lunes, 28 de julio de 2025

EL MIEDO









































Escribe: Gabriela Borraccetti *

El amor ahuyenta al miedo y recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y el miedo expulsa no sólo al amor; también expulsa la inteligencia, la bondad y todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma. (Aldous Huxley)

El miedo es el peor enemigo de una persona. Temer otorga poder a algo o alguien que nos domina, y que va desde sentir horror por las arañas, las alturas o la oscuridad; hasta creer que nuestras vidas no funcionan debido a la acción de terceras personas.
No hay pensamiento positivo que tenga efecto, hasta que no se haya disuelto todo lo que llevamos como "nudo" en la oscuridad de nuestra psique.
La falsa premisa de que todo se reduce a no centrarse en "lo malo", limita la vida al lado consciente del ego. Pero el poder, el verdadero poder, está en la oscuridad de lo inconsciente. Allí donde arrojes luz, recuperarás fuerzas que pueden realmente mover montañas.


Pero eso sí: para lograrlo… primero tendrás que ser capaz de bajar hasta las mismísimas cuevas ocultas del alma.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. N. 16814

Imagen de portada: Sarah Muirhead, “The Scarry (El miedo)”, acrílico sobre tela, contemporáneo.

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.como Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


miércoles, 23 de julio de 2025

BARIA CITY BLUES











































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Hacía tiempo que una novela (de cuya lectura disfruté intensamente, dicho sea de paso) no me dejaba después semejante carga de tristeza.
Si a un tipo como yo, carrereado, ya con 69 pirulos sobre el lomo, que vio en su vida un par de cositas, un simple libro le produce ese efecto; ello sólo puede deberse a dos causas: o el autor es un genio, o la tristeza ya estaba ahí, previa a la lectura y ésta sólo contribuyó a agrandarla.
Me inclino por lo segundo, no porque Carmelo Anaya (que además de "escritor de misterios" como le gusta definirse a ese abogado y licenciado en criminología) no sea un buen novelista (de hecho lo es, sin duda); sino porque mi instinto masoca no falla nunca: si estoy decaído, con el bajón, apesadumbrado, medio distópico; clavado que encuentro el libro justo para hundirme todavía un cachito más. Es infalible.
Por otra parte, ya había leído otras dos novelas suyas: "La tierra amarilla" y "El guardián de mi hermano", tan crudas como esta o quizá más, de manera que las miserias humanas que se narran en la trama de "Baria City Blues" (Editorial Almuzara, 2009) en modo alguno son las causales de mi estado de ánimo.
Sinopsis: "Baria City Blues" es la novela en la que se da a conocer el Comisario Carrillo, destinado a la Jefatura de Policía de Baria (sitio que se corresponde con la ciudad de Vera, en el levante almeriense), quien se ve involucrado en la investigación de una muerte que nadie sabe si fue un crimen. La pesquisa se enreda más a cada momento y los implicados se convierten en alimañas que se hieren unas a otras. Los inocentes se tornan culpables y los culpables buscan una sórdida forma de inocencia.
"Baria City Blues" añade, a una indagación sobre los límites del amor; la intriga precisa para que cada página suponga un descubrimiento. Una novela que se leerá de una vez, como un buen trago, avanzando desbocada hasta un final sorprendente y cruel.

