domingo, 17 de julio de 2022

CUANDO TALLAN LOS RECUERDOS

























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Jabón de tocador Manuelita, el que nos compraba mi vieja.


Claro, el que nos compraba... cuando había —cosa que raramente ocurría— unos pesos para jabón de tocador, porque si no; la mayoría de las veces nos bañábamos con el de lavar la ropa: el viejo y fiel Federal, que allá por 1957 tenía una propaganda con el equipo de Huracán:



Aquella casa chorizo (alquilada, desde luego) del pasaje Turín "al 46" (porque los rosarigasinos no decimos "al cuatro mil seiscientos", sino al cuarenta y seis) en un barrio pobre (muy), de esos... bravos, digamos, que había en mi Rosario natal: La Guardia.



Y mi perra, la Rory... una cuzquita mediana tirando a grande, de noble raza tajungapul, que mis viejos habían rescatado de la calle, una noche de lluvia, y con la cual aprendí a caminar, prendido del pelo de su lomo. La Rory, que tenía una cuestión personal con don Felipe, el lechero, al que se quería manducar crudo. Y por supuesto, tenía razón la Rory: era un reverendo guacho ese don Felipe, que le pegaba al caballo que tiraba del carro en el que repartía la leche y que siempre le mezquinaba a mi vieja la yapa en el jarrito de latón. Sí, don Felipe era un mal parido.
En cambio; don Raúl, y su señora, doña Felisa, eran macanudos. Esos dos me adoraban, y también sus hijos: el Chani, el Raulito y la Pichi. Bueno, en realidad, sobre la Pichi tenía mis dudas de que me quisiera, porque era la enfermera del barrio, la que ponía las inyecciones... Y la casa de don Raúl y doña Felisa era la embajada en que me "asilaba" cuando mi vieja me arreaba alguna soba con el cinto o la chancleta. Fue don Raúl (que para mí era don Nanú) el que me puso Calile; porque en el barrio, en las quintas, yo era "el Calile, el rubiecito ruliento ese, che, el hijo de la gringa Ilda, la que labura en la toldería".


¿Y aquellas revistas de nuestras niñez y adolescencia? Pa'l fulbo, teníamos El Gráfico:

 

Y para el automovilismo, Automundo o Parabrisas (esta última, furtiva, cuidadosa y sigilosamente escamoteada al viejo en las morosas, interminables horas de la siesta). Infaltables, eran de rigor:

 
  

Evocación de un tiempo irremisiblemente ido... Mi viejo, creciendo la tarde dominguera, mateando bajo el pomelo y sufriendo el partido del Globo. Mi vieja, lavando en el piletón del fondo. Y yo, feliz, en el potrero, remontando un barrilete hecho con cañas, engrudo y papel de diario, escapándole al gordo Cachito, el hijo de doña Pepa, la verdulera, ese que siempre me cascaba; o con el Chuna y el Tito, pateando una Pulpo mientras soñaba y me sentía el Toscano Rendo, para terminar a la nochecita asando camotes o pescando ranas en la zanja; maliciando los rezongos (o llegado el caso, los chirlos) de mi vieja cuando yo volviera a mi casa y ella advirtiese el estado de las pilchas tan esforzadamente adquiridas cuando lo permitía la siempre magra economía familiar de los Serqueiros. Y aquel terrible olor a pata que surgía en vahos emanados desde las entrañas mismas de las castigadas Skippy, las championes o los Sacachispas...


¿Y los primeros fasos comprados y fumados a escondidas, de contrabando? A ver si esto te refresca la memoria:


