miércoles, 28 de mayo de 2025

THOMAS CARLYLE: "EL DOCTOR FRANCIA"








































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Tenemos a Carlyle, a quien no se debe imitar. (Oscar Wilde)

Puede decirse que el grito de la historia nace con nosotros y que es uno de nuestros dones más importantes. En cierto sentido somos históricos todos los hombres. (Thomas Carlyle)

En 1843, Thomas Carlyle (n. Ecclefechan, Escocia, 1795-m. Londres, 1881) escribió “El doctor Francia”, obra inscripta en su corpus doctrinario, su propio marco teórico, el cual orbita en torno al concepto de que la historia del mundo no es sino la biografía de sus grandes hombres, de los Héroes, tal como los define.


Para Thomas Carlyle —con un absoluto desprecio suyo por la otredad, dicho sea de paso— el Dictador Perpetuo del Paraguay, doctor Gaspar Rodríguez de Francia, es una especie de fenómeno natural, alguien que se produce inevitablemente dado el contexto: hay un doctor Francia porque no puede ser de otro modo; porque no puede no haberlo, digamos. Es alguien que fue electo dictador en un congreso de patanes "que no sabían distinguir la mano derecha de la izquierda, que bebía inmensas cantidades de ron en las tabernas y sólo tenía un anhelo: el de volver a montar a caballo camino de la chacra y la cacería de perdices. Los militares fueron los que apoyaron a Francia, porque el ladrón de palladiums constitucionales (es la palabra que usa) había logrado ganárselos" (sic).
Es decir, lo que hace Carlyle en esta obra (y en otras suyas) es erigirse en exégeta del dictador, cuya figura solapa la del cuerpo social, o sea, la masa, a la cual atribuye sólo capacidades… primarias, por decirlo de algún modo, y a la que niega tanto racionalidad como voluntad inexorable de virtud, propiedades éstas que, para él, únicamente residen, claro, en el héroe: el dictador al que dicha masa debe indefectiblemente subordinarse y sujetarse obedeciéndolo sin vacilar ni flaquear.
Carlyle no considera a la dictadura como un gobierno de facto impuesto por la fuerza; sino como una institución que aparece ante la ruptura del orden jurídico cuando la clase hasta entonces dominante no acierta a interpretar a la masa y/o pone en peligro la existencia misma de la patria, ante lo cual se revuelve y deposita, sin reservas, la totalidad del poder en el dictador y se somete a su voluntad.
Finalizo esta apretada síntesis, concluyendo en que Carlyle compara al doctor Francia con Dionisio de Siracusa, y lo sitúa entre "los grandes hombres de América del Sur", a la par que lo considera como diferente.

-Juan Carlos Serqueiros-


miércoles, 21 de mayo de 2025

LA PALABRA Y LA COMUNICACIÓN































Escribe: Gabriela Borraccetti *

Una palabra no tiene tan sólo un significado; sino que adquiere significación múltiple según cultura, educación, herencia, necesidad, etc. Por lo tanto, cuando uno dice, pide o enuncia algo; también algo en la palabra se pierde.
La palabra es incompleta, nunca describe con totalidad aquello que queremos expresar, y sólo podremos hacer cadenas de ellas en el intento de buscar que el otro nos entienda tal y como pretendemos expresarnos.
Sin embargo; el malentendido está, aunque muchas veces pase desapercibido y creamos que el otro nos ha comprendido tal como queríamos. Eso es lo que hace que creamos en la comunicación. Pero la comunicación... no existe.


Por otro lado, la palabra plantea diferencias. Y de hecho, las introduce: imaginen las palabras "Damas" y "Caballeros" escritas por sobre una barra. Por debajo de cada barra, dos puertas totalmente iguales, encolumnadas una detrás de cada palabra.


Por lo tanto, aquello que en lo real no tiene diferencia alguna; pasa a tenerla cuando es nombrado. No existe diferencia dada, sino una que se produce por la estructura misma del significante.
Esa estructura pone en juego lo "legal", los pactos sociales, y en ese ejemplo de las puertas, fácilmente advertimos que hay un precepto que dice que damas y caballeros, mujeres y hombres, no deben compartir baños públicos. Entonces, la palabra divide, causa diferencias, y a su vez; introduce una legalidad: vos sos distinto a mí, y legalmente, cada uno de nosotros tiene un nombre en el registro civil, un nombre que implica derechos y obligaciones.
Si la palabra se perdiese y tan sólo reinara el acto, es muy probable que el ruido la suplantara. Y que en vez de amenazar con "te voy a pegar", diéramos efectivamente un golpe.
Por ello, una de las formas de mantenerse en la "legalidad" es intentando hablar, porque si no; el único camino que queda es la a-dicción y el acto puro. Dos cosas que por lo visto, están suplantando al diálogo en una sociedad que tan sólo consume.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.
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REFERENCIAS

