martes, 21 de febrero de 2012

UNA PIBA CON LA REMERA DE GREENPEACE






















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

UNA PIBA CON LA REMERA DE GREENPEACE
(Beilinson - Solari) 

Está dormida o finge que duerme...
llega una mosca y se posa en su boca
y sin embargo mi mundo termina en ella.
Ya se cansó de dormir todo el tiempo en sillones
y de taparse la boca para no gritar.
Nunca supo buscarse la vida.
Su cuna fueron los restos de un Mehari.
Cuando se enoja chisporrotea infumable.
Se aparta corriendo de mamones zoquetes
y fiolos pipiolos
y por las dudas nunca está cerca de las vías
sin mirar atrás... mirar atrás!
Boca sucia, pequeña hechicera
una pendeja que hace de vieja
tratando de que pique algún pavo ingenuo.
El jean le aprieta la fresa y ella es la reina
en paredones que escracha culeando su estrella.
Sueña con algún pajarraco
que le dé un pié y sople su amor
y la alegría por la que su mundo gira...
Se aparta corriendo de mamones zoquetes
y fiolos pipiolos.
Usa su lengua como un sable
mientras se ríe y nos apura...
y por las dudas nunca está cerca de las vías
sin mirar atrás... mirar atrás!

El track Nº 10 de Momo Sampler tiene un título que no lleva implícitos significados simbólicos ulteriores, ya que se aplica literalmente: una jovencita que luce una remera con el logo de la organización Greenpeace, así de liso y llano.
La piba con la remera de Greenpeace y el tipo que relata la situación, son otros dos más de los integrantes de la murga que el Indio describe en la temática general del disco, y que no es otra cosa que la vergonzante sociedad argentina del 2000, una verdadera distopía, tan escasa de valores, tan inmersa en el individualismo extremo, tan cultora de lo banal y superficial, y sobre todo; tan olvidada del concepto de solidaridad y tan imbuida del "sálvese quien pueda".
Y precisamente ahí, está el meollo de la significación de esta letra solariana y el porqué de su inclusión en el disco, ya que si bien la protagonista principal de la misma es la piba con la remera de Greenpeace; quien narra la situación es un "cliente" suyo que se conmueve con una mezcla de sensaciones y sentimientos encontrados que empiezan en la atracción y el simple deseo carnal, y desembocan en la ternura que él se empeña en auto convencerse que termina por inspirarle la piba; una piba que es una minita de las "bravas", de las "ligeras", y que evidencia una sorprendente precocidad. Sin embargo, y al igual que todo el resto de los personajes que se describen en Momo Sampler, también la piba con la remera de Greenpeace está disfrazada; porque como veremos después, ella no es simplemente una prostituta juvenil, sino un ser que en el fondo y a pesar de su apariencia de "sabérselas todas"; lleva consigo una gran carga de abandono, de mala crianza y fundamentalmente, de sueños que, pese a la vida que lleva; ella espera se cumplan finalmente, y que como comprobaremos al final, son sueños non sanctos
Y también está travestido, disfrazado, el chabón que narra la historia, que lejos de ser un buen tipo; es un coso medio enfermo (o enfermo del todo) que no vacila en cogerse una pendejita que se vende por unos centavos, por más que después busque auto indultarse o eximirse de culpas atribuyéndole a la minita el inspirarle una ternura que es absolutamente mentirosa e hipócrita.
El contexto está más que explícito: el que cuenta la historia comienza describiéndola a la piba como durmiendo o fingiendo dormir, luego del encuentro sexual que mantuvo con ella, y en eso "llega una mosca y se posa en su boca". La inclusión de esa mención que se hace de la mosca tiene un motivo (el Indio jamás recurre a engaños para alargar artificialmente su poesía agregándole elementos que no tienen un porqué definido y justificado): está justamente para indicarnos que el sitio en que ambos se encuentran no es precisamente un lugar confortable, como podría ser, por ejemplo, un telo de los buenos, por lo contrario; es alguna habitación o tugurio mugroso y por eso hay moscas, o por lo menos, una mosca. Y aún en ese cuadro de situación, que a priori no tiene nada de agradable ni de romántico ni de erótico siquiera; al chabón se le inspira (o mejor dicho, él dice que se le inspira) un sentimiento de ternura hacia esa piba a la cual acaba de transarse ("y sin embargo mi mundo termina en ella").
Y pese a que el encuentro sexual ya se acabó y cada uno podría irse por su lado; ella quiere quedarse un rato más en ese lugar en el cual están y por eso duerme o hace como que duerme, porque quiere aprovechar para estar acostada en una cama; ya que está harta "de dormir todo el tiempo en sillones" (obvio, ya que al ser una homeless, no le queda otra que dormir en casas ajenas, tirada en algún sofá, o en sitios públicos) y también de ahogar sus gritos, ya sea al llegar a un orgasmo, o por otros motivos ("y de taparse la boca para no gritar").
Luego, el tipo que relata nos dice que ella "nunca supo buscarse la vida", metáfora en la cual el Indio marca la dualidad que caracteriza a todos los personajes de Momo Sampler: en ese carnaval, nadie es en realidad lo que parece ser; y por eso el chabón que cuenta la historia, supone que la piba no sabe "buscarse la vida"; cuando ella sí sabe perfectamente buscársela, lo cual queda demostrado con el hecho de haber podido sobrevivir en medio de la marginalidad en que se mueve. Y en todo caso, la vida que "nunca supo buscarse", será la que ella en realidad desearía vivir: lejos de toda esa mierda; ya que más adelante se nos explica que ella "sueña con algún pajarraco que le dé un pié y sople su amor y la alegría por la que su mundo gira....". Es decir, mantiene la esperanza de que se cumpla su sueño, su anhelo de que llegue a su vida alguien "que le dé un pié", o sea, que la sostenga, que la mantenga, para poder dejar de lado la vida que está llevando ahora.
Trascartón, se nos cuenta que "su cuna fueron los restos de un Mehari", lo cual nos posibilita saber algo más acerca del personaje de la piba: es la hija -ya sea real o imaginada por el Indio, no lo sé- de una señora que hoy sería sesentona, y que allá por fines de los 70 / principos de los 80, formaba parte de la fauna que integraba también Solari, y cuya ocupación en la temporada turística de verano en la costa, consistía en armar las carpas, sillas, etc., trabajando para el concesionario de una playa, y que tenía o manejaba un Mehari, es decir, un modelo de Citroën que era descapotable y carrozado en fibra de vidrio, cuyos "restos", arrumbados una vez inutilizado y descartado el vehículo, fueron la "cuna" de la piba con la remera de Greenpeace. Los viejos redondos hemos visto por aquí y por allá, algún par de fotos que muestran al Indio y su troupe por aquellos años.
Volviendo a nuestro personaje, tenemos a continuación un indicio de su carácter: tiene pocas pulgas, ya que cuando "se enoja chisporrotea infumable", o sea, echa chispas, es como un porro armado con marihuana de pésima calidad, que cuando le das una pitada, pareciera que estás prendiendo el fuego pa'l asado con carbón del malo, por las chispas que larga.
