Nadie es la patria, pero todos lo somos. / Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante, / ese límpido fuego misterioso. (Jorge Luis Borges)
Hoy, muy temprano, me levanté a estrenar mi nueva pala de jardín. Trasplanté cuatro rosales más una hortensia, ya que en verano el sol pulverizaría sus flores en menos de 24 horas. Saqué un cerco, puse otro, junté las cortezas de pino y diseñé otro cantero. Contra una pared, sigo guiando a una Santa Rita que desorientada, florece y lanza hojas del tamaño de la palma de mi mano. Cada color, cada maceta, cada rincón, es una visión del cuadro que contemplo extasiada al abrir mis ojos por las mañanas.
Sin querer, o al menos; sin habérmelo propuesto, reciclo, remodelo, decoro y recorro ese pequeño mundo que he ido creando y que seguiré expandiendo en el ámbito de ese pañuelo tan chiquito pero sin embargo; infinito, que es mi casa.
Me asombra que todas las personas que la visitan, coincidan en definirla con una misma palabra: acogedora. Parece que ha cobrado alma e invita a cada uno a dedicarle una palabra. No es lujosa, no es amplia, no es costosa, no es imponente; pero es cercana, es cálida, y es, en síntesis; lo que todos dicen (y yo también): acogedora.
Los cuadros que he pintado, las artesanías que hice, los muebles que reciclé, nuestros tres perros corriendo, nuestra gata haciendo un pozo, mi marido escribiendo o leyendo, un mate caliente, las hojas desprendidas del inmenso árbol de enfrente paseándose por mi pasillo, los pájaros cantando, mi trabajo que cruza fronteras llegando a lejanos países, todo, todo eso, parte de este punto mínimo en el mapa.
Y como extensión de ese paisaje cercano y amado; mi patria con mi bandera, esa casa grande que jamás pensaría en dejar. Podrán ofrecerme utopías, rascacielos, facilidades; pero aquí sé lo que tengo y lo que vale. Sé de su riqueza y de su potencial, sé de sus habitantes, mis compatriotas, mi gente y sus luchas. Sé de su música, de su acento, de sus esquinas… Entonces, ¿cómo podría pensar que haya en la tierra un lugar mejor para mí?
¡Feliz Día de la Independencia, querido hogar de mi corazón azul celeste y blanco!
Lic. Gabriela Borracceti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814
* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.
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