viernes, 28 de febrero de 2025

COLECHO



































Escribe: Gabriela Borraccetti *

Es muy bueno habilitar los espacios para la ternura, los personales, los compartidos, los exclusivos y en general; todos los destinados a poder reconocer con mayor naturalidad los deberes y los derechos, los sí y los no, la obediencia y la transgresión, y todo lo que conforma un crecimiento pleno y saludable.
Cuando en psicología hablamos de límites y espacios, no estamos hablando de prohibiciones, retos o castigos; sino del modo más sano y natural de poder establecer diferencias que sirvan para no crear un ser lleno de caprichos, con dificultad para aceptar frustraciones y una gran labilidad que le impida saber dónde terminan sus derechos - espacio - cuerpo -sentimientos - privacidad, y dónde comienzan los de los demás.
El colecho llena agujeros en los padres o entre ellos; pero no ayuda al niño a crecer.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. N. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga.Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


miércoles, 26 de febrero de 2025

DIVINA T.V. FÜHRER (REEDICIÓN)






















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Bueno, hoy elegí meterme en honduras y referirme al 5º track de Oktubre, un tema que se las trae: "Divina T.V. führer".


Oktubre es un disco conceptual, verdaderamente conceptual, esto es, no conceptual porque trate de la misma temática en todas las letras de las canciones que lo componen; sino conceptual en tanto lo que transmite. Es un disco para homenajear a todas las revoluciones del mundo en la rusa de octubre de 1917, pero como no lo hace desde una posición ideológica ni partidaria; esa no dependencia de lo dogmático, le permite a Solari incursionar en asuntos tangencialmente vinculados.
Precisamente por ello, puede incluir en Oktubre un tema que, si bien no está concatenado directamente con la revolución rusa de octubre de 1917; sí lo está en cierto modo, ya que Divina T.V. Führer es una viñeta sobre el totalitarismo: la revolución rusa, iniciada bajo los auspicios de la hermandad proletaria mundial, degeneraría luego en el totalitarismo stalinista, y como el Indio es un gourmet exquisito tanto en lo gastronómico como en lo intelectual; ¿qué mejor que lo orwelliano a la hora de hablar de totalitarismos? 
La letra dice:

¡Me estoy por ahogar!
¡Me voy a pique! ¡Glu-glu!
¡Me está por hundir mi fiel fantasma Bu-Buuu!
Si no me protege el empleado mayor
(que proyecta todo el tiempo mi televisor)
seré promovido para Navidad
¿Cómo no se nos ocurrió?
Voy a exagerar, mi fiebre no es tan alta
Esta es la cita peor (es una cita a ciegas)
¡Al planeta un bombazo le vamos a dar!
(Para que no nos moleste nunca, nunca más)
Seré promovido para Navidad
¿Cómo no se nos ocurrió?
¿No vas a esperar que enfríen a tu amigo?
si ya conocés la forma novedosa
¡Divina TV Führer mi amor!
(donde quiera que vaya, Eveready estará...)
Seré promovido para Navidad
¿Cómo no se nos ocurrió?

“A la mulita hay que agarrarla por la cabeza y no por el rabo”, decía Juan Manuel de Rosas y tenía razón. Y es justamente eso lo que hay que hacer a la hora de interpretar la lírica solariana: agarrarla por la cabeza, es decir, por el título. En él, el Indio hace aparecer a la televisión como “dirigiendo” las mentes de la gente, manipulando la información a piacere, deformándola y orientando los gustos y preferencias de la sociedad hacia donde convenga a los intereses del orden sistémico que ejerce el poder. En ese contexto, la asimila con la figura de un führer (en lengua alemana, un “conductor”, un “salvador”, un líder mesiánico que guía al pueblo germano hacia un destino de grandeza y preeminencia a las cuales cree tener derecho por un supuesto pasado de míticas glorias). El Indio le pone “divina” aludiendo metafóricamente a que el poder de la televisión es comparable a un poder divino, es decir; emanado de Dios; tal cual también lo es el poder del führer, quien por “disposición divina” producirá el “milagro”, conducirá al pueblo alemán a su “destino de gloria inmortal”.
Toda la letra es una alusión poética a la obra literaria más difundida de George Orwell: su genial novela 1984; una feroz crítica al totalitarismo en la cual nos da la descripción aterradora de la vida de los ciudadanos que gimen bajo el yugo de un megaestado totalitario en una nación que denomina Oceanía.

El estado está simbolizado en la novela de Orwell en un personaje: The Big BrotherEl Gran Hermano que todo lo vigila y controla a través de la tecnología de las telepantallas, las cuales no solamente son capaces de captar imágenes de modo de vigilar a la población; sino también de emitirlas, con lo cual el estado simbolizado en el Gran Hermano, proyecta constantemente propaganda del Partido sobre la población, publicidad con la cual ocupa las mentes de los ciudadanos.
En la primera estrofa, describe el estado de ánimo de alguien de nuestra propia sociedad, alguien que está hastiado, abatido, harto (“me estoy por ahogar!... me voy a pique… me está por hundir… Glu-glu”); comparándolo con el de Winston Smith, el personaje de la novela de Orwell que va a enfrentarse al orden de cosas establecido por el Partido, al Gran Hermano (“el empleado mayor”, asimilando al ejecutivo principal, el presidente o gerente general -o como se le dice ahora: el CEO- de una cadena televisiva; con el Hermano Mayor de la novela 1984, que es para Winston el “fantasma” que más miedo le infunde -“Bu-Buuu!” escribe el Indio como onomatopeya del ruido con que imaginariamente nos espanta un fantasma).
Solari dice “si no me protege" en un sentido claramente irónico. porque en la novela de Orwell el Gran Hermano “protege” a todos, y si tortura a alguien ferozmente -como lo hará con Winston- es para “protegerlo” de sus “malos pensamientos”, para “redimirlo” de ellos. Lo tortura “por su bien”, es decir, para “protegerlo” de la libertad a la que aspira y que es -esa ansia libertaria- la que lo va a hundir, a “mandarlo a pique” (“glu glu”, escribe el Indio como onomatopeya de estar hundido, tragando agua). A través de esa tortura a que someterá a Winston, el Gran Hermano logrará “reasimilarlo” para el Partido, lo “salvará” de ser “vaporizado”, es decir, muerto, desaparecido. Y compara a la T.V. con las telepantallas a través de las cuales el Gran Hermano vigila y controla a la población en la novela 1984 (“que proyecta todo el tiempo mi televisor”).

