viernes, 20 de enero de 2012

ROCK PARA LOS DIENTES




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Rock para los dientes
(Beilinson - Solari)

Este mundo, esta empresa, este mundo de hoy
que te snifa la cabeza una y otra vez
en una línea y otra línea
y otra línea más.
Voy cumpliendo como puedo...
¡Yo trabajo acá!
Y te snifo la cabeza cada día más
y me snifan la cabeza
y nada ni nadie lo puede parar.
Vos creés ser el más fiero,
el más prontuariado aquí,
el animador del juego
(el condimentador)
Estás buscando un pequeño
infierno para vos,
donde soportar el fuego
de mi ataque de hoy.
Sos un tipo pan comido,
no es tu culpa, no,
zambullido en el caldero
(es la fatalidad)
Es endemoniadamente caro lo que sos
¡este clip me pone tieso!
¡yo me bajo acá!

Un roquito para los dientes. ¿Y por qué "para los dientes"? Y, bueno... porque es un rock de dientes apretados, de bronca mordida para masticarla y escupirla después.
"Este mundo, esta empresa, este mundo de hoy / que te snifa la cabeza una y otra vez": El mundo, "este mundo de hoy", un mundo crudamente capitalista ("esta empresa", le zampa el Indio), lo absorbe, lo "snifa" (o lo esnifa, porque ya está castellanizado el término) irremediable, sucesiva, reiteradamente ("una y otra vez").
"en una línea y otra línea / y otra línea más.": Hace un paralelismo entre una "raya", una “línea” de cocaína, de merca; y la “línea” que “le baja” el sistema al tipito (hacé tal cosa, tenés que vivir de tal manera, tenés que escuchar tal música, y todo así). Siempre el sistema le dice lo que tiene que hacer, le da órdenes, le baja línea.
"Voy cumpliendo como puedo... / ¡Yo trabajo acá!": El chabón intenta justificarse, atenuar su responsabilidad. Se lamenta por tener que amoldarse al sistema, a un sistema que en lo íntimo, rechaza. Él quisiera ser rebelde, pero no puede hacer otra cosa que amoldarse ("voy cumpliendo como puedo”). Él vive en el mundo de hoy y hace lo que el sistema le permite hacer ("yo trabajo acá”), y de eso, supuestamente, no puede zafar (o al menos, eso dice él). Pero... ¿en qué metier está ese tipo? Y... para mí, está en la música, en la música como negocio, pero bien podría estar en cualquier otro ámbito de actividad; porque la letra puede aplicarse a todo contexto en el cual haya un orden sistémico que dicte las normas.
"Y te snifo la cabeza cada día más / y me snifan la cabeza / y nada ni nadie lo puede parar.": Siguen los justificativos y las explicaciones. Se lamenta de estar absorbido por el sistema y esgrime eso como excusa para hacerte la croqueta a vos ("y te snifo la cabeza"). Y claro... como ya se la hicieron a él ("me snifan"); entonces él te la hace a vos, y así, la historieta sigue... Y afirma, convencido, que a ese orden sistémico nadie puede oponérsele. Como él no puede, o no quiere, ir en contra del sistema, intenta convencerte de que no hay manera de hacerlo, y de que nadie puede lograrlo  ("nada ni nadie lo puede parar").
"Vos creés ser el más fiero, / el más prontuariado aquí, / el animador del juego / (el condimentador)": Bueh... se armó la rosca. Ahora viene la respuesta al que se justificaba a sí mismo alegando no poder hacer nada para cambiar, para salirse del orden sistémico: el mismo que antes lo escuchaba lamentarse y lloriquear todo eso de que ni él ni nadie podían hacer nada; lo acusa al otro de hacerse el “pulenta”, tal como lo hacen ciertos tumberos al exhibir sus prontuarios cuando recién llegan a la cárcel, de modo de hacerse respetar. Así, cuanto más frondoso sea su prontuario y más grosos los delitos que haya cometido; mayor será el respeto que infundirá entre los demás presos. El tipito se cree un rebelde, un poronga bárbaro, que puede engañar al sistema, y a la vez convivir en él; y no se da cuenta (o aparenta no darse cuenta, se hace el boludo para pasarla bien, digamos) de que el sistema lo tiene rejunado, y que le permite pequeñas pseudo-rebeldías ("el condimentador"), como para aparentar una amplitud de criterios que ese sistema, por supuesto no tiene.
"Estás buscando un pequeño / infierno para vos, / donde soportar el fuego / de mi ataque de hoy.": Y siguen los palos. De nada le servirá al tipito ponerse en víctima o justificarse, es decir, buscarse "un pequeño infierno"; igual no se va a salvar del escrache que le hace el otro ("el fuego de mi ataque de hoy" = hoy te voy a denunciar, le voy a decir al mundo quién sos, o sea, un ñato que transó).
"Sos un tipo pan comido, / no es tu culpa, no, / zambullido en el caldero / (es la fatalidad)": Creés que sos el gran opositor al sistema, y en realidad, el sistema te garcó, "sos un tipo pan comido", te absorbió, te esnifó. Pero trascartón, le alivia un poco el cargo, diciéndole: "no es tu culpa... es la fatalidad", afirmando de paso, que él tiene claro quién es el "enemigo": el sistema, del cual el otro, es simplemente un lacayo, un perejil, alguien que está "zambullido en el caldero" en el que se cocina la sopa de ese orden sistémico.
"Es endemoniadamente caro lo que sos / ¡este clip me pone tieso! / ¡yo me bajo acá!": Veamos... ¿por qué es "caro", y hasta "endemoniadamente caro", el chaboncito que transó con el sistema? ¿Por la guita que hace a través de esa transa? No, no es "caro" por eso; al fin de cuentas, lo que curra es sólo "puta guita", si fuera por eso, entonces no sería caro, sino barato. El tipo es "caro" por el derrotismo que expresa, porque bajo la excusa de que él no puede hacer otra cosa que transar con un sistema que reputa como invencible; está implícitamente desalentando a los que sí quieren oponerse, a quienes sí persiguen un cambio y van por él. Por eso es "endemoniadamente caro", porque poniendo pretextos, transa con el sistema por un lado, y pretende mostrarse como si fuera contestatario al mismo, por otro. Traiciona sus convicciones (si alguna vez las tuvo) y traiciona la cultura rock, estafa a la gente que cree en él y en su música pseudo rebelde. Es una idea a la que el Indio ya se había referido en algunos reportajes, y sobre todo, en la letra de "Música para pastillas" (recordar lo de "rockeros bonitos, educaditos, con grandes gastos, educaditos"). Y la música que hacen esos tipos que transan con el sistema, el Indio la rechaza, no la considera dentro de la cultura rock; por más que los tipos que la hagan, digan que son del género del rock. Y, sí... podrán ser del género del rock, lo cual no necesariamente significa que sean de la cultura rock y se atengan a sus postulados; esa es la pequeña gran diferencia. Y termina vomitando la bronca que hasta allí masticó entre dientes, porque este... ¡este es precisamente "un rock para los dientes"!: "este clip me pone tieso", o sea, me dejás paralizado con tu cobarde transa y tu todavía más cobarde intento de justificarla. Y por eso "yo me bajo acá", es decir, me voy, me bajo del bondi este, no quiero saber nada de mezclarme con vos ni de que me dejes tieso, o sea, que detengas mi propósito de cambio; no quiero pararme ni demorarme en tu derrotismo.