¿Y? ¿Te acordás ahora? Un saratoga, comprado suelto con unas monedas, en el kiosquito que estaba frente al colegio, fue mi primer cigarrillo, a los 12 años... Venían sin filtro, y era como fumar pasto encendido, un espiral...
Y ya me empezaba a tirar el rugby, que fue otra escuela de vida. Y que debo a la sugerencia que a mi vieja le hizo mi invalorable maestra de 7°, la por mí siempre adorada y recordada seño Radojka Pletikosic, con aquel atinadísimo consejo: "Ilda, sería bueno que Juancarlitos vaya a rugby, porque es un chico muy estudioso y aplicado, pero también; tímido, retraído, hosco y en ocasiones, agresivo. El rugby va a modelar su carácter y allí va a aprender a socializar, a compartir, a ganar, a perder y a canalizar en el juego tanta energía como tiene".
Pero para qué recordar... A qué viene tanta nostalgia... Por qué esa melancolía... si los recuerdos sólo son cenizas de un tiempo ido. La vida (¿quién dijo que es justa?) impone dar vuelta la hoja. 
Si seguramente, al final, como escribió Marta Mendicute: "La magia ya se ha perdido, / quién la pudiera encender... / Ni la tierra ya es de tierra... / Entonces, a qué volver...".

-Juan Carlos Serqueiros-

sábado, 16 de julio de 2022

UNA FLOR SOBRE TU ESCRITORIO




















UNA FLOR SOBRE TU ESCRITORIO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

La noche cayó hace rato
Las luces se han apagado
Y se asocian a la penumbra
Los astros allá en lo alto
Que iluminan tenuemente
El nublado cielo protestando.

Todo es quietud en derredor mío
Después de un día ajetreado
Y vos también te has dormido
Tus párpados se han cerrado
Y pienso en las dos estrellas
Que con ellos se apagaron.

Me resisto a la tentación
De refugiarme en tus brazos
Para no despertarte
Para que sigas soñando.

Entonces salgo a la noche fría
Y me dirijo a tu consultorio
Para que mañana tu sonrisa
Muy temprano ilumine todo
Cuando encuentres esa flor
Que dejé sobre tu escritorio.

-Juan Carlos Serqueiros-

miércoles, 13 de julio de 2022

LA DIOSA Y EL TIPITO



LA DIOSA Y EL TIPITO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Él… un tipito de barrio nomás
Con berretines que no son de barrio
Y sueños muy altos (menos de barrio todavía)
Con una camiseta agujereada y raída
Y unos championes que tramitan la jubilación
Quiere jugar… ¡en Primera División!

Ella… una diosa disgustada con sus pares
(Pero sólo por un ratito, un pendejésimo)
Una divinidad que vino hasta aquí
A pasar una temporada en la Tierra
Y echar luz entre tanto humano desorientado.

¿Sabés, corazón? Los dioses no son neutrales
No van a permitir mi eternidad
Aunque vos la quieras
Quizá se les haga un cachito tarde
Pero cuando Crono se acuerde
De aquella factura que archivó en un cajón
(Prórroga concedida de favor)
Le va a cortar el hilo al chabón.

Ella volverá a morar en el Olimpo
Y él retornará al barro
Otra vez carente y vacío
Sin salirse con la suya
Esa, la de querer robar el fuego
O tan siquiera una chispa
(Corazón, excepción no es regla)
Pero… eso sí: habrá jugado
Tan sólo por una vez
En las ligas mayores.

El tipito es, en fin…
Otro rebelde, sólo eso
Uno más.

