lunes, 7 de octubre de 2024

PIERRE, EL VITRICIDA (REPUBLICACIÓN)























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

PIERRE, EL VITRICIDA
(Beilinson-Solari)

Cómo se ríe el gordo Pierre!
Y rompió el vidrio el gordo Pierre,
cómo rajó el gordo Pierre,
y cómo tose el gordo Pierre...
Y cómo ríe el gordo Pierre,
y cómo tose el gordo Pierre.
Es vitricida el gordo Pierre,
rompió el vidrio el gordo Pierre...

Bueno, vamos con un twist cuya letra no tiene más pretensión que narrar una anécdota acerca de algo acaecido en torno al gordo Pierre (apodo de Simón Pedro Bayona, mítico manager y productor de bandas de rock).
Cuenta el Piojo Abalos, ex baterista de la banda, que la cosa fue así: Los Redondos tenían que tocar en La Esquina del Sol, un local que se situaba en Palermo, en la intersección de las calles Guatemala y Gurruchaga; pero resulta que el recinto… ¡ estaba inundado! Y en eso, el Gordo Pierre lo ve a El Soldado (Rodolfo Luis González), que por entonces fungía de plomo de los Redondos, que estaba sacando cables y zapatillas de conexión eléctrica en medio del agua, en condiciones extremadamente peligrosas, cuasi suicidas (dice el Indio que seguramente, esa noche estaba presente el espíritu de Patricio Rey, que lo salvó al Soldado de morir electrocutado).
Ante eso que entre atónito y espantado estaba contemplando, el gordo Pierre se subió al escenario, agarró un micrófono, armó un discurso improvisado y empezó a decirle al público que en esas condiciones la banda no iba a poder actuar, que él por seguridad no lo iba a permitir y que apelaba a la responsabilidad del público y del dueño del local, bla bla bla...
La cuestión es que la concurrencia lo entró a abuchear y putear hasta en chino mandarín, y entretanto; el dueño del local le daba manija a la gente exacerbando aún más los ánimos; con todo lo cual Pierre se re calentó, los mandó a todos a la mierda (de allí lo de "se rajó el Gordo Pierre"), se bajó del escenario, y destilando bronca se marchó dando tal portazo, que el vidrio de la puerta se hizo percha (por eso lo de "rompió el vidrio el Gordo Pierre" y lo de "vitricida").
A todo esto, el gordo Pierre juraba y perjuraba que las cosas fueron efectivamente así; pero con una salvedad: aseguraba que él no rompió ningún vidrio.
Hay, a propósito de todo aquello, referencias concretas. La primera de ellas está consignada en la nota de Claudio Kleiman al Indio, Skay y Poli, publicada en la revista Cantarock año 3 n° 44 ed. 19.10.1985, en la que Solari —bien que a regañadientes— acepta hablar sobre el significado de las letras y declara:

—Indio: Es una anécdota, aunque Pierre asegura que él no rompió ningún vidrio. Más que nada, el gordo Pierre (Bayona) es uno de los personajes del rock argentino que merecía estar en un twist. Es un productor que ha estado desde los comienzos del rock y aún sigue riendo y tosiendo. Se ha ganado un espacio y de tanto en tanto, la gente sospecha que rompe algún vidrio. (sic)

Años después tendríamos la segunda de ellas, cuando Pablo Plotkin y Claudio Kleiman entrevistaron a Solari para la revista Rolling Stone en su edición del 01.11.2005:

—Periodista: ¿Siempre fue así, o todo empeoró en los años 90?
—Indio: Las condiciones de seguridad siempre fueron muy precarias. En los 80 tocábamos todos en lugares como el Stud (Free Pub), en Látex... Hemos tocado en lugares frente a los cuales Cromañón es el sitio más seguro del planeta. Había uno que se llamaba La Cotorra, donde nosotros estábamos en el fondo, la gente se desmayaba del calor y no había forma de rajar a ningún lado. La única era pisar a toda la gente y ver hasta dónde llegabas. Una vez en La Esquina del Sol, por ejemplo, un vecino que tenía los huevos llenos había tirado la noche anterior un ladrillo y rompió el techo. Llovió y el lugar se inundó. Fue el día en que nos inspiramos para hacer "Pierre, el vitricida". Me acuerdo de estar cantando y la gente estaba con el agua hasta acá; de pronto veo que El Soldado [plomo histórico de la banda] avanza a gatas desde el escenario y saca de abajo del agua, como si fuera un alga, una zapatilla de electricidad con todos los cables revueltos. Ahí pensamos que Patricio Rey existía de verdad, porque por lo menos tendría que haber habido un corto, algo tendría que haber pasado... (sic)

Y la tercera la recogemos en el libro autobiográfico del Indio: Recuerdos que mienten un poco. Memorias en conversaciones con Marcelo Figueras (Sudamericana, 2019):

—Figueras: Después viene "Pierre el vitricida", el primer momento en que el disco se permite aflojar la tensión.
—Solari: La chispa de esa canción fue una anécdota. Teníamos que tocar dos noches en La Esquina del Sol y fuimos a hacer la prueba de sonido. Se ve que el boliche ya venía con quilombo con los vecinos. Aparentemente uno tiró un ladrillo y agujereó el techo, que estaba hecho de un material acanalado pero rígido. El hecho es que nadie le dio pelota. Y a la tardecita empezó a llover…
Cuando llegamos, había agua en la sala hasta acá. Pero nadie objetó que tocásemos igual. Y cuando abrieron las puertas, la gente metió las patas sin protestar.
Estaba cantando y veo que El Soldado —uno de nuestros plomos— pasa arrodillado, tira de un cable y saca una zapatilla de abajo del agua, llena de enchufes. Como quien pesca un alga que sale chorreando o una acelga de la olla. ¡Cromañón podría haber sido un poroto! La gente vio la escena pero no dio bola. Y entonces seguimos tocando. Cuando el gordo Pierre se dio cuenta, nos dijo: Ustedes están locos. Dio media vuelta para irse, y al salir rompió el vidrio de una puerta al cerrarla a lo bestia. Tenía razón: había que irse a la mierda. ¡Era una locura lo que estaba pasando! (sic)
En fin, tiempos lejanos y una canción festiva para una situación que podría haber resultado en tragedia.


-Juan Carlos Serqueiros-