-Juan Carlos Serqueiros-


lunes, 21 de julio de 2025

HACER LO CONTRARIO: UN REMEDIO QUE ENFERMA























Escribe: Gabriela Borraccetti* 

La mayoría de nosotros, al sentirnos frustrados, heridos, abandonados o puestos a soportar cualquier situación que causa dolor psíquico o padecimiento, toma una posición que reza: "pues si esto no funciona, haré lo contrario". Es así como de ser amables y presentes todo el tiempo, practicamos una actitud indiferente y de "a mí no me importa", esperando en secreto que alguien note nuestra ausencia. 
También podemos pasar de demostrar nuestros sentimientos a enterrarlos en la primera maceta de tierra, creyendo que ahí abajo, desaparecerán y nos haremos fuertes e invulnerables. 
Si en una sociedad nos dicen que para ser felices tenemos que tomar drogas e ir a torturarnos el cerebro con luces y una música que daña tímpanos, allá vamos aunque el resto del tiempo seamos bastante silenciosos, nos gusten los ambientes intimistas y aborrezcamos los ruidos. 
Si uno tiene un sentimiento de libertad y una consciencia de aburrimiento de la rutina, lo guarda en el subsuelo empeñándose en encontrar al candidato para toda la vida porque pareciera que aún, si no te casaste no sos normal. 
Si nos han abandonado, no abandonamos ni a palos, incluso aunque no abandonar implique morir de bronca. 
En síntesis, hacer lo contrario es como nacer rubio y teñirse de negro creyendo que con eso uno pasó a ser otra persona. 
El camino opcional es aceptar primero que somos muy parecidos a lo que rechazamos y nos hace doler. Que tenemos formas de reaccionar condicionadas por ese dolor y que el modo de resolverlo no es pasar a la vereda de enfrente ya que eso es simplemente otro extremo de la misma cuerda, sino reconocer que ambos extremos (como podrían ser la cabeza versus los pies) son parte de un mismo cuerpo. No por ir haciendo la vertical en la vida, las cosas van a cambiar, ¿no es cierto? 
La única forma de dejar de sostener padecimientos proviene de vernos en el espejo que menos nos gusta y tomar consciencia de ello. Una vez ahí, conscientes de lo que estamos haciendo y para qué, ya no es necesario disfrazarnos de lo que no somos, sino encontrar cómo hemos hecho para anudar ese dolor a nuestra identidad. 
Si digo, por dar un ejemplo, "baja autoestima", "desamor", "inseguridad", algunos lo asociarán a pérdida, otros a abandono, otros a celos, otros a competencia, otros a... cualquier cosa que hayan vivenciado como la causa del sentimiento. Entonces no existe una receta posible para todos, no es factible solucionarla con pintar de blanco lo negro o seguir recetas de libros de autoayuda, ya que cambiar no es hacer lo contrario o lo que nos dicen, sino hallar una forma diferente de leer nuestra experiencia pasada; hallar la conexión entre lo que nos duele y sus causas, para ver cómo se hizo posible el rechazar nuestra naturaleza. 
No es, pues, cambiar de apariencia lo que nos devolverá el atractivo, no es adelgazando que veremos la vida rosa, ni casándonos, ni teniendo 400 hijos, ni siendo exitosos, ni aplaudidos por un millón, ya que todas, absolutamente todas las personas, desde las más famosas, bellas y poderosas hasta las más ignotas, pueden sentirse infelices cuando se encuentras solas en casa. 
Recuerda: la transformación jamás es ser lo contrario, puesto que de tener corazón a arrancárselo, se pasa de estar vivo a estar muerto en lugar de pasar a ser otro. Donde hay una pose, hay un dolor. Ser lo contrario es ser lo mismo, pero de apariencia distinta; mientras que desaprender es la cura. 

Lic. Gabriela Borraccetti 
Psicóloga Clínica 
M. N. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


jueves, 17 de julio de 2025

HISTORIA DE UNA FOTO





















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Con fecha 9 de junio de 2016, el Archivo General de la Nación subió a su página de Facebook esta imagen (que también oficia de portada de mi opúsculo) bajo el epígrafe "Bailando tango en el Teatro Victoria, 1905". 


