que había nacido en Ranchos, provincia de Buenos Aires, que en realidad no se llamaba Higinio Mena; sino Néstor Julio Argüelles Bruzzo, alias "El Loco Argüelles", que había vivido en La Plata, que los milicos le mataron la mujer, y que se había tenido que rajar a Holanda, para terminar muriendo en Francia, en España o en Dinamarca, no se sabe bien, en 1998.
Es un discazo, vayan corriendo a conseguirlo ¡carajo, he dicho! En serio, no se van a arrepentir, escúchenlo, que vale la pena; es de esa MÚSICA QUE HAY QUE TENER SÍ O SÍ.
Y como muestra, aquí les dejo tres de esas canciones de Higinio Mena que son puro pueblo, pura vida, puro dolor y también... algún ramalazo de dicha perdido por ahí: LA MAMA JUANA, BLUES DE LOS PEQUEÑOS DESHOLLINADORES, y LA PERRERA.
¡Que lo disfruten!

-Juan Carlos Serqueiros-

martes, 20 de marzo de 2012

MI MADRE ALEMANA

















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

MI MADRE ALEMANA 
(Vivi Tellas)

No necesito tu amor
ni tu compasión,
si seguimos así
no habrá solución.
Te lo dije mil veces, ni una sola de más.
Si no me querés escuchar, andá a lo de tu mamá.
Quedate con tu mamá alemana.
Quedate con tu mamá.
Si es un problema de razas
yo no te puedo ayudar.
Si es un problema de amor
quizás podamos hablar.
Te lo dije mil veces...
Ya no somos chicos
hay mucho que aprender.
Mejor que dudes de tu vida
para mi amor tener.
Te lo dije mil veces...

Vamos a teñir la tarde de recuerdos y a rememorar aquella época en que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota no era sólo una banda de rock; sino un espectáculo de vodevil o de burlesque.
Por esos tiempos, en un show de PR se conjugaban la música y expresiones teatrales y corporales: el ballet ricotero, el strip tease de Monona, los monólogos a cargo del Mufercho primero y de Enrique Symns después, y... Las Bay Biscuit.
Estas últimas habían nacido como grupo en 1981, en el patio de la casa de Daniel Melingo, en Chacarita. La convocante fue Viviana (Vivi) Tellas, quien sumó a Lisa Wakoluk, Diana Nylon, Casandra y Mayco Castro Volpe, Fabiana Cantilo, Isabel de Sebastian, Edith Kucher y Gachi Edelstein. Y precisamente, elegí un tema interpretado por ellas: "Mi madre alemana", cuya autoría le pertenece a Vivi.
La temática gira en torno a una pareja que atraviesa una etapa de conflictos, lo cual motiva que la mina le ponga los puntos al chabón -que por lo visto desciende de arios (o al menos, su madre es alemana), y que por lo que se infiere al analizar la letra; es un "nene de mamá", un miope (miopelotudo, digamos)-.
Ella es una mujer independiente, que no está con ese tipo por necesidad, sino simplemente porque lo quiere; pero está harta de algunas cosas y actitudes de él, y así se lo hace saber ("no necesito tu amor ni tu compasión, si seguimos así no habrá solución").
Y bueno, el chaboncito está emplazado: o se pone las pilas y atiende las demandas de la mina, o ésta le cuelga la galleta de una y lo manda de vuelta con su mamita ("Te lo dije mil veces, ni una sola de más. Si no me querés escuchar, andá a lo de tu mamá. Quedate con tu mamá alemana. Quedate con tu mamá").
Pareciera ser que el problema del tipito pasa por el engreimiento, por el "yo me las sé todas" y por no escuchar a su pareja; hay cosas que ella quiere modificar porque está cansada de ellas, y exige perentoriamente que él se defina: si esas características de su personalidad se deben a ese sentimiento de superioridad que algunos de nuestro imaginario popular les atribuyen a los alemanes, a eso que llaman la "raza aria" (hoy -felizmente- la antropología nos dice que no hay eso que se denominaba "razas"); ella nada podrá hacer porque esa es la índole del tipo y punto. Eso no tiene arreglo ("si es un problema de razas yo no te puedo ayudar"). Pero en cambio, si se trata de algo que pueda subsanarse a través del diálogo y el entendimiento recíproco; ella está dispuesta ("si es un problema de amor quizá podamos hablar").
Ella viene reiterándole el planteo y el pedido de cambios ("te lo dije mil veces..."); pero hasta ahora, él no le dio pelota y desoyó sus reclamos, persistiendo en una postura cuasi infantil que tiene mucho de estúpida. "Ya no somos chicos", le dice ella llamándolo a asumir una actitud adulta. Y agrega: "hay mucho que aprender", significándole que espera de él un signo de madurez, que por fin llegue a escucharla.
Y trascartón, le sacude un misil en forma de ultimátum: o él modifica su actitud pelotuda, o ella le da el espiante: "mejor que dudes de tu vida para mi amor tener", le dice tajantemente. O sea, "o cambiás, o chau picho".
Y ya no habrá más advertencias para el tipo en adelante, eh; guarda que esta fue la última ("te lo dije mil veces...").
¿Y ustedes, qué se imaginan: habrá cambiado el chabón o habrá persistido en su taradez y la mina lo habrá pateado? Chi lo sa...

