Escribe: Juan Carlos Serqueiros
Quien controla el pasado controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado. (George Orwell).
Ningún gobierno, sea del signo partidario que fuere, sustente la ideología que sustente y propugne los postulados que propugne, bajo ninguna circunstancia ni con ningún pretexto ni excusa, debe albergar el propósito ni arrogarse la potestad de manipular la historia a su antojo, estableciendo una visión maniquea de la misma con "buenos" de un lado y "malos" del otro; sean quienes fueren los supuestos "buenos" y "malos".
La enseñanza de la historia en la educación pública en todos sus niveles debe limitarse a la narración veraz de los hechos y circunstancias fehacientemente comprobados, y a partir de allí, a fomentar el interés de los alumnos por leer distintos autores, investigar todas las fuentes disponibles, extraer sus propias conclusiones y formar su propia opinión.
Basta de la dicotomía historia "oficial" vs. "revisionista"; pues como dijo Arnold Toynbee en su visita a nuestro país: "¿Cómo? ¿Tienen ustedes una escuela revisionista? Qué extraño... si la historia es por naturaleza revisionista". Entonces hubo que explicarle al ilustre visitante que eso era consecuencia de que habíamos tenido antes un relato histórico impuesto como oficial, y que de resultas de ello, debió venir una reacción revisionista (que también macaneó bastante, dicho sea de paso, tal como habían macaneado antes los otros). El bueno de Toynbee sacudía la cabeza y no entendía nada... Y claro, cómo iba a entender que se mintiera adrede en algo tan fundamental como el pasado... Impensable. "Es tan chiflado y obnubilado que puede ser..." (Indio Solari dixit).
Para todos los gobiernos, este y los que en adelante se sucedan y sean quienes fueren los que los encabecen y dirijan: Basta de manipular el pasado. Basta de historia falsa y amañada en un sentido u otro. Basta de "buenos" y "malos". Basta de organismos oficiales como academias e institutos burocráticos, prebendarios y parasitarios mamando de la teta del Estado; sólo el CONICET y listo, ya está; los demás que se financien solos, si pueden, o desaparezcan en buena hora.
Dejen a los argentinos libres para que puedan comprender su pasado y llegar a la síntesis de su historia.
-Juan Carlos Serqueiros-
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Hola Juan Carlos querido, leo asiduamente tus post desde Montevideo. Seguí echando sal a esta cultura frita!!!
ResponderEliminarTe saluda afectuosamente Felipe desde Montevideo
¡Muchas gracias, Felipe! Un fuerte abrazo que llegue hasta el Paisito que tanto quiero y tanto extraño.
EliminarJuan Carlos, hace poco tiempo descubrí tu blog de casualidad y comencé a leerlos. Independientemente de que comprendo a donde apunta este texto, se me plantean dos o inquietudes que me gustaría manifestarte: ¿ Es posible enseñar historia objetivamente? Y la segunda en cuanto al revisionismo, el problema no es en si el revisionismo, si no el sentido que se le dan. Entiendo por algún otro texto que leí por acá que gustas del tango, declarar persona no grata al autor de "dicen que dicen" por violencia de género sería una zoncera, más reconocer hoy que el mozo taura no obró muy bien, no tanto. Opiniones, nomás.
ResponderEliminarAbrazo y gracias por compartir.
Pedro.
Es muy interesante la pregunta que planteás, Pedro. Me inclino a responderte que no, que no es posible ENSEÑAR historia objetivamente, sencillamente porque si hay alguien interesado en ENSEÑAR historia; entonces ese alguien persigue un fin y por ende, un interés: el de llevar agua para su molino, sea éste cual fuere. Por ello, en mi opinión el aprendizaje de la historia debería limitarse a la información y difusión de los hechos indubitable y fehacientemente comprobados, y a partir de allí dejar al libre albedrío de cada quien la ulterior investigación, interpretación y extracción de conclusiones. Fijate, por citar un ejemplo nomás, lo que ocurre con la figura histórica de Roca: se la apropió cuasi en exclusividad la derecha, lo cual originó que la repudien y execren la centroizquierda y la izquierda; mientras que si nos ponemos a analizarla desprovistos de preconceptos, surge claramente que Roca representó algo muy distante de lo que unos y otros pretenden ENSEÑAR, es decir, inculcar: Roca en su época fue nada menos que las ideas más progresistas e igualitarias, en oposición al conservadurismo recalcitrante, sectario y oligárquico que era el mitrismo. En cuanto a lo que muy bien mencionás acerca del tango "Dicen que dicen", en efecto; sólo a alguien cegado por la idiotez podría ocurrírsele denostar una poética escrita bajo los parámetros sociales y morales, y los usos y costumbres vigentes hace casi un siglo. Un abrazo para vos.
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