martes, 15 de noviembre de 2011

HISTORIAS DE PAYADORES: UN DUELO




Escribe: Juan Carlos Serqueiros

En 1956 (año de mi nacimiento tenía que ser...) los dos más trascendentales y populares payadores uruguayos: don Carlos Molina y don Héctor Umpiérrez, iniciaron arriba del escenario un duelo que comenzó con las guitarras y que siguió luego, abajo del mismo; pero con los facones.
¿El asunto? Una nada... cosas de la política, pensamientos encontrados, opiniones distintas. Cifra va, cifra viene; ironía va, ironía viene... y se armó nomás la pelea.

Don Carlos Molina era un payador de los llamados libertarios, de ideas anarquistas; y don Héctor Umpiérrez era… bueno, sabría él lo que era, porque cuesta encasillarlo. Particularmente, creo que fue lo que hoy consideraríamos un nacionalista de derecha. La cuestión es que lo ideológico se puso, por esas cosas del destino, por encima de lo artístico, y ambos criollos se trenzaron a cuchillo.
Don Carlos Molina le dio unas cuantas puñaladas a su contendiente, quien tuvo que ser llevado de urgencia a un hospital, en el que los médicos lograron salvarle la vida. Se organizó, por iniciativa de una emisora, una misa que fue transmitida por radio, para que la gente rezara por la recuperación de Umpiérrez.
Como él mismo lo afirmara durante el multitudinario asado que se hizo con motivo de celebrarse, el 24 de junio de 2008, su último cumpleaños; se salvó “sólo por voluntad de Dios”.
En esa ocasión, un Umpiérrez visiblemente emocionado, relató a sus invitados el rumbo de los pensamientos que lo llevaron a perdonar a su viejo adversario Molina, y cómo resolvió, en ese orden de ideas y sentimientos, asistir a la despedida de sus restos cuando don Carlos falleció, en 1998.
Don Carlos Molina murió el 30 de agosto de 1998 y don Héctor Umpiérrez el 4 de noviembre de 2009.
Vaya uno a saber en qué dimensión se andarán entreverando las guitarras de estos dos extraordinarios payadores…

6 comentarios:

  1. siendo muchacho joven, yo me radiqué en Maldonado, allá en el año 1995, y en ese entonces vivía en el barrio Cerro Pelado, muy cerca del Rancho del ilustre Raúl Montañez, que fue uno de los ocho payadores iniciales de la cruzada gaucha (entre ellos estaban, Juan Carlos Martínez de colonia, Clorómino Perez de San Carlos, Victoriano Nuñez de Santo, Aremis Arellano, y los otros dos que ahora, no me acuerdo),entonces en un ruedo de jineteadas que él intervino en ese escenario yo lo conocí y desde ahí me hice amigo de él, y lo visitaba siempre en su rancho, que era propiedad del municipio de Maldonado, cuya junta departamental por votación unánime, le facilitaron una vivienda, para que tuviera donde vivir el otrora payador, en esos días que iba a compartir las jornadas y hacerle mandados, me comentó de está histórica payada de Héctor Umpierrez y Carlos Molina( que fue en dos tiempos, comenzó en el cine de San José, y terminó en Montevideo, creo si mal no recuerdo, fue en el Parque Central al día siguiente), está violenta payada, no es tan así cómo se comenta en todos los sitios web, en realidad el payador Umpierrez sólo se defendió, porque en un momento del contrapunto, Molina se quedo sin argumentos ideológicos y arremetió con furia para matar a su oponente que se defendió con la guitarra, hasta que se lo sacó de encima y desde el suelo, se saco la bota y la uso de escudo, que hasta hoy en día se conserva como reliquia, de aquella trágica jornada de payadores.
    Walter Carlos Gutiérrez, del dpto. de Río Negro

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    1. Te mintió lindo he ..le metió como diez puntazo y le Apollo el facon en el cogote y le dijo q no valía la pena matarlo .. contado por mi abuelo ahí presente

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  2. Esa historia Walter Gutiérrez, no fue asi, nada que ver, primero que no fue en el lugar que dices, y después no fue asi. Seria bueno que cuando se hace un aporte sea serio.

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  3. si alguien tuviera la grabacion de la payada se podria hablar con mas realidad de lo que paso.

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  4. Buenas tardes compañero.
    Desde el momento que dice ser peronista, algo bueno tiene.
    Lo encontré porque estaba buscando sintético la verdad del duelo. Está complicada la cosa.
    Saludos de este Argentino Oriental.

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