Escribe: Juan Carlos Serqueiros
La bestia pop
(Beilinson - Solari)
Mi héroe es la gran bestia pop
que enciende en sueños la vigilia
y antes que cuente diez dormirá
A brillar mi amor
vamos a brillar mi amor
Mi amigo está groggy sin destilar
pero yo sé que hay caballos
que se mueren potros sin galopar
Voy a bailar el rock del rico Luna Park
y atomizar la butaca y brillar
como mi héroe la gran bestia pop
La característica principal de este tema es su ambigüedad. Todas las frases sugieren algo difuso, tienen un sentido y pintan un contexto, pero lo hacen a partir de sugerencias, alusiones y atisbos; no son definiciones concretas.
Mi héroe es la gran bestia pop
que enciende en sueños la vigilia
y antes que cuente diez dormirá
A brillar mi amor
vamos a brillar mi amor
Mi amigo está groggy sin destilar
pero yo sé que hay caballos
que se mueren potros sin galopar
Voy a bailar el rock del rico Luna Park
y atomizar la butaca y brillar
como mi héroe la gran bestia pop
La característica principal de este tema es su ambigüedad. Todas las frases sugieren algo difuso, tienen un sentido y pintan un contexto, pero lo hacen a partir de sugerencias, alusiones y atisbos; no son definiciones concretas.
La canción está dedicada a un barra brava, ya fallecido, de Gimnasia y Esgrima La Plata: José Luis Torres (a) el Negro José Luis, pero su letra no trata específicamente acerca de él; sino que es una especie de enunciado sobre ciertos aspectos del pop y del rock como espectáculo.
También, y así como al pasar, hay una suerte de crítica -y a la vez de celebración (como señaló el propio Indio, la ambigüedad tiene en este tema un rol principalísmo)- a los jefes de las barras bravas futboleras (en este caso puntual, al Negro José Luis), y a la adhesión que despiertan entre quienes los siguen, tomándolos como héroes.
“Que enciende en sueños la vigilia / y antes que cuente diez dormirá”: Es una alusión mordaz, irónica, a lo fugaz del éxito de algunas bandas. El Indio juega con una aparente contradicción, que en realidad no es tal: ese músico o banda que se convierte en el "héroe" del espectador, le provoca una suerte de vigilia (vigilia: estar en vela, desvelado, sin sueño); pero esa ilusión, esa expectativa que le despierta la música de su "héroe", es efímera; pronto el espectador se convencerá de que su "héroe" no es tan héroe, no es tan "estrella" como creyó, y se hartará de él, se "dormirá antes que cuente diez", es decir, se aburrirá rápidamente, se desilusionará. Lo de "antes que cuente diez" es una sutileza de Solari, porque el escenario donde sitúa la acción es el Luna Park, cuyo objeto es el espectáculo del box, entonces, usa una frase alusiva a un knock out: el conteo hasta diez cuando cae un púgil. Y hay de paso, flotando en la metáfora, una alusión a las condiciones de excelente peleador que evidenciaba el Negro José Luis.
“A brillar mi amor / vamos a brillar mi amor”: Ambas frases del estribillo denotan -y hasta ponen de manifiesto más aún- la ambigüedad de la letra: critica algo y al mismo tiempo lo celebra.
“Mi amigo está groggy sin destilar / pero yo sé que hay caballos / que se mueren potros sin galopar”: Tremendo palazo solariano a las estrellas del pop y del rock que se suben a la fama y aprovechan los placeres derivados de la misma: minas, drogas, limosinas, etc. El tipo está "groggy sin destilar", es decir, está aturdido por la celebridad que súbitamente ganó, y en ese contexto, sólo atina a abusar de las cosas a las que tiene acceso por su fama (en este caso puntual: la falopa y el alcohol). Pero su éxito es sólo aparente; no va a ser trascendente, no va a durar mucho, porque se trata de una "estrella" de la música, pero de efímero suceso. Es como un caballo que morirá potro sin llegar a galopar nunca, y lo compara con un flash de droga de mala calidad y una bebida alcohólica mal destilada. "Caballo" se le dice a una droga en particular: la heroína, y los "caballos que se mueren potros sin galopar" son dosis de heroína berreta, que no producen el efecto buscado, no llegan a provocarle un "viaje" al que la consume. Y otra vez tenemos aquí una metáfora de doble significación, ya que hay el recuerdo de un suceso que le aconteció en una cancha al Negro José Luis: cierta vez, dado vuelta por la falopa y el alcohol, se cayó de cabeza sobre un escalón de cemento, y así, groggy como había quedado luego del tremendo porrazo que se dio; se incorporó como si nada le hubiese pasado.
