viernes, 16 de mayo de 2014

COMPRENSIÓN Y DOLOR




















Solazarnos con las partes de nuestra historia que nos gustan, y denostar, ocultar, tergiversar o negar las que no nos agradan, no conduce a entender nuestro pasado, ergo; no sirve para entendernos a nosotros mismos. 
Si estudiar y examinar concienzuda y exhaustivamente nuestro pretérito de modo de poder asirlo, de lograr aprehenderlo, no nos mueve al llanto; ciertamente entonces haríamos bien en cambiar el historiador que estemos leyendo por otro, o replantearnos el análisis propio que hayamos hecho nosotros mismos; porque la comprensión de nuestra historia sólo puede provenir del dolor.

-Juan Carlos Serqueiros-

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