Sin embargo, la foto (que se conserva bajo el código AGN Documento Fotográfico. Inventario 138011, y que efectivamente fue tomada en 1905 en el salón de baile del teatro Victoria), no tenía originalmente el epígrafe empleado por el AGN; sino uno que rezaba "Metámosle firulete", y junto a otras cuatro, ilustraba un artículo titulado "Baile de moda", publicado en la revista Caras y Caretas en su edición n° 336 del 11 de marzo de 1905. Dicha nota, elaborada por un periodista de quien no se consignó el nombre sino sólo su apodo: "Goyo", y su apellido: Cuello, estaba referida al furor que causaba el tango (al que calificaba de "baile más libertino" y de "lasciva danza").
Pero si se presta la debida atención, podrá notarse que no todas las cinco fotos en total estampadas en el artículo muestran parejas bailando tango; de hecho, sólo una de ellas lo hace: la que lleva el epígrafe "¡Vaya un budín para postre!"; las restantes registran: una, la invitación a bailar; otra, una pareja danzando una polca que hacía furor por esos tiempos: "La refalosa" (que más de veinte años después, Francisco Canaro registraría como propia, tal vez por arreglos que le había introducido); otra, con la leyenda "Adelante los que quedan" (frase que había escrito Leandro Alem en la nota que dejó al momento de suicidarse), que muestra dos parejas bailando lo que posiblemente sea un vals; y esta que se conserva en el AGN, que tal como consigné precedentemente, lleva el epígrafe "Metámosle firulete", lo cual sin asomo de duda es un yerro grosero de "Goyo" Cuello o quizá del compaginador de la revista; porque claramente se distingue que las dos parejas que aparecen en ella están bailando un vals y no un tango.
El teatro Victoria estaba situado en la esquina de las calles San José y De la Victoria (la actual Hipólito Yrigoyen), y tenía una historia muy interesante: había sido el mítico Teatro Onrubia, propiedad de José Felipe Emilio "Loco" Onrubia, íntimo amigo de Alem, y fue uno de los cantones en la revolución de 1890 llamada "Revolución del Parque". En 1896, Onrubia, abrumado por las deudas de juego y la mala administración que él mismo ejercía; le vendió el teatro a Juan Claudio Uranga, un amigo suyo, que le cambió el nombre y lo bautizó "Victoria" porque sobre la misma calle de la Victoria, a pocas cuadras, había estado, en la década de 1830, el Teatro de la Victoria.
Le cuento, mi querido amigo lector, que esta imagen también se utilizó en 1967 como tapa del disco de vinilo "La crencha engrasada", que contiene los versos de Carlos de la Púa recitados por H. Alterio y O. Villamor, musicalizados por Juan Tata Cedrón y el Cuarteto del Centenario.


Y finalmente, aquí le dejo el enlace al número de Caras y Caretas en el cual se publicó originalmente esta foto:


¡Hasta la próxima!

-Juan Carlos Serqueiros-


miércoles, 16 de julio de 2025

¿ES BUENO EL COLECHO?

Por Gabriela Borraccetti:

Dormir con nuestros hijos puede parecer el gesto más tierno y protector. Nos ahorra levantarnos, calma culpas y da la ilusión de que no los estamos dejando solos. Pero… ¿realmente es bueno para ellos? El colecho suele responder más a las necesidades emocionales de los adultos que a las verdaderas necesidades del niño. Y aunque parezca una forma de amor, muchas veces termina robándole algo esencial: su propio espacio, su autonomía y su tranquilidad emocional para dormir sin depender de otro. En mi último artículo reflexiono sobre por qué el colecho, aunque se presente como una moda amorosa, puede traer más problemas que soluciones —y cómo ayudar a nuestros hijos a dormir en paz en su propio espacio, sin culpas ni miedos.
👉 Leé el artículo completo en mi blog: 🔗 Colecho: si o no

lunes, 14 de julio de 2025

DEPARTAMENTO Q: SIN LÍMITES












































Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Envidio la capacidad de Carl Mørck para poner los pies en alto y tomar una siesta. (Jussi Adler-Olsen)

“Sin límites” (Den grænseløse en el original danés) es una novela negra escrita en 2014 por Jussi Adler-Olsen (n. Copenhage, Dinamarca, 02.08.1950) y publicada en castellano por Maeva Ediciones en 2016.
Se trata del sexto de los diez libros autoría de Adler-Olsen que a la fecha componen la saga “Departamento Q” (Afdeling Q en danés), integrado por quien es el jefe de la unidad (que fue creada sólo con el fin de clasificar y archivar casos policiales que quedaron sin resolver; pero que paradojalmente serán, merced al tesón de sus miembros, re investigados y solucionados): el detective Carl Mørck, de extraordinaria intuición pero conflictivo, traumado, antipático y en terapia psicológica; su asistente: Assad, un sirio-libanés de enigmático pasado, que más temprano que tarde revela notables aptitudes y conocimientos, además de evidenciar su capacidad y su paciencia para soportar, comprender y acompañar al difícil Mørck; y la secretaria de ambos: Rose Knudsen, una joven problemática y testaruda pero que se convierte en una pieza clave a la hora de organizar y analizar.