“Voy a bailar el rock del rico Luna Park / y atomizar la butaca y brillar / como mi héroe la gran bestia pop”: El Indio vuelve a situarse en el lugar del espectador que concurre al recital. Ese espectador se identifica con la estrella del pop a la que admira, a la que considera su héroe, y en su imaginación, se cree capaz de cometer sus mismos excesos: si su estrella se droga; él también lo hace, y si su héroe rompe la guitarra en el escenario; él también es capaz de atomizar la butaca, es decir, de romper todo (recordemos que eran constantes los destrozos producidos por el público en el Luna Park).
ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE
-Juan Carlos Serqueiros-
Un párrafo aparte merece el solo de saxo de Willy Crook, ese fraseo musical pegadizo que todos hemos silbado alguna vez, ¿no? Los bobos de siempre, esos que no tienen historia redonda sobre sus espaldas y que constantemente creen haber descubierto el agujero del mate, han llevado su atrevimiento al extremo de sostener que Solari y Beilinson plagiaron esa melodía, la cual atribuyen a Maurice Jarre, autor de la banda de sonido de la película "Lawrence de Arabia" (1962). La verdad está tan distante de ese delirio, como lo está La Quiaca de Tombuctú, porque lo cierto es que esa música, uno de cuyos fragmentos ejecuta Willy en "La bestia pop", nació en la década de 1920 (en 1928, para los amantes de la precisión), en Yanquilandia, y es la de una canción titulada "Softly, as in a Morning Sunrise", compuesta por Sigmund Romberg sobre una letra autoría de Oscar Hammerstein II para la comedia musical titulada The New Moon. La hicieron en ritmo de tango, en razón de la temática que aborda: el lamento por un amor truncado. Al año siguiente, esto es, 1929; el sello Victor la editó en disco, interpretada en tiempo de fox trot por Nat Shilkret y The Victor Orchestra con vocalización a cargo de Franklyn Baur. Por su parte, Oscar Hammerstein recién la haría grabar en 1947, a gran orquesta.
Desde que esa canción fue creada, muchos artistas la han tocado, cantado o ambas cosas, en los más diversos géneros y estilos. Particularmente, estoy inclinado a suponer que el Indio, Skay o los dos, tomaron ese fraseo musical que en la edición original de Gulp hace el saxo de Willy Crook, de la versión de John Coltrane o quizá de la de Chet Baker, chi lo sa...
Desde que esa canción fue creada, muchos artistas la han tocado, cantado o ambas cosas, en los más diversos géneros y estilos. Particularmente, estoy inclinado a suponer que el Indio, Skay o los dos, tomaron ese fraseo musical que en la edición original de Gulp hace el saxo de Willy Crook, de la versión de John Coltrane o quizá de la de Chet Baker, chi lo sa...
A continuación, les dejo algunos enlaces:
Volviendo a la poesía, Solari sitúa la acción en el Luna Park, porque era allí donde se realizaban en los 80 los shows poperos más convocantes.
En la primera frase, “mi héroe es la gran bestia pop”, se sitúa en el lugar de alguien perteneciente al público, que asiste a un recital de pop-rock, toma como referente a un músico o banda determinada y lo hace su "héroe", cayendo en eso de llevar al extremo de la idolatría la admiración por un artista. También, y así como al pasar, hay una suerte de crítica -y a la vez de celebración (como señaló el propio Indio, la ambigüedad tiene en este tema un rol principalísmo)- a los jefes de las barras bravas futboleras (en este caso puntual, al Negro José Luis), y a la adhesión que despiertan entre quienes los siguen, tomándolos como héroes.