UNA DIFERENCIA "SUTIL"

















Un redondo siempre está tratando de aprender algo, para engrosar su bagaje. Un ricotero, en cambio, busca averiguar cosas que no tienen la importancia que él les asigna; y presumiendo de que sabe, habla de lo que en realidad, no conoce. (Marcelo Furtivo)

lunes, 19 de marzo de 2012

UNA ENORME HISTORIA DE AMOR



Cuando me preguntan qué son para mí Los Redondos, invariablemente contesto: una enorme historia de amor. (Marcelo Furtivo)

ROQUE SAÉNZ PEÑA: UN GRAN ARGENTINO


Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Hoy, 19 de marzo de 2012, en que se cumple el 161º Aniversario de su nacimiento; homenajeemos con un emocionado recuerdo al Dr. Roque Saénz Peña, quien fuera un trascendental Presidente de la Nación, General del Ejército del Perú, héroe de la Guerra del Pacífico, un hombre profundamente americanista, y fundamentalmente; UN GRAN ARGENTINO.

viernes, 16 de marzo de 2012

CRUZ DIABLO!


Escribe: Juan Carlos Serqueiros

CRUZ DIABLO!
(Beilinson - Solari) 

Zippo, que estaba hecho migas
se mandó en una picada
chistando a su mala sombra
sin copiloto ni nada.
Zippo va camino del infierno cagando leches!
no supo repartir sus fichas
y su cielo ennegrece...
Nunca fué un listo de pesos
siempre un listo de centavos
Su boca arde en maldiciones
que se tragan mal.
Se vá gritando -cruz diablo!
por pura cortesía.
El Himno de Tangópolis le dice
(como al oído...)
que sus aventuras pegan mal
y anuncian poco.
El tipo maduró pronto
y se pudrió bien temprano
un barro que asfixia ésa anguila es la salvajada
Si el perro manso come la bazofia y no dice nada
le cuentan las costillas con un palo, a carcajadas
Demasiados los moretones
muy pocos los encantamientos
Son tantos los cocineros que joden la sopa
Su rocanrol sangra oídos
ya que Dios le truchó el boleto
Zippo, una risa de mil dientes
cargados de azufre.

Hay veces en las que uno debe recurrir al diccionario a fin de encontrar palabras que no haya usado antes para escribir alabanzas a la lírica solariana, y aún así; se hace difícil lograr ese propósito.
Esta letra es sublime, de una belleza descriptiva y una musicalidad propia increíbles. En suma, para mí, uno de los puntos más altos alcanzados por el Indio. Simplemente con leerla, uno ya vuela (bah, qué sé yo... a mí me pasa eso, por lo menos).