Lo de “seré promovido para Navidad ¿Cómo no se nos ocurrió?” es una frase mordaz del Indio, que repetirá como una muletilla a lo largo de toda la letra. Se refiere a que si logra evitar que el Gran Hermano lo “proteja” -es decir, que lo torture ferozmente- conseguirá la libertad (compara la libertad con un ascenso obtenido en el trabajo: antes de la globalización y la consiguiente caducidad de la legislación laboral en los países periféricos como el nuestro, es decir cuando aún existía cierta estabilidad laboral para la gente y leyes que la protegían; era una costumbre oficinesca anunciar los ascensos y promociones en la última semana del año, la semana previa a Año Nuevo, es decir; la de Navidad. Si uno tenía esa suerte; el jefe lo llamaba y le anunciaba que iba a obtener un ascenso, y el consiguiente aumento de sueldo). Pero la frase encierra a la vez una significación muy personal para Solari; ya que con ella también se está refiriendo a una circunstancia coyuntural suya, propia: para la fecha en que se grabó Oktubre, había renunciado definitivamente a su trabajo estable (secretario en un hogar de niños: el Hogar Falcón); con lo cual estaba jugándose su propia suerte en lo económico en un futuro inmediato, a lo bien o mal que pudiera irles a los Redondos con el disco. Él, lógicamente tenía las mejores esperanzas de que les vaya bien y el disco se vendiera masivamente, lo cual esperaba que ocurriera cerca de fin de año (Oktubre fue lanzado precisamente en el mes de octubre de 1986, por lo cual el Indio aguardaba tener para Navidad un pantallazo claro de cómo le iba a ir con ese proyecto).
Con lo de “voy a exagerar, mi fiebre no es tan alta” se está refiriendo a un pasaje en particular de la novela de Orwell: Winston asiste a una sesión obligatoria del Partido: los “dos minutos de odio”, en la cual todos los ciudadanos de Oceanía debían obligatoriamente contemplar colectivamente reunidos ante una telepantalla durante dos minutos diarios, imágenes proyectadas de Emmanuel Goldstein, el archienemigo del Partido, y tenían que abuchearlo e insultarlo, y a la vez proclamar a gritos su incondicional adhesión hacia el Gran Hermano. En una de esas sesiones, Winston cree percibir que un alto funcionario del PartidoO´Brien, le hace un guiño con el cual quiere significarle que él también es enemigo del Gran Hermano, que está en contra del Partido y hastiado de él al igual que Winston (todo eso en la imaginación de éste). De allí lo de “voy a exagerar, mi fiebre no es tan alta”, refiriéndose a que Winston piensa que después de todo, no está tan loco como él mismo suponía; cree que encontró en O'Brien a un aliado, a alguien que odia al Gran Hermano tanto como él.
La frase “esta es la cita peor (es una cita a ciegas)” sintetiza otro pasaje de la novela: Winston ve cada vez más a menudo a una persona que trabaja con él en el Miniver -el Ministerio de la Verdad en la novela de Orwell-: Julia. Al principio, Winston desconfía de Julia, le parece que ella es una espía del Partido y que lo va a delatar al Gran Hermano; pero un día se cruzan en un pasillo, Julia tropieza y se cae, Winston la ayuda a levantarse y ella le desliza un papel en la mano en el cual está escrito “Te amo” (en una actitud claramente “subversiva” hacia el Partido, ya que en Oceanía el amor está prohibido; el único amor permitido y alentado, es el que todos deben obligatoriamente sentir hacia el Gran Hermano). A partir de ese incidente, convienen en encontrarse fuera del alcance de las telepantallas, para que el Partido no los detecte en esa actitud “subversiva”. Pero Winston no está seguro respecto a Julia; tiene dudas, tiene temores, sigue pensando aterrado en la posibilidad de que Julia lo traicione; por eso el Indio escribe lo de “esta es la cita peor (es una cita a ciegas)”.
Luego tenemos lo de “¡Al planeta un bombazo le vamos a dar! (Para que no nos moleste nunca, nunca más)”. Acá se refiere a otra parte de la novela, en la cual Orwell describe detalladamente la organización del megaestado totalitario, que es omnipresente. Lo pinta como una organización burocrática dividida en 4 ministerios: el Ministerio del Amor, al que llama Miniamor y que se encarga de todo lo relativo a mantener la ley y el orden; el Ministerio de la Verdad (en el que trabajan Winston y Julia), al que llama Miniver, que se encarga de controlar todo lo relativo a la información, la cultura y las artes; el Ministerio de la Abundancia, al que llama Miniabu, que se encarga de los asuntos económicos; y el ministerio principal: el Ministerio de la Paz, al que llama Minipaz y que se encarga de los asuntos militares y de guerra (nótese la genial ironía de Orwell, que “bautiza” Ministerio de la Paz... ¡al que hace la guerra!). En la novela, la nación imaginada por Orwell como regida por un megaestado totalitario, se llama Oceanía (que es Inglaterra), y comparte el planeta con otros dos megaestados: Eurasia (que es el resto de Europa y la parte de Asia que estaba bajo la influencia de la URSS), y Asia Oriental (que es el Oriente propiamente dicho, es decir China, Japón, etc.); con los cuales Oceanía está en una suerte de guerra permanente por el dominio del mundo. De allí eso de “¡Al planeta un bombazo le vamos a dar!” aludiendo a la guerra contra los otros dos megaestados en que se embarca Oceanía.
Luego viene la síntesis de otro pasaje del libro; uno en el cual Winston es detenido por la Policía del Pensamiento, la cual lo encierra en una celda del Ministerio del Amor. Allí, se entera de que también apresaron a Parsons, un vecino suyo denunciado al Partido por su propia hija por ser un “crimental”, o sea; en el idioma “ingsoc” (inglés-socialismo) que imagina Orwell en su novela se habla en OceaníaParsons es para el Partido un criminal que comete un “delito de la mente”, y por eso es un crimental. De allí lo de “¿No vas a esperar a que enfríen a tu amigo?”, que es una pregunta que en la imaginación del Indio, Winston prisionero en su celda le hace a O´Brien que lo va a torturar salvajemente, refiriéndose con lo de “tu amigo” a que Parsons era un individuo acérrimamente fiel al Partido, y sin embargo lo detienen lo mismo y van a “vaporizarlo”, es decir lo van a matar y desaparecer.
Con lo de “si ya conocés la forma novedosa”; a través de esta frase, O´Brien le responde a Winston su pregunta respecto de qué van a hacer con él. Es como que le está diciendo “ya sabés lo que te espera”, que no es otra cosa que torturas horribles a las que será sometido; y sobre todo, lo que más pavor le infunde a Winston: La “Celda 101”, que es el castigo peor que una persona pueda jamás imaginar, y que no es para todos lo mismo, ya que varía en función del miedo más recónditamente oculto que cada individuo tenga en su mente. En el caso de Winston, su miedo peor es una fobia a las ratas, por lo cual O´Brien, luego de golpearlo y torturarlo ferozmente con descargas eléctricas, le dice que en la Celda 101 será sometido al castigo de que las ratas le devoren la cara. Esa, la Celda 101 es la “forma novedosa” que tiene el Partido para “curar y reabsorber” a quienes cometen el “delito” de pensar en la libertad, oponiéndose al Gran Hermano.
Ahora llegamos a lo de “¡Divina TV Führer mi amor! (donde quiera que vaya, Eveready estará...)”. Con esto, el Indio cierra el esbozo de la situación que pinta en la letra: La televisión es el orden que emana de lo “divino”, es el “fürher” que nos llevará a la Felicidad, la Verdad y la Libertad; asimilando ese concepto con un Winston ya “curado” por el Partido, “reabsorbido” para el sistema -la novela de Orwell termina con Winston en libertad; pero claro: una libertad... aparente. O'Brien lo libera luego de que Winston le rogara que el castigo de la Celda 101, consistente en que las ratas le devoren la cara, no se lo apliquen a él; sino a Julia. La “moraleja”, es que tan omnipotente es el sistema (el Partido), que no hay nada por encima de él; por eso Winston pide que le apliquen al ser que más ama sobre la tierra el castigo antes de tener que sufrirlo él. O sea, antepone al amor que cree sentir por Julia; el amor y la lealtad hacia el Gran Hermano. En ese instante O´Brien comprende que Winston ya está “curado”, es decir, ya no representa un peligro para el sistema, y por eso lo “libera”. "Donde quiera que vaya Eveready siempre estará" era una famosa propaganda de las pilas marca Eveready, abundantemente difundida en la tele. En este caso el Indio utiliza esa publicidad, asimilándola a la presencia inevitable del Gran Hermano: donde quiera que vaya Winston, ahí estará presente el Gran HermanoThe Big Brother es omnipresente al igual que las pilas marca Eveready. Pero Solari, en su genialidad, hace una pequeña “trampita”: a la propaganda de Eveready le quita la palabra “siempre”; en la letra no la incluye. Está mandando simbólicamente un mensaje esperanzador; a pesar de lo crudo y pesimista de la temática de la novela de Orwell: al quitar “siempre”, está a la vez significando que hay una luz de esperanza para la Libertad: la de que no “siempre” haya un Gran Hermano.
La letra termina con esa muletilla de “Seré promovido para Navidad ¿Cómo no se nos ocurrió?”, y hay una razón para que así sea: La novela de Orwell concluye con un Winston que es finalmente “promovido” por el Partido: el tipo medita sobre el amor incondicional que siente hacia el Gran Hermano, lo cual no es por cierto un mensaje esperanzador, al contrario; es un final triste, claramente pesimista, en contraposición a la lucecita de esperanza que antes dejó latente el Indio con la supresión de la palabra “siempre” en la frase alusiva a la propaganda de las pilas Eveready.