Ella "se aparta corriendo de mamones zoquetes y fiolos pipiolos", es decir, les escapa a los boluditos que se van en bla bla ("mamones zoquetes") y quieren hacerle el verso, porque tienen poco o nada de guita como para acceder a sus favores sexuales; y también de los cafishios principiantes o con aspiraciones de serlo, que sólo servirían para sacarle los pocos pesos que gana ("fiolos pipiolos", donde fiolo es, en lunfa, el apócope de cafiolo, o sea, cafishio, proxeneta; y pipiolo, en lunfa, es novato, inexperto, pipistrelo, papanatas, chichipío, pancho, ingenuo, pavote, etc.). Y es una minita desconfiada y precavida (y lo bien que hace, habida cuenta de semejante ambiente en el que se mueve), porque "por las dudas nunca está cerca de las vías sin mirar atrás"; cosa de asegurarse de que no haya detrás suyo nadie acechándola como para empujarla a las vías cuando pasa un tren ("modalidad" esta, que durante los reinados del califa ladri de Anillaco -el archimaligno Menem- y del hdp (casi escribo "hijo de puta", menos mal que me frené), inepto, coimero, ladrón e hipócrita de Pepeto de la Ruta -o sea, Fernando de la Rúa, para los que desconozcan el apodo que le zampó el Indio-, trepó hasta niveles inéditos).
Después, el chabón que relata, nos apunta que la minita es bastante mal hablada ("boca sucia"), y la ve (erróneamente) como una "pequeña hechicera". Y digo "erróneamente" porque hay que ser bastante pelotudo y enfermo como para no darse cuenta de que un tipo grande nunca debería poder sentirse "hechizado", atraído sexualmente por una pibita recién salida de la adolescencia, por bonita y atractiva que ésta fuese; y que si así la considera, entonces tiene mucho de pedófilo y pirado. Y precisamente ese es el motivo de la inclusión de la frase que hace el Indio: agregar a la murga, tipos mambeados mal, como el que cuenta la historia. Y remarca la aberración que comete el tipejo con lo de "una pendeja que hace de vieja" que está "tratando de que pique algún pavo ingenuo", indicándonos que el tipo es plenamente consciente de que se está transando una pendeja, a la cual de ningún modo y a pesar de la precocidad que exhibe, puede confundirse con una trola veterana; por más que ella apele a las mismas tretas y tácticas que utiliza una prostituta carrereada. Y el Indio le recarga aún más la culpa a través de la mención al "pavo ingenuo": si el tipo que narra, tilda de "pavo ingenuo" a algún "cliente" que pesque la minita; eso quiere decir que él no se considera a sí mismo de esa manera. Él no es un "pavo ingenuo", y precisamente porque no lo es; es más hijo de puta todavía, porque no tiene ningún empacho en transarse una pendejita por unos mangos mugrosos, aprovechándose de que ella está en situación de calle y ofreciéndose como una mercadería (lo cual no atenúa en nada la responsabilidad del tipo, porque justificarlo con el argumento de que al fin de cuentas la minita andaba ofreciéndose; equivaldría a que un chorro alegue que se afanó unas joyas porque estaban exhibidas en la vidriera de una joyería y por eso lo tentaron al robo).
Luego se menciona, además de la remera de Greenpeace, otra pieza de su indumentaria: un vaquero, un jean, que usa muy ajustado. Ese "jean le aprieta la fresa y ella es la reina" ¿Cuántas veces escuchamos conversaciones de minitas diciéndose una a la otra algo así como "ay, qué lindo!, este vaquero me coge la concha", aludiendo a que lo usan tan apretado, que les produce esa sensación? Bueno, es eso. Y está acostumbrada a hacerlo en todos lados, hasta contra las paredes: si el "cliente" no tiene guita para el telo, no importa; para eso están los paredones, esos "paredones que escracha culeando su estrella"; esa estrella que en mala hora le tocó: la de ser un yirito precoz.
Y en la última estrofa, está explícita toda la repulsión que a la piba le provoca esa vida que está llevando. El tipo que narra dice que "usa su lengua como un sable mientras se ríe y nos apura". Lo de "nos apura" es obvio: ella está teniendo sexo a cambio de dinero, no por amor o por deseo, y por lo tanto, no lo está disfrutando, lejos de ello; lo único que quiere es que su "cliente" acabe lo más rápido posible para ir en procura de otros "clientes", y por eso los apura a los ñatos. En cuanto a lo de "usa su lengua como un sable mientras se ríe", he escuchado y leído a muchos que entienden esto como la descripción de que la minita está haciendo una fellatio, y esa interpretación, en mi humidísima opinión, está totalmente equivocada; lo cual además, representa un menoscabo (seguramente inconsciente, no adrede, claro) de las aptitudes literarias de Solari. Porque a ver, pensemos un cachito, ¿qué es un sable?: un arma, cortante y filosa, un elemento destinado a herir; entonces ¿cómo podría significar que la piba al chupársela a alguien, usaría "su lengua como un sable", toda vez que con ese "sable" le estaría cortando la japi al cliente, qué placer podría sentir alguien a quien le lastiman el pene? Ni que le estuviera haciendo un pete a un masoquista podría darse eso... ¿Se puede razonablemente suponer que el Indio, justamente el Indio, un purista de la lírica; incurriría en la gaffe de armar una metáfora así de burda y mal expresada? Ni en pedo... No, el significado no es ese, para nada; el significado es que ella "usa su lengua como un sable mientras se ríe", sencillamente porque lo trata a su "cliente" como un estropajo: lo desdeña, lo desprecia, y por eso lo hiere con su lengua "filosa", filosa de palabras que lo lastiman, lo menoscaban, lo denigran, lo burlan; y por eso también, se ríe, porque goza al herirlo y relajarlo, porque es su manera de desquitarse de esa vida que lleva y a la cual odia, vehiculizando ese odio en su circunstancial "cliente".
No obstante, el hecho de que el tipo que narra la historia sea un mambeado que se coge pendejitas que podrían quizá tener la edad de una hija suya, no necesariamente implica que la "piba con la remera de Greenpeace" sea alguien merecedor de ternura; en todo caso, podrá ser alguien digno de lástima, pero de ternura, ni ahí... La piba esta es bien mala leche, bien turra; no es como "Marita", la trola que se describe en La murga de la virgencita, que se prostituye como único medio de vida, que exhibe un alto grado de indefensión, que sueña con un amor puro que la quiera de verdad y la rescate de la calle, y que sí nos inspira una compasiva ternura, no...; la "piba con la remera de Greenpeace" no tiene nada de indefensa, por lo contrario; sabe cuidarse, y muy bien además; no ejerce la prostitución porque no le queda otra alternativa sino porque quiere, y no sueña como "Marita" con un amor que la rescate, sino que esta sueña con "algún pajarraco" (o sea, algún pelotudo), "que le dé un pié" (es decir, que la banque económicamente) y "que sople su amor y la alegría por la que su mundo gira" (o sea, el que ella va a sentir por ese "pajarraco" no es un amor puro y desinteresado; sino que quiere usarlo al tipo ese para tener un sostén monetario, y paralelamente a ello, seguir haciendo la vida que quiere: transarse a quien le guste, coger con todo aquel que le agrade).
Así las cosas, pobre del "pajarraco" que caiga en las redes de la "piba con la remera de Greenpeace"! Particularmente, yo no le envidiaría su suerte. En fin...

ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=Xj-cVboV3HU

-Juan Carlos Serqueiros-

viernes, 17 de febrero de 2012

LUZBELITO Y LAS SIRENAS























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

LUZBELITO Y LAS SIRENAS
(Beilinson - Solari)

Luzbelito sabe que su destino es de soledad
ve también que los demás
se dan cuentan de la risa que le da
Ay! Ay! Ay! qué risa le da
Ay! Ay! Ay! qué risa le da
-Un par de culos va a patear
de los que le juran más lealtad
y llorará su corazón
como un nazareno del Cuzco
Ay! Ay! Ay! ésa lágrima!
Ay! Ay! Ay! que risa le dá!
-La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo
si un dios bobeta -Bim bum bam!
toca tu roncanrol lacrimógeno
Ay! Ay! Ay! ésa lágrima!
Ay! Ay! Ay! que risa le dá!
-Estos ojos...de quién son?
de quién son mis deseos de hoy?
y éste insomnio de quién es?
(Luzbelito pregunta una y otra vez...)
Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy...
Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy...

En la lírica solariana siempre el título tiene una fundamental importancia, sobre todo; cuando se trata del tema principal de algún disco. Y ocurre que "Luzbelito y las sirenas" es efectivamente el tema principal de Luzbelito por varias razones: primero, porque es la canción de apertura del disco, el track Nº 1; segundo, porque es la que está referida explícitamente al personaje central: Luzbel, el ángel caído; y tercero, porque es la letra en la cual el Indio plasma la idea, el concepto, digamos, del disco.
El título asocia a Luzbel con las sirenas (esos seres mitológicos mitad mujer y mitad pez que enloquecen a Ulises en La Odisea de Homero) y sus cantos, esos "cantos de sirena" de quienes están dispuestos a cualquier cosa con tal de engañar para obtener un fin determinado, por ejemplo, poder, riqueza o lo que fuere que ambicionen sin límite alguno.
La canción representa los dichos, pareceres, afirmaciones, etc., de Zippo, el exégeta de Luzbelito (noten que a partir de la segunda estrofa, todo está precedido del guión "-", que en escritura se utiliza para indicar que lo que sigue a continuación de ese signo, está dicho por alguien).
"Luzbelito sabe que su destino es de soledad / ve también que los demás / se dan cuenta de la risa que le da / Ay! Ay! Ay! que risa le dá / Ay! Ay! Ay! que risa le da": Comienza mencionando la soledad de Luzbel no como ausencia de compañía; sino la soledad en el sentido metafísico de la palabra; una soledad total, absoluta, terrible, digamos... Dios -según las religiones- lo expulsó de los cielos y condenó a Luzbel a ser la eterna representación del Mal, pero todos somos un poco Luzbel, porque tanto el Mal como el Bien, están en cada uno de nosotros; entonces la estrofa adquiere un carácter irónico: Luzbelito se ríe de su eterna condena, esa que le impuso Dios; se ríe de su soledad; es como si nos estuviera diciendo "¿Soledad? Me cago en mi soledad, me río de ella".
"-Un par de culos va a patear / de los que le juran más lealtad / y llorará su corazón / como un nazareno del Cuzco / Ay! Ay! Ay! ésa lágrima! / Ay! Ay! Ay! que risa le dá!": Luzbelito les da de patadas en el culo a sus más entusiastas seguidores, porque sabe que nadie es la encarnación del Mal como concepto absoluto; así como tampoco nadie representa al Bien. Ambos, el Bien y el Mal conviven en cada ser humano. Todos somos capaces de las mejores o peores acciones llegado el caso, y todos incurrimos en hacer ora el bien, ora el mal a lo largo de nuestras miserables y efímeras existencias. Los "nazarenos" (pueden verlos en la imagen que armé en collage) son personas de una religiosidad católica extrema, que en cada Semana Santa se visten con una especie de sayo o hábito y unas capuchas, y van transportando en procesión una pesada cruz de madera, en una suerte de éxtasis religioso en el cual llevan sus lamentos por la crucifixión de Cristo al paroxismo, se autoflagelan, etc., tratando de experimentar en ellos mismos el calvario de Cristo. Es una costumbre "trasplantada" desde España al Perú, a la zona de Cuzco (o como vuelve a escribirse ahora, tal como se hacía antiguamente, Cusco). De ahí la frase del Indio "como un nazareno del Cuzco". A Luzbelito le provocan risa, una risa de desprecio, tanto quienes están dispuestos a cualquier cosa con tal de conseguir sus fines -o sea, sus imaginarios seguidores, los que "le juran más lealtad"-; como los nazarenos del Cuzco en tanto se proclaman fieles de Cristo; porque sabe que ninguno de ellos le pertenece por entero ni a él ni a Cristo, pues en ninguno de ellos están el Bien o el Mal absolutos. Por eso les patea el culo a sus adeptos, porque sabe que sus "protestas de fidelidad" hacia él, son una pura mentira.
"-La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo / si un dios bobeta -Bim bum bam! / toca tu rocanrol lacrimógeno / Ay! Ay! Ay! ésa lágrima! / Ay! Ay! Ay! que risa le dá!": Una vida que transcurriese plácidamente, sin ningún contratiempo ni contrariedad, una "vida sin problemas" como dice el Indio; sería una vida monótona, consumida en "matar el tiempo a lo bobo". Y nos dice además, que si hubiera un dios que nos concediera una existencia plácida como esa; sería entonces un "dios bobeta", un dios que nos toca un "rocanrol lacrimógeno", un rocanrol que de divertido, no tiene nada. En cambio, el rocanrol que nos toca Luzbelito sí es divertido; él nos llama al cachengue, a la movida, al desorden, al placer, al exceso, a lo dionisíaco... 
"-Estos ojos... de quién son? / de quién son mis deseos de hoy? / y éste insomnio de quién es? / (Luzbelito pregunta una y otra vez...) / Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy... / Ay! Ay! Ay! mis deseos de hoy...": En esta estrofa el Indio profundiza el concepto esbozado en la anterior: con lo de "estos ojos... de quién son?" se está refiriendo a cómo vemos y juzgamos una acción humana determinada, o sea, frente a un acto cualquiera, opinamos y pontificamos con aire de sapiencia, ya sea "eso está bien", o "eso está mal"; y no debiera ser así la cosa, porque todo es relativo y todo depende del punto de vista con el que analicemos la cuestión. Entonces, la pregunta "estos ojos... ¿de quién son?" equivale a "¿con los ojos de quién estás mirando lo que hago, como para arrogarte el derecho de considerarlo bueno o malo; cuáles son los paradigmas bajo los cuales juzgás mis actos?". Lo de "de quién son mis deseos de hoy?" es una especie de protesta de Luzbelito: nos está indicando que si incurrimos en algún supuesto mal en aras de satisfacer algún deseo o ambición, ese deseo o ambición ¿nos lo inspiró Luzbel? No, por supuesto; entonces ¿por qué achacarle la culpa al diablo, es decir al supuesto ángel del mal? Y por último, lo de "este insomnio de quién es?", es una metáfora referida a la cuestión metafísica que nos desvela: el misterio de la existencia, ese que nuestra mente humana no consigue descifrar ni interpretar.
Y bueno, nada... ahora me voy... Juank se va... a patear un par de culos de los que le juran más lealtad! Bye bye!

