viernes, 27 de septiembre de 2024

DE AQUELLOS (ESTOS) POLVOS, FUTUROS LODOS (REPUBLICACIÓN)






















Escribe: Juan Carlos Serqueiros

De aquellos (estos) polvos, futuros lodos 
(Beilinson-Solari)

El perro Bobi es un servicio de amor
a todo rock.
Canta como un león
pero es el más salmón de la ciudad.
Bailen lo que bailen los demás!
Bailen lo que bailen los demás!
Chunga combinación de polvos
que darán lodos después.
Mágico inter-terror
más arma blanca en cruda pasión.
Ladren lo que ladren los demás!
Ladren lo que ladren los demás!
Una papela por el walkman
que chorizó tu hermanito.
El perro cruzó los pies,
su sonrisa ofertó y la vendió.
Callen lo que callen los demás!
Callen lo que callen los demás!


Bueno, un inédito con una particularidad: iba a formar parte del disco Oktubre, pero a último momento, el Indio lo sacó de la lista. Tan a último momento, que hay en torno a eso una rareza sólo conocida por quienes somos viejos redondos y tuvimos en mano las ediciones en vinilo de los discos (acordarse que estamos refiriéndonos a Oktubre, que se lanzó en 1986): La edición en vinilo ya tenía listo el arte de tapa, la gráfica, todo; así que el sobre interior del disco… ¡traía la letra de la canción que Solari quitó! La cuestión es que finalmente, el tema quedó arafue y aún permanece inédito (si bien está debidamente registrado en SADAIC).
El título, el Indio lo ideó a partir de una frase muy vieja y archiconocida del refranero popular español: "de aquellos polvos vienen estos lodos" y que está referida a la causa que origina alguna consecuencia indeseable. Lo de "aquellos (estos)" el Indio lo pone para aludir a que lo que pasó antes con el ñato de la canción ("aquellos"), seguramente lo repetirá algún otro ("estos").
La letra nos habla de un rocker que durante años se atuvo fielmente a sus ideales, como el tan famoso perro Bobby ("el perro Bobi", escribe Solari) de aquella historia, que permaneció mucho tiempo junto a la tumba de su amo (es una muy conocida historia escocesa de Greyfriars, ver en este ENLACE mi artículo al respecto); pero un día se cansó, y terminó transando con el orden sistémico (“su sonrisa ofertó y la vendió"). Ahí mandó al carajo sus pruritos y su rebeldía, y escudado tras la personalidad arrolladora que aparenta poseer, de rocker contestatario y combativo ("canta como un león"); es, en realidad, uno de los tantos que terminó por transar, un tipo más de los que viven a la sombra del sistema y obedecen sus dictados, se las da de pulenta pero es un “salmón” (coloq. salmón: pelotudo, insignificante, poligrillo).
Hay en la letra, en la segunda estrofa, una referencia general al rock, pero no como género sino como cultura con pretensiones universalistas: “Chunga combinación de polvos (coloq. chunga: complicada, estropeada, difícil, en mal estado o que presenta mal aspecto), aludiendo a la diversidad que es característica de la cultura rock; “mágico inter-terror” (significando la universalización proclamada por los rockers); y más “arma blanca en cruda pasión” (o sea, las drogas, más precisamente, la cocaína).
Después, viene lo de “ladren lo que ladren los demás”, que es del refranero popular ruso (Oktubre es un disco conceptual, en homenaje a la revolución rusa de 1917, y se ve que posteriormente el Indio consideró que la simple adopción de un refrán ruso no justificaba la inclusión del tema en el disco, y por eso lo sacó), que dice: “En medio de una jauría, ladren lo que ladren los demás; por lo menos menea la cola”.
Y finalmente, incluye una viñeta más argenta de la cuestión: establece una analogía entre la transa de un ladrón de walkmans (“el walkman que chorizó tu hermanito”), que hace un trueque del producto de su robo, canjeándolo a un dealer por cocaína (“una papela”, o sea un papel, un raviol, un gramo de cocaína, o bien LSD absorbido en papel secante); y la transa entre el rocker originalmente rebelde y contestario, con el sistema. En fin…


-Juan Carlos Serqueiros-