ENLACE A LA CANCIÓN EN YOUTUBE

-Juan Carlos Serqueiros-


lunes, 24 de febrero de 2025

¿Y SI LO INTENTAMOS?





























Escribe: Gabriela Borraccetti) *

Nos peleamos por el color, por la “raza” (?), por las zonas limítrofes geográficas, ideológicas y religiosas… Nos peleamos por intolerantes, por no aceptar las diferencias; y luego nos adjudicamos el ser "amplios" y nos definimos como "evolucionados".
Siempre en posturas extremas: o somos los salvadores o nos culpamos de todo, dejando indefectiblemente en claro que hasta con juicios opuestos, tenemos el preconcepto de ser el centro del daño o del beneficio, o los dueños de la verdad del universo.
Es una pena que lo único que nos haga tomar consciencia de quiénes y qué somos, sea aquello a lo que invocamos siempre con nuestras posturas extremas: el gran dolor de alguna catástrofe en la que todo se derrumba; sólo allí, podemos distinguir nítidamente lo importante que es saber si el que te rescata cree en tu mismo dios o en los del Olimpo, si votó a tu partido, o al de la oposición.
Entonces luego decimos que la letra con sangre entra, sin tener vergüenza de que así sea, y sin recapacitar sobre el hecho de haber estado tan equivocados mientras lo tuvimos todo.
Claro que están las excepciones, y en medio de los escombros trabajan los que han crecido mirando de frente sus sombras. Animarse a ver el propio horror, tiene como premio el ser una persona felizmente integrada, con menos ganas de "tener razón" y un corazón tranquilo que se sabe lo suficientemente sabio como para no pelear por nada, ni con nadie.
¿Y si lo intentamos?

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. N. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


viernes, 21 de febrero de 2025

COMO SOÑAR




















COMO SOÑAR
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Quizá esta noche se me llenen los ojos
Con los mares rojos del sueño sin sueño,
Tocando en el aire palabras flotantes,
Susurrando cuentos de hadas parlantes.

Cansancio divino que espera hace tiempo
Abrir por la noche el alma al desvelo,
Dejando en la almohada pegados los labios
Con besos que guardo en mis lados sabios.

Los ojos se cierran, los párpados pesan
Y un murmullo canta que debo partir.
¿Cuál es el ensueño? ¿Cuál es la vigilia?
Si después de todo…siempre estoy allí.

