Uno de los temas centrales, emblemáticos, de Último bondi a Finisterre, es "Scaramanzia", cuya letra dice:
Scaramanzia
(Beilinson - Solari)
Un nuevo juego ligué
donde sos la heroína
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Y voy a comer del pastel
que llamas "la vampira"
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Yo solo espero vivir tus juegos
y luego no quiero que vuelvas a ser
como eras antes, no!
Me voy a ir junto a vos
bien lejos de este mundo
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
La buena felicidad dicen que no se nota
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Hoy todos somos gente del pasado
y la alucineta es que nadie
quiere volver a ser como antes, no!
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Scaramanzia
(Beilinson - Solari)
Un nuevo juego ligué
donde sos la heroína
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Y voy a comer del pastel
que llamas "la vampira"
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Yo solo espero vivir tus juegos
y luego no quiero que vuelvas a ser
como eras antes, no!
Me voy a ir junto a vos
bien lejos de este mundo
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
La buena felicidad dicen que no se nota
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Hoy todos somos gente del pasado
y la alucineta es que nadie
quiere volver a ser como antes, no!
Scaramanzia, cábala de amor virtual
Scaramanzia para un Sony samurai
Esta canción quizá sea en la que más frecuentemente la poética del Indio se intrinca y se bifurca en cuanto a la significación que más allá de la literalidad, se encierra en sus metáforas. Y es, en mi opinión, de las más "psicológicas" de sus canciones. En Solari la alusión a lo esotérico es frecuente: gualichos, buzios, chamanismo, etc. El título nos remite a la scaramanzia (vocablo italiano), que es una más de las tantas mancias, una antiquísima ciencia oculta para la adivinación derivada de la interpretación de la Qaballah (o Kaballah, o Cábala) hebrea y aplicada a la predicción de la suerte, que consiste en ir despejando capas (de allí el nombre: scara = escara) hasta ver el fondo. ¿Viste que el psicoanálisis es el arte de hacer consciente lo que está en el inconsciente? O bueno, algo más o menos así (y espero que esto que tan burdamente expresé no lo lea Gabriela, mi esposa, que precisamente es psicóloga y psicoanalista; porque seguro me pide el divorcio).
En la canción que nos ocupa, el Indio Solari vincula a la scaramanzia con un videogame donde aparece ese elemento, y es bajo esa "excusa" que se encierra lo que la letra quiere expresar simbólicamente, adentrándose en las siempre procelosas aguas del amor y de la felicidad.
“Un nuevo juego ligué / donde sos la heroína / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: Pintó un novedoso juego virtual, un videogame donde luchan entre sí todas las divinidades que se convocan a través de la scaramanzia mediante ritos y sortilegios. La "heroína" a la que se refiere es la protagonista del juego, que es la Suerte (que puede ser buena o mala, ahí es donde entra la scaramanzia; si son afortunados, triunfó la buena suerte, y viceversa). Lo de "Sony" es una referencia a esa marca emblemáticamente japonesa, mencionada específicamente, pero con el adicional de “samurai”, de manera de poner aún más de relieve, tanto la procedencia tecnológica del joystick o de la PC en la que está jugando; como a la vez, la virtualidad del juego. Y es ese par de frases lo que repite como estribillo en todas las estrofas.
“Y voy a comer del pastel / que llamas ‘la vampira’ / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: En el juego hay sacerdotes, sacerdotisas, demonios menores, gárgolas, dragones, ángeles de las tinieblas, etc.; así que supongo que “la vampira” se referirá a alguno de los personajes en ese contexto. Pero también, con lo de “vampira”, hay una velada alusión a la adicción que provoca un juego virtual; comparándola con una compulsión a drogarse, representada como una “vampira”, es decir, algo que nos consume, que nos “chupa la sangre”. Y también al amor, al cual si lo despojamos de la idealización que de él se hace en nuestra cultura, percibiremos que puede ser algo muy bueno; pero también muy dañino, porque no todos los amores son sanos.
“Yo solo espero vivir tus juegos / y luego no quiero que vuelvas a ser / como eras antes, no!”: Invoca a la Suerte así en abstracto. Espera disfrutar intensamente de ese juego virtual, y aguarda que la Suerte le sea propicia, espera ganar. Y quiere que esa buena suerte en el juego, se le traslade a todos los órdenes de su vida y en especial, al amor. Ya no "quiere ser como antes", no quiere seguir teniendo la mala suerte (o lo que él, empecinado en buscar en el afuera, achaca a la "mala suerte") que hasta allí le tocó. Y no quiere, en ese marco de deslumbrado enamoramiento que está experimentando, que la ella de quien está enamorado vuelva a ser como antes, es decir, atraviesa la angustia de los celos retrospectivos.
“Me voy a ir junto a vos / bien lejos de este mundo / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: Imaginariamente, se va con la Suerte, "bien lejos de este mundo", es decir: se traslada del mundo real a un mundo virtual y de fantasía (que es de lo que trata el juego). En síntesis, se propone evadirse.