-Juan Carlos Serqueiros-

martes, 12 de julio de 2022

JOSÉ BENITO MONTERROSO: UNA DUDA DISIPADA























Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Con fecha 28 de abril de 2012 había escrito yo un artículo sobre quien fuera secretario del general Artigas, fray José Benito Monterroso, al que titulé "Bolas de fraile" y al cual puede accederse mediante este ENLACE.
Podrá observar usted, mi querido amigo lector, que en un párrafo del mismo, expresaba mi opinión con respecto a la suerte que había corrido Monterroso con posterioridad a la muerte de Francisco Pancho Ramírez en la provincia de Santiago del Estero cuyo gobierno estaba ya por entonces a cargo del general Juan Felipe Ibarra. 
Así, consigné en mi opúsculo que la extendida creencia de que Monterroso había caído y permanecido por un tiempo prisionero de Ibarra, era en mi concepto errónea e infundada. Y explicaba por qué sostenía tal parecer y en qué basaba mi inferencia.
Con legítima satisfacción y después de haber investigado la cuestión, puedo afirmar hoy que en esa oportunidad no me había equivocado, sino que era acertada mi suposición, pues conseguí dar con este documento obrante en el Archivo General de la Nación, el cual viene a confirmarlo. Pruebas al canto:
En carta fechada el 28 de julio de 1821, el gobernador de Córdoba (interino, por delegación del titular, que era Juan Bautista Bustos), Francisco Solano Bedoya, le escribía al gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, lo siguiente:
Paisano y amigo:
Por las adjuntas copias que remito a V. se informará de la comunicación oficial que he sostenido con el gobierno de Santiago. Cuando dispersé la fuerza de Ramírez que fue a los límites de esta jurisdicción, no quise introducirme a la de Santiago en persecución de ellos, creyendo equivocadamente que los encargados de la administración, obraran con la buena fe que guía mis pasos, ¡pero cómo me engañaba! El gobernador Ibarra ha dado una acogida y hospitalidad al inicuo Monterroso, que iba con la partida que se le presentó de ciento quince hombres y que ha desarmado, que acaso no se la daría a un aliado, pues le ha alojado en su casa y este fatal genio desplegará desde allí su ferocidad (...)". (*) (sic) (Negritas y subrayados míos).
(*) Documento obrante en AGN, X-12-5-5, Guerra Civil, Rodríguez, 1821.
Con esto, pues, despejo cualquier duda que pudiese existir en lo atinente a qué fue lo acontecido a Monterroso luego de muerto Ramírez por la tropa que para combatirlo había destacado Bedoya desde Córdoba. Y taxativamente, queda establecido que Ibarra, lejos de tomarlo prisionero; acogió favorablemente al fraile y hasta lo alojó en su propia casa.

-Juan Carlos Serqueiros-

jueves, 30 de junio de 2022

VERSOS EN CLAVE KITSCH PARA CUMPLEAÑOS




































VERSOS EN CLAVE KITSCH PARA CUMPLEAÑOS
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

A Gabriela, 30.06.22 y eternamente


¿Cómo hacer para enunciar
Lo que a explicarte no atino?
¿Cómo no caer en lo kitsch
Al expresarte lo que siento?
Si los rumbos del amor
Son senderos inextricables
Y por siempre será el amor
Un enigma indescifrable…
Pero aun cuando yo no pueda
Decirte, tesoro mío,
Qué procesos habrán sido
Los de esta alquimia inefable
Ni dónde habita, dónde nació,
En qué hemisferio de mi cerebro,
En qué ventrículo de mi corazón,
En qué vuelta de mi pensamiento
O de mi sentimiento en qué pulsión,
Este amor que es infinito
Y que en mi alma se anidó,
En cambio;
Echo a volar hacia vos
En alas de este invierno mío
Y ensobradas en la promesa
A cada instante renovada,
Éstas, que tan sólo son
Mis pocas y pobres palabras
Que hoy celebran la ocasión:
¡Feliz cumpleaños, GABRIELA!
¡Feliz cumpleaños, mi AMOR!


-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen: Adrian Borda, “Our Love will Light the Night (Nuestro amor iluminará la noche)”, óleo sobre tela, contemporáneo.

miércoles, 29 de junio de 2022

NOCTURNO DIURNO




















NOCTURNO DIURNO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Trasegué toda la noche
                                    (Esta larga noche-día)
Hasta las heces los venenos
Que me deportan a la nada
Porque tan sólo me libero
Cuando nada importa nada
Cuando retorno a la Nada
Justo después de entender
                                          (Aunque más tarde que temprano)
Que al final lo de Thelema
No había sido tan errado
Si Dioniso se garchó a Afrodita
Y Ariadna igual le dio su amor
Hacé lo que quieras es ley
Gargantúa a Pantagruel contó.

Toda la noche me encharqué
                                             (Inextinguible noche-día)
Y la mierda dispersó mi sangre
En cien mil partículas de nada
Y la mierda cubrió mis sueños
Que son aún menos que la nada
Codas fugaces de una partitura
Por algún Otro pre-escrita
                                        (Y prescripta)
Y en la mierda flores marchitas
Con pétalos de celuloide
Y con tallos de cartón
En la paleta de un pintor
Harto ya de los colores.

Toda la noche me masturbé
                                           (Extensa-intensa noche-día)
Flagelé mi sexo sin poder gozar
Y toda la noche inhalé
Mentiras blancas de soledad
Embriagado con orines tibios
En un remoto edén fantasmal
Donde conchas pijas culos tetas
Desfilaban sin cesar.