-Gabriela Borraccetti-

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista y artista plástica. 
Para contactar con ella por consulta psicológica o terapia psicoanalítica, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160. 


miércoles, 19 de febrero de 2025

MATTY GROVES: INFIDELIDAD, TRAGEDIA Y BALADA FOLK



























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

"Matty Groves" (o “Una balada lamentable del Pequeño Musgrove y lady Barnard”, o “Pequeño Musgrave” y otras muchas variantes del título) es una balada del folclore inglés de principios del siglo XVII (de hecho, el primer manuscrito que la registra data de 1613). La letra de la canción narra el adulterio que una dama de la nobleza, casada con el lord de la comarca, comete con un plebeyo al cual se le insinúa en la iglesia un 1 de enero. Avisado el aristócrata por un sirviente suyo, mata primero al plebeyo y luego le pregunta a su esposa si lo sigue prefiriendo antes que a él. Al responderle ella que elige besar los labios muertos de su amante; la mata también, y ordena que ambos sean sepultados en la misma tumba, pero con ella arriba, dada su condición de noble.


MATTY GROVES
(Balada popular inglesa del siglo XVII)

Unas vacaciones, unas vacaciones, y el primero de año.
La mujer de lord Darnell fue a la iglesia a escuchar el evangelio.
Y cuando acabó la ceremonia miró a su alrededor y allí vio al pequeño Matty Groves caminando entre la multitud.
"Ven a casa conmigo, pequeño Matty Groves, ven a casa conmigo esta noche. Ven a casa conmigo, pequeño Matty Groves y duerme conmigo esta noche".
"Oh, no puedo ir a tu casa, no iré a tu casa a dormir contigo esta noche; por los anillos de tus dedos veo que eres la esposa de lord Darnell".
"¿Y qué si soy la mujer de lord Darnell? Lord Darnell no está en casa, está fuera, en los maizales trayendo los potros pura sangre de vuelta".
Y un criado que estaba allí, escuchando lo que se dijo, prometió que lord Darrell lo sabría antes de que se pusiera el sol.
Y en sus prisas por transmitir la noticia se partió el pecho corriendo, y cuando llegó a la ancha corriente del molino se quitó los zapatos y nadó.
El pequeño Matty Groves se acostó y se echó una pequeña cabezada. Cuando despertó, lord Darnell estaba de pie ante él diciendo "¿Qué, te gusta mi cama de plumas, te gustan mis sábanas? ¿Te gusta mi esposa, que yace dormida en tus brazos?"
"Pues sí, me gusta tu cama de plumas, me gustan tus sábanas, pero lo que más me gusta es tu vistosa señora, que yace dormida en mis brazos".
"¡Vale, levántate, levántate!", gritó lord Darnell, "¡Levántate tan rápido como puedas! No se dirá en la bella Inglaterra que maté a un hombre desnudo".
"Oh, no puedo levantarme, no me voy a levantar, no puedo levantarme para salvar la vida porque tú tienes dos largas espadas, y yo ni siquiera un cuchillo de bolsillo".
"Bien, es verdad que tengo dos espadas, y bien caras que me costaron, pero te daré la mejor de ellas y yo usaré la peor. Y tú lanzarás el primer golpe, y lánzalo como un hombre. Yo lanzaré el siguiente golpe y te mataré si puedo".
Así que Matty lanzó el primer golpe e hirió a lord Darnell. Lord Darnell lanzó el siguiente y Matty ya no lanzó más.
Y entonces lord Darnell cogió a su mujer y la sentó en sus rodillas diciendo "¿Quién te gusta más de los dos, Matty Groves o yo?".
Entonces habló en voz alta su querida esposa, nunca se la escuchó hablar con más libertad: "Antes prefiero un beso de los labios muertos de Matty que a ti y tu ropa cara".
Lord Darnell saltó y gritó muy alto, atravesó el corazón de su mujer y la clavó en la pared.
"¡Una tumba, una tumba!", gritó lord Darnell, "para meter dentro a estos amantes. Pero enterrad a mi esposa arriba, porque era de sangre noble".

Muchos artistas en el mundo han versionado esta balada (por ej., Joan Baez la canta de maravilla), pero para mi gusto; la mejor interpretación es la que nos regala la maravillosa voz de la actriz y cantante australiana Ebony Buckle. Te propongo que la escuchemos juntos:


¿Te gustó? Espero que la hayas disfrutado tanto como yo. ¡Hasta la próxima!