“Que enciende en sueños la vigilia / y antes que cuente diez dormirá”: Es una alusión mordaz, irónica, a lo fugaz del éxito de algunas bandas. El Indio juega con una aparente contradicción, que en realidad no es tal: ese músico o banda que se convierte en el "héroe" del espectador, le provoca una suerte de vigilia (vigilia: estar en vela, desvelado, sin sueño); pero esa ilusión, esa expectativa que le despierta la música de su "héroe", es efímera; pronto el espectador se convencerá de que su "héroe" no es tan héroe, no es tan "estrella" como creyó, y se hartará de él, se "dormirá antes que cuente diez", es decir, se aburrirá rápidamente, se desilusionará. Lo de "antes que cuente diez" es una sutileza de Solari, porque el escenario donde sitúa la acción es el Luna Park, cuyo objeto es el espectáculo del box, entonces, usa una frase alusiva a un knock out: el conteo hasta diez cuando cae un púgil. Y hay de paso, flotando en la metáfora, una alusión a las condiciones de excelente peleador que evidenciaba el Negro José Luis.
“A brillar mi amor / vamos a brillar mi amor”: Ambas frases del estribillo denotan -y hasta ponen de manifiesto más aún- la ambigüedad de la letra: critica algo y al mismo tiempo lo celebra.
“Mi amigo está groggy sin destilar / pero yo sé que hay caballos / que se mueren potros sin galopar”: Tremendo palazo solariano a las estrellas del pop y del rock que se suben a la fama y aprovechan los placeres derivados de la misma: minas, drogas, limosinas, etc. El tipo está "groggy sin destilar", es decir, está aturdido por la celebridad que súbitamente ganó, y en ese contexto, sólo atina a abusar de las cosas a las que tiene acceso por su fama (en este caso puntual: la falopa y el alcohol). Pero su éxito es sólo aparente; no va a ser trascendente, no va a durar mucho, porque se trata de una "estrella" de la música, pero de efímero suceso. Es como un caballo que morirá potro sin llegar a galopar nunca, y lo compara con un flash de droga de mala calidad y una bebida alcohólica mal destilada. "Caballo" se le dice a una droga en particular: la heroína, y los "caballos que se mueren potros sin galopar" son dosis de heroína berreta, que no producen el efecto buscado, no llegan a provocarle un "viaje" al que la consume. Y otra vez tenemos aquí una metáfora de doble significación, ya que hay el recuerdo de un suceso que le aconteció en una cancha al Negro José Luis: cierta vez, dado vuelta por la falopa y el alcohol, se cayó de cabeza sobre un escalón de cemento, y así, groggy como había quedado luego del tremendo porrazo que se dio; se incorporó como si nada le hubiese pasado.
“Voy a bailar el rock del rico Luna Park / y atomizar la butaca y brillar / como mi héroe la gran bestia pop”: El Indio vuelve a situarse en el lugar del espectador que concurre al recital. Ese espectador se identifica con la estrella del pop a la que admira, a la que considera su héroe, y en su imaginación, se cree capaz de cometer sus mismos excesos: si su estrella se droga; él también lo hace, y si su héroe rompe la guitarra en el escenario; él también es capaz de atomizar la butaca, es decir, de romper todo (recordemos que eran constantes los destrozos producidos por el público en el Luna Park).
ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE
-Juan Carlos Serqueiros-
Este blog es increible! . Mil gracias.
ResponderEliminarMuy buena explicación, es una canción bárbara!!!
ResponderEliminarBrillante! Muy buen analisis y un aporte enorme a aquellos que disfrutamos de esta banda
ResponderEliminarexcelente analisis,slds.
ResponderEliminarInigualables los Redondos...y el negro "jose luis" un gran tipo, lo conoci el plaza italia de la plata...tambien le dedique un tema de v8 con mi banda callejera...."El Cazador"👍 Mago
ResponderEliminarAguante el Indio
ResponderEliminarestoy culturizandome con respecto a la musica de los redondos y esta pagina me esta ayudando con los primeros temas de Gulp!, gracias, un saludo desde Paraguay
ResponderEliminarmuy bueno todo lo que haces, saludos
ResponderEliminarLa cancha donde el negro se partio el mate fue la de platense
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