“La buena felicidad dicen que no se nota / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: Alusión a que sólo se valora la buena suerte cuando nos ocurre algo malo, pero si no se da eso de que nos acontezca algo adverso; la felicidad pasa desapercibida ("no se nota"). Y en realidad, la felicidad no es algo que se trasunta y se ostenta; sino que consiste en esos instantes en los cuales sentimos que la vida, eso que Cátulo Castillo define magistralmente como "una herida absurda", después de todo quizá sí tenga un sentido. Y "no se nota" porque es algo mucho más profundo que la apariencia o que un torbellino de placer; la felicidad es lo más cercanos a la completud que podemos estar, porque siempre ¡ay, ay, ay! algo nos falta y jamas estaremos completos.
"Hoy todos somos gente del pasado / y la alucineta es que nadie / quiere volver a ser como antes, no! / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai": Y... sí, claro, "hoy todos somos gente del pasado" en tanto nuestra historia nos determina. Y recurrimos a la psicología, al análisis, vamos a terapia, cuando ya no podemos "manejar" la angustia. La psicología es el arte de curar el alma, y la tecnología de los juegos virtuales transportó al hablante lírico de la poesía a otro mundo: el del arte de la scaramanzia. Entonces alucina, divaga (“alucineta”, aludiendo al divague de una afición al esoterismo, pero como moda) con no volver al mundo real. Quiere quedarse en el mundo virtual y vivir la fantasía de manejar, a través de los secretos de la scaramanzia, a los hados de la Suerte y del Destino. Vana ilusión: él seguirá viviendo la tragedia de su frustración, de su angustia y de su infelicidad, permaneciendo anclado a un pasado al que, lejos de aceptar y asumir; busca eludir y ocultar, sin caer en la cuenta de que es en la insatisfacción consigo mismo donde anida el huevo de la serpiente.
“Y voy a comer del pastel / que llamas ‘la vampira’ / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: En el juego hay sacerdotes, sacerdotisas, demonios menores, gárgolas, dragones, ángeles de las tinieblas, etc.; así que supongo que “la vampira” se referirá a alguno de los personajes en ese contexto. Pero también, con lo de “vampira”, hay una velada alusión a la adicción que provoca un juego virtual; comparándola con una compulsión a drogarse, representada como una “vampira”, es decir, algo que nos consume, que nos “chupa la sangre”. Y también al amor, al cual si lo despojamos de la idealización que de él se hace en nuestra cultura, percibiremos que puede ser algo muy bueno; pero también muy dañino, porque no todos los amores son sanos.
“Yo solo espero vivir tus juegos / y luego no quiero que vuelvas a ser / como eras antes, no!”: Invoca a la Suerte así en abstracto. Espera disfrutar intensamente de ese juego virtual, y aguarda que la Suerte le sea propicia, espera ganar. Y quiere que esa buena suerte en el juego, se le traslade a todos los órdenes de su vida y en especial, al amor. Ya no "quiere ser como antes", no quiere seguir teniendo la mala suerte (o lo que él, empecinado en buscar en el afuera, achaca a la "mala suerte") que hasta allí le tocó. Y no quiere, en ese marco de deslumbrado enamoramiento que está experimentando, que la ella de quien está enamorado vuelva a ser como antes, es decir, atraviesa la angustia de los celos retrospectivos.
“Me voy a ir junto a vos / bien lejos de este mundo / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: Imaginariamente, se va con la Suerte, "bien lejos de este mundo", es decir: se traslada del mundo real a un mundo virtual y de fantasía (que es de lo que trata el juego). En síntesis, se propone evadirse.
“La buena felicidad dicen que no se nota / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai”: Alusión a que sólo se valora la buena suerte cuando nos ocurre algo malo, pero si no se da eso de que nos acontezca algo adverso; la felicidad pasa desapercibida ("no se nota"). Y en realidad, la felicidad no es algo que se trasunta y se ostenta; sino que consiste en esos instantes en los cuales sentimos que la vida, eso que Cátulo Castillo define magistralmente como "una herida absurda", después de todo quizá sí tenga un sentido. Y "no se nota" porque es algo mucho más profundo que la apariencia o que un torbellino de placer; la felicidad es lo más cercanos a la completud que podemos estar, porque siempre ¡ay, ay, ay! algo nos falta y jamas estaremos completos.
"Hoy todos somos gente del pasado / y la alucineta es que nadie / quiere volver a ser como antes, no! / Scaramanzia, cábala de amor virtual / Scaramanzia para un Sony samurai": Y... sí, claro, "hoy todos somos gente del pasado" en tanto nuestra historia nos determina. Y recurrimos a la psicología, al análisis, vamos a terapia, cuando ya no podemos "manejar" la angustia. La psicología es el arte de curar el alma, y la tecnología de los juegos virtuales transportó al hablante lírico de la poesía a otro mundo: el del arte de la scaramanzia. Entonces alucina, divaga (“alucineta”, aludiendo al divague de una afición al esoterismo, pero como moda) con no volver al mundo real. Quiere quedarse en el mundo virtual y vivir la fantasía de manejar, a través de los secretos de la scaramanzia, a los hados de la Suerte y del Destino. Vana ilusión: él seguirá viviendo la tragedia de su frustración, de su angustia y de su infelicidad, permaneciendo anclado a un pasado al que, lejos de aceptar y asumir; busca eludir y ocultar, sin caer en la cuenta de que es en la insatisfacción consigo mismo donde anida el huevo de la serpiente.