-Juan Carlos Serqueiros-



lunes, 17 de febrero de 2025

PENSAMIENTO BINARIO, EL ETERNO CONFLICTO









































Escribe: Gabriela Borraccetti *

Desde que nacemos estamos inmersos en una forma de pensar que divide las aguas en dos: derecha e izquierda, día y noche, blanco y negro, bueno o malo, a favor o en contra. Todo se trata de un versus que favorece la proyección y lo primero que levanta es la autocrítica.
Si hay algo que es erróneo o equivocado, estará automáticamente en la vereda de enfrente, generándose así un péndulo cuyo movimiento será de un polo a otro sin jamás verificar si existe algo dentro de la vereda que uno habita, que sea causa del problema que nos enfrenta.
Otra trampa es la del mal menor, un sucedáneo que se utiliza para poner parches cuando no queremos hacernos cargo de que, aunque sea menor; es mal. Digamos que es el método lento pero seguro para terminar en la vereda que tanto criticamos. Pero lo utilizamos porque la consciencia tiene menos trabajo y se tranquiliza con aquello de “hace mal, pero poquito”. Con el tiempo, poquito más poquito, hace un mucho. Y cuando ya es mucho, sin darnos cuenta, nos cruzamos de vereda y defendemos con igual fruición nuestra necedad.
Por entre las rendijas de este modo de pensar, se escurre algo que se llama CONSCIENCIA, y si bien se la relaciona con otro versus/polaridad/vereda que se define en términos de consciente e inconsciente, no hay que olvidar que la consciencia es un recorte de la realidad y lo inconsciente su total falta, siendo la consciencia en tanto toma de conocimiento, iluminación y esclarecimiento, la única forma de ir recortando pequeñas porciones de inconsciente para ser llevadas e integradas a ese sistema llamado consciente en el que podemos delimitar las cosas y entenderlas mejor.
En síntesis, la palabra consciencia puede prestarse a confusión cuando se la usa como mecanismo de conocimiento o como el lugar "topográfico" a donde va a parar algo que pasó por ese mecanismo.
Hacer consciente lo inconsciente es un eterno proceso que no puede estancarse. Cruza de vereda a vereda todo el tiempo en búsqueda de una SÍNTESIS mayor. Se sale del pensamiento binario de blanco y negro y corta el péndulo. Nos señala que lejos de proyectar, hay que ver cual es el punto en que nos equivocamos. Esto no evita que exista otra vereda, pero sí evita que nos pasemos la vida reaccionando contra algo cuya solución, está muchas veces dentro de la misma esfera de acción.
No voy a solucionar mis problemas de pareja matando a mi cónyuge. Eso es una mentalidad binaria. Tampoco voy a remediar una grieta pidiendo al otro que cambie porque yo se lo digo, lo acuso o lo juzgo. Lo más lógico será encontrar la razón por la cual elegí un compañero / problema / conflicto / situación / entuerto como ese, y descubrir así que quizá haya sido lo mejor que pude hacer para no hacerme cargo de mi propio problema.
Cuando hacemos CONSCIENCIA, hallamos que el centro del conflicto no es lo opuesto, sino algo muy diferente que se encuentra por lo general en un problema no enfocado y que ha quedado por fuera de la díada correcto-incorrecto. Descubrir eso, implica permitir salir del lugar de la "reacción", del lugar de devolver la agresión, el contraargumento, el péndulo y la rueda del hámster.
Si no podemos ver que quizá el centro de un problema está en otro lugar, o que incluso, está compartido, viviremos repitiendo el vaivén pendular, dando tontas vueltas y eternamente enzarzados en batallas de buenos y malos que existen porque nos encargamos de alimentar esa lógica tan escasa de acción y reacción.
Por algo el símbolo del yin y el yang tiene un punto negro en el lado blanco y uno blanco en el negro, y aunque nos hagamos los eruditos espirituales; lo usamos sólo para ilustrar nuestros muros en las redes sociales.
Hay que animarse a cuestionar lo que nos venden como conflicto en el cual lo fabuloso, limpio y blanco está de un solo lado, porque en esa presentación se esconde el veneno de un versus que no suele ser más que una distracción. Y así es como aprendemos a pensar y a tragar, y no a analizar ni a buscar mayor conocimiento, todo lo que escuchamos.
Lo que no se cuestiona, vive y pervive y se desplaza a otros conflictos que tarde o temprano, en el modo binario de pensamiento, hace que el péndulo pase como destino y condena segura de un extremo al otro sin haber aprendido absolutamente nada. Y si no, a las pruebas me remito: en temas históricos, en las sucesiones del poder, en cuestiones de pareja…
Cada vez que veas dos polos en claro conflicto, desconfía. Con eso, habrás dado al menos un paso en favor de un centro que quizá sea mucho más importante que el versus superficial con que te estás entreteniendo.
Además, con esto, estarás dando posibilidad a que algo nuevo se manifieste en tu vida y en cualquier ámbito de la vida que parezca ser una monótona sucesión de repeticiones sin solución.
Recuerda: DONDE NO HUBO SOLUCIÓN, HUBO REPETICIÓN.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M.N. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.

domingo, 16 de febrero de 2025

TOXI-TAXI (REEDICIÓN)

 

Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Toxi-taxi
(Beilinson - Solari)

Te tenemos allí
abandonado allí
preso como un animal
(como un animal feroz)
Así las cosas, la fiera más fiera
¿dónde está?
El toxi-taxi viene y va
y tu sombra va detrás
de hordas de notables
con los secretos para hacer
un negocio tan pequeño
y simple como vos.
Un toque por si las moscas van
y otro toque por si vas detrás
Ya no hay tiempos de lamentos
¡Ya no hay más!
Un sueño con Luis María
muerto cuando me decía:
"Cada día veo menos
cada día veo menos,
cada día veo menos, creo, menos mal".

"Toxi-taxi" es una canción que Solari dedicó a la memoria de Luis María Canosa, en la que pinta las circunstancias que llevaron a su prisión y muerte.
Luis María era un amigo de juventud del Indio, un pibe que era rugbier e integraba un grupo de rock de La Plata que se llamaba "Dulcemembriyo". E incluso, durante los famosos lozanazos, una noche subió a tocar con los Redondos. Lo recuerda como "un chico rubio, angelical, de facciones muy delicadas y pelo largo".


