miércoles, 16 de noviembre de 2011

ANAHÍ Y PANAMBÍ












Escribe: Juan Carlos Serqueiros

En esta oportunidad, me voy a referir a la cultura guaranítica, tan pródiga, tan rica en mitos y leyendas que se mantienen enraizadas en el tiempo con asombrosa intensidad, con notable empeño. 
Dos de las más difundidas, son las de Anahí y la de Panambí. Animado por el deseo de que las disfruten, paso a relatárselas:
Anahí (en guaraní: "bella como flor de ceibo"), era una doncella de la indómita tribu Guayaquí, la que más encarnizada resistencia opuso a los conquistadores españoles. Cuenta la leyenda que Anahí era muy poco agraciada en cuanto a la belleza de sus facciones, pero en cambio; la Naturaleza la había dotado de una voz tan hermosa, que trocaba su fealdad física en belleza extasiable y que era capaz de acallar el murmullo de las aguas del río y de detener el vuelo de los pájaros, que se quedaban inmóviles para escuchar su canto. Mientras tanto, la guerra de los guayaquíes contra los españoles continuaba, cada vez con mayor ferocidad. Los conquistadores atribuían la tenacidad de los guayaquíes a la brujería, a pactos con el diablo, y por ello, cuando los apresaban, era frecuente que los condenaran a la hoguera. 

Ante ese cuadro de situación, Anahí, que amaba entrañablemente a su raza, a su selva y a su río, dejó de cantar las cautivantes melodías que entonaba, y de allí en más dedicó su voz a azuzar y alentar a los suyos en el combate contra los intrusos europeos. Un día, Anahí cayó prisionera; pero en un descuido logró escapar, golpeando a un centinela español que murió de resultas de ese golpe. Recapturada, Anahí fue condenada a morir en la hoguera, quemada viva por brujería. La ataron a un poste, encendieron los leños, y las llamas hicieron presa de Anahí, que en lugar de gritar al quemarse su cuerpo; elevó su voz en un cántico a sus dioses, pidiendo por la libertad de su pueblo. Al clarear, en lugar del poste de la hoguera al cual fue amarrada Anahí; había un hermoso árbol, de flores tan rojas como el fuego que la había quemado: el ceibo.
Panambí (en guaraní: mariposa) era una hermosa india que vivía con su madre. Día a día, navegaba por el río en su canoa hacia las islas, en busca de frutos de la selva y de miel. Pero una tarde, vio una canoa que venía en dirección contraria a la suya, transportando a un apuesto guaraní, radiante en su fortaleza y virilidad, que la miraba fijamente. Panambí quedó extasiada por su figura, y se quedó inmóvil, hasta que la luna brilló sobre el río. Dándose cuenta de lo tarde que era y de lo preocupada que estaría su madre, Panambí volvió presurosa a su ogá. Pero el recuerdo de ese extraño encuentro, se le quedó grabado como una obsesión; y diariamente, Panambí volvía con su canoa al mismo sitio para ver pasar al guaraní que la había trastornado, que era nada menos que Pyrá-Yará, el Dueño del Río y de los Peces, que por mandato del dios de los guaraníes, no podía amar a ninguna mujer terrenal. Hasta que una noche, durmiendo en su hamaca, Panambí percibió el ruido de los remos de la canoa de Pyrá-Yará, que insistentemente reclamaba su presencia como un imperativo mandato. Sigilosamente, Panambí salió de su ogá y caminando, se internó en el río para encontrarse con Pyrá-Yará. Muy pronto, las aguas la cubrieron, y el cuerpo ya sin vida de Panambí, llegó, arrastrado por la corriente, hasta el sitio donde aguardaba el Dueño del Río y de los Peces. Éste sacó del agua el cadáver de Panambí, y lo depositó en una especie de balsa que llevaba atada a la popa de su canoa. Los cabellos de Panambí, dejaban sobre el agua una estela a su paso, a medida que la canoa de Pyrá-Yará se dirigía a la Gran Catarata, al I-guazú (agua grande). Al llegar a ésta, la canoa del Dueño del Río y de los Peces, se precipitó en el vórtice, reapareciendo luego del salto inmenso, porque Pyrá-Yará era sobrenatural y no podía morir; pero el cuerpo de Panambí, quedó convertido en piedra, conservando la forma de su figura humana, y su cabeza es acariciada por un curso de agua que representa el velo de la novia, de esa novia terrenal que Pyrá-Yará tenía prohibido amar.
Cabe destacar que hay otras versiones de esta leyenda. Por ejemplo, en su variante correntina, Panambí pasa a ser la hija del cacique guaraní Guazú-tí (gamo) y de su esposa Carandá-í (palmera), que desesperados por la muerte de los hijos que iban teniendo, atacados por una misteriosa enfermedad; conjuraron al dios guaraní para que los bendijera con un nuevo nacimiento, y éste les mandó a Panambí, a quien sus padres, en el afán de preservarla de la enfermedad que había acabado con la vida de sus otros hijos, cuidaban con tanto empeño, que la mantenían en el interior de su ogá, sin permitirle salir al exterior. Pero Panambí languidecía lentamente, y el cacique Guazú-tí solicitó la ayuda del brujo de la tribu, quien aconsejó que la dejaran salir al sol. Tan benéficos fueron los rayos solares con Panambí, que se convirtió en una hermosa cuñataí (doncella), que despertó el amor del hijo del cacique de una tribu enemiga: Pirayú (en guaraní: dorado, el pez llamado el Tigre del Paraná), quien la solicitó a su padre en matrimonio. Guazú-ti consultó su parecer a Panambí, y ésta manifestó que no deseaba casarse con Pirayú, desatándose entonces una feroz guerra entre ambas tribus. Muerto Guazú-ti de un flechazo en el corazón, Panambí huyó, perseguida por Pirayú, quien logró acorralarla; pero en el momento en que iba a apresarla, Panambí alzó sus brazos implorando ayuda al sol, y el astro mantuvo inmóvil a Pirayú al tiempo que envolvía a Panambí en un haz de luz enceguecedora. Cuando el haz de luz se dispersó, Panambí había desaparecido en una estela que se elevaba en el cielo rumbo al sol; y en su lugar, había una planta coronada con una extraña flor, que parecía una cabeza humana girando en dirección al astro rey: el girasol.


-Juan Carlos Serqueiros- 

5 comentarios:

  1. Permisoo me dejas usar tu post para mi pagina soy de paraguay y hace rato buscaba esta leyenda bien contada xq no me la acordaba del todo

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  2. http://www.facebook.com/panambi.unas ahi lo voy a publicar gracias

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  3. No hay ningún problema, podés compartir el enlace en tu página. Saludos

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Juan Carlos, estoy fascinado por el amplio contenido de la pagina: anécdotas, mitología, historias, música, artes. Estoy muy entretenido y el fino vocablo que le dedicas a las narrativas hace que me agrade mucho el Blog.
    Recomendaré algunas historias en paginas relativas. Saludos. Gracias.

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