lunes, 4 de marzo de 2024

EL MIEDO A DECIDIR























Escribe: Gabriela Borraccetti (*)

En el altar de nuestras creencias, quizá no existan muchas que no provengan de alguna necesidad o carencia; dado que Dios y el diablo son la deificación de lo bueno y lo malo que vive en nosotros, y que erige altares en cualquier lugar del mundo dentro y fuera de la religión.
Partiendo de esta base, quedará claro que fuera de mí; no tengo muchas personas o instituciones a quienes a esta altura de la vida les rinda cuentas, les pida demasiadas explicaciones, les deposite íntegra mi confianza o espere de ellas redención o salvación.
De este modo, la responsabilidad que ello implica al momento de tomar decisiones, me ha llevado a mirarme en el espejo de mi consciencia, a vérmelas con mi luz y mi sombra, y a dirimir entre lo que está bien y lo que está mal, de acuerdo a un código de honestidad que establecí según mis propios parámetros.
Si logro mantener la coherencia interna me hago acreedora al cielo, o al menos, a dormir tranquila una vez que apoyé la cabeza en la almohada. En cambio; si fallo y traiciono algo de lo que pienso, siento, digo y/o actúo, sé que sobrevendrá el infierno que tiene exactamente mis propias dimensiones y mis propios prejuicios, y que por esta misma razón, no podrá contenerme cuando no alcance a ver claramente cuál es el beneficio de alguna situación crítica que se me imponga sin que pueda aceptarla así como así.
La vida es un constante desafío a abrir la cabeza a lo desconocido, a lo inseguro, a los cambios que tanto tememos y a los que tanto nos resistimos. No obstante; la intermediación que aún se intenta explicar como necesaria entre Dios y el hombre; es tan sólo de gran importancia para quienes precisan depositar en algo externo y más seguro que nuestro vulnerable interior, el cariño que se les tiene normalmente a las madres, cuya incondicionalidad y su amor sin peros interceden ante el Supremo cuando estamos desesperados o con un gran temor; o esa devoción dedicada a los padres que con su mano fuerte y su dirección certera nos permiten sentir que aún en la niebla, vamos por el camino correcto. 
Es totalmente entendible que cuando nos acercamos al borde de algún abismo, busquemos algo realmente fuerte que nos pueda sostener; y en esa deificación del afuera en el que nos enseñaron a confiar en desmedro de nuestro interior, intentemos encontrar un buen gancho o una buena percha para colgar lo más sublime de nuestros dones. Allí estarán mamá, papá, la iglesia, el papa, la ciencia, la justicia, el banco, la duda, el consumo, el dinero, la educación... o cualquier figura / persona / institución que nos garantice que podremos volver a recobrar el equilibrio. Todos ellos son, a su manera, los dioses que han quedado externados de nuestra alma, otorgando a fuerza de educación nuestro poder al afuera; y desacreditando de modo sistemático nuestro propio valor e independencia de criterio.
Sea cual fuere el lugar de donde intentemos prendernos como un bebé a la teta en búsqueda de refugio, éste no será más que un intento de tallar en piedra una seguridad y una responsabilidad que no queremos tomar, pues de llegar a hacerlo; no habría más beneficencia que la nuestra, ni más soluciones que las tomadas motu proprio, ni más responsables que... nosotros mismos.
Es más cómodo pertenecer al rebaño que guía algún pastor, que ser el conductor que toma sus propias decisiones. Al fin y al cabo, aquello a lo que verdaderamente tememos, es a la libertad y a la responsabilidad que la misma conlleva: preferimos creer que estamos atados, cuando en realidad; nuestra fuerza podría romper cualquier tipo de cadena.

Lic. Gabriela Borraccetti
Psicóloga Clínica
M. P.16814

* Gabriela Borraccetti (n. 1965, Vicente López, Buenos Aires), es licenciada en Psicología por la Universidad Argentina John F. Kennedy. De extensa trayectoria profesional, ejerce como psicóloga clínica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la angustia, el estrés, los temas de la sexualidad y los conflictos derivados de situaciones familiares, de pareja y laborales. Es, además; poetisa, cuentista, artista plástica y astróloga. Para contactar con ella por consulta o terapia, enviar e-Mail a licgabrielaborraccetti@gmail.com o Whatsapp al +54 9 11 7629-9160.