martes, 14 de febrero de 2012

ELLA BAILA CON TODOS























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

ELLA BAILA CON TODOS
(Beilinson - Solari)
 
Es una de esas noches
donde a todos nos gusta
la misma bailarina, ay!
y el mismo lunar.
Hay un par de mocosos que tiemblan
con suspiros teatrales,
al ver cielos despendejados, ay!
de todo placer.
Ella baila con todos
paseando su mirada,
y cuando toma tu copa, ay!
brinda por tu amor.
Ella es la que más brilla a esta hora,
cree que es invisible esta vez
a los ojos de todos los tontos
que saben su lunar.

Acá estamos, todos juntitos, amuchados, y es una de esas noches en un club nocturno, un sitio con luces tenues, música de estriptís (sí, escribí bien, strip-tease está castellanizado en estriptís; así que chito la boca los que pensaban corregirme) y... oh, casualidad!, "a todos nos gusta la misma bailarina y el mismo lunar"; ese lunar que ella exhibe ahí, sí, justito ahí, donde se lo están imaginando...
Y hay una genial sugerencia oculta del Indio, muy finita y que sólo se atisba si ponemos mucha atención; porque él escribe: "es una noche de esas noches donde a todos nos gusta"; en lugar de escribir como sería -pretendidamente- correcto: "en la cual" o en "la que". Y no; él escribe "donde". ¿Por qué hace eso? Sencillito: porque quiere dar la idea de lugar, además de la de tiempo: el lugar, un club nocturno, un tugurio, un puticlub; y el tiempo, la noche. 
Pero hay un "problemita": ella "baila con todos", es decir, baila desnudándose, mientras pasea su mirada sobre todos los espectadores, y luego se desplaza entre las mesas, llegando a una que está ocupada por unos pendex ("par de mocosos") que están súper exitados. Y no es para menos, porque "tiemblan con suspiros teatrales al ver cielos despendejados". ¿Cuáles "cielos despendejados"? Y... ¿cuáles van a ser?: el sexo depilado de la bailarina, su pubis sin vello, es decir, sin pendejos que cubran su sexo ocultándolo a la vista, por supuesto.



Y es una metáfora con -además de la que cité- otra significación muy sutil: esos "mocosos" saben perfectamente que ella no está a su alcance, obviamente por cuestiones... monetarias, digamos. Son pendejos que, seguramente, no pueden transarse a la mina por guita, simplemente porque no les da el bolsillo, la billetera. El "cielo" de la mina es exclusivamente para tipos que cargan un billete; no para pendejos sin un sope. Por eso, también ese cielo es "despendejado de placer".
Luego ella prosigue su ronda entre las mesas y... llega a la tuya, alza "tu copa" y "brinda por tu amor". Y te derretís de deseo, porque si bien en ese puticlub hay otras bailarinas; "ella es la que más brilla a esta hora", ella es, por lejos, la más bonita y sensual.
Y vos, y también los demás, o sea "todos los tontos" que están allí, esos que "saben su lunar", creen que la ven; porque sus ojos la están contemplado desnuda y están clavados allí, en su lunar; pero ella sabe perfectamente que en realidad no la "ven", o que la "ven sin ver". Los de ustedes son "ojos ciegos bien abiertos", ella es para ustedes "invisible esta vez"; porque lo que exhibe es su desnudez exterior; pero ni ustedes ni nadie, pueden ver, conocer, saber, su interior, su psique...
Y que siga la joda! (ficticia y efímera joda), porque ella baila con todos, sí, pero no baila con nadie; porque es de todos... y de ninguno.

domingo, 12 de febrero de 2012

PENSANDO COMO UNA ACELGA























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

PENSANDO COMO UNA ACELGA
(Beilinson - Solari)

Volanteás, volcás
tu taxi paranormal
tan fuera de foco
meloneando el coco
parpadeando a lo Gurú-vudú.
Definitivamente limpio!
Definitivamente curado!
(así también te ves bien)
Ciego de felicidad
(tu cerebro es un jabón!)
con tu flor de espadas
en plan de chofer suicida
y de curabichero on-line.
Pero a veces, muy pocas veces
se te escapa un poquito el diablo
(así también te ves bien...).
Te servís, brindás
con un consejito cruel
loco por una colilla
(vas en carne viva!)
y gracias por el trago, man!
Dicen que ya no hay huevos de oro
al final del arco iris.
Las reliquias huelen mal!
abracadabra... bla bla!
Estás tan sonaja, man!
Cara de loco esqueleto
masticás la pepa de loquito yé yé
Definitivamente limpio!
Definitivamente curado!
Así también te ves muy bien!