El protagonista es Zippo, el exégeta de Luzbelito. Pero ¿quién carajo es Zippo? Zippo sos vos, soy yo, es este, es aquel, es el Indio, es todos... Zippo (Solari lo "bautiza" así, en alusión a la marca de encendedores Zippo ¿se acuerdan de esos?, construyendo una metáfora en la forma de una analogía entre la llama del encendedor Zippo y las llamas que el imaginario colectivo le atribuye al infierno) es todos y cualquiera de nosotros; porque es nada más ni nada menos que... el Hombre; ese Hombre al que "Dios le truchó el boleto" al rajarlo del Paraíso Terrenal. Y ese dios que se inventó el mismo Zippo, o sea, la Humanidad, lo convirtió en algo que "estaba hecho migas", es decir, destrozado, desmenuzado. 
Zippo se morfó la galletita de ese dios supuestamente bueno, al cual atribuye ser EL Bien, y no se explica por qué Dios le otorgó el libre albedrío, si cuando lo utilizó; ese propio dios lo recontracagó expulsándolo del Edén ("su cielo ennegrece").
Y el problema está en que Zippo "no supo repartir sus fichas", es decir, tardó en darse cuenta de cómo era el fato; porque él "nunca fue un listo de pesos / siempre un listo de centavos", aludiendo a que jamás alcanzará la Gnosis, la Sabiduría Total y entonces recién se aviva  de que tanto ese Dios al que presupone el Bien; como ese Luzbelito que le contaron que es el Mal -y que a pesar suyo; le resulta más simpático y atrayente que Dios, y precisamente por eso es que "su boca arde en maldiciones que se tragan mal", y también por eso "va camino del infierno cagando leches", o sea, rápida, expeditivamente ("cagando leches" es una expresión popular que se usa en España para describir algo que se hace pronto, ligero, rápido; igual que como nosotros decimos "a los pedos")- conviven en él mismo.
Pero en Zippo, a pesar de que "maduró pronto y se pudrió bien temprano"; aún quedan residuos de lo que las religiones ("el Himno de Tangópolis") durante milenios y milenios le metieron en la sesera. Y debido a ello se empecina en querer que en él prime lo que le parece el Bien, por sobre lo que considera el Mal; por eso "se va gritando -cruz diablo! por pura cortesía". Las religiones son las que, cada vez que Zippo hace algo que le produce placer y bienestar; le cagan la vida amonestándolo con la sanata de que por ese camino se irá al infierno, y le machacan que eso que hace de gozar es efímero, que buscar el placer y el bienestar son "aventuras que pegan mal y anuncian poco", y que sólo lo arrastrarán a eso que llaman "condena eterna".
Ahora, Zippo podrá no ser "un listo de pesos / siempre un listo de centavos", pero ojo al piojo; eso no quiere decir que sea un pelotudo al que van a poder seguir jodiendo siempre con el mismo verso, eh, para nada. Por lo contrario; él se da cuenta cada vez más, de que lo que le inyectan en el marote es sólo blableta, voceo de otarios, y ya está hinchado las pelotas; así que termina por asumir que todo eso es "un barro que asfixia ésa anguila es la salvajada", y cae en la cuenta de que si se queda manso y tranquilo, sin rebelarse; van a hacer con él lo mismo que hacen con un perro al que alimentan con sobras nomás ("bazofia"), hasta que se muere y terminan por contarle "las costillas con un palo, a carcajadas". -Y eso, conmigo por lo menos, no -piensa Zippo; -me dieron una vida que no pedí, y que encima tiene pocos momentos de felicidad ("muy pocos los encantamientos") y muchos de desdicha y pesar ("demasiados los moretones"). Y entonces todo eso se le antoja mucha carga para soportar ("son tantos los cocineros que joden la sopa"); así que va a mandar a cagar a ese dios que "le truchó el boleto", se va a alejar de ese "dios bobeta" que le toca un "rocanrol lacrimógeno" -como lo dice el Indio en otro tema del mismo disco- y se va a hacer compinche de Luzbelito: se va para lo de Luzbelito mandándose "en una picada" y gritando su rebeldía en un rocanrol atronador ("su rocanrol sangra oídos"). 
Así, Zippo se va a dedicar a vivir lo mejor que pueda, a pasarla todo lo bomba que le sea posible, total, el final está cantado y todos vamos pa'l pozo... 
Y entonces ahí va Zippo, "una risa de mil dientes cargados de azufre", en pos de Luzbelito, que después de todo, che, no es tan malo como nos quieren hacer creer.

miércoles, 7 de marzo de 2012

LA MURGA DE LOS RENEGADOS




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

LA MURGA DE LOS RENEGADOS
(Beilinson - Solari) 

No da más! La Murga de los Renegados
No da más! la murga sin la bendición...
Entre sopores, modorras ciegas
y oscuridad de bodega sin luz
va esa murga desencantada
que lleva siglos así.
No da más! La Murga de los Renegados
No da más! la murga sin la bendición...
Putas serenas que son tan lindas
que dan miedo cuando las mirás
para vos, ellas son capaces
de herirte con su dolor.
No da más! La Murga de los Renegados
No da más! la murga sin la bendición...
Destino armado por Bingo Tongo
(tanta médula que envenenó!)
Un bobo lava y un tonto enjuaga
y la murga nos vuelve a gritar...
No da más! La Murga de los Renegados
Ya se vá... la murga sin la bendición.