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-Juan Carlos Serqueiros-
Ufffff tremendo viaje!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYo también lo veo como una recaída en el consumo, que se puede permitir, pero no volver a ser como antes. Esa cosa de extrañar, pero que no nos permitimos volver porque sabemos que, aunque en el recuerdo todo pinta mucho mejor, no fue tan bueno como lo recordamos... mientras lo vivíamos. Lo digo desde mi experiencia, añoro y desprecio en igual medida los 90 en los que fui adolescente. Y aunque tengo un gran recuerdo sé que la vivencia no fue tan copada como la recuerdo
ResponderEliminarEn efecto cuando pone "La buena felicidad dicen que no se nota" me hace acordar de que la buena calidad en términos de estufefacientes no se nota el efecto en el consumidor. Por ejemplo, la merka sin adulterar no te pone duracell con la cara totalmente roja del subidón, las retinas dilatadas ni te va a dejar secuelas de sangrados nasales, etc. Pero claro que el Indio añade "dicen", ya que en el consumidor crónico esos síntomas se hacen presentes por más que sea de la que toman los presidentes. Lo mismo con otras drogas, conociendo que el Indio hizo bastantes letras con ese doble sentido, para mi la cosa va por ahí. Siguiendo su estilo también añade ese significado relacionado con los videojuegos y algunas cosas místicas que ya son su firma por excelencia.
EliminarEl hecho de referirse a un "juego virtual" y mencionar a Sony no creo que sea una simple coincidencia... en aquel 1998 la Sony PlayStation se encontraba en pleno auge, era la consola más popular y revolucionaria del momento... fue la primera en triunfar implementando gráficos poligonales en 3D y "de paso" aportarle a los videojuegos una madurez impresionante nunca antes vista.
ResponderEliminarMuy buenas y muy explicitas las interpretaciones que hacen, la verdad un gusto poder leer este blog. Un abrazo grande!
ResponderEliminarMuy explicitas y muy buenas las interpretaciones que hacen, la verdad es un gusto poder leer este blog, un abrazo grande!
ResponderEliminarCreo que cuando dice "la buena felicidad, dicen que no se nota" hace referencia a las redes sociales y una crítica a esa cultura de contar todo lo linda que es la vida de las personas en esas redes, pero en el fondo la buena felicidad es la Real, la que no se nota a los ojos de todos. Puede que en esa época todavía no había redes, eso habla de lo futurista de sus letras y a lo que estábamos por abordar
ResponderEliminarExacto, y el indio constantemente se fue adelantando al futuro en su obra.
Eliminarbuena interpretación! si bien reconocí varias referencias al esoterismo y lo oculto en la lírica del Indio, en este tema no... me parece que en "la buena felicidad, dicen que no se nota" también puede hacer alusión al hecho de que, quien se jacta de gozar y haber hallado la plenitud de su existencia, quizás en el fondo resguarda mucha frustración y miseria y, en cambio, quien quizás no exhibe jolgorio superficialmente, es más feliz.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo
EliminarExacto
EliminarMuy de acuerdo.
EliminarEcactamente
EliminarSoy samurái es una linea de vídeo juegos con altavoces, algo sofisticado para aquella época en que se hizo el tema, y como todo lo tecnológico va avanzando, recordamos los juegos anteriores, la vida como la veíamos antes y una parte de nosotros la extraña, pero la lucineta es que nadie quiere volver a ser como éramos antes, y si los "juegos" que nos ofrece esta "vampira" van avanzando en muchos aspectos querremos seguir jugándolos, cómo si fuera algo que no podemos dejar. No creo que hable exclusivamente de la droga, a cada cual la vida y sus entretenimientos les pega de manera distintas, a algunos con sus vicios literales a otros con otra clase de entretenimiento dañinos. Una vampira es una mujer muerta que nos chuparia la sangre, o sea, nos mataría. Por ser mujer, es seductora, nos hace daño, pero de alguna manera nos seduce
ResponderEliminarCoincido en tu comentario
EliminarParece hoy
ResponderEliminarSos un capo ,loco!👏👏👏 tu interpretación por las letras de los redondos!
ResponderEliminarGracias subtotales ; )
ResponderEliminar..La ilucineta que nadie quiere volver a ser como antes no!!!!
ResponderEliminarMuy buena interpretación, sin palabras 👏👏👏
ResponderEliminar❤️
ResponderEliminarLa alucineta parece referir a la sensación de que todo tiempo pasado fue mejor , pero curiosamente nadie volvería a su pasado por comodidad o por no arriesgar lo hasta ahora conseguido, incluso por no volver a sortear viejos obstáculos o situaciones incómodas.
ResponderEliminarAl referirse a " ser la de antes" pareciera sentirse embelesado por el componente trasgresor de "vampira" pero luego de que esta con él eso mismo le parece no deseable. Sería: se enamoran del Che Guevara y luego le afeitan la barba.
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