Anhedonia-culpa-displacer atroz
                                                  (Esta afiebrada noche-día)
En que las ménades me llevan
Del nirvana al socavón
Cuando del absurdo surge una voz
Que me incita y me reclama
Que me putea y que me alaba
Que me abisma en la negritud
De una cloaca con palabras
Que son vocablos inentendibles
Que no sirven ni expresan nada.

Un aeropuerto con vuelos
Que parten a ningún lugar
Ya sin tiempo y sin espacio
Sólo esta negra oquedad
De recuerdos y de olvidos
De calma y de tempestad
Y unas tenaces cadenas
                                      (Que no sé si quiero cortar)
Hechas de risa y de llanto
Entre caprichos del azar
Nada es Todo y Todo es Nada
Y es la sola meta mía
Volverme ahora a la nada
                                        (Esta interminable noche-día)
Noche en la que Nada es Todo
Noche en la que Todo es Nada.

-Juan Carlos Serqueiros- 

miércoles, 15 de junio de 2022

ME ACUERDO DE VOS




ME ACUERDO DE VOS
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

La visita a una bodega
Sobre una barrica dos copas
El rubí de una botella
Y el vino que nos escancian
¿Cuántos años transcurrieron
Desde aquello que una vez fuimos?
¿Fueron diez? ¿Acaso quince?
No lo sé, no lo recuerdo
Pero me acuerdo de vos
De tu figura bajando al muelle
De Olivos y de un velero
Al sol de un verano ardiente

Me alegra saber de vos
Resulta grato este reencuentro
Vos una mujer exitosa
Y yo…
Que sigo siendo mis sueños
Una promesa sin concretar
O quizá un experto en defraudar
Y vos inmersa en la hermosura
De tu feliz realidad
Mejor no hacernos preguntas...
Chocá la copa y brindemos
Por el tibio manto de la amistad

Fue bueno volver a verte
Pero corazón… ¿sabés?
En un rato
Cuando volvamos al hotel
Vos a tu habitación
Y yo a la mía
Nunca fueron buenas
Las segundas partes
Hagamos que el pasado
Sea pasado y nada más
Una avenida luminosa
Cuando se vuelve a transitar
Puede hacerse callejón sombrío
Entonces seamos amigos...
Es mejor el fuego olvidar.


-Juan Carlos Serqueiros-

lunes, 13 de junio de 2022

LOS ESPECTROS




















LOS ESPECTROS
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Martes 10.05.2011, 4:53 a. m.

Es alta noche y me invaden
Los espectros en bandada
Que habitan en las espesas
Tinieblas de mi ignorancia.
Mi angustia por no saber
Mi pudor de preguntar…
Son las cadenas que arrastran
¡Y me vuelven a acosar!

Adquiriendo formas de abrazos
De caricias y de sexo
Van presumiendo, se burlan
Se arrogan el privilegio
De ser dueños de tus besos
Y señores de tu cama...
Y yo inerme contra ellos
¡Sin atinar a nada!

Y en esa agonía de espanto
Encadenado a la sinrazón
Implacables los espectros
Taladraban mi corazón.

Martes 10.05.2011, 6:32 a.m.

Más… llegó el alba y el arrullo
Confortante de tu voz
Me sustrajo a la tortura
De esa horrible maldición.

Martes 10.05.2011, 8:29 a. m.

Son las notas amorosas
De tu inefable canción
(Un bálsamo para mi alma
Transida por la aflicción)
Las que ahuyentan los espectros
Con la luz de tu corazón
Y me alejan de la bruma
Cancelando (¡al fin!) mi dolor.