Tercer track de Momo Sampler, y dedicado a una murga muy particular: la sociedad argentina del 2000. Una sociedad donde lo único verdadero es, paradojalmente, la impostura: todos están travestidos, nadie es lo que parece ser y nadie quiere ser lo que en realidad es. 
Y precisamente por eso, los integrantes de esa murga son, para el Indio, "renegados"; porque reniegan de sí mismos, de sus índoles, de lo que son. Ellos conforman esa devaluada clase media argenta, hasta allí ("Pepeto de la Ruta", es decir, ese terrible hijo de puta llamado fernando de la rúa; "digno" sucesor de otro redomado chozno de puta: el califa de Anillaco, de triste memoria) tan "europea", tan "refinada", tan tilinga, tan pagada de sí misma y tan despectiva de todo lo que fuese expresivo de lo nacional.
Esa murga de los renegados "no da más", es decir, al vivir sin asumir su realidad, al creer que es como lo que jamás llegará a ser; está fatalmente condenada a estallar como una burbuja. Y debe ser nomás que el Indio tiene mucho de brujo, porque esa sociedad, esa "murga"; en efecto reventó... ¡y cómo reventó!
¿Y por qué ocurrió eso? La explicación nos la da Solari trascartón, al toque nomás: Al renegar de lo que es e impostarse en lo que no es, esa murga reniega también de sus orígenes, de su historia, rechaza su pasado en bloque y se empeña en asumirse como quiere ser en su deseo sectorial, que está sólo en esa nube de pedos que es su propio imaginario colectivo, tan artificial e inauténtico como el disfraz que usa para travestirse ("entre sopores, modorras ciegas / y oscuridad de bodega sin luz / va esa murga desencantada / que lleva siglos así.").
Las mujeres de la murga de los renegados son "putas serenas que son tan lindas / que dan miedo cuando las mirás / para vos, ellas son capaces / de herirte con su dolor". Y en efecto, es tal cual: ellas son como las paradigmáticas "Marita, la Virgencita", la "piba con la remera de Greenpeace"; o la señora gorda que revuelve la olla mientras le pide mano dura al "sheriff"; todas de un modo u otro, "putas serenas"...
Luego viene una sutil ironía, la de "destino armado por Bingo Tongo / (tanta médula que envenenó!) / Un bobo lava y un tonto enjuaga / y la murga nos vuelve a gritar", expresada en una metáfora de altísimo vuelo. 
El Indio menciona, con sorna, que esa murga, es decir, esa sociedad argentina del 2000; tiene un "destino armado por Bingo Tongo", o sea, atribuible al azar de una una lotería de cartones (bingo), pero amañada, truchada, trampeada (tongo). La frase lleva una enorme carga de ironía, porque lo que en realidad quiere significar, es que ¡minga! la culpa la tiene el destino. Esa murga, esa sociedad, está así como está, sencillamente por causas y culpas exclusivamente suyas y que esa historia de marchas, contramarchas y círculos viciosos, la viene reiterando en ciclos; y eso se da porque esa sociedad permite que un bobo lave, es decir, que un gobierno tape las cagadas del anterior; y un tonto enjuague, o sea, que el que lo suceda, hará lo mismo que ese que lo precedió. Y así una vez, y otra, y otra...; reiterando ese error, ese "pecado original" que la condena a repetir la historia en ciclos, y por ende, a quejarse siempre de lo mismo ("y la murga nos vuelve a gritar").
Y así va esa Murga de los Renegados, que "no da más", y que se va a retirar del corso "sin la bendición" ("bendición" esta que a la luz de lo que se ve -transcurridos ya once años desde que el Indio escribiera esta letra-, aún sigue sin recibir). 
Y bueh...

ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=46gRu6nVsrU

-Juan Carlos Serqueiros-