Etiqueta Negra
(Beilinson - Solari)
Venía rápido, muy rápido y se le soltó un patín
a él, que era rey de esta jungla, se le soltó un patín...
Venía rápido, muy rápido y se le soltó un patín
a él, que era rey de esta jungla, se le soltó un patín...
Su corazón no era un hotel
(aunque corría ese rumor)
y hoy tiene una entre otras cruces
en este bosque siempre cruel.
Dejó un billete que pide a gritos que lo gasten
Como una hoja derivó en tu mismo turbio río
Entre amuletos y talismanes su destino desafió
Si su nariz crecía de tamaño, prometía más.
No le robaba nunca nada a nadie
(a nadie en especial)
ganó un orzuelo de tercer ojo
y su nariz sangró.
No hubo caricias para su celo moro
y ahora mira crecer las flores desde abajo.
El título es una asociación de ideas entre la famosa marca de whisky Johnnie Walker en su versión de mejor calidad: la de etiqueta negra en la botella; y un hecho luctuoso: la muerte de un marginal en el marco de un crimen quizá con aristas de pasional, o tal vez vinculado a sus actividades delictivas (negro= luto, muerte). Es decir, le pusieron una "etiqueta negra", aludiendo a la que se les pone a los cadáveres en la morgue, colgadas del dedo gordo del pie. He aquí el manuscrito del propio Indio:
La canción está dedicada a un barra brava de Gimnasia y Esgrima La Plata: Marcelo Amuchástegui (a) "El Loco Fierro", muerto en Rosario durante un enfrentamiento con la policía, lo cual no necesariamente significa que la temática que se aborda en la canción, se base en vivencias protagonizadas por el personaje a quien está dedicada; salvo en alusiones muy puntuales.
“Venía rápido, muy rápido y se le soltó un patín”: El tipito venía en ascenso en su carrera delictiva de rufián, de fiolo; pero rápido, demasiado rápido, y se le armó bardo con una de las minas que se prostituían en su beneficio: una de ellas se le "suelta" ("se le soltó un patín", en un doble sentido: refiriéndose a que el yiro se le piantó con otro fiolo, y a que la situación con ella se le fue de las manos y ya no puede manejarla).
“Venía rápido, muy rápido y se le soltó un patín”: El tipito venía en ascenso en su carrera delictiva de rufián, de fiolo; pero rápido, demasiado rápido, y se le armó bardo con una de las minas que se prostituían en su beneficio: una de ellas se le "suelta" ("se le soltó un patín", en un doble sentido: refiriéndose a que el yiro se le piantó con otro fiolo, y a que la situación con ella se le fue de las manos y ya no puede manejarla).
“a él, que era el rey de esta jungla. / Se le soltó un patín”: Justo a él, que se creía el rey de los piolas, un banana que se las sabía todas, que en apariencia creía tener todo bajo control, le viene a pasar eso... Se creía un winner y pintaba para eso; pero en realidad, era un loser.
“Su corazón, no era un hotel / (aunque corría ese rumor) “: Hotel: albergue, hostal, sitio para hospedar o alojar circunstancialmente personas. Alude a que parecía ("corría ese rumor"), que así como un hotel tiene habitaciones para alojar a varias personas; el tipito tenía lugar en su corazón para querer a muchas minas a la vez (como si estuviera refiriéndose a que aparentaba amar a todas las trolas que yiraban para él), pero en realidad, esa apariencia era engañosa; él amaba a una sola mujer: justo esa, el “patín” que se le “soltó”.
“y hoy tiene una entre otras cruces / en este bosque siempre cruel”: Hoy está en el cementerio, es un muerto más entre tantos otros, sólo una cruz más entre muchas otras cruces (no queda claro si lo mató la mina o algún fiolo más poderoso que él, o quién carajo lo mandó al otro mundo; pero sí se evidencia que no murió de muerte natural, sino que lo amasijaron). En esta estrofa, el Indio aprovecha también, para meter una alusión velada a la persona a la cual dedicó la canción, ya que el cuerpo del Loco Fierro fue cremado y sus cenizas arrojadas detrás del arco de la cancha de Gimnasia y Esgrima que da al bosque de La Plata (hay muchos hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata que piden ser cremados a su muerte, y que sus cenizas sean esparcidas detrás de ese arco que da al bosque, de ahí también lo de “este bosque siempre cruel”).
“Dejó un billete que pide a gritos que lo gasten”: Al morir dejó buena guita (“dejó un billete”), pero es guita negra, producto del delito, y por eso hay que gastarla (“que pide a gritos que lo gasten”); porque no es dinero legítimo que se pueda invertir; no queda otra que gastarlo rápidamente.
