Nadie puede entendernos tan sólo con escucharnos, ya que las palabras son un recorte, una diferencia extraída de un mar que arrastra en una frase, algo de la incongruencia del océano de donde han nacido. Un pensamiento nace de un sitio pleno de sensaciones, emociones, ideas heredadas, experiencias vividas y reflejos aprendidos; echando por tierra la pretendida objetividad e imparcialidad, tan valorada por quienes dicen poder separarse de sus sentimientos; desconociendo así la natural esfera inconsciente de su estructura psíquica, pretendiendo no estar contaminados por la necesidad de acuerdo.
El solo modo de que la palabra minimice diferencias, es que contenga intencionalidad amorosa en quien la dice y en quien la recibe. Y la única intencionalidad amorosa que suele ponerse en juego en un diálogo, es aquella que nos dice que el otro piensa en forma similar a nosotros. Es el narcisismo el que elige, con este diálogo, engordar, agrandarse y sentir que el mundo nos devuelve un reflejo valorado de aquello que pienso, y por ende; de validación de mi inteligencia.
Es por esta razón que las personas suelen escuchar a quienes suman material al cúmulo de lo que ya posee y desecha a quienes desafían la estructura de sus supuestos básicos.
En síntesis, el hecho de que seamos capaces de escuchar atentamente a otro, depende de algo que se llama "admiración", o afinidad, y por cierto muy narcisista, ya que se trata de alguien parecido a mí y no de un diferente; demostrando que sólo intentamos incluir dentro de nuestro "círculo" a quienes alimentan nuestros pre-juicios, y no a los que los desafían.
De este modo, a los que se atreven a hacer esto último, solemos "eliminarlos" con la descalificación, con el botón de "bloquear", o buscando activamente atacarlo si manifiesta algo que asociamos con la destrucción de nuestro pomposo ego. Y así
-Lo que es verdad, bueno, inclusivo, correcto, acertado, exento de todo vicio y maldad; es lo que yo pienso.
-El error, la mentira, el engaño, lo compulsivo, ex-clusivo e irrespetuoso; es siempre del otro.
A mayor "inflación narcisa", mayor intensidad de ataque para con quien difiere en los supuestos a los que damos status de VERDAD; deduciéndose fácilmente que la palabra y el diálogo por sí solos, no crean puentes ni establecen lazos; ya que éstos, la mayor parte de la veces, están hechos de narcisismo, y las separaciones se producen cuando se rompe el espejo.
Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814
* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o whatsapp al +54 9 11 7629-9160.
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