Ya desde el título nomás, la mano viene brava: Pensando como una acelga. ¿Y cómo cuernos piensa una acelga? Obviamente, al ser una planta, un vegetal; no piensa. Y de allí lo irónico, la sorna de ese título aplicado a alguien que no piensa, que se mueve por las pulsiones que le dictan, ya sea alternativamente o ambos a la vez, el estado de pirucho, de piantado que detenta y las pepas que se zampa.
El chabón maneja un taxi, pero eso de taxi es genérico y en sentido figurado; porque no es un taxi tal como los que estamos acostumbrados a ver en la cotidianeidad. Su auto no es uno pintado de amarillo y negro ni el tipo es el tachero al que estamos habituados, no; este maneja un coche de alquiler de esos con chofer incluido, una especie de remis, tal como podemos observar claramente en las tarjetitas con imágenes que acompañan al disco compacto Momo Sampler. Muchos confunden en esa ilustración, el adminículo que se ve en el techo del vehículo, con una sirena policial, e infieren de esa errónea mirada que el chabón es yuta. Y no es así; el coche es un coche de alquiler, un remis, y lo del techo no es una sirena, sino simplemente un cartel luminoso identificador de algo, como por ejemplo, el nombre de la compañía de remises.
Ese auto que maneja es un "taxi paranormal", es decir, que se usa también para algo ajeno a su fin normal. Y eso es porque el tipo utiliza el remis para su "actividad paralela": engatusar a la gente haciéndose el "gran gurú", el capo de lo paranormal, y distribuir drogas "a domicilio", un drogo-delivery, digamos.
Él está "fuera de foco", es decir, está más allá de lo considerado normal o habitual por la generalidad. Es uno de esos personajes del mundillo de "magos vudú", parapsicólogos (o sea, pseudo psicólogos, psicólogos truchos) y demás, que se la pasan "meloneando el coco" de la gente, y que en definitiva, son también una murga más de las que integran el carnaval de esa sociedad argentina travestida del 2000 en la cual nadie parece ser lo que en realidad es y que tan magistralmente el Indio nos pinta en ese discazo que es Momo Sampler.
El protagonista de la letra, con pretensiones de "gurú" y enroscado en todo eso de lo relacionado con lo paranormal, agarra el auto y se dirige a algún sitio que Solari no especifica y al cual no se alude ni siquiera implícitamente, y que por lo tanto es un detalle carente de importancia (y si uno no fuese, como debe serlo un redondo de ley, consciente de la honestidad intelectual del Indio; cabría pensar que quizá el ocultamiento o falta de mención del sitio al que se dirige debería indicar algo; pero no, no es así). Y ocurre que cualquiera sea el lugar al que se dirige, va "ciego de felicidad", con una felicidad sólo aparente, engañosa, mentirosa, producto del alcohol y toda la falopa que se haya mandado ("tu flor de espadas", aludiendo a que está hasta los bujes de alcohol, drogas y locura) y como lógica consecuencia de eso; con su cerebro hecho "jabón".
En ese contexto, sale con el auto en "plan de chofer suicida" (significando que en el estado en que se encuentra, no es muy complicado inferir que se iba a terminar haciendo percha en un accidente de tránsito, ya sea en forma voluntaria -si lo de "suicida" fuese en sentido literal-, o involuntariamente -si se tratara de una metáfora-, lo cual, sea como fuere, no cambia nada, porque de ambas maneras sería igualmente un "chofer suicida", sea que se haya querido matar por decisión propia o sea que manejar un auto con el combo fatal de escabio, drogas y locura encima; lo haya conducido indefectiblemente a crepar en un accidente).
Pero además de "chofer suicida" de un auto de alquiler, el chabón es un dealer de drogas y un busca, uno de esos "parapsicólogos" más falsos que beso de suegra. Y le va a brindar su "provisión" y su "asesoramiento" en ese metier ("curabichero on-line", significando que le lleva a su cliente la falopa que pidió, como fiel servidor siempre listo para satisfacer lo que le requieran), al supuesto pasajero que se dirige a buscar.
Parece que el tipito se había propuesto no consumir alcohol ni drogas mientras estuviera "laburando" con el auto, pero... las adicciones pudieron más que su fuerza de voluntad (escasa, por lo que se trasluce), y esa vez, al igual que otras "veces, muy pocas veces" (irónicamente, claro, aludiendo a que minga iba a cumplir con eso de abstenerse de darse con tutti mientras trabaja), se le escapó "un poquito el diablo", y vuelta a lo mismo de siempre: alcohol, drogas y locura.
Y es ese "pasajero" a quien va a ver, el que le convida al del "taxi paranormal" lo que sea que esté tomando él mismo y lo deja pitar del porro que se está fumando ("loco por una colilla"), todo lo cual el chabón agradece ("gracias por el trago, man!"), retribuyéndolo, como yapa, con sus "servicios parapsicológicos" ("con un consejito cruel", en alusión a la "magia vudú" que se jacta de ejercer).
Luego, lo deja al "pasajero" y va manejando de regreso, ya totalmente dado vuelta por tanto escabio, porro y lo que se haya tomado antes del viaje, lo cual lleva al paroxismo mandándose, cosa de completar el cóctel explosivo... ¡lo que le faltaba!: otra pepa ("masticás la pepa de loquito yé yé", en una reminiscencia solariana de la movida beat española: allá, a los artistas de la psicodelia, a los que buscaban la creatividad a través del LSD, les decían "loquitos yé yé").
En ese cuadro de situación, totalmente pirado, loco de atar ("estás tan sonaja, man!") y completamente alucinado por todo lo que ingirió y absorbió; trata de justificarse diciéndose a sí mismo que ese curro de dealear drogas y esa chantada del "servicio parapsicológico"  ("abracadabra... bla bla") que les "brinda" a los giles que engancha con eso, lo ejerce porque -según su punto de vista- "no le queda otra", porque el ganarse la vida laburando honrada y esforzadamente le repugna ("las reliquias huelen mal!!" dice, queriendo significar que los laburos tradicionales, a él no le van). 
Y hay, de paso, una suerte de identificación solariana con el personaje que describe en la canción: "Dicen que ya no hay huevos de oro al final del arco iris", afirma, citando la leyenda celta que cuenta que al "final" del arco iris (que no tiene final, sencillamente porque el arco iris no tiene existencia física; es un fenómeno óptico-meteorológico) hay una olla con huevos o monedas de oro, custodiada por un duende; y que aquel que tenga la voluntad, el arrojo y la pericia de darse maña como para llegar al final del arco iris, obtendrá ese tesoro (esa leyenda es una metáfora para señalar que el tesoro se alcanza al término de una vida de trabajo fecundo, constante y esforzado). Se refiere a que él no quiere emprender esa búsqueda del tesoro llegando al final del arco iris, porque no está dispuesto a "sacrificarse" laburando en algún metier de los convencionales; entonces encuentra justificado su curro de distribuir drogas y estafar giles con sus "servicios parapsicológicos" de "gurú vudú", para así hacerse de unos mangos.
Y bueno, así, "pensando como una acelga", obnubilado por la falopa y el alcohol, pasa lo que era previsible que pasara: se pega un terrible palo y palma en un accidente ("volanteás, volcás").
Y si él creía que antes se veía "bien" con su curro; ahora, muerto, "definitivamente limpio", "definitivamente curado"; tambien se ve bien... muy bien!
Y ya lo sostiene el dicho popular: Quien mal anda, mal acaba.

viernes, 10 de febrero de 2012

LA PIBA DEL BLOCKBUSTER























Escribe: Juan Carlos Serqueiros


LA PIBA DEL BLOCKBUSTER
(Solari)