Sinopsis: La trama de “Sin límites” gira en torno a un caso que el comisario de la isla de Bornholm, Christian Habersaat, lleva ya diecisiete años investigando, pero que no ha logrado resolver: la muerte de Alberte, una joven cuyo cadáver apareció colgando de la rama de un árbol. Desesperado, Habersaat decide telefonear a Carl Mørck, para pedirle ayuda; pero éste, malhumorado y despectivo, se la niega y corta abruptamente la comunicación. Poco después, Rose Knudsen le informa a Carl que Habersaat se ha suicidado descerrajándose un tiro en la cabeza precisamente el día en que se anunciaba su jubilación, y para peor; dejando un mensaje en el cual consignaba: “El Departamento Q era mi última esperanza. No aguanto más”, y que consecuentemente, la Jefatura dispuso que deberán viajar a Bornholm para esclarecer el trágico suceso.
Una vez en la isla, procuran hablar con June, la ex esposa de Habersaat, quien se niega en redondo a colaborar con ellos debido al rencor que guarda hacia su ex marido (que la había abandonado muchos años antes), ante lo cual se dirigen a entrevistar al hijo de ambos: Bjarke, un drogadicto; pero se topan con el cadáver de éste, que minutos antes se había suicidado abriéndose las venas. Entonces, se trasladan a la casa de Habersaat y allí dan con todo el material que el comisario había ido acumulando, y cuando proceden a analizarlo, surgen pistas que los conducen a una secta, un centro esotérico a cuyo frente se halla un misterioso individuo llamado Atu, secundado por una mujer que responde al nombre de Pirjo.
A partir de eso, las vidas de los integrantes del Departamento Q corren serio peligro.

¡Ah!, casi me olvido de esto: sobre la base de la novela “Sin límites”, se rodó la película que lleva asimismo dicho título, producida y distribuida por la compañía Nordisk Film, dirigida por Olen Christian Madsen y protagonizada por Ulrich Thomsen en el rol de Carl Mørck; Sofie Torp encarnando a Rose Knudsen; y Ashfin Firouzi en el papel de Assad. La misma se estrenó el 28 de julio de 2024 en Movistar Plus +. El guion (de Jakob Weis) se atiene casi fielmente al texto del libro de Adler-Olsen, pero “condimentado” con alguna que otra... cosita como, por ejemplo, un incesto.




Si acaso usted me preguntase cuál de las dos, novela o película, me gustó más; entonces sencillamente le responderé que ambas por igual. Así que me atrevo a sugerirle que lea la una y vea la otra. Le aseguro que valen la pena y las disfrutará intensamente.

-Juan Carlos Serqueiros-


domingo, 6 de julio de 2025

OCHO RAZONES POR LAS QUE LA IA NUNCA PODRÁ SER TU TERAPEUTA (AUNQUE CREAS QUE TE ENTIENDE)






























Escribe: Gabriela Borraccetti *

Cada vez más personas le cuentan sus problemas a una inteligencia artificial. Muchos sienten que las respuestas son rápidas, amables, hasta empáticas. Pero, ¿es lo mismo que sentarte frente a un terapeuta humano? 
En este artículo te explico por qué las máquinas nunca van a poder ocupar ese lugar y por qué insistir en reemplazar lo humano nos empobrece.

1. ¿Puede una máquina entender lo que sentís? Spoiler: no.
Las IA pueden sonar empáticas, pero no sienten nada. Solo combinan palabras que aprendieron de textos humanos. No saben lo que es llorar ni enmudecer de dolor. Y eso importa.

2. Recibir respuestas con sentido no significa tener una llave para resolver tu problema.
Las IA te dan frases ingeniosas, hasta “sabias”. Pero las respuestas que calman no siempre son las que transforman. Saber preguntar —y no responder enseguida— es una de las llaves de la terapia.

3. Una IA está disponible las 24 horas. Pero… ¿eso es bueno?
Las máquinas no tienen sueño ni paciencia que se agote. Siempre te responden, a cualquier hora, como un dealer que te entrega tu dosis cuando más la necesitás. Pero esa disponibilidad sin límite alimenta la ilusión de que siempre podemos escapar del malestar. Y muchas veces lo que nos transforma es atravesar el malestar; no evitarlo.

