miércoles, 18 de enero de 2012

JUGUETES PERDIDOS




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Juguetes perdidos
(Beilinson - Solari)

Banderas en tu corazón
¡Yo quiero verlas!
Ondeando, luzca el sol o no.
Banderas rojas, banderas negras
de lienzo blanco en tu corazón.
Perfume al filo del dolor
(así invisible)
Licor venéreo del amor
que está en las pieles,
sedas de sedas
que guardan nombres en tu corazón.
Son pájaros de la noche
que oímos cantar y nunca vemos.
Cuando el granizo volvió
la campana sonó y
despertó sus tristezas atronando su nidos.
Esperando allí nomás,
en el camino,
la Bella Señora está, desencarnada.
Cuando la noche es más oscura
se viene el día en tu corazón.
Estás cambiando más que yo.
Yira, yira, yira!!!
Asusta un poco verte así.
Yira, yira, yira!!!
Cuanto más alto trepa el monito,
(así es la vida)
el culo más se le vé.
Yo sé que no puedo darte
algo más que un par de promesas, no!
Tics de la revolución
implacable rocanroll
y un par de sienes ardientes
que son todo el tesoro.
¡Tan veloces son!
(como borrones, así veloces)
Hundiendo el acelerador
atragantados por los licores
soplando brasas en tu corazón.
Vas a robarle el gorro al diablo así...
¡Adorándolo! ...¡como quiere él! ...¡engañándolo!
Sin tus banderas, sedas de sedas
que guardan nombres en tu corazón.
¡Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene!
¡Por primera vez vas a robar algo más que puta guita!
Cuando la noche es más oscura
se viene el día en tu corazón.
Sin ese diablo que mea en todas partes
y en ningún lado hace espuma.