“como una hoja derivó en tu mismo turbio río”: Una metáfora que hace el Indio entre una hoja caída de algún árbol que la arrastran los hilos de agua que se forman junto a los cordones de las veredas cuando llueve, y el chabón arrastrado al mundo del delito, a la vida turbia de lo marginal; y también al destino final de la guita que dejó el tipo al morir. Derivar es ir a la deriva, sin rumbo fijo, y también derivar es emanar de algo, ser consecuencia de algo. En su genial poder de síntesis, Solari en la misma frase engloba todo: causa (el chabón se metió en el mundo del delito y terminó mal; se enfrentó con alguna/o que terminó matándolo de un tiro y a su guita la va a gastar rápidamente alguien), y consecuencia (el mundo del delito y sus propios engaños, todo eso lo llevó a la muerte). De paso, además; se está refiriendo a que la mina también es arrastrada por él a lo turbio: ejercer la prostitución.
“Entre amuletos y talismanes su destino desafió”: El fulano era supersticioso, creía en todo eso de amuletos y talismanes para la buena fortuna; pero tentó a la suerte en demasía creyéndose un capo, y perdió: lo amasijaron.
“si su nariz crecía de tamaño, prometía más": Una metáfora de doble significación. Por un lado, alude al cuento infantil de Pinocho, el muñeco al que le crecía la nariz cuando mentía. El tipito de la canción vivía engañando, y cuando lo descubrían en una mendacidad, para zafar; seguía mintiendo y prometía corregirse. Pero su promesa de enmendarse era sólo otra mentira; seguía en la suya, mintiendo siempre. Y por otro lado, su nariz crecía de tamaño, ¿y por qué? Obviamente, por la merca que aspiraba. Se da a entender que la mina que se le piantó, le reclamaba cambiar de vida, y él prometía hacerlo, pero terminaba por no cumplir; hasta que la mina se hartó de sus mentiras y se armó bardo. Y también, de paso; a que probablemente anduviera implicado con la cana en el tráfico de drogas y otras actividades delictivas.
“No le robaba nunca nada a nadie / (a nadie en especial)": Solari hace un juego de palabras para afirmar algo, negándolo en apariencia. Vendría a ser algo así como un “oxímoron largo”: dice que el tipo “no robaba nunca”; pero enseguida dice “a nadie en especial”, o sea que está afirmando que el tipo sí robaba. Se trata de otra alusión al personaje a quien está dedicada la canción, el “Loco Fierro”, ya que el día en que la policía de Rosario lo mató, se esgrimió el argumento de que había perpetrado un robo en una joyería y que al huir se tiroteó con la policía y eso originó que ésta lo matase. Siempre quedó la sospecha de que todo era mentira y que el chabón, por lo menos ese día; no estaba robando nada.
“ganó un orzuelo de tercer ojo / y su nariz sangró”: Esta frase es genial y es indicativa de la tremenda cultura general del Indio. Juega con un paralelismo entre el buraco del tiro con el que lo amasijan al chabón, y los conceptos de Ouspensky y Gurjieff (psicólogos y filósofos que el Indio leyó mucho) acerca de el Cuarto Camino, el Tercer Órgano, etc., y el Tercer Ojo (que es algo así como la capacidad que tienen algunas personas para "ver" cosas que el común de la gente no puede percibir. Por mi parte, leí a Ouspensky muy superficialmente y a Gurjieff nunca; así que acá necesitaría aportes extras, si es que hubiera algo para profundizar un cacho). La frase alude a que el chabón de la canción, no poseía la facultad del tercer ojo; porque "lo cerró un orzuelo", queriendo decir que si hubiera tenido esa facultad del tercer ojo; se habría dado cuenta del quilombo que se le venía encima. No la tuvo, y por eso lo amasijaron. Es decir, no era tan inteligente ni tan ganador como él creía, no era perceptivo.
“No hubo caricias para su celo moro”: Otra genialidad del Indio con su impresionante poder de síntesis; porque en siete palabras describe toda una situación. Se refiere al personaje de Shakespeare que se transformó en el paradigma de los celos en la literatura universal: Otelo, el Moro de Venecia (“celo moro"). En la obra de Shakespeare, Otelo vive atormentado por los celos hacia su esposa Desdémona, y ésta (que lo ama) lo calma con infinita paciencia, bondad y caricias, hasta que Otelo al fin la mata, movido por esos celos enfermizos instigados por Yago. Solari dice irónicamente que para el chabón de la canción no hubo caricias; hubo una bala que lo mató, producto de los celos.
“y ahora mira crecer las flores desde abajo”: Una obviedad: el tipo está muerto, sepultado en su tumba, y por eso "mira crecer las flores desde abajo" (expresado simbólicamente, claro; porque recordemos que antes había aludido a la cremación).
-Juan Carlos Serqueiros-
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