Hospitalaria y cordial
lo hizo más de una vez en el sofá más duro.
La arropa un suéter que hace tiempo ya
le queda muy chico (le queda tan bien!)
Juega acostada sobre el piso frío del solitario local.
Su mami es una Miss del año setenta y seis...
La piba del Blockbuster.
Con tiza un círculo cerré
con él la atrapé y ya no pudo salir.
Silenciosos o muy sonoros
sus besos son suaves bendiciones.
Su dedo me señaló
Su lengua el dedo lamió
Y me llevó hasta el cielo...
Sé que a veces me pongo ciego igual...
Entonces me hace creer
que me va a necesitar
más que a nada en el mundo.
Su fiel chapa es la cieguita de la strato
(por esta vez....)
y su hermanito es ese pescado
que me boxeó en un ascensor!
Qué glamorosa es!
bambolea al reír carcajadas roncas
y es tan dulce!
Sus labios, al sonreír con anillos de humo
leen los adelantos de la piratería.
En voz muy baja me habló
mis energías robó y me dio su fragancia.
Esa rata pelirroja es hija de croatas y me hechizó
Coca-Cola y bosanova y nada de tatuajes que ensucien su piel.
Ya nada queda de aquél alegre borrachín
del notable y fiel "whisky y soda".
¿Cuál es un viento favorable, en fin, 
para el que ve que no sabe que el puerto está en buen destino?
Soy sentimental! Muy sentimental!
no puedo... yo, decir que así me fue mal.
Un pavo guapo no soy
ya ni maña me doy
y ella está conmigo!
Tuve un mal día, temprano... hoy
leía el diario y mi cafetera estalló
y al tragar aspirinas y bollos
ya no la ví soplando el té.
Por más vueltas que doy
sé que burradas así
van a hacer tragar... mi orgullo... mañana.

Una letra sin mayores misterios, explícita, que simplemente nos cuenta una situación que comienza como pasional y que luego adquiere pretensiones de algo más: un chabón recaliente por una minita que atiende o regentea un local que detenta una franquicia de Blockbuster, la cadena yanqui de negocios de alquiler de videos; ella es "la piba del Blockbuster".
Comienza describiéndonos a la minita como "hospitalaria y cordial", en un sentido de irónica "delicadeza"; es decir, la menciona como "hospitalaria y cordial" apelando a un eufemismo para no poner directamente que la piba es ligerita, de las rápidas: al tipo que le gusta, se lo transa y a otra cosa mariposa; sin importarle si para ello tiene que hacerlo en condiciones, digamos... incómodas ("lo hizo más de una vez en el sofá más duro").


A continuación, nos la pinta usando un suéter que tiene ya cierto tiempo, presumiblemente de cuando la piba era una adolescente que no estaba desarrollada del todo, y ahora, convertida ya en un minón infernal, ese suéter "le queda muy chico", y obviamente, "le queda tan bien" porque le resalta los pechos.
Después, la situación erótica en el relato va in crescendo: la minita lo provoca al chabón con el jueguito de toquetearse acostada sobre el piso. Y trascartón, alude a la hermosura de la piba dándonos el dato de que la madre de ella fue reina de belleza décadas atrás ("su Mami es una Miss del año 76"), como diciendo "y... es una potra infernal, como la madre, que también era una bomba".
Luego, con lo de "con tiza un círculo cerré... la atrapé... no pudo salir" viene una alusión metafórica a la "táctica" que usó para engancharla a la minita; como vanagloriándose, pavoneando con haber "conquistado" semejante mina. Y hay como un dejo de sorna flotando, porque en modo alguno él se la ganó a la piba (y él lo sabe); sino que simplemente fue ella la que decidió transárselo al tipito; no hay, en realidad, ningún "mérito" del que pueda él jactarse. Lo cual, por otra parte, reconoce después, cuando entre mención y mención de las insinuaciones eróticas de la minita y de los besos que le da, termina por aceptar que "su dedo me señaló".
Seguidamente, pasa a darnos determinadas características de la piba, como por ejemplo, que no es constante en cuanto a las amistades que mantiene; ya que nos dice que "su fiel chapa", o sea, la amiga que habitualmente la acompaña, es "la cieguita de la strato"; otra piba, cuya particularidad es que tiene una "strato", es decir, una viola modelo Stratocaster. La particularidad de la "cieguita de la strato", es que distribuye merca, es una dealer (con lo cual, de paso, nos venimos a enterar de que la piba del Blockbuster también curte frula). Se trata de un personaje reflotado aquí por el Indio, y que él ya había descripto en los años 80 en una nota que se llamó "Mujeres imperiales", en su época como columnista de la revista Cerdos & Peces. Allí nos describía Solari los puntos que calzaba "la cieguita de la strato" con estas palabras:

Tenemos por último a "la cieguita de la Stratocaster", una violera que dilea y es el "cuco" de los taxis. Lleva los pedales en una bolsa de supermercado (en el fondo le da un poco de vergüenza). No es de gastar saliva y parece inofensiva pero toca con manos de mala y jala de lo peor. Una sola vez tiró unos tiros y nunca habló de los detalles. La "cieguita" es una mina bastante hostil pero es el pedazo de carnada que yo estaba esperando. Un artículo de mi gusto. Una flaca seca de piragua pero fácil de empalar. Tiene la bocha en un Sony y le gusta fanfarronear del palo. Con solo llorarle un poco da de la mejor calidad y afloja el blindaje cuando logra diversión. Eso si, no le vuelvas con el mismo cuento. Es bueno cambiar los trucos, morder en otro lugar.



