Escribe: Juan Carlos Serqueiros
Ciudad Baigón
(Solari)
Porque hay un cielo que está mejor
con pooles de
venecita antigua
joden y te engañan
con crueldad
porque Positano es
muy chico
y jamás va a
alcanzar para vos
no va a ser nunca
tu paraíso.
Mirá las almas a
tu alrededor
mirá el amor que
está a tu costado.
Muchos infiernos,
diversos, ví
y sin embargo yo
aquí paseo
voy apilando
puteadas y sigo ofreciendo mis gentilezas.
Te obligan siempre
a volar así
en bingo-fuel y
ametrallado a sopapos
que la costumbre
da por el mandato ruin de los muertos.
Un pobre diablo yo
sé que soy
que vá a la vida
con arrogancia
en fin. y gracias
a dios (¡Por dios!) no sigue nadie
con mis consejos.
Y los notables
dicen que envidian a la gente común como vos
y se la pasan
tratado de cagar a la horma del queso viejo.
Poder. placer.
poder.
Rumores oscuros
que confunden la cabeza
y perturban a los
corazones secos.
Y va a llegar ese
día en que se desvanezcan tus alegrías
y esa llamita que,
apenas, sos
se extinga y de
ella no quede nada
ni la pregunta de
cómo hiciste para aguantar
y gastar tu vida
entre todos tus venenos
y temores que te
rendían.
Y hasta el gusano
que envidian todos
y que sabe muy
bien que no está hecho para el amor
ríe del placer de
ser tan cruel e inaccesible.
Una viñeta con “contenido social” (como la definió el propio Solari en un reportaje concedido a la revista Rolling Stone), sobre la vida que se lleva en las grandes urbes con la polución, la contaminación ambiental y todo eso con que nos "fumigan" a diario a quienes vivimos en ciudades densamente pobladas.
El
título, siempre tan importante en la lírica solariana, es una sutileza del
Indio: apela a la reminiscencia de la marca de cucarachicida más conocida del mundo (el popular
"Baygón", de la Bayer, cambiando la "y" por la
"i", posiblemente para no tener problemas legales, no sé...), para
"graficar" mejor la idea de cómo nos envenenan todos los días tanto material como
espiritualmente. Y a la vez, está implícita la asimilación de la gente que vive
en grandes ciudades, a cucarachas.
Y bien pensado, hay en eso un mensaje esperanzador: por más que nos envenenen condenándonos a vivir en ciudades contaminadas, la gente que habita en ellas va a sobrevivir; porque las cucarachas existieron desde siempre. Y porque la manera más cruel y despiadada de fumigarnos, no es el Baygón, ni el glifosato, ni los transgénicos; es el desamor.
Y bien pensado, hay en eso un mensaje esperanzador: por más que nos envenenen condenándonos a vivir en ciudades contaminadas, la gente que habita en ellas va a sobrevivir; porque las cucarachas existieron desde siempre. Y porque la manera más cruel y despiadada de fumigarnos, no es el Baygón, ni el glifosato, ni los transgénicos; es el desamor.
“Hay un
cielo que está mejor”, que es más puro que el de las ciudades contaminadas: el
cielo del Mediterráneo (más adelante vamos a ver por qué es el Mediterráneo). A
ese cielo que “está mejor”, algunos lo reemplazan con el sucedáneo mentiroso de “pooles de venecita antigua” con los que “joden
y te engañan con crueldad”. Porque en las grandes ciudades contaminadas no hay
un mar puro; por eso hay que conformarse -en el mejor de los casos- con una
piscina (pool, en inglés). La venecita es un material utilizado en la
construcción para revestir piscinas; unas cerámicas, unas mayólicas
pequeñas de 2 x 2 cm., y lo de "antigua" es porque antiguamente, hace
varias décadas, se usaban esas mayólicas, y luego las modas y tendencias en
arquitectura fueron dejando de lado ese material que hoy vuelve a usarse, como
símbolo de lujo, distinción y buen gusto.