El título pinta el contexto en que el Indio sitúa su homenaje: se lo dedica a los "redonditos de abajo", que vienen de los suburbios, del conurbano bonaerense y de todas las provincias, de esos barrios y sitios que Solari define como "desangelados". Y en ese orden de pensamientos, se le ocurre una genial metáfora: esos pibes, en general vivieron una infancia en la cual -maldita paradoja- lo único abundante, fueron las carencias, materiales y posiblemente también, afectivas, una "infancia sin juguetes" digamos. De allí el título "Juguetes perdidos", aludiendo de paso, a que la llegada a la adolescencia y primera juventud, marca la superación de la infancia, y con ella, el adiós a los juguetes que se hayan tenido (si es que se tuvo la suerte de poseer juguetes). Está planteando implícitamente un “adiós a la inocencia” por parte de esos pibes, como exhortándolos a un “basta de inocencia!”
"Banderas en tu corazón / ¡Yo quiero verlas! / Ondeando, luzca el sol o no. / Banderas rojas, banderas negras / de lienzo blanco en tu corazón.": Las bandas redondas llevan a cada misa su propia identidad, expresada en banderas que mencionan su procedencia, alguna frase, etc. Cuando sale al escenario, el Indio atisba el público y va "identificando" las distintas bandas de redonditos a través de esas banderas; y así "distingue" a los de Lugano, a los de Aldo Bonzi, a los de Rosario, Córdoba, Tucumán, Mendoza, etc. Pero como muy frecuentemente ocurre con las metáforas solarianas, que pueden encerrar al mismo tiempo más de una significación;  en este caso también con lo de “banderas rojas, banderas negras”, está aludiendo a los colores predominantes en el arte de tapa de Oktubre: rojo y negro, adoptados mayoritariamente por las bandas, como colores predilectos para darle a sus banderas. En un principio, antes de pintarlas de un color determinado, esas banderas van a ser de “lienzo blanco en tu corazón”, en una imagen literaria que quiere aludir a la pureza de los ideales que hay que mantener siempre vivos en el corazón.
"Perfume al filo del dolor / (así invisible) / Licor venéreo del amor / que está en las pieles, / sedas de sedas / que guardan nombres en tu corazón.": Intercambio de amor así en abstracto, entre la banda y las bandas, entre los músicos y el público. Es "una cuestión de piel", una pulsión de los sentidos: los redonditos de abajo, aman a Patricio Rey; y Patricio Rey los ama a ellos, ambos se llevan en sus corazones. Y ese es un amor "venéreo", es decir, sensual, hedonista, erótico; se canaliza a través de la magia de la asociación entre letras y música, que está "en la piel". Y al estar “en la piel”, esa bandera de lienzo ordinario y áspero; mágicamente se convierte en “sedas de sedas”, es decir, en la más suave de las sedas. Y es en esas banderas, en donde van a estar simbólicamente representados aquellos nombres que más significación tienen para vos, esos nombres que cada uno lleva guardados en su corazón.
"Son pájaros de la noche / que oímos cantar y nunca vemos.": El Indio y el resto de la banda saben que los pibes están allí, abajo del escenario; los oyen cantar, pero no pueden verlos, debido al deslumbramiento producido por la iluminación del escenario, y lo oscuro de abajo.
"Cuando el granizo volvió / la campana sonó y / despertó sus tristezas atronando su nidos.": Alusión al final de la misa redonda. Terminó la magia del encuentro, finalizó el recital (“la campana sonó”) y con él, terminó también la felicidad. Ahora comienza nuevamente el azote (“granizo volvió”) de la tristeza de la vida cotidiana; hasta que la próxima misa te convoque nuevamente. Pero también está aludiendo a ese cambio que marcó la frontera entre etapas de tu vida: la infancia y el comienzo de la juventud, el adiós a los juguetes y a la inocencia; para tener que hacerte cargo de los problemas y reveses que eso planteará.
"Esperando allí nomás, / en el camino, / la Bella Señora está, desencarnada.": Referencia solariana al tema que es quizá el más emblemático de la cultura rock en el mundo: "Escalera al cielo", de Led Zeppelin. La "Bella Señora" es la revelación de la VERDAD, así en absoluto (por eso es "desencarnada"); y hace una simbiosis con otra "bella señora", tan desencarnada como la otra: la Muerte. En la misma frase, el Indio sintetiza hasta su propia recomendación de cuidarse que siempre les hace a los pibes (remember el "cuídense!, ustedes son vida joven", el "que cada cual cuide su culito"...; son las únicas "bajadas de línea" que Solari se permite hacia el público redondo). Lo genial de la metáfora, es que en su inagotable poder de síntesis, el Indio logra dejar flotando la idea de que “allí nomás en el camino”, nos espera otra Bella Señora: La libertad..., una libertad que no va a salir a buscarte a vos; sos vos quien tendrá que ir en su búsqueda, habrá que recorrer el camino y encontrarla; es decir, habrá que vivir siempre en pos de un ideal, de búsqueda de esa libertad.
"Cuando la noche es más oscura / se viene el día en tu corazón.": Luego del latigazo cruel de la verdad desencarnada (la misa terminará, y con ella concluirá la ilusión, y los pibes volverán a sus barrios desangelados y a su cotidianeidad); el Indio busca mitigar ese dolor, recurriendo a un estrofa esperanzadora: la de un nuevo amanecer en el corazón de cada redondo, que no es la promesa de un próximo recital, de una próxima misa; sino de algo más trascendental, casi diría una expresión de buenos deseos, de algo mejor para todos nosotros, de una esperanza renovada: cuanto más profundo es el sufrimiento, más cerca está el final del mismo...
"Estás cambiando más que yo. / Yira, yira, yira!!! / Asusta un poco verte así. / Yira, yira, yira!!! / Cuanto más alto trepa el monito, / (así es la vida) / el culo más se le ve.": Reconocimiento humilde del Indio: la velocidad con la que cambian los pibes, las nuevas generaciones, lo abruma, lo asusta...; y él es consciente de esa realidad: TIENE que ser así, DEBE ser así, el cambio lo tiene que dejar afuera porque es lo lógico, la inexorable evolución, "así es la vida"... Él ya "trepó alto", es decir: creció, y ya no tiene intactos los sueños, ya "se le ve el culo"; pero a los pibes, a los redonditos de abajo, no; ellos todavía son vida joven, con sueños intactos.
"Yo sé que no puedo darte / algo más que un par de promesas, no! / Tics de la revolución / implacable rocanrol / y un par de sienes ardientes / que son todo el tesoro.": Se lamenta el Indio de no poder entregarles a los pibes otra cosa que la música y la poesía de sus canciones, todo lo que puede dar es eso. No puede cambiar sus realidades ni mejorar sus presentes; sólo puede entregarles la promesa de su honestidad intelectual y artística; otra cosa no está a su alcance dar. Tampoco puede ayudarlos en sus propias búsquedas de la verdad y la libertad, porque eso es algo que cada uno debe hacer por sí mismo; lo suyo, lo del Indio, se agota en una exhortación a la “revolución” (una revolución "psíquica” se entiende), y en una revolución no pueden haber guiones preestablecidos ni seguridades con respecto a cómo saldrán las cosas. El Indio sólo puede darles a los redonditos de abajo todo lo que es capaz de dar: “un par de sienes ardientes”, es decir, algo en qué pensar, en la forma de una canción de rock; sólo eso, nada más. Ni nada menos.
"¡Tan veloces son! / (como borrones, así veloces) / Hundiendo el acelerador": Alusión a la vorágine de la adolescencia y la primera juventud de las tribus redondas. Cuando sos pibe, vivís a mil todo: afectos y odios, lealtades y olvidos...
"atragantados por los licores / soplando brasas en tu corazón.": Referencia al tetra y al porro compartidos por los pibes en los campamentos mientras esperan la misa redonda.
"Vas a robarle el gorro al diablo así... / ¡Adorándolo! ...¡como quiere él! ... ¡engañándolo! / Sin tus banderas, sedas de sedas / que guardan nombres en tu corazón.": Vas a volver a tu vida cotidiana, a tu realidad, vas a vivir no como desearías vivir; sino como puedas, como te lo imponga la realidad que te rodea. Y vas a guardar tus banderas, hasta el reencuentro redondo que te vuelva a convocar. Pero al mismo tiempo, está diciendo que si dejás caer tus banderas, si postergás tus ideales, vas a facilitarle el laburo al diablo; que precisamente eso es lo que quiere que hagas: que traiciones tus ideales y no tengas la fuerza de tus banderas
"¡Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene!": Sos el artífice de tu propio destino. Una banda de rock sólo puede darte unos breves momentos de magia, de disfrute; el resto de tu vida tenés que forjarlo vos, es tu responsabilidad. Una manera de decirle a los redonditos de abajo, que sólo ellos pueden elegir el camino que cada uno decida tomar.
"¡Por primera vez vas a robar algo más que puta guita!": Vas a "robar" del recital redondo, lo que Patricio Rey puede darte: solamente la honestidad de sus canciones; nada más. Y si mantenés la firmeza en tus ideales, vas a poder “robar algo más que puta guita”, es decir, algo más que satisfacer tu propia ambición material; vas a “robar” algo trascendente como la verdad y la libertad.
"Cuando la noche es más oscura / se viene el día en tu corazón.": El Indio les renueva a los redonditos de abajo sus deseos de algo mejor para todos; se separan todos con esa ilusión.
"Sin ese diablo que mea en todas partes / y en ningún lado hace espuma.": Sin los malos recuerdos, sin pararse en los reveses de la vida, que no te hagan mella las veces que te meó el destino; seguí en la lucha buscando algo mejor. Y les recuerda que ese diablo, por más que mee en todas partes, nunca va a poder hacer espuma, no; si vos no querés que la haga..., es decir, el diablo no va a poder hacer espuma, si mantenés vivos los ideales.


