sábado, 21 de enero de 2017

QUIERO UN CORAZÓN







































QUIERO UN CORAZÓN
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)


Un corazón de piedra, mi amor
Un corazón de piedra quisiera
Que no lo lastime el dolor
Silente de esta, mi tierra

Un corazón de barro, mi amor
Un corazón de barro quisiera
Moldeado en caricias con primor
Y que no sangren sus heridas viejas

Un corazón fragante, mi amor
Un corazón fragante quisiera
Y tapar con su perfume el petricor
Que dejó en el aire la lluvia tempranera

Un corazón inconsciente, mi amor
Un corazón inconsciente quisiera
Para que desdeñe el picor
Acuciante de mis tristezas

Un corazón de vino, mi amor
Un corazón de vino quisiera
Y que los turbios vahos del alcohol
Sirvan de bálsamo a tanta pena

Un corazón de nieve, mi amor
Un corazón de nieve quisiera
Para que fundido en algún sol
Retorne trocado en esperanza nueva

Un corazón creciente, mi amor
Un corazón creciente quisiera
Para que mengüe aquel sopor
Hastiado de esperar la luna llena

Un corazón de niño, mi amor
Un corazón de niño quisiera
Que me renazca desde el horror
De aquella, mi angustia añeja

-Juan Carlos Serqueiros-


Imagen: The Shadow is My Only Friend, óleo sobre lienzo de Adrian Borda

martes, 10 de enero de 2017

MERCEDES GIUFFRÉ Y LA SAGA REDHEAD



















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Los escritores de novela histórica no estamos tratando de recuperar el pasado sino que estamos tratando de entender el presente. (Mercedes Giuffré)

Comenzaré por reconocer un prejuicio que arrastro: a priori no me atrae ni un cachito así el género literario conocido como novela histórica. Quizá ello se deba a que tanto novela como historia, me inspiran demasiado respeto como para celebrar que se las misture en una mélange que -para mi gusto, al menos- en general resulta en un repulsivo brebaje francamente imbebible.
Sin embargo (y por suerte, seguramente), a quienes habitan el ámbito de las letras parece importarles tres velines mi opinión, y en consecuencia la novela histórica continúa gozando de buena salud y más aún; su producción está en franco ascenso. Incluso en nuestro país, lo cual no deja de ser sorprendente, pues sabido es que hay en el mundo tres clases de naciones: las desarrolladas, las sub desarrolladas y... la Argentina. Que nuestros connacionales, que tanto desinterés y desapego por nuestra historia demuestran y que tan esquivos son a la hora de indagar en nuestro pasado para conocerlo, aceptarlo y sintetizarlo, evidencien interés en este género; no deja de ser, en cierto modo, alentador. Por más que lo que estén leyendo no sea estrictamente historia.
Por otra parte, en obsequio a la honestidad intelectual, me veo precisado a reconocer que ha habido ocasiones (escasas, pero las hubo) en las que venciendo mis preconceptos; pude disfrutar intensamente algunas -pocas- obras de ese género. Y es exactamente eso lo que me ocurrió con los thrillers históricos de esta autora, que me parecieron excelentes, proporcionándome placenteras horas de lectura que gocé con fruición.
Mercedes Giuffré (n. Buenos Aires, 27.05.1972) es licenciada en Letras y docente universitaria. Ha publicado un libro de cuentos: Lo único irremediable (Editorial Dunken, 2003); un trabajo de investigación acerca de los colonos europeos en el sur de Córdoba: Un colono escocés: biografía de William J. Grant (Editorial Dunken, 2004); y un ensayo académico: En busca de una identidad: La novela histórica en Argentina (Ediciones del Signo, 2004).