Parece que Luis María era muy afecto a las drogas, y eso se agravó durante un viaje a Europa que hizo en compañía de Federico Moura. Al regreso, estaba tan mal, que lo internaron en una clínica psiquiátrica y le hicieron tratamiento de electroshocks, con lo cual quedó peor que antes (una historia muy parecida a la de Tanguito, digamos). Cuando salió de la clínica, se casó con una chica que se llamaba Claudia y se fueron a vivir a Buenos Aires, y ahí el Indio le perdió el rastro; hasta que tiempo después, se enteró de que Luis María y su mujer habían caído presos, que a él lo habían mandado a Devoto y que allí murió durante un motín que fue brutalmente reprimido por los guardias. Se trataba del tristemente célebre "motín de los colchones", acaecido en el penal de Devoto el 14 de Marzo de 1978.
Años después, en el primer disco de su etapa post Redondos, El tesoro de los inocentes (Bingo Fuel), el Indio volverá a recordar a su amigo Luis María Canosa en el tema "Pabellón Séptimo".
Lo que ilustra Solari en la letra de "Toxi-taxi" es la causa que entre la yuta y la maldita in-justicia argentina, armaron en contra de Luis María y su mujer, Claudia. En La Plata se hablaba mucho sobre la existencia de una poderosa red de narcotraficantes, y la cana sabía quiénes la integraban: una serie de notabilísimos personajes de mucho dinero y poder, pero los polis les tenían tal cagazo a los tipos esos, que no tuvieron mejor idea de querer "calmar las fieras" encanando con bombos y platillos a un par de perejiles como para engatusar a la gilada, y ese par de perejiles tuvieron la desgracia de ser Luis María y su mujer, cuyo único "delito" era ser drogadictos y que por supuesto, no tenían un carajo que ver con la "poderosísima red de narcotraficantes" con la que tanto se cacareaba. En principio, la yuta les dijo que la cosa "iba a ser un par de días nomás", "hasta que se aplacaran los ánimos"; pero pasó el tiempo, se complicaron las cosas, y a Luis María lo mandaron preso a Devoto y ahí murió asfixiado por el humo en esa circunstancia trágica del "motín de los colchones del Pabellón Séptimo".
Al margen de la tragedia y la causa amañada por la yuta; la canción se vincula a una anécdota que aconteció en torno a un preso famoso: Hugo (a) "La Garza" Sosa Aguirre, uno de los integrantes de la banda del Gordo Valor; que juraba y perjuraba que las causas en su contra eran amañadas y que si bien había tomado parte en asaltos; esos asaltos eran orquestados en complicidad con la policía, quien era la que les pasaba los datos a los chorros y "liberaba la zona", llevándose la mayor parte del botín. Tan conmovedoramente convincente fue el alegato de La Garza Sosa, que un periodista se solidarizó con él y le mandó una carta a la cárcel en donde estaba preso, en la cual le escribía que creía en él, que le parecía injusto que estuviera preso mientras estaban libres los banqueros que habían cagado a medio mundo, le mandaba su afecto, y a continuación le transcribía la letra de "Toxi-taxi" de los Redondos. La Garza, al leer la letra, comprendió en el acto la similitud que había entre el caso que habían armado en contra de Luis María Canosa, y el suyo propio; y de ahí en más se hizo fana de los Redondos, les enseñó las letras a los otros presos y se dedicó a hacer "proselitismo ricotero" en toda la prisión, a través de lo cual muchos de esos presos entendieron que los Redondos referencian en su música las injusticias, los atropellos y abusos del sistema.
Sobre el título no hay mucho para hablar, es simplemente una metáfora del Indio para referirse al tráfico, venta y distribución urbana de drogas. Así como un taxi va y viene de muchos lugares; el narcotráfico actúa impunemente, muchas veces con la complicidad o la vista gorda -o, como en este caso, echándole a la culpa a inocentes- de la yuta. Y en ese contexto, lo de “toxi-taxi” también alude a los patrulleros de la División Toxicomanía.
“Te tenemos allí / abandonado allí / preso como un animal / (como un animal feroz)”: El Indio habla en primera persona, como si fuera el juez, el comisario o el fiscal o algún otro hdp por el estilo, dirigiéndose al preso (Luis María). Lo acusa injustamente de ser el el responsable de la "poderosísima red de narcotraficantes"; cuando en realidad, era sólo un consumidor.
“Así las cosas, la fiera más fiera / ¿dónde está?": Acá el Indio se dirige al sistema, lo increpa, lo denuncia: le pregunta al juez, al fiscal, a la yuta, dónde están los verdaderos responsables, "la fiera más fiera".
“El toxi-taxi viene y va / y tu sombra va detrás / de hordas de notables / con los secretos para hacer / un negocio tan pequeño / y simple como vos”: Se dirige a Luis María, un poco relatando lo sucedido: el narcotráfico sigue actuando ("el toxi-taxi viene y va") impunemente, encubiertos los verdaderos responsables ("hordas de notables"), que zafan y siguen haciendo su negocio merced a la complicidad de la policía; que le echa la culpa a un simple y pequeño consumidor (“negocio tan pequeño y simple”); mientras los verdaderos delincuentes siguen traficando como si nada.
“Un toque por si las moscas van / y otro toque por si vas detrás”: Ahora es el yuta, hablándole a Luis María. Le dice que lo va a tener preso "un toque" nomás, unos pocos días "por si las moscas", digamos, como para "calmar los ánimos", y después "otro toque", otros pocos días más, mientras averiguan bien los antecedentes de Luis María para estar seguros los canas de que él no tenga nada que ver con la red de narcotraficantes, que no sea un cómplice principal ("por si vas detrás").
“Ya no hay tiempos de lamentos / ¡Ya no hay más!”: Ahora es el Indio quien increpa al sistema. Les dice que lo que hicieron, la tremenda injusticia que cometieron, no tiene arreglo posible ("ya no hay tiempo de lamentos"), ya es tarde para todo ("¡Ya no hay más!"); porque lamentablemente, a quien le echaron caprichosamente la culpa (Luis María), murió en la cárcel.
“Un sueño con Luis María / muerto cuando me decía: ‘Cada día veo menos / cada día veo menos, / cada día veo menos, creo, menos mal’”: Cuando el Indio escribió esta letra (1991), Luis María hacía mucho tiempo (trece años) que había fallecido en el motín de los colchones (1978). Imagina a su amigo muerto diciéndole en un sueño: "cada día veo menos, creo, menos mal". Puede estar aludiendo con esa metáfora a un consuelo, como si estuviera consolándose pensando que en cierta manera fue mejor que Luis María muriese, a sufrir ese calvario de estar preso. O quizá use esa metáfora para referirse a que "cada día veía menos" en el sentido de que cada vez se agravaba más lo injusto de su situación. O tal vez aluda a que Luis María estaba como "ido" de la realidad, debido a las drogas. En fin, sólo el Indio sabrá qué sentido quiso darle a esa metáfora...

-Juan Carlos Serqueiros-


jueves, 13 de febrero de 2025

ANDRESITO Y EL CONDE DE CASA FLÓREZ










































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Para saber lo que un documento oficial tiene o no tiene de verdadero, sobre todo si participa de un carácter diplomático, es menester que no se lo tome así nomás y a ciegas por lo que en él se diga, sino comparándolo cuidadosamente con las circunstancias del tiempo, con la índole de los sucesos y de los hombres que lo produjeron y con otros documentos que le sean relativos en esas mismas circunstancias y tiempos. (Vicente Fidel López, Historia de la República Argentina)

… Por lo visto, los españoles no se juntan con los americanos, a lo menos con los de este rumbo... (Ignacio Alvarez Thomas a Manuel de Sarratea, en carta del 10.07.1815)

En la imagen que oficia de portada del presente opúsculo puede apreciarse el texto de la carta fechada el 4 de mayo de 1821 y enviada por Andrés Guacurarí y Artigas (en adelante Andresito) al ministro plenipotenciario de España ante la corte portuguesa residente en Río de Janeiro: José Antonio Joaquín de Flórez y Pereyra, conde de Casa Flórez (en adelante Casa Flórez o el conde):
Don Andrés Artigas, coronel y comandante general que fue nombrado por el jefe principal de la Banda Oriental José Artigas, de los 15 pueblos de Misiones, ante V. E. con el debido respeto:
Que después de un año y cuatro meses de una rígida prisión incomunicado y sin luz en un calabozo de la fortaleza de esta plaza, la Lage, he sido puesto en mi natural libertad, sin más proceso ni sentencia, que cuanto ha sido la voluntad de S.M.F. (Su Majestad Fidelísima), pero desnudo y lleno de las miserias que V. E. puede considerar son resultivas (sic) de un padecimiento tan inhumano, y como lo que tengo vestido es ajeno, y es preciso volverme a mi país natal, y recogerme al abrigo de los míos, ocurro lleno de necesidad al paternal corazón de V. E. para que se digne proporcionarme algún auxilio que pueda cubrir mi desnudez, y emprender dicho viaje, pues de lo contrario me será imposible sin recibir auxilio del que siempre llamé padre, don José Artigas a quien debo mi educación, pues como tal me ha criado: en unos términos y haciendo el más respetuoso pedimento a V. E. suplico así lo determine en justicia que pido y para ello imploro la benignidad del gobierno a cuyo amparo me he recogido.