4. Lo vivo alimenta lo vivo
Pretender sostén emocional de una máquina es como esperar oxígeno de una planta de plástico o besar a un metal esperando ternura. No podemos obtener vida de lo que nunca estuvo vivo. Así como no podemos nutrir nuestro cuerpo comiendo plástico, tampoco podemos desplegar nuestra alma alimentándonos de cables. La vida necesita vida para sostenerse.

5. El 80% abandona la terapia. Tal vez porque busca respuestas fast food.
Muchos dejan su proceso porque creen que “consumir” unas cuantas respuestas rápidas ya es suficiente. O porque no están con el terapeuta adecuado. Sanar requiere tiempo, incomodidad y elegir quedarse a ver qué hay detrás del síntoma. No hay atajos.

6. Reemplazamos personas por pantallas… y nos olvidamos de cómo convivir.
Cada vez más, los lugares de encuentro se vacían y las conversaciones reales se pierden. Nos sentimos torpes y sin tema cuando nos encontramos cara a cara. Los niños y adultos más sanos no son los que tienen más dispositivos, sino los que todavía conservan un club, una casa con familia que los cuida, que se sienta con ellos a jugar, a conversar, a compartir y sobre todo, a educar; no a convalidar todo lo que hacen.

7. No siempre lo ilimitado es bueno.
La IA está fuera de las coordenadas de tiempo, espacio, emociones y sensibilidad humana. Eso parece una ventaja, pero no lo es. Lo que no tiene límite tiende a crear adicción. El tiempo de calidad ya es escaso, y cuando entregamos aún más de nuestro tiempo y emociones a la compañía de una máquina, debilitamos lo único que realmente nos hace humanos: nuestra capacidad de compartir lo finito con otros.

8. La terapia es un encuentro, no un consumo.
No es sólo acumular respuestas que suenan bien. Es alguien que te hace preguntas justas, que incomodan, que abren puertas nuevas y desarman defensas. Eso no lo programa ningún algoritmo.

Para pensar…
Si te incomoda la idea de que un robot sea tu terapeuta, ¿por qué no te incomoda que muchos de tus vínculos humanos sean tan automáticos como un robot? Y si ya aceptamos que las pantallas ocupen el lugar de las personas, ¿hasta dónde estamos dispuestos a renunciar a lo que nos hace humanos?

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. N. 16814
Publicación original en www.psicoastrologuía.com

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.


martes, 1 de julio de 2025

AMOR REENCONTRADO





















AMOR REENCONTRADO
(Poema de Gabriela Borraccetti) *

Yo tenía un amor
Pero se ha ido
O tal vez ha desaparecido.

Lo he buscado en los rincones,
En los árboles, en las flores...
Y no lo he encontrado.

He preguntado al cielo,
Al sol y a las estrellas...
Y no me han respondido.

Como tanto lo he extrañado,
Recurrí al único lugar
Donde seguro algo sabrían de él...

Y en mi propio corazón,
Tranquilo,
Lo he reencontrado.

-Gabriela Borraccetti-

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.

lunes, 23 de junio de 2025

LA FOGATA DE SAN JUAN



























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Soy de los privilegiados mortales bendecidos por la circunstancia de que su día onomástico caiga justo el subsiguiente al de su natalicio: mi cumpleaños es hoy 23 de junio y la festividad de mi santo el 24.
Y me acuerdo, ¡claro que me acuerdo! Cómo podría olvidar todo aquello... Mi rosarina niñez, los vecinos en la vereda, a las puertas de las casas, y en la calle, la fogata de la noche de San Juan (noche del 23 para 24) que hacíamos con el Tito, la Sari, el Chuna, el Miguelito, la Muñeca y el Gordo Cacho en aquel barrio La Guardia que me vio nacer y crecer: "Diga, ¿tiene una moneda pa' los pibes de la fogata? Déle...". "Doña Pepa, deme una chirola pa' mañana el almacén vio...". "Doña Felisa, sea buena, veinte centavos... ¿qué le hacen?"...
Y en eso, llegaba el Angelito, cuya casa quedaba sobre la avenida Uriburu, es decir, sobre asfalto, porque sus padres eran gente biam, viste; pero él igual se juntaba con nosotros, los que vivíamos en esas calles de tierra que preanunciaban la zona de las quintas: "Vení Angelito, estamos cachando monedas para mañana, después del campito, ir a comprar en lo de don Antonio galletas campionas y dulce de leche".
Vivíamos tan felices en aquella pobreza, que ni nos dábamos cuenta de lo ricos que éramos...