Pero comenzó a escribir profesionalmente y alcanzó celebridad, con su trilogía (trilogía sólo hasta el momento, pues ha empeñado su palabra de que habrá, por lo menos; otras dos novelas) de historias policiales ambientadas en la Buenos Aires colonial y con tramas que giran en torno a Samuel Redhead, el personaje por ella creado: Deuda de sangre (Editorial SUMA de Letras, 2008), El peso de la verdad (Editorial SUMA de Letras, 2010) y El carro de la muerte (Editorial SUMA de Letras, 2011).
Redhead surgió de la angustia de la autora, quien en la crisis de 2001 quedó sin trabajo, como miles y miles de compatriotas, y se abocó a pensar el país y su problemática, en la cual se puso a indagar buceando en la historia en procura de explicarse aquel presente. Así, concluyó en que los momentos claves de nuestros orígenes había que situarlos en las Invasiones Inglesas y la Revolución de Mayo, y por ello; ubicó a su personaje en aquellos tiempos, los cuales recrea en sus novelas. Y como la propia Mercedes Giuffré “confiesa”, hay en Redhead no poco de ella misma: “Redhead tiene mucho que ver conmigo. Él, como yo, tiene la mitad de sus ancestros en Galicia. Es metódico, obsesivo y tiene una gran necesidad de justicia. Y a veces, espera demasiado de la gente”, nos dice.
La escritora le asignó a su personaje Samuel Redhead algunas características -el origen, el apellido, la fisonomía y la profesión- de un protagonista de nuestra historia real: el doctor Joseph Redhead, aquel escocés adherente a la Revolución de Mayo que actuara luego en la Guerra de la Independencia y que fuera médico de Belgrano y de Güemes.
El enigmático Samuel Redhead llega a la Buenos Aires colonial procedente de La Coruña portando su título de médico otorgado por la universidad de Edimburgo y dotado de un importante bagaje de experiencia como cirujano.


Doblemente celta por su ascendencia escocesa y gallega, Redhead es pelirrojo, pulquérrimo obsesivo y atildado en el vestir. Músico aficionado, toca el violín. Es lector empedernido y cuando tiene tiempo, juega al ajedrez. Vive en un par de habitaciones que alquila en casa de una viuda, y desplaza por las estrechas y barrosas callejuelas de Buenos Aires su alta y enjuta figura (“pura piel y huesos”, lo describe la autora) en un cabriolé, cargando un oscuro secreto de familia que le revelara su padre al morir. Agudo y perspicaz, más temprano que tarde su espíritu inquieto, su profesión, su cargo y sobre todo; su sentido de la justicia, lo conducen a involucrarse en resonantes casos policiales que conmueven los estratos de aquella sociedad virreinal que lenta pero sostenidamente, va dejando de ser trinitaria para mutar definitivamente en porteña. Y tan desigual, por lo menos, como la que hoy por hoy y transcurridos ya dos siglos, exhibe aún el drama argentino.


Reseña de Deuda de sangre
Durante una noche lluviosa de verano, en 1806, aparece el cuerpo degollado de Manuel Balbastro, un joven de la alta sociedad de Buenos Aires. El doctor Samuel Redhead, misterioso personaje llegado de Europa, es comisionado para reconocer el cadáver. Poco después, una serie de mensajes anónimos precede a nuevos asesinatos, y el médico decide tomar cartas en el asunto, ayudado por su cuñado Francisco Alvarado y la perspicaz Clara Ocampo, pariente lejana de la primera víctima. Deuda de Sangre es la novela que inicia esta serie histórico- detectivesca.


Reseña de El peso de la verdad
La reaparición de don Arístides Arciniegas Gil, antiguo vecino de Buenos Aires sospechoso de ser el autor de un crimen no resuelto, activa el mecanismo de una venganza sutil. Poco después, el doctor Samuel Redhead es convocado para certificar su muerte. La investigación que deriva de ella se enmarca dentro de los sucesos de la primera invasión inglesa de 1806, trazando inusitadas simetrías entre la vida del médico y las de los implicados.
En un ambiente tenso de rivalidades, quedará al descubierto la verdad más celosamente guardada. Y el propio Redhead deberá elegir entre prolongar la injusticia o traicionar su palabra.


Reseña de El carro de la muerte
Los británicos se han rendido y en Buenos Aires impera la confusión. Mientras el pueblo se organiza para resistir una nueva invasion y los poderosos se disputan el mando del virreinato, el doctor Samuel Redhead deberá investigar las muertes de varios esclavos que a nadie más parecen conmover. Simultáneamente, el pasado que creía enterrado irrumpirá en su vida con graves consecuencias y lo expondrá ante sus enemigos.
En medio de falsas acusaciones y sin tener en claro quién es quién, el médico buscará hacer justicia y poner de manifiesto la inhumanidad de un sistema que está llegando a su fin.


Soy amante devoto y perpetuo del libro en papel. Pero si usted, apreciado lector, tiene -al igual que millones de compatriotas y que este servidor- escuálido el presupuesto y exhaustos los grilos; pues entonces le diré que poseo en formato electrónico las tres novelas de la saga, y que estoy de buen grado dispuesto a compartirlas si me lo solicita por email o por el privado de Facebook.
Y ¡eso es to-to-todo, amigos! (Porky dixit). Buenas lecturas y hasta la vista.

-Juan Carlos Serqueiros-