Lacan, Jacques. a) La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud (en Escritos t1), Siglo Veintiuno Editores, México, 2009.
                             b) Las formaciones del inconsciente. Editorial Paidós, Buenos Aires, 1999.


lunes, 19 de mayo de 2025

LAS CASAS NATALES DE ALBERDI Y MONTEAGUDO























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

En la ciudad de Tucumán, en la calle que era indistintamente designada como del Cabildo y de San Francisco (9 de Julio en la actual nomenclatura) número 8 (hoy número 26), se situaba la casa en que nació Bernardo de Monteagudo. La misma ya no está, y en ese lugar hay… una pizzería.
Sobre la misma calle, unos pocos metros más atrás ("más atrás", en el sentido de circulación vehicular de esa arteria, me refiero), en la acera opuesta y casi en la esquina de 24 de Setiembre y 25 de Mayo (25 de Mayo y 9 de Julio son la misma calle, que cambia de nombre al intersectar con 24 de Setiembre), se alzaba la casa natal de Juan Bautista Alberdi. ¿Y sabés qué? Ya no está tampoco, y como ironía cruel del destino, en la actualidad, también hay allí… una pizzería.
Qué cosa, ¿no? Si hasta parece una burla de la historia. O mejor dicho; una burla a, la historia. 
Que lo parió, dijo Mendieta.

-Juan Carlos Serqueiros-


sábado, 17 de mayo de 2025

LAS PLATAFORMAS DIGITALES NO SON NEUTRAS



















Escribe: Gabriela Borraccetti *

Lo que ves y escuchas en YouTube, también puede eventualmente afectar tu salud mental. Por ejemplo: yo di con un canal (y como ese, muy probablemente habrá otros) que publica videos donde una supuesta IA “habla por sí sola” y anuncia un apocalipsis, encierros y el fin del mundo.
Aunque se presenta como ficción, el contenido es tan pero tan sugestivo y repetitivo, que puede generar ansiedad, paranoia e incluso brotes psicóticos en personas vulnerables.




Por supuesto, lo denuncié en YouTube, como corresponde, pero además; como psicóloga, me preocupa que este tipo de videos siga circulando sin regulación ni filtros éticos,. Y más aún me preocupa que los algoritmos que lo promueven estén diseñados por un puñado de personas que priorizan clics y rentabilidad y no salud mental ni verdad.
Recuerda, por favor: las plataformas digitales no son neutras en absoluto. Sus sistemas y sus IAs reflejan intereses comerciales y sesgos ideológicos.
Precisamente por eso, se impone como urgente abrir el debate: ¿Quién decide lo que vemos, sentimos y creemos?
Si el tema te inquieta tanto como a mí, entonces difundí y compartí esto. El silencio también es parte del problema.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. 
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