-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen: Sergio Diaz, "Ghosts", ilustración, contemporáneo.

viernes, 10 de junio de 2022

ALEJANDRA PIZARNIK



Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Una noche sexual es agonía, es muerte y es la única felicidad. (Alejandra Pizarnik, Diarios)

Parece mentira, pero es (lastimosamente) verdad, que muy poco conocemos acerca de quien fue una de nuestras poetisas y prosistas más destacadas: Alejandra Pizarnik (n. Avellaneda, 29.04.1936 – m. Buenos Aires, 25.09.1972).
Quiero decir, más allá de lo-que-todo-el-mudo-sabe (y aquí, mi querido amigo, por favor lea ese sabe como si estuviese entrecomillado): que se suicidó (luego de dos intentos fallidos) a los 36 años mandando a bodega nada menos que 50 pastillas de secobarbital, que tuvo una adolescencia sexualmente promiscua, incluyendo –en sus propias palabras- “grandes orgías y disipaciones” (¿oníricas o reales?, chi lo sa), que su sexualidad la ejercía tanto con hombres como con mujeres, que solía evidenciarse como exultante de felicidad y también como caída en la más profunda sima de la depresión, que tomaba pastillas para todo, incluidos ansiolíticos, barbitúricos y anfetaminas, que fumaba como una chimenea y consumía cantidades industriales de alcohol, que tenía obsesión con la relación sexo-violencia-muerte, que leía con fruición a –entre otros muchos- Sade, Baudelaire, Vallejo y Rimbaud, y que era la suya una “personalidad muy compleja” (¿no lo es la de todos, acaso?). Pero bueh...
Vea, estimado lector, no me propongo hartarlo haciendo aquí su biografía (cosa imposible en un artículo, por otra parte), pero si le interesa y quiere, lea Alejandra Pizarnik. Biografía de un mito (Lumen, 2021), de Cristina Piña y Patricia Venti.



Pero más allá de ese libro excelente (el más completo que se ha publicado sobre la vida de la poetisa); si usted realmente desea conocerla, aprehenderla, entonces empatice con ella, y además de la biografía; lea a la mismísima Alejandra en sus obras publicadas (también por la editorial Lumen): Poesía completa, Prosa completa y Diarios.





Por mi parte, me limitaré en este breve opúsculo a transcribir, a continuación, tres pasajes extraídos de Diarios:

20 de mayo, domingo

Enamorada de nada, de nadie. Tristeza estúpida, distracción, miedo, ausencias. Me llevan y me traen. Dificultades respiratorias. Sueño y fatiga e imposibilidad de dormir. Nada de ganas de morir sino por el contrario una gran excitación. Desperté con la mano en el sexo después de haber soñado que andaba con muletas y manejaba un auto sin saber conducir y mi sexo estaba mojado en todo momento, ante todo y ante todos.

En cuanto me presentan a alguien siento un deseo furioso de verlo reír a carcajadas y de verle el sexo (sea hombre o mujer).

(Muchacha desnuda a caballo por el mar)




28 de mayo

(…) Claro es que mi desamparo afectivo y mi sensualidad exasperada se conjugan para destruirme. Ayer, sin darme cuenta, asombraba a V. besándola intempestivamente. Es verdad que no la amo pero la deseo y para consolarme me convenzo de no desear sino a S., quien sería mi amor imposible a causa de su edad.




29 de agosto

(…) Por la noche me emborraché y traje a mi casa a una chica que conocí en lo de O. Nos acostamos. Me acosó con sus anhelos de un amor exclusivo: si estoy enamorada de alguien, si soy fiel, etc. Quiso fornicar conmigo pero no pudo debido a mi frialdad. Me preguntó para qué la traje a mi casa. Yo me encogí de hombros y no le respondí. En verdad no le respondí a ninguna de sus preguntas. Se fue horriblemente triste y enamorada de mí. (Ahora no recuerdo su rostro).



En apretada síntesis, diré que para mí, la poesía de Alejandra es, básicamente, el diálogo entre la poetisa y las distintas Alejandras que habitaban en ella misma. Que Pizarnik es su propia definición: la “triste espera de una palabra”, es decir, la búsqueda en su inconsciente, afanosa y desesperada, trascendiendo el lenguaje, en pos de hallar esa palabra, esa verdad, su verdad.
Maravillosa Alejandra que el día de su muerte dejó escrito en su pizarrón: No quiero ir nada más que hasta el fondo.

-Juan Carlos Serqueiros-

sábado, 4 de junio de 2022

TUS PALABRAS Y LAS MÍAS











TUS PALABRAS Y LAS MÍAS

(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Tus palabras y las mías
Se encontraron y se miraron
Y entre los sueños que tejían
Se besaron y se amaron.

