martes, 20 de diciembre de 2011

CAÑA SECA Y UN MEMBRILLO





















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Caña seca y un membrillo
(Beilinson - Solari)

Negrita yace asustada,
la hormiga se le durmió.
-Dios ya no quiere que baile...-
me dijo y me sofocó.
¡Vamos negrita, bailá hasta el fin!
Vamos, negrita, hacelo por mí.
La curva no se ha mojado,
ni patinó mi animal.
Morena, vi tu camisa mojada, secando y arrebaté!
Fuera pechito dañino,
milagro te hará cambiar,
un dedalito de caña, soplada
y este ritmo zumbador.
Tum-tum te agita morena,
tu cuerpo se impacientó.
-¡Dios ya no me aguanta quieta!-
me dijo ¡corre, corrida, apuró!.
¡Vamos negrita, bailá hasta el fin!
Vamos, negrita, hacelo por mí.

Una referencia al chamanismo. Tengo entendido que esta letra se le inspiró al Indio en un viaje al Brasil, en el que vio como un chamán curaba a una chica que había quedado postrada por haberse caído de un caballo o algún accidente similar, y el chamán le remediaba el "daño" apelando a un rito / sortilegio / conjuro, invocando a espíritus benignos a través del uso de elementos tales como una medida de caña seca y un membrillo. 
"
Negrita yace asustada, / la hormiga se le durmió.  / -Dios ya no quiere que baile...- / me dijo y me sofocó.": La protagonista de la canción, alguien a quien designa por su apodo: Negrita, está postrada, paralítica, no siente las piernas ("la hormiga se le durmió", aludiendo a que no le "hormiguean" las piernas). Está temerosa ("yace asustada") de no poder mover más las piernas, y atribuye eso a un designio divino ("Dios ya no quiere que baile", le dice a su interlocutor, que se siente "sofocado" por lo que ella le cuenta, y que vendría a ser el chamán que la va a curar, apelando a algún "gualicho", sortilegio o remedio "casero").
"
¡Vamos negrita, bailá hasta el fin! / Vamos, negrita, hacelo por mí.": Ahora algo bulle en el interior de la mente del chamán que va a remediar el mal que aqueja a Negrita: está invocando a alguien superior, que la cure, que le permita mover las piernas y volver a hacer lo que más le gusta: bailar
"
La curva no se ha mojado, / ni patinó mi animal. / Morena, vi tu camisa mojada, secando y arrebaté!": Aquí Negrita está contando las circunstancias del accidente que tuvo y la dejó postrada, sin poder mover las piernas. Le dice a su interlocutor, que "la curva no estaba mojada ni patinó su animal" (como si estuviera refiriéndose -aparentemente- a que venía jineteando un caballo y el caballo la tiró al suelo; como si el caballo al ver una camisa de Negrita secándose al sol, se hubiera encabritado y la hubiera tirado).
"
Fuera pechito dañino, / milagro te hará cambiar, / un dedalito de caña, soplada / y este ritmo zumbador.": El chamán invoca a un poder superior, conjura a una fuerza que le permita expulsar del pecho de Negrita ese espíritu del mal ("fuera pechito dañino") que se anidó en ella y es el culpable de que esté postrada, sin poder mover las piernas. Para ese conjuro ("milagro te hará cambiar"), se vale de una medida ("un dedalito") de caña, un membrillo y cierto ritmo, y esos elementos son que los que lo van a ayudar a expulsar el "daño" del cuerpo de Negrita.
"
Tum-tum te agita morena, / tu cuerpo se impacientó. / -¡Dios ya no me aguanta quieta!- / me dijo ¡corre, corrida, apuró!": El rito / sortilegio / conjuro o lo que fuera, tuvo éxito: Negrita recupera la movilidad de sus piernas, ya puede bailar el ritmo que escucha ("Tum-tum te agita morena"), y le agradece a Dios el haberse curado ("Dios ya no me aguanta quieta"), y jubilosa, contenta, loca de alegría, corre ("¡corre, corrida, apuró!").
"
¡Vamos negrita, bailá hasta el fin! / Vamos, negrita, hacelo por mí.": También quien provocó el "milagro": el chamán, está contento por el éxito que obtuvo con sus artes: Negrita recuperó la movilidad de sus piernas, y otra vez puede hacer lo que más le gusta: bailar.