Corte del Río de Janeiro y mayo 4 de 1821

Andrés Artigas (está su firma)
Este documento histórico adquiere una extraordinaria relevancia en tanto del mismo se desprende que:
a) Los portugueses habían reconocido en Andresito su grado militar de coronel (que era el que efectivamente detentaba) y asimismo; lo reconocían en su condición de gobernante de los “15 pueblos" (sic) de las Misiones.
b) Por entonces, Andresito ya había sido liberado (“he sido puesto en mi natural libertad”, consigna inequívocamente).
c) Andresito era a la vez, un prisionero de guerra y un preso político que, en circunstancias particularmente adversas y aún terribles para él, se había resignificado a sí mismo, y en la coyuntura se consideraba y definía como súbdito de la corona española (“benignidad del gobierno a cuyo amparo me he recogido”, escribe derechamente).
A todo esto, debe decirse que a instancias de y en comunidad de criterios con, Mateo Magariños (riquísimo comerciante español, a la sazón, emigrado de Montevideo y residente en Río de Janeiro) y el hijo de éste (por entonces en Madrid como diputado americano a las cortes): el oriental-español Francisco de Borja Magariños; el conde de Casa Flórez (n. Buenos Aires, 05.07.1759) intercedió ante el monarca portugués Juan VI solicitándole la liberación de los prisioneros artiguistas recluidos en Ilha das Cobras alegando que su condición era la de españoles y como tales se les debía considerar. Esta intervención de Casa Flórez fue de capital importancia, ya que efectivamente todos (incluido Andresito, claro) fueron puestos en libertad.
¿En qué contexto se daban estas circunstancias y cómo se interrelacionaron e interactuaron en él los factores económicos, políticos y sociales? Veamos:
El 1 de enero de 1820 estalló en España la revolución liberal encabezada por Rafael de Riego que obligó a Fernando VII a acatar la Pepa (constitución de Cádiz de 1812) y que dio al traste con el propósito de enviar al Plata la formidable expedición militar que venía anunciándose desde 1814-1815 con el fin de aplastar la revolución en las Provincias Unidas (aún cuando éstas ya había declarado la independencia en 1816) y recuperar mediante el uso de la fuerza armada las colonias del antiguo virreinato del Río de la Plata, de la capitanía general de Chile, y de impedir la concreción del plan de San Martín para libertar al Perú. Más temprano que tarde, la revolución liberal española se extendió a Portugal, donde el pueblo a través de las cortes exigió el regreso a Lisboa del monarca lusitano residente en el Brasil, a lo cual debió allanarse Juan VI (previamente a embarcarse hacia ese destino fue que, accediendo a la solicitud de Casa Flórez, dispuso la libertad de los prisioneros artiguistas).
Al propugnar y finalmente obtener la liberación de éstos, ¿obraba Casa Flórez por humanitarismo o existían otras razones que lo movían a hacerlo así? Y… digamos, que existieron factores concurrentes: él había gastado en 1808, durante la guerra de la independencia española y hallándose prisionero de los franceses, la fortuna de su esposa y hasta empeñado su crédito personal ayudando económicamente a sus compañeros de infortunio, pero más allá de eso; no debe perderse de vista que se trataba de un militar de altísimo rango (detentaba en el ejército español nada menos que el grado de teniente general), y a la vez de un fino, eficaz y astuto diplomático al servicio de Fernando VII que había cumplido con creces las misiones que se le encomendaron, esto es, hacer espionaje sobre el proceso independentista de las Provincias Unidas, y paralelamente, estrechar vínculos con Juan VI a fin de contar con el auxilio de las tropas portuguesas llegado el momento de dar el proyectado zarpazo sobre Buenos Aires una vez recuperada Montevideo y consolidado el poder español en ella (para lo cual, dicho sea de paso, entendía imprescindibles la adhesión y el concurso de los artiguistas).
En cuanto al otro factor importante: el comercio, es decir, los grandes comerciantes, representados en la figura de Mateo Magariños, era consciente de los perjuicios que la guerra ocasionaba al intercambio, y por ello propugnaba la aplicación de una política conciliadora, ponía énfasis en afirmar que no debía hostilizarse a los independentistas y hasta afirmaba que eventualmente España debería reconocer la independencia de sus colonias. Obviamente, más allá de tan desinteresadas intenciones; subyacía la expectativa de lograr el control del comercio de ultramar vía Montevideo, para lo cual había “sugerido” (también desinteresadamente, claro) a Casa Flórez constituirla en un obispado al frente del cual se pondría al canónigo Luis de Chorroarín (emparentado con él), si éste aceptaba pese a su convencimiento independentista, o de última, si se negaba; suplirlo con Dámaso Antonio Larrañaga, ex artiguista devenido en adherente a la ocupación portuguesa y besamanos de Juan VI (lo cual a Magariños al parecer poco le importaba, quizá por conocerlo muy bien).
A todo esto, en aquel guignol tragicómico (el ribete de comicidad lo daba, entre otras ridiculeces, el hecho de que en su increíble ingenuidad los liberales de las cortes españolas y del gobierno, pensaban en financiar la campaña militar solicitándoles dinero a los ingleses a cambio de concesiones comerciales —lo cual equivalía más o menos a que Pulgarcito le pidiese al ogro miguitas de pan para reemplazar las que le habían comido las palomas—) fungía de titiritero el cretino (Salvador Ferla dixit) Fernando VII, quien no tenía intención alguna de sujetarse a la constitución, sino que de hecho; obraba de tal modo de sacudírsela de encima y volver lo antes posible al absolutismo. Lo cual logró al cabo del corto período que la historiografía designa como Trienio Liberal, recurriendo a la intervención francesa conocida como la invasión de los Cien mil Hijos de San Luis.
En fin… sería un trabajo de Hércules (y no sé… tengo para mí que hasta el propio Hércules fracasaría si intentara llevarlo a cabo) sustraer a Fernando VII de los primeros —sino del primero— puestos en el ranking de grandes hijos de puta de la historia universal (a lo cual, convengamos, es más que justo acreedor por merecimientos propios; pues en materia de hijoputez no dejó sin cometer una sola abyección).
Y sin embargo, a pesar de lo miserable, felón, rastrero, cobarde, falso, patán, terco y arrogante que era, y a su incapacidad para sentir culpa y remordimiento; en España las clases populares, los más desposeídos, el campesinado, en suma, el pobrerío, paradojalmente lo quería y más aún, lo aclamaba (no por nada se lo llamó “El Deseado”).
Desde luego, no me apresto a esbozar aquí un perfil psicológico de aquel repugnante sujeto ni me propongo analizar, acotado como estoy a la estrechez de un artículo, los motivos para que tal fenómeno se haya producido (para lo cual, por otra parte; no calificaría pues no soy psicólogo ni sociólogo); simplemente lo traigo a colación como dato objetivo y comprobado que conduce a elucidar un aspecto que llamativamente quienes abordaron el tema soslayaron considerar o bien “resolvieron” limitándose a atribuirle a Vicente Pazos Kanki el hecho de contactar a los prisioneros artiguistas con el conde de Casa Flórez “a partir de lo cual empezaron las gestiones para su liberación”, etc. Sostengo, pues, que más allá de la evidencia incontrastable de la activa participación de Pazos Kanki —por entonces preso en Ilha das Cobras y posteriormente liberado junto con los demás— en el asunto; Casa Flórez y Magariños buscaron reproducir en el Plata el apoyo en la península del “bajo pueblo” hacia Fernando VII; espejándolo en la adhesión del artiguismo en tanto expresión identificada con los pobres, los negros, los indios y en fin; los menos favorecidos, los postergados. De hecho, los jefes artiguistas Otorgués, Andresito, Berdún, Acevedo, Manuel Artigas y demás, efectivamente juraron la constitución española y firmaron el memorial conocido como de “los españoles de ambos mundos”.
¿Por la suerte que corrieron las figuras históricas citadas en este artículo, me pregunta, mi querido amigo lector? Le cuento:
Andresito murió, presumiblemente en el escenario carioca, a poco de ser liberado y en circunstancias que se ignoran, probablemente como consecuencia de una intoxicación alcohólica o del impacto en su organismo de las durísimas condiciones de la prisión que hubo de sufrir.
Juan VI reinó en Portugal hasta 1826, año en que falleció el 10 de marzo, asesinado por envenenamiento con arsénico, en una conspiración que se supone fue instigada por su hijo Miguel o por su esposa Carlota Joaquina de Borbón (hermana de Fernando VII).
Mateo Magariños (que se mantuvo empecinadamente realista aún tras el fracaso del proyecto de recuperación de las colonias americanas por parte de España) fue nombrado para integrar la Real Audiencia de Charcas, pero cuando se dirigía a posesionarse de su cargo, fue detenido por las tropas patriotas en 1824 y condenado al destierro, pena que no pudo efectivizarse pues enfermó gravemente, y tiempo después, se le permitió radicarse en Arequipa, Perú, donde ejerció la abogacía hasta su muerte en setiembre de 1838. Su hijo, Francisco de Borja Magariños (n. Montevideo, 1795), una vez desengañado definitivamente de los proyectos que como diputado americano a las cortes españolas había propiciado y sostenido sin éxito alguno, regresó a Montevideo, donde en 1829 fue designado contador general, y después, en 1841 ministro plenipotenciario en el Brasil y en 1846 ministro de Relaciones Exteriores. Murió en 1855, en Río de Janeiro, a causa de un derrame cerebral.
El conde de Casa Flórez, tras su regreso a España en 1822, fue sucesivamente designado ministro plenipotenciario en Lisboa primero, luego en Viena, y por último; otra vez en Portugal, hasta 1827 en que le fue concedido el retiro. Murió en Madrid el 27 de octubre de 1833.
Fernando VII siguió siendo el azote que invariablemente fue siempre, a pesar de lo cual su popularidad y la fidelidad de sus vasallos hacia su ruin persona se mantuvo. Falleció el 29 de setiembre de 1833.
El historiador que me constituye de seguro se espantará ante lo que a continuación voy a manifestar, pero a fuer de honesto y sincero, no puedo no sentir y pensar que para la hispanidad toda, sea americana o europea, desgracias y Borbones fueron (y son) sinónimos.

