Escribe: Juan Carlos Serqueiros
El 10 de Agosto de 1912 se inauguraba la Escuela de Aviación Militar
creada por decreto del presidente Roque Sáenz Peña. ¿Sabía usted, estimado
lector, que ese día participó del vuelo inaugural el mismísimo
ministro de Guerra, general Gregorio Vélez, evidenciando así su absoluto desprecio
por los tremendos riesgos a los que se exponía volando en un frágil avioncito
de tela en aquellos tiempos en que la aviación estaba aún poco menos que en
pañales?
¿Y sabía usted que en 1899, el presidente Julio A. Roca, al dirigirse al
encuentro que mantendría en Punta Arenas con el chileno Errázuriz, lo hizo a
bordo del acorazado Belgrano, el cual era pilotado personalmente por el
mismísimo ministro de Marina, comodoro Martín Rivadavia, y navegando, en un
alarde de coraje, por el llamado "camino del sudoeste", es decir, por
los inextricables canales fueguinos, ruta peligrosísima y apenas esbozada en
las cartas marinas?
Tanto lo de Sáenz Peña como lo de Roca era decirle al mundo:
"Miren, soy el presidente de mi país, Argentina, héroe de Arica y general
del ejército del Perú, y mis galones militares los gané combatiendo en la guerra del
Pacífico. Y mi ministro de Guerra no es un simple burócrata de escritorio, sino
un general que no manda a un subordinado a subirse a un precario avión de tela,
sino que va él mismo"; y "Vean, soy el presidente de mi país,
Argentina, teniente general de su ejército y no luzco los entorchados por
haberlos obtenido en algún pasillo, sino que gané todos y cada uno de mis
ascensos en los campos de batalla. Y confío en el profesionalismo y en la
eficacia de mi ministro de Marina, al punto de viajar yo mismo por aguas
prácticamente desconocidas en un buque de guerra pilotado por él".
Ahora compare usted lo de aquellos hombres, que fueron SEÑORES MINISTROS DE LUJO; con lo de (entre otros deplorables sujetos exponentes de lo archivado en el rubro etcétera), el ex ministro de "Defensa" (?), aquel impresentable mamarracho Arturo Puricelli (ex
interventor de ENCoTeSA durante el menemato y quien llevó a cabo la
"patriótica" tarea de... ¡entregarle el Correo a Macri!), durante
cuya "gestión" se hundió un buque, y hasta una ex colonia de segundo orden, un paitejo insignificante como
Ghana, se dio el lujo de embargarnos la fragata Libertad (y lamentablemente tengo que citar a ese deleznable individuo, porque si bien nací, soy y moriré peronista; soy también un fiel y obsesivo observante de la honestidad intelectual). O con lo del cipayo
coimero Julio Martínez, ministro de "Defensa" (?) del macrismo, que un 25 de Mayo, en los actos oficiales, puso un cartel que rezaba... ¡"1816-2017"!, y declaró, muy suelto de cuerpo, que
"independientemente de la 'cuestión Malvinas', hay que trabajar en
conjunto con Inglaterra".
Cuidado: Un pasado cargado de glorias, cuando no se lo ha asimilado y grabado a fuego en el alma nacional; puede transformarse en un aterrador futuro indigno,
espantoso y agobiante.
Ojo al piojo, no vaya a sucedernos que ese futuro sea como uno que
´"llegó... hace rato" (Indio Solari dixit).
-Juan Carlos Serqueiros-
-Juan Carlos Serqueiros-
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