El agregado irónico de "por esta vez" es lo que nos indica que la piba del Blockbuster no es precisamente un modelito de amistad férrea, ya que nos señala que por ahora y sólo por ahora, esa es su amiga; mañana, y... veremos, chi lo sa... En realidad, y de acuerdo a lo que decía el Indio a propósito de la "cieguita de la strato"; tampoco ésta es un ejemplo de constancia en cuanto a sus afectos, ¿no? Tal para cual con la otra, la del Blockbuster...
Y súbitamente aparece en escena otro familiar de la minita: un hermano, que se trompeó en un ascensor con el protagonista de la canción que narra la historia; quien lo considera un "pescado", o sea, un boludito. No es muy difícil inferir la escena a través de esa cualidad solariana de sintetizar toda una situación en pocas palabras: el protagonista de la canción es un tipo bastante mayor que la minita del Blockbuster, lo cual al hermano de ella, debe haberle dado justito en los quimbos; producto de lo cual, terminaron cagándose a piñas. Por eso, el tipo que narra su propia historia, lo considera al otro un "pescado", un "cuida", un "guardabosques", digamos.
Después, retoma la descripción de la piba, nos cuenta cómo lo cautivó con la sensualidad de sus "carcajadas roncas", lo voluptuoso de su boca exhalando el humo de un cigarrillo mientras le lee el catálogo con lo último en materia de videos: "los adelantos de la piratería", es decir, las películas que después se podrán bajar truchas desde la web; la manera en que ella se le insinuó, hablándole en voz baja, sugerente, y... listo, out el tipo, quedó enamoradísimo de esa "rata pelirroja hija de croatas", hechizado por semejante minón. Tanto así, que "ya nada queda de aquel borrachín del notable y fiel whisky y soda", aludiendo a que después de conocer a la minita, ya no sale a joder y escabiar como lo hacía antes; está como "domesticado" digamos.
Y llegamos ahora al nudo gordiano de la cosa. Todo lo que contó antes, era solamente el introito para que su interlocutor imaginario se ubique en el contexto, y pueda él explicar qué le pasa; que no es otra cosa que no saber cómo manejará en adelante la situación con la minita. Es por eso que pregunta "¿cuál es un viento favorable, en fin, para el que ve que no sabe que el puerto está en buen destino?" -frase que el Indio tomó de Séneca, modificando la que éste acuñó: "No hay viento bueno para el que no sabe adónde va". No sabe bien para dónde agarrar ("¿cuál es un viento favorable...?") porque él tiene consciencia de que es tornadizo y variable en materia de amores. Llegó hasta aquí y ahora sin anclar, sin quedarse definitivamente con nadie en pareja estable; pese a reconocer que le hubiera gustado eso ("el que ve que no sabe que el puerto está en buen destino"); todo lo cual encima está agravado por la diferencia de edades: él es un tipo carrereado y ya medio de vuelta; y la minita, a pesar de su precocidad amatoria, sexual; no deja por eso de ser una pendeja, hasta hace muy poquito nomás, una adolescente. En fin, un panorama no precisamente halagüeño para el futuro de una relación tan dispar.
Él quiere auto convencerse de que es muy capaz de enamorarse y estabilizarse: "Soy sentimental! Muy sentimental!", dice, para seguidamente, afirmarse en su creencia: "no puedo... yo, decir que así me fue mal", adjudicándole a esa supuesta condición suya de "sentimental", el "mérito" de estar con esa hermosa minita ("y ella está conmigo!"); pese a no ser precisamente un tipo pintón y agraciado ("un pavo guapo no soy") y a no haber apelado a la experiencia que le da su edad para "ganarse" a la piba ("ya ni maña me doy").
Pero a la mañana siguiente, gran bolonqui gran: tiene una discusión con la piba, la cual relata metafóricamente aludiendo a que tuvo "un mal día, temprano..., hoy"; él reaccionó con brusquedad, perdiendo la paciencia, lo que ilustra con lo de "mi cafetera estalló"; de resultas de todo lo cual, ella se va ("ya no la vi soplando el té"), y él se queda solo, cavilando ("por más vueltas que doy") en la cagada que se mandó ("burradas así"), cayendo en la cuenta de que no le va a quedar otra que ir a pedirle la escupidera a la piba, a pedirle perdón ("van a hacer tragar... mi orgullo"); pero eso sí: al día siguiente, cosa de no quedar con su ego herido en demasía por haber "aflojado" de una ("... mañana").
En fin, una pareja demasiado despareja esa. Todo apunta a que la cosa no va a andar. Una lástima, pero... quelevachache.
Como broche de oro queda la anécdota acerca del hecho que le inspiró la canción al Indio: estaba en un Blockbuster con Virginia, y la piba que atendía el local, ¡se lo quiso transar! (lo miraba y se pasaba la lengua por los labios), ¡a dos metros de Virginia, que estaba pagando en la caja!


-Juan Carlos Serqueiros-

miércoles, 8 de febrero de 2012

ALIEN DUCE























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

ALIEN DUCE
(Beilinson - Solari)

Alien Duce adornó tu esclavitud
y en un edificio en llamas te encanó
Nadando en ese minestrón
va Porco Rex a Porno Rock!
Si su look "bola de efectos" te palmó
y recogés tu hígado desde un rincón
Flotando en ese minestrón
va Porco Rex a Porno Rock!
Va escribiendo su evangelio
en los tickets de Carrefour
Es el pequeño gran matón de la Internet
Alien Duce dice desde la TV
que no quiere estar jamás en la TV
Lo sobrevuela un gavilán
que se hace pasar por él.
El Alien Duce
chupa y escupe al fin
Para Alien Duce
Dios es digital...

Empecemos como lo indican los cánones, o sea, por el principio: el título, siempre de tan capital importancia en la lírica solariana. En este caso, uno que se las trae: Alien Duce. Pero veamos... ¿qué joraca quiere decir Alien Duce? Un alien es alguien ajeno a nuestro planeta, un extraterrestre, un ALIENígena; y un duce (vocablo italiano derivado del latín dux) es un conductor militar, es decir, un general. Ergo, un alien duce vendría a ser un general extraterrestre. Sin embargo, la cosa no es tan sencillita como a priori pareciera, porque si estás creído de que por haber "descifrado" el título, mágicamente vamos a comprender la letra y ya tenemos media carrera ganada; lamentablemente debo decirte que estás equivocado de medio a medio. Y es que ocurre que si bien un alien duce es un general extraterrestre, la metáfora del título tiene, además de la que cité precedentemente; otra connotación. ¿Y cuál es es otra connotación? Paciencia, si querés saberlo, te vas a tener que fumar la interpretación de la letra hasta el final y no porque yo sea un guacho que se empeña en hacerse el misterioso ni porque quiera joderte obligándote a leer las boludeces que escribo; sino porque el amigo Solari le puso a sus versos un orden determinado que hay que respetar. Así que si tenés algún reclamo que hacer, dirigite a la ventanilla del Indio; yo no tengo nada que ver.
Ese misterioso Alien Duce es la ontología pública de Solari. Hay dos Solari, uno es el real, de carne y hueso, Carlos Alberto Solari, argentino, DNI número tal, con domicilio en tal lugar; y otro es el Indio Solari, el artista al que el imaginario colectivo le atribuye la representación terrenal de Patricio Rey; que es el rey chancho, el Porco Rex que nos convoca a misas orgiásticas enmarcadas en la liturgia de su Porno Rock expresado en la obscenidad de la pública exhibición de la desnudez del Indio, de lo que tenga para decir el Indio y de cómo lo elabore y asimile ese público, esos redonditos de abajo.
Por eso Carlos Alberto Solari está esclavizado por su Alien Duce, que es el general alienígena que conduce a su Mister Hyde: al Indio Solari, a quien mandó a cafúa "en un edificio en llamas", le zampó un "look" con el cual el público lo identifica, lo "palmó", tiene cautivo en una prisión confortable y hasta lujosa, pero preso de todos modos; y que lo obliga a ir nadando en el mar de esa sopa minestrón.
Así las cosas, Carlos Solari se tiene que poner la pilcha del Indio Solari e ir componiendo su lírica ("escribiendo su evangelio"), que al fin de cuentas es la profesión de la cual vive, ya que su arte debe ser comercializado, porque es sabido que del aire nadie se alimenta ¿no? ("en los tickets de Carrefour").
El Alien Duce es "ese pequeño gran matón de la Internet"... ¿eh, que qué quiere decir eso?... Esperen un cachito che, ya va, ya llega... Pero sin embargo, hay un límite para lo que el Indio Solari, en tanto tropa de Alien Duce, quiere mostrar. Él está dispuesto a ser el representante del "Porco Rex que va a Porno Rock", pero hasta ahí, esa es la frontera... y por eso su líder, su jefe, su duce, afirma "desde la TV que no quiere estar jamás en la TV" (y quiero suponer que no será necesario que explique lo que el Indio repitió hasta el cansancio respecto a la TV, ¿no?, más vale...).
Y hay un "gavilán" que vuela sobre el Alien Duce y "se hace pasar por él" sin serlo. Ese "gavilán" es lo que cada uno del público infiere sobre el Indio Solari en tanto entidad ontológica pública y notoria; porque nadie, nadie, sabe cómo es en realidad ese Alien Duce que manda al Indio Solari; salvo (y hasta por ahí nomás) el que mutó en Indio, o sea, Carlos Solari.
El Alien Duce "chupa", se alimenta de las sensaciones que percibe en derredor suyo, y después las "escupe al fin" en el formato lírico que le da ese su soldado, el Indio Solari.
Y bueno, llegamos a "la otra connotación", a lo otro que se significaba en esta lírica solariana, porque Alien es (además de lo que hasta aquí vimos); una herramienta informática, un programa que (según los que manyan de esto, yo de informática no cazo un fulbo) posibilita convertir paquetes de datos de Linux, y por eso es "el pequeño gran matón de la Internet", y por eso su dios es "digital", obviamente.
Y ahora ya sabés que cada vez que te embarcaste en un viaje místico, que vivenciaste la liturgia de una misa redonda; el precio que pagaste por tu entrada no era un simple ticket, un boletito, algo que después conservaste como recuerdo, no; era nada menos que lo que te identificaba como soldado de las tropas al mando de un general extraterrestre: el Alien Duce.