-Juan Carlos Serqueiros-
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REFERENCIAS
    
AHN (Archivo Histórico Nacional, Madrid, España). Carta de Andrés Artigas a Casa Flórez 4.V.1821-Legajo n° 3768.
Bonaudo, Marta. Francisco de Magariños: un americano tensionado entre la fidelidad a la monarquía y la construcción de una nueva república (en Secuencia. Revista de Historia y Ciencias Sociales, n° 92, México D. F., 2015).
Caula, Elsa. Entre expectativas e incertidumbres: funcionarios y oficiales del Ejército Español en Río de Janeiro durante el Trienio Liberal (en Revista Complutense de Historia de América n° 49 pp. 215-238, 2023).
García, Flavio A. Los prisioneros artiguistas en Río de Janeiro (en Boletín del Ejército n° 55, Estado Mayor del Ejército de la R.O.U., Montevideo, 1955).
Machón, Jorge F. Los prisioneros artiguistas en Río de Janeiro. El caso del coronel Andrés Artigas (en Investigaciones y Ensayos. Revista de la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina, n° 58, Buenos Aires, 2009).
Machón, Jorge F. y Cantero, Oscar D. Andrés Guacurarí y Artigas. El líder guaraní-misionero del artiguismo. Tierradentro Ediciones, Montevideo, 2013.
Pérez Calvo, Lucio R. El condado de Casa Flórez y su progenie española y americana (en revista Hidalguía, Año LX , n° 361, Madrid, 2013).
Ricca, Javier. Artigas 1814: secretos de una revolución. El Mendrugo, Montevideo, 2015.
Schlez, Mariano. Los fundamentos materiales del vínculo político entre Buenos Aires, España y Gran Bretaña durante el Trienio Liberal (en La ilusión de la Libertad. El liberalismo revolucionario en la década de 1820 en España y América. Ariadna Ediciones, Santiago de Chile, 2021).