En setiembre y diciembre del pasado año 2022, tuvimos oportunidad de escuchar lo último del Indio con su “nueva” banda: El Mister y Los Marsupiales Extintos (el entrecomillado en “nueva” obedece a que entre Los Marsupiales hay integrantes de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado): en setiembre se estrenaron, en El Destape Radio, “De las ventajas de caminar dormido” y “Ken Kesey”; y en diciembre, este tremendo temazo: “El tío Jack”.
EL TÍO JACK
(Solari)
El tío Jack
dejó un bello tutorial
viví tu memoria
asombrate
Deja que tu mente
te encuentre
Si logras que no roben tu alma
quizás puedas volver
a dormir por el mundo
en tu sliping bag y soñar
Y soñar…
El tío Jack, vagabundo del Dharma fue
Llevaba el cerebro en alerta
emotiva
sin moderación
El tío Jack
El tío Jack
dejó un bello tutorial
viví tu memoria
asombrate
Deja que tu mente
te encuentre
Si logras que no roben tu alma
quizás puedas volver
a dormir por el mundo
en tu sliping bag y soñar
Y soñar…
Y llegados a este punto, mis queridos putes, debo confesar que al principio, cuando procuré analizar la lírica siguiendo el método que invariablemente utilizo: leer la poesía en simultáneo a escuchar la melodía y el canto, creí que hablaba del gran escritor Jack London, tanto por el empleo del Jack (entendido como hipocorístico del nombre John); como por eso de “dejó un bello tutorial” (que atribuí a la intención solariana de ensalzar su obra literaria), y sobre todo; por lo de “dormir por el mundo en tu sliping bag” (sic), creyendo que el Indio, con ese... casi inglés —la grafía correcta es sleeping bag, o sea, bolsa de dormir— no exento de cierta ironía, como en "Momo Sampler", pretendía aludir a la condición de viajero impenitente que había en London.
Pero después, cuando llegué a lo de "vagabundo del Dharma fue", comprendí que se refería a Jack Kerouac, uno de los máximos exponentes de la Generación Beat, expresando admiración por su extraordinario genio creativo (“Llevaba el cerebro en alerta emotiva sin moderación”), y citando en la letra su etapa de interés por el budismo y escritura (1957) de su novela “The Dharma Bums” ("Los vagabundos del Dharma"), editada el año siguiente, esto es, en 1958.
En suma, se trata de un homenaje que Solari le rinde a Kerouac en la forma de una hermosísima e hipnótica canción, con voz, loops y samples a cargo de El Mister, y con la magistral guitarra de Conrado Marsupial (Gaspar Benegas).
¿La disfrutamos juntos? Dale:
-Juan Carlos Serqueiros-
Buenísimo Juanca, como siempre muchas gracias
ResponderEliminarÚltimamente está homenajeando a todos los que de alguna manera participaron directa o indirectamente de la generación beat. El tío Albert Hoffman, El Tío Jack Kerouak, Ken Kesey y sus secuaces, La vida es una misión secreta. Y todo se enlaza para entender mejor su libro escenas del delito americano. Linda etapa del Indio.
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