Quiero esbozar aquí un grato recuerdo al personaje de historieta que me conmovió y me hizo vivir horas y más horas de intensa y tierna emoción: Tintín, el reportero.
La inmortal creación de Hergé (pseudónimo empleado por el belga Georges Remi), publicada entre 1930 y 1976, ocupará siempre un sitial de privilegio en mi memoria; porque ¿cómo olvidar a su compañero inseparable: el fiel perro Milú, al gruñón capitán Haddock, a la insoportable soprano Bianca Castafiore, al genial profesor Tornasol y a los detectives Hernández y Fernández?
Las aventuras de Tintín en la Unión Soviética, en América, en el Congo, en Egipto, en la China, en el Tibet y hasta en la Luna, lo transportan a uno a ese mundo donde reina la fantasía, no se soslaya; al contrario, lo esotérico y lo onírico, y donde siempre triunfa el bien por sobre el mal.
Frecuentemente, aún hoy, con frecuencia, a mis 67 años de edad y siempre con renovado placer, me pongo a mirar en YouTube los distintos capítulos de la serie televisiva franco-canadiense dirigida por Stéphane Bernasconi, cuya intro puede usted, mi querido lector, ver y escuchar a través de este ENLACE.
Maestro Hergé: ¡gracias por tanta magia!
-Juan Carlos Serqueiros-
No hay comentarios:
Publicar un comentario