lunes, 23 de marzo de 2020

EDUARDO WILDE, UN HÉROE CIVIL
































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Vamos a rescatar (y nunca tan oportuno el momento) de la noche de los tiempos, la figura histórica de un héroe civil, médico y estadista: Eduardo Wilde (n. Tupiza, 15.06.1844 - m. Bruselas, 15.09.1913).
Fue, entre 1882 y 1886, ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública del presidente Julio A. Roca, y durante su gestión se sancionaron las leyes de registro civil, de educación general común, gratuita y obligatoria, y de matrimonio civil.
Médico, higienista, dotado de un agudo sentido del humor y capaz de florearse en el empleo de la más fina ironía, a poco de recibido hizo publicar un aviso en el diario La Prensa, en el que anunciaba: "Dr. Eduardo Wilde. Atiendo, en mi consultorio de... gratis a los pobres, por decisión mía, y también gratis a los ricos, por decisión de ellos".
Cuando estalló, a principios de 1871, la epidemia de fiebre amarilla que azotó a nuestro país, fue Wilde quien primero la denunció, en un carta publicada el 22 de febrero en el diario La República. El presidente de la Nación, Domingo Sarmiento, y todo su gabinete, cobardemente, huyeron despavoridos a Mercedes; y lo mismo hizo la mayoría de los médicos. Pero los doctores Roque Pérez y Manuel Argerich (que murieron), Tomás Pardo, Pedro Mallo, Tomás Perón y Eduardo Wilde, se quedaron y cumplieron una labor titánica, abnegada y heroica.
El propio Wilde contrajo la peste, pero felizmente, logró derrotarla y sobrevivir a la misma. Años después, recordando aquellos terribles episodios, contó: "... escribí un artículo demostrando que la enfermedad era fiebre amarilla y de la mejor calidad. La gente empezó a emigrar y también muchos médicos. Yo me quedé y cumplí con mi deber asistiendo gratuitamente a todo el mundo. Mi trabajo fue de noche y día, los caballos de mi coche, cojos y estropeados, reclamaron la ayuda de otra yunta con la que continué hasta enfermarme yo también".
Recordemos hoy, más que nunca en estas horas aciagas, a Eduardo Wilde, ejemplo de virtud cívica y de conducta heroica.
Nuestra Argentina ha sido y sigue siendo una tierra pródiga en héroes. Actuando responsable y solidariamente, vamos a vencer este flagelo del coronavirus.

-Juan Carlos Serqueiros-