jueves, 21 de marzo de 2024

EN EL DIVÁN: PENSAMIENTOS QUE NACEN DESPUÉS DE UNA SESIÓN Y ANTES DE LA SIGUIENTE





















Escribe: Gabriela Borraccetti (*)

Una mujer comenzó a hacer terapia años después de una separación. Cuando inició el tratamiento, ella no sabía si su tristeza era arrepentimiento, si había hecho mal, si al fin de cuentas no hubiese sido mejor seguir… “Al final... no todo era tan malo y "yo soy una Susanita", decía. Sin embargo, ya llevaba muchos años hundida en dudas, y hasta para ella misma era imposible darse una respuesta coherente: “¿Por qué no salgo de esto? ¿Aún lo amo? ¿Y si me equivoqué? ¿Y si acerté? Pero... ¿a dónde voy? ¿Y cómo se sale? No puedo, no sé... ¿o no quiero? ¿No me animo?”.
Ella llegó a terapia por un artículo mío que leyó, y entonces tomó la decisión de enfrentar la respuesta. Tiempo después de escarbar, con subidas y bajadas, con el dolor con que la consciencia desanda los años, escribió esta reflexión que hoy, quizá te identifique en algún punto:
Dicen que la palabra libera. Eso espero con esto. Se están cayendo tantos esquemas, tantos arquetipos de la vida ideal, de lo que suponía que debía ser...
Escuché, días pasados, una frase que me pegó fuerte: "Veinticinco años de matrimonio y una separación, no es fracaso; son veinticinco años de éxito". Y con eso me voy a quedar.
Ahora, a partir de eso, tengo mucho que analizar. Que no sos, como lo fuiste en un principio, el hacedor de este quiebre, que la responsabilidad fue tanto mía como tuya. Que me dormí en el calor del hogar y la familia, que si bien quise ser (y lo intenté por todos los medios) una amante casi perfecta; era sólo para hacerte feliz a vos. Había muchas cosas en las que no quería transar y jugaba a que lo hacía. Como así también, asumo la responsabilidad de las cosas que te indilgaba a vos y que en el fondo, eran deseos míos.
Que fuiste alguien MUY importante en mi vida, no caben dudas. Fuiste el maestro que vino a enfrentarme con mis propios fantasmas. No porque LO SEAS, sino porque a través de vos pude vivenciar aquellas partes mías que no quería ver, pues no eran políticamente correctas.
Con todo esto hubo un problema en el que vos nada tenés que ver: te entregué mi sol, mi brillo, mi SER. Porque todo era por y para vos, pero no de buena, sino porque era de esa forma que yo brillaba: a través tuyo.
Tan así era, que cuando nos separamos no sólo perdí mi pareja; me perdí a mí misma, porque vos eras yo, tus logros eran los míos, tu felicidad era la mía, tu bienestar era el mío... ¡HORROR!
Yo a eso le daba el nombre de AMOR. Ahora creo que nunca lo fue, o al menos; no el tipo de amor que me gustaría vivir hoy. Tampoco sé todavía lo que quiero, pero al menos; ya tengo claro lo que no quiero.
Sé de todas las culpas que te echaba a vos por no animarme a hacer cosas, cuando hoy sé que soy la única responsable de eso. EN ESE SENTIDO no eras vos; era yo la que no se animaba y sigo sin animarse. Estoy trabajando en eso, pero a veces mi dualidad mental me engaña, mis diálogos internos me confunden y entre el coraje y el miedo, el miedo es el vencedor.
Poco a poco me voy conociendo. A veces, amo a esta mujer que va apareciendo (tímidamente, con mucho miedo, mirándose y no sabiendo si es o no es), pero de algo estoy segura: que no es como pensaba hace ya siete años cuando nos separamos: una pérdida de años, por el contrario; hoy que soy capaz de ver un poquito (y sólo un poquito) más allá el tiempo mejor invertido, porque gracias a él hoy puedo ir metiéndome más adentro y verme un poco más fresca sin tanta careta, sin tantos: "¿Yo? No.... yo no soy así"; y hoy, creo que no hay nadie a quien conozca menos que a mí misma.
Hasta aquí habló la paciente (cuya identidad obviamente no puedo revelar por el secreto profesional y la protección de un ámbito que es muy privado y sagrado, perteneciente a aquel que empieza a conocerse a sí mismo).
No obstante, sé que por ahí hay muchas personas con preguntas, miedos, y dudas similares, y quién te dice…de pronto esto que narré quizá te lleve por el camino que necesitas tomar: hacia ti y hacia adelante.

Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P. 16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.