El cielo
limpio podrá ser reemplazado, si tenés guita y cierta dosis de poder, con la
ilusión de una piscina revestida en venecita; pero eso no alcanza para salvarte
de la fumigación con el más poderoso pesticida jamás “inventado”: la ausencia
de amor; porque “Positano es muy chico / y jamás
va a alcanzar para vos / no va a ser nunca tu paraíso”. Positano es una pequeña
y paradisíaca ciudad del sur de Italia, ubicada cerca de Nápoles sobre el mar
Mediterráneo en la costa amalfitana. Es un sitio muy exclusivo, donde no se
permiten nuevos residentes permanentes ni edificaciones; sólo las tres mil
personas que viven en la ciudad y nada más. No se puede ir a Positano,
comprarse un terreno y edificar, por más guita que se tenga; sólo se puede ir
de turismo y al tiempo tenés que pirar. Por eso dice "Positano es muy
chico y jamás va a alcanzar para vos".
Y,
¿quién es ese “vos”? Las letras supuestamente “crípticas”
que se le achacan a Solari son un mito; ellas siempre pueden entenderse si nos
dejamos traspasar por la lírica. Y por si la menesunda de sensaciones y pensamientos
nos llevara a perdernos por algún rumbo extraviado; ahí está otra faceta
artística del Indio: la gráfica, que oficia de mapa. En este caso, el arte que
acompaña a la canción nos muestra una dama veneciana con un antifaz (la impostura,
el aparentar ser lo que en realidad no se es), a las puertas de la CIA. El
director de la CIA, con su guita y poder, podrá tener una lujosa piscina
revestida con venecita antigua; pero eso no lo exime de la prohibición que representa el hecho de que Positano jamás va a ser
su paraíso; él nunca podrá vivir allí. A menos, claro, que lo invada, lo conquiste y lo acapare para sí;
pero entonces… Positano ya no sería Positano. El Positano verdadero, real, ese…
nunca será para él.
Trascartón
nomás, insta, conmina casi, a un interlocutor imaginario: “Mirá las almas
a tu alrededor / mirá el amor que está a tu costado”, le dice; porque El
tesoro de los inocentes / Biengo-fuel es un disco de amor. Nada de él puede
comprenderse sin convenir previamente en ello.
El Indio
viajó mucho, vió muchas grandes metrópolis contaminadas (“muchos infiernos,
diversos, ví”); no obstante, sigue moviéndose en esa Nueva York que le encanta (“y sin embargo yo aquí paseo”, siendo ese “aquí”, Nueva York). Una
ciudad a la que ama, aún a pesar de su manifiesta hostilidad (“voy apilando
puteadas y sigo ofreciendo mis gentilezas”).
Y es que
después de todo, “vivir sólo cuesta vida”, y hay que vivir, no queda otra; por
más que la vida se empeñe en cagarte a palos (“te obligan siempre a volar así /
en bingo-fuel y ametrallado a sopapos”). La gran ciudad es así y tenés que vivir así; a
los pedos y siempre al límite ("bingo-fuel" es la expresión que usan
los pilotos de aviones aludiendo a que tienen el combustible justo para llegar,
están al límite. Y de paso, es una de las dos frases que dan título al disco El
tesoro de los inocentes / Bingo-fuel; lo cual nos lleva a que esta canción en
particular sea, junto a El tesoro de los inocentes, el tema "principal"
del disco, para el Indio).
Y esa “manía”
de vivir de ese modo infernal, nos viene de nuestros antepasados, siempre fue
así la cosa (“que la costumbre da por el mandato ruin de los muertos”).
Resaltar
la impostura y el desamor de una señora detrás de su antifaz y del director de
la CIA, no va a cambiar el mundo, una canción no va a cambiar el mundo, el rock
no va a cambiar el mundo; pero sí tal vez cambie tu forma de ver el mundo (“un
pobre diablo yo sé que soy / que va a la vida con arrogancia”). Y se felicita
de que nadie siga su opinión: [“en fin. y gracias a dios (¡Por dios!) no sigue
nadie / con mis consejos”]. De paso, hay veladamente una referencia al
descreimiento del Indio en Dios (notar que pone "dios" así en
minúsculas). Son reiteradas sus declaraciones en el sentido de
que no cree que haya vida después de la muerte como sostienen todas las
religiones; él cree que te morís y listo, chau ("cuando este velador
Solari se apague, se apaga y nada más, no hay otra cosa después" es una de
su frases predilectas).
Y se
viene un garrotazo a los hipócritas que reniegan de su posición, lujo y
notoriedad (“y los notables dicen que envidian a la gente común como vos / y se
la pasan tratando de cagar a la horma del queso viejo”). A él no le gusta ser
notable, no disfruta de eso; pero tampoco le va hipocresía de los que dicen que
la gente común vive mejor que ellos, que son notables; eso le parece una
mentira. Y por supuesto, es una mentira.