lunes, 6 de febrero de 2012

LAS INCREÍBLES ANDANZAS DEL CAPITÁN BUSCAPINA EN CYBERSIBERIA























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Las increíbles andanzas del Capitán Buscapina en Cybersiberia
(Beilinson - Solari)

Rey Garufa!
Mientras Walter invade nuestra fiesta
el Capitán Buscapina salda deudas.
Sentado en bolas, watcheando la tele
donde se matan hoy, el pincha y los canallas.
ey! ey! eh.
Walter invade la Tierra!!
Dandy border! Dandy domino! oh-oh
Su princesita, ay!, se transformó en sapito
y sus minutos de gloria no aparecen.
Así, el fiestero Rey Garufa viaja solo
y vaga con su corazón entre las manos.
eh-eh-eh!
Walter invade la Tierra!!
Dandy border! Dandy domino!
Es amo de resacas
surfeando avalanchas
(sabe que la vida es corta).
Abróchense los cinturones mis queridos!
ante el mejor campeón de amor, el psicohéroe
que en el Casino Argentina
se devora a Comboman
con su bocado - maravilla
Ñam! ñam! eh! - eh!
Walter invade la tierra!
Dandy border! Dandy domino!
No es perita en dulce
es farándula de clones
super - Walter "guaterproof"


Un tema dedicado a Fenton, que -se rumorea, dicen que- era abondo perpetuo a la Buscapina, ese pseudo protector hepático; y que involucra a Walter (a Walter Sidoti y no a Walter Bulacio, como aclarara oportunamente el Indio), sintetizando una anécdota risueña cuyos pormenores exactos sólo son conocidos a fondo por quienes integraban la banda (por supuesto, sin perjuicio de que quizá algún redondo de ley, sepa algunos detalles más acerca del asunto, por haberle llegado algún comentario de manera más o menos directa). Es una bromita privada donde el Indio lo gasta cariñosamente a Walter Sidoti. Sólo eso; la letra no tiene otra pretensión (o si la tiene; no se la encuentro, sepan disculpar).
En los mentideros redondos circula una anécdota que, en lo personal, no creo sea verdadera: se dice que un día de sesión de grabación, o de reunión de toda la banda por algún motivo, el batero, no pintó. Cuando lo fueron a buscar, se encontraron con un Walter que estaba tratando de recuperarse de una feroz resaca que le había quedado producto de una noche de gran garufa, y que estaba lo más choto en su casa, tirado en bolas mirando en la tele un partido entre Estudiantes de La Plata y Rosario Central mientras se reponía de los devastadores efectos de la noche anterior. 

Lo de "Capitán Buscapina" tiene también otra arista: ante la demora de Walter en llegar a una sesión de ensayo; el Indio se vio obligado a hacer algo para zafar del problema, se las tuvo que rebuscar para suplir la ausencia momentánea de la batería de Walter en esos momentos en que se lo necesitaba y no estaba.
Y de ahí en más, esa anécdota le sirvió a Solari para mencionar a los Redondos en adelante como "La Armada Buscapina", hasta que en Momo Sampler, la rebautizó como "La Orquesta Antibalas".


ENLACE A LA CANCIÓN EN YOU TUBE: http://www.youtube.com/watch?v=1rQYfISKb_E&feature=related

-Juan Carlos Serqueiros-

viernes, 3 de febrero de 2012

HONOLULU























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

HONOLULU
(Beilinson - Solari)

Linda, te extraño mucho
vieras que solo estoy
yo estoy aquí atrapado
en Honolulu.
Nativa tropieza un trago
caliente quema su sol
y yo estoy aquí atrapado
en Honolulu.
Linda, se me hizo larga
la calle internacional.
Nena, te hago estas líneas
desde Honolulu.
Desde Honolulu...

Bueno, ya que estamos al pedo, ¿nos enganchamos en un trip a Honolulu? Quién pudiera, ¿no? Un paraíso: playas infinitas de arena blanca, cocoteros, mar de ensueño y... ron; todo precedido de un cordial ¡Aloha! En fin...
Una viñeta irónica de Solari, quizá (lo más probable, creo) anecdótica, "un blusito viejo, muy viejo, medio irónico" dice el Indio.
¿La temática? Simple: un chabón que dándose la gran vidurria en Hawaii, acompañado de una bella nativa que le acerca un trago; tiene todavía la caradurez de escribirle a su novia / esposa / pareja, contándole que tuvo un imprevisto que lo demora ("estoy aquí atrapado en Honolulu"), en función de lo cual va a tardar un tiempito en volver ("se me hizo larga la calle internacional").
Y obvio, el tipo está "sufriendo" demasiado; tirado al sol mientras una hawaiana le "tropieza" un trago, pobre... 
Él la "extraña" mucho a su "linda" y le dice "vieras qué solo estoy" jajaja... Minga  va a estar solo y la va a extrañar! Un careta total el tipito...


-Juan Carlos Serqueiros-