-Juan Carlos Serqueiros-

sábado, 21 de junio de 2025

DONDE ARDE EL FUEGO NUESTRO

















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Una canción debe ser como un pájaro, y ese pájaro tiene que llamar la atención de la gente. Pero cuando la gente se le aproxime, el pájaro deberá volar; ni tan lejos como para perderse de vista, ni tan cerca como para que pueda ser capturado fácilmente. (Rubén Lena)

DONDE ARDE EL FUEGO NUESTRO
(Canción, letra y música de Rubén Lena)

Cuerpo a cuerpo con la luz,
la soledad en pie,
duele en el aire.

Porque la patria es patria
de la voz y el silencio,
porque patria es la casa
donde arde el fuego nuestro.

Muerte, cuídame,
porque sin mí
tú te mueres.

Luminosa sombra de
leve, eterno perfil,
toca y no toca.

Porque la patria es patria
de la voz y el silencio,
porque patria es la casa
donde arde el fuego nuestro.

Muerte, cuídame.

Esta bellísima y sentida canción trascendió a partir del momento en que fuera versionada por Los Olimareños, dúo oriental integrado por José Luis Pepe Guerra y Braulio López, que en 1978 la grabó en Barcelona, y ese mismo año la editó en México para el sello Fotón en el álbum que lleva precisamente como título Donde arde el fuego nuestro.


Al año siguiente, el disco fue editado también en España por el sello Auvi.


Y habría que esperar hasta 1984, año ese en el cual por fin, Donde arde el fuego nuestro fue editado en Uruguay por el sello Ceibo, y en Argentina (en formato cassette) por el sello Interdisc.





Su poética está referida a los muertos y desaparecidos durante la tiranía militar en Uruguay: un exiliado vuelve a su patria, a la cual percibe ahora como hecha "de voz y silencio" (las voces de protesta y el silencio final de quienes las alzaron y ya no están), y entonces, ante la falta de ésos; ve a la soledad "en pie". Y lo de "muerte cuídame..." está ligado al concepto hermético de "como es arriba es abajo”, etc.: si la vida acaba; también muere la propia muerte, porque se perdería el contraste entre existencia física y el fin de ella. La muerte sólo existe si tiene una vida a la cual oponerse; si esa vida termina, ya no hay oposición entre ella y la muerte.
En síntesis, “Donde arde el fuego nuestro” habla de los dos universos: el material, real, digamos; y el álmico, y de lo que para el Rubito Lena representa la patria, esa que está dentro suyo y a la cual concibe como el hogar donde arde su fuego, es decir su entidad inmaterial, su Ser.

-Juan Carlos Serqueiros-


martes, 17 de junio de 2025

MI ÁRBOL



































Escribe: Gabriela Borraccetti *

No vengo a entreteneros con festividades mundanas, sino a despertar en vosotros la memoria dormida de la inmortalidad. (Paramahansa Yogananda, “El árbol de la memoria”)

Somos el acorde que ha resonado por decenios y el aquí y ahora de todas esas notas que estuvieron, están y estarán en el aire a través de nuestros hijos, de nuestra creatividad y expresión que soltamos como hijos a la vida.
Mi árbol es un árbol frondoso que cruza el océano y tenía algunos brazos finitos y flacos intentando crecer. Con la fuerza de los que emigran, con la tristeza del que cruza hacia lo desconocido, con el perdón hacia quien nos ha abandonado, con el amor del que espera encontrar su lugar, con el deseo de hallar un hogar nuevo, con las ganas de dar lo mejor y el anhelo de un cielo que sea cobijo del pasado, estrella del futuro y presente de amor.
De mis ramas a mis raíces y viceversa.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. N. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.