La
verdad / consecuencia “poder. placer. poder.”, es innegable. El poder está concatenado
al placer, así como el desamor, en tanto incapacidad de sentir y dar amor (“rumores
oscuros que confunden la cabeza / y perturban a los corazones secos”); está
implícito en la soledad del poder: es el precio a pagar.
Cuando
ya el placer y el poder no signifiquen nada (“y va a llegar ese día en que se
desvanezcan tus alegrías”), va a ser tarde para que te preguntes por qué te
quedaste con esa vida de mierda, tan limitada y envenenada (“ni la pregunta de
cómo hiciste para aguantar y gastar tu vida entre todos tus venenos”), no te va
quedar ni el recuerdo de la rebeldía adolescente; porque vaya a saber qué
miedos (“y temores que te rendían”) te impidieron mandar todo al carajo. Y
el Indio está aquí apelando a un recurso muy frecuente en su lírica: el de
utilizar una misma metáfora con múltiples significaciones; ya que también alude
a su carencia de fe y a su propio
convencimiento de que no hay vida después de la muerte como sostienen todas las
religiones (asimila lo de “esa llamita que, apenas, sos / se extinga y de ella
no quede nada”; con la frase del velador citada anteriormente y que siempre anda
pronunciando).
Cuando
llegue ese momento, decía, será irremisiblemente tarde para “vos”. Tan terriblemente
tarde, que hasta excederá esa tardanza expresada por el Ofe Rivero en Pucherito
de gallina, cuando decía “hoy han pasado los años y no encuentro calor de
hogar, familia y juventud”. Será muy tarde para "vos", ¿sabés?; porque “hasta el gusano
que envidian todos / y que sabe muy bien que no está hecho para el amor / ríe
del placer de ser tan cruel e inaccesible”. O sea, tan tarde será…; que ni
tiempo para el arrepentimiento tendrás. Lapidario.
Por eso,
chabón, no pierdas de vista que El tesoro de los inocentes / Bingo-fuel
es un disco de amor. Y sabido es que “si no hay amor que no haya nada
entonces, alma mía ¡no vas a regatear!”.
ENLACE A CIUDAD BAIGON EN YOU TUBE
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Aunque roto,humano y malparado, es lo que esperaba leer, quizás porque un día recalé en Positano y solo se podían estacionar "2 autos", IMPRESIONANTE !! y sabés, gracias, en esto de vivir un soplo de oxígeno, no es poca cosa
ResponderEliminarUn soplo de oxígeno suele venir en la forma de alguien que a la distancia, te extraña; de alguien para quien sos importante; de alguien que no quiere ser chicharrón; de alguien que no se resigna a un mundo muerto en vida, sin amor. Chin chin!
EliminarSin agregar nada, que ya no sepas, gracias
EliminarQuería agregar que quizá "los ruines muertos que mandan", no sean otros que los que salen en los billetes, como queriendo decir que se debe vivir en ésta sociedad gobernados por el dinero (o mas bien la carencia de él).
ResponderEliminarNo sé, es un aporte, lo demás me gustó mucho!!, seguí así.
pienso lo mismo
Eliminarimpecabe
ResponderEliminarEl Indio cree que no hay vida después de la muerte??
ResponderEliminarPensaba que era agnóstico.
Gracias Juan Carlos por regalarnos tu apreciacion de filosofía solariana para mí muy acertada, hace unos años sigo tu blog más está es la prinera vez comento. Saludos. Adrian
ResponderEliminarMuy entendible y bastante coherente la explicación, aunque personalmente pienso que cuando dice "jamás va a alcanzar para vos", podría hacer referencia a cualquier persona, incluso quienes no tenemos una excelente posición económica y social, porque la falta de amor es un peligro al que todos estamos expuestos. También lo entiendo así, porque Carlo en una entrevista hace muchos años dijo, "cuando hablo en primera persona, es porque puedo llegar a ser así"; es decir, esos personajes que crearon siempre, son el fruto de la inspiración,pues, en alguien se inspiraron, pero todos podemos llegar a ser tan buenos, tan malos, o tan Jiles como aquellos en quienes se inspiraron.
ResponderEliminargracias juan Carlos
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