-Juan Carlos Serqueiros-

ESTATUA




ESTATUA 
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Decidí mutar a estatua
A inconmovible estatua
Que erigida fuera en homenaje
A pretéritas glorias olvidadas
A la victoria del presente día
Y a las que vendrán

Porque soy justo acreedor
Y porque es noble y pura mi causa
Soy una estatua

No de bronce, ¡no!
Porque el bronce se quiebra
Y sus soldaduras, aún ocultas; se muestran
Y quedan allí, tangibles
Para algún indiscreto Tercer Ojo

No de mármol, ¡no!
Porque sólo pervive a los siglos
Pero... lo derrotan los sismos
Que desatan en su furia
Los dioses iracundos

Soy una estatua…
Etérea, sí
A la que nada ni nadie
Ningún dios
Puede vencer jamás

Bajé hasta Dionisos
Tomamos unos vinos
Jugué un truco con él
Y... lo vencí
Tan sólo con un cuatro y un par de negras
Y me solacé con sus ménades

Luego fui descuartizado, cocido y devorado
Y renací de mi corazón
Tantas veces como quise
Y vuelvo a renacer

Soy una estatua
Por siempre inalterable
Invencible
Perdurable
Eterna
Soy eso
Una estatua

-Juan Carlos Serqueiros- 

AROMAS DE INVIERNO





























AROMAS DE INVIERNO
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Asoma helado y gris el día
Despertando aromas de frío
Tibio paño gris que en mi ventana
Se abraza a ellos como a un nido.

Extienden los brazos y soplan
Humos de café en el aire
Y de aliento fabrican cristales
Que silentes golpean mis vidrios.

Sin palabras me incitan seguirlos
A la gris humedad traslucida
Y en el juego travieso mis dedos
Ponen rostro a sus soplos de vida.

Con las yemas del sudor vidriado
Pinto caras, sonrisas, amores
Y en el borde de acero caen
Líneas de agua llevando emociones.

Mas ahora en el marco se encuentra
Con el fino sudor de ese frío
El calor de tus manos que frenan
Las heladas de este invierno mío.

-Gabriela Borraccetti-

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica. Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.