jueves, 15 de mayo de 2025

MÁSCARAS











































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

El escritor, periodista y guionista cubano Leonardo Padura (n. La Habana, 1955), es el autor de una serie de novelas protagonizadas por el personaje literario teniente Mario Conde: un policía que no halla explicación acerca de por qué lo es (ya que su vocación —no tornada aún en realidad tangible— es la de ser escritor), honestísimo, melancólico, desengañado y escéptico, fumador empedernido y que bebe cantidades industriales de ron y cerveza.
Mario Conde (a quien sus amigos y conocidos llaman “El Conde”) es la “excusa” de Padura para trasladar al libro su propia visión —ferozmente crítica, por cierto— acerca de la sociedad cubana actual, en tanto nos pinta un país distópico que agoniza entre el caos, la corrupción, la molicie, la miseria y el atraso.
“Máscaras” es la tercera novela de la tetralogía Las cuatro estaciones, escrita por Padura entre 1991 y 1998 (dicho sea de paso, hoy por hoy la saga Mario Conde ya lleva diez entregas, la última de ellas editada en 2022).
Yo había leído las dos primeras: “Pasado perfecto” (ed. 1991) y “Vientos de Cuaresma” (ed. 1994), y en rigor de verdad, debo decir que no me conmovieron. Ojo: no estoy afirmando que no me gustaron ni que me parecieron malas; sino simplemente que no me atraparon, sólo eso. Así que había relegado al bueno de Padura a ese rincón en que uno suele archivar los libros destinados a ser leídos en algún momento (que generalmente, ¡ay!, nunca llega).
Pero hete aquí que días pasados, mientras escuchaba “Habrá consecuencias” por El Destape, me di con que Ari Lijalad citaba a Padura entre los autores de novela policial que habían creado personajes literarios caracterizados por su afición a la buena gastronomía, entre los cuales mencionaba también al Comisario Montalbano de Andrea Camilleri (lo cual efectivamente, se da en el caso del policía italiano; pero difícilmente pueda aplicarse también al de Mario Conde, quien limitado a deglutir los sancochos —eso sí: muy apetitosos— que le prepara Josefina, la madre de su entrañable amigo el Flaco Carlos, se encuentra tan distante de la haute cuisine como La Habana lo está de París). Igual, más allá de ese detalle; lo cierto es que el comentario de Ari Lijalad me condujo a darle a Leonardo Padura otra oportunidad de cautivarme, porque a ver: ¿y si al fin de cuentas resultara que yo, obnubilado por el método ILVEM de lectura rápida que cargo como un estigma desde que tenía 12 años, no me hubiese percatado de que El Conde es en realidad un refinado gourmet? Así las cosas, me puse a leer “Máscaras”, y esta vez sí que Padura me pegó fuerte. No es buena; es MUY BUENA, de verdad.
¿La trama? Te cuento: en el parque El Bosque, de La Habana, un 6 de agosto, día en que la iglesia católica celebra la transfiguración de Jesús, es hallado el cadáver de un travesti que ha sido estrangulado con un lazo de seda roja. Esa “mujer sin los beneficios de la naturaleza”, como la define textualmente Padura, a quien luego de asesinarla le han metido dos monedas por el culo, resulta ser Alexis Arayán, hijo de un diplomático del gobierno cubano, y obviamente, dada la importancia y notoriedad del encumbrado funcionario, la policía espera resolver el caso a la brevedad y con el menor escándalo posible. Por ello el Viejo, su jefe, llama a Mario Conde (que a todo esto, debido a una sanción disciplinaria, se encuentra sujeto a investigación interna y cumpliendo funciones meramente administrativas) y le encarga la investigación. En el transcurso de la misma, el teniente deberá vencer sus propios prejuicios y alternar con un excéntrico, refinado, cultísimo e inteligente artista y escritor homosexual: el Marqués, quien lo acompañará en un trip por los entresijos de un sórdido submundo de nihilistas conversos al marxismo y marxistas convertidos en mierda (sic), entre los deslucidos pretiles que vienen a ser mudos testigos de la otrora bellísima arquitectura de La Habana hoy poco menos que en ruinas, en procura de despejar la verdad sobre el asesinato del travesti. Allí reemplazará sus forzosos hábitos masturbatorios, con el placer obtenido al sumergirse en la negritud del vello púbico y enredarse en las acrobacias sexuales de Poly, una culito de gorrión sin nido (sic) y libérrima pintora posmoderna que con increíble maestría lo satisface con todos sus orificios. El desenlace es impactante, porque el Conde no se conforma sólo con la resolución formal del caso y su rehabilitación como policía; sino que su búsqueda es mucho más ambiciosa…
En suma, una ácida viñeta de Padura, magistralmente escrita, sobre un régimen marxista que se evidencia como represor del homosexualismo ostensible y otras conductas socialmente reprobables (sic), continuador de la homofobia que arranca con la llegada de los españoles a los que les pareció cochino y bárbaro lo que hacían nuestros inditos sodomitas (sic). No te prives de leerla, te aseguro que esta novela vale la pena.

-Juan Carlos Serqueiros-

martes, 13 de mayo de 2025

SUEÑOS DE DIVÁN























Escribe: Gabriela Borraccetti (*)

Estaba feliz por haber comenzado análisis, pero esta vez había que enfrentar una situación que sin duda cambiaría de modo inexorable la relación entre ella y su analista: había soñado un encuentro sexual con él, y si bien en las imágenes no aparecían escenas de sexo explícito; el final del guion onírico se veía coronado con el acolchado del diván lo suficientemente arrugado, revuelto, como para testimoniar que el encuentro se había dado en el mismísimo consultorio.
Ella finalizó el relato de su sueño, y a sus espaldas lo escuchó decir: 
—Levántate.
Sobre sus mejillas corrió una especie de hormigueo que no la dejó pensar, y en un segundo (como ese que describen aquellos que estuvieron al borde de la muerte), imaginó tanto la posibilidad de tener que terminar su relación como paciente, como la de ser abrazada en señal de aceptación. Temblorosa, se puso de pie, y él volvió a indicarle:
—Observa el diván. ¿Cómo está el acolchado?
Repentinamente, ella comprendió que la imagen que tenía delante era idéntica a la del sueño, y sin embargo; el desconcierto no la dejó pronunciar palabra.
Lo miró como escrutando algo más, y él agregó:
—Si hubiésemos tenido sexo, ya no tendrías la necesidad de enfrentarte con tu angustia. Pareciera que el diván no te hace tan feliz. Hasta la próxima sesión.
Y allí, en ese instante, ella supo que la relación en efecto había cambiado inexorablemente: de ahora en más, él se convertiría en su analista.

Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. N. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.

domingo, 11 de mayo de 2025

11 DE MAYO, DÍA DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO



























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

"El himno de mi patria es el más hermoso del mundo". Si habremos leído / escuchado afirmar eso, ¿no? Cientos de veces, seguramente.
Y no deja de ser un lugar común, una frase hecha, como tantas otras, porque a ver: ¿para cuál nación su himno no será “el más hermoso del mundo"? Para nosotros es el nuestro, para los franceses La Marsellesa, para los ingleses God Save The Queen, para los alemanes Das Lied der Deutschen y así...
Para mí también, claro, nuestro Himno Nacional es el más hermoso del mundo; pero no lo sostengo sólo por patriotismo, por pertenencia a la nacionalidad argentina y por la excelsa calidad lírico musical (reconocida en todo el orbe, por otra parte) de sus estrofas y de su melodía, sino además (y fundamentalmente); porque en él se expresa la gloria de nuestra nación: haber cortado las cadenas del despotismo para liberarnos nosotros y los pueblos hermanos; para luego dejarlos dueños de sus destinos. Jamás sojuzgaron nuestros ejércitos a pueblo alguno de la tierra, y sólo fueron emisarios de la libertad. Si hasta tuvimos la generosidad de suprimir las estrofas que pudieran resultar "ofensivas" a los descendientes de los tiranos que nos oprimían.
Y todo eso... no es poco ¿o cuántas naciones pueden enorgullecerse de ello? ¡Argentinos, feliz Día del Himno Nacional!

-Juan Carlos Serqueiros-


sábado, 10 de mayo de 2025

EL FLOREO DEL TANO BERLINGIERI























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Todas las versiones de "Quejas de bandoneón", el maravilloso tango de Juan de Dios Filiberto, grabadas por la orquesta de ese genio único e irrepetible que fue el Gordo Aníbal Troilo, son en esencia prácticamente idénticas entre sí (sobre todo, porque es archisabido que Pichuco le daba al lápiz sin asco a la hora de tachar los arreglos que sus orquestadores le proponían, desechando la mayoría de ellos y dando su aprobación sólo a unos pocos).
Pero entre ellas (que son cinco, todas con arreglos del Gato Astor Piazzolla), hay una que se distingue por un pequeñísimo detalle que hasta donde me es dable saber, ha pasado extrañamente inadvertido: la registrada el día 16 de diciembre de 1958 para el sello Odeon, disco 52496, matriz 23722, en la que el extraordinario pianista Osvaldo Berlingieri, en el minuto 1:53, introduce un breve, fugacísimo "adorno", un "arabesco", un "firulete" (yo le digo arpegiado; algunos me han dicho que se llama glissando o glissé, e ignoro si será cierto, porque no sé música) ejecutado pasando rápidamente el pulgar sobre tres teclas, que al ejecutar ese tango no lo hicieron ninguno de sus otros pianistas a saber: Goñi, Basso, Figari, Manzi y Colángelo.
Escuchala cliqueando en este enlace:


Después, hacé la comparación con las otras versiones del mismo tema interpretadas por Troilo con los demás pianistas que tuvo: tanto las dos restantes que grabó (27.09.1944 para RCA Victor, disco 60-0560-A, con José Basso al piano; y otra en fecha no precisada de 1952 para el sello TK, disco S5100, matriz 126, con Carlos Figari), como así también las que lo tocó en vivo y están reproducidas en YouTube (la de 1972 en el teatro Colón y la de 1974 para la película “Esta es mi Argentina” dirigida por Leo Fleider con guion de Cátulo Castillo, ambas con José Colángelo al piano):





Y así podrás comprobar que aquella licencia interpretativa que se permitió Berlingieri, quedó acotada a la versión en la cual el pianista es él mismo.
¡Hasta la próxima!

-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen de portada: Elisa Semino, El alma está en orsai, acuarela, contemporáneo.


martes, 6 de mayo de 2025

CREER O REVENTAR


CREER O REVENTAR
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Un perro que mira con tristeza
Animales encerrados en bolsas selladas
Como si fueran juguetes
Políticos fogoneados por intereses espurios
Poderosos que nos roban a diario
Ricos que se cagan en pobres
Pobres que intentan trabajar
Pobres que no trabajan ni quieren
Ricos que no lo hicieron jamás
Sangre derramada por sangre
Por violencia
Por odio
Por carencia
Por prejuicios
Por necedad
Y nosotros mirando tras el vidrio
Sin saber si creer
O reventar.

-Gabriela Borraccetti-

Imagen de portada: Jesús Colomina Orgaz

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consultao terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.