Encadenaron muchas frases
Tus palabras y las mías
Y las echamos a volar
Vueltas canto y fantasía.

Porque esas frases son aves
Hechas de sueño y palabra
Porque esas frases son aves
¡Y nadie cortará sus alas!


-Juan Carlos Serqueiros-

martes, 31 de mayo de 2022

NOCHE BLANCA SIN FINAL































NOCHE BLANCA SIN FINAL
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

Me soñé niño algunas veces
Otras soñé con no soñar
Alguna vez tuve nombre
Alguna vez tuve hogar
Noche blanca que no acaba
Noche culposa sin final

Algunas veces reí
                           Algunas veces lloré
Algunas veces creí
                             Algunas veces dudé
Alguna vez yo me fui
                                Alguna vez regresé
Algunas veces perdí
                               Algunas veces gané
Alguna vez me engañaron
                                        Alguna vez engañé
Algunas veces me amaron
                                         Algunas veces amé

Hace tanto que ni me acuerdo
Si alguna vez recordé
Que tuve hogar que tuve nombre
Que algunas veces soñé
Blanco velo que no descorre
La luz de este amanecer


-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen: Francesco De Luca, "From Nothing To No One (De la nada a nadie)", arte digital, contemporáneo.

viernes, 27 de mayo de 2022

VIAJE INICIÁTICO



















VIAJE INICIÁTICO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)

En procura de la estrella
Que adiviné en una imagen
Puse proa hacia tu mundo
Emprendí iniciático viaje
Las auras hincharon mis velas
A Odiseo quise imitar
Las nereidas que habitan el mar
Me llevaron hasta tu playa

Y después por fin
Durante siglos caminé a tu templo
El duende de tu jardín
Me abrió las puertas obsequioso
Y una sacerdotisa negra
Y un monje blanco misterioso
Creyendo que yo era un sol
Me recibieron y me adoraron

Ya situado ante tu trono
Soy Atenea me dijiste
Pero yo te percibía
Y aún te siento como Hera
Siempre Hera para mí
Aunque seas Atenea

-Juan Carlos Serqueiros-

miércoles, 18 de mayo de 2022

BALADA DEL AMOR SIN TIEMPO

 



BALADA DEL AMOR SIN TIEMPO
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)


A Gabriela


No parece de luna tu piel
                                       La propia luna eres tú
No digo verdemar tus ojos
                                        Si ellos mismos son un mar

Qué milenario alfarero
                                  Habrá moldeado tus caderas
Qué olimpo habitó aquel dios
                                             Que la vida te insufló
Qué pretérito juglar cantó
                                       Por ti su endecha mejor
Cuántas sáficas estrofas
                                     Compusieron tu oda de amor
Qué osado guerrero inefable
                                            Para ti el mundo conquistó
Qué anónimo labriego esforzado
                                                   A tus pies su trigo ofrendó
Qué vestal qué sacerdotisa
                                          A tu culto se consagró

Ay, amor mío
Cuántos siglos te he esperado
Entre vino noche y gramo
En compañía de soledades
Con la anhedonia por amante
Y la angustia por tirana
Entre lágrimas veladas
                                   Tras cada risa fingida
Entre los besos mentidos
                                      Con cada promesa olvidada
Entre palabras calladas
                                    Y tanto miedo sin sentido

Que en esta vida hoy ahora
Vengo a ti por el acuerdo aquel
De encontrarnos en esta era
Para algo juntos aprender

Y en mi anhelo desbocado
Locamente galopo tu cuerpo
En tus curvas me resbalo
Y me pierdo en tu cintura
Enredado entre tus cabellos
Ya embriagado con tus besos
Para dormirme en tu seno
Extraviado en el laberinto
De tu secreto pensamiento

Ay, amor mío
Dale al niño aquel que fui
                                        La caricia que no tuvo
Y perdona al hombre que soy
                                             Sus flaquezas sus miserias
                                             Sus temores y sus dudas
Que tu océano de luz
                                 Ilumine mis tinieblas
Que sea tu inteligencia
                                   El timón que guíe mi barca
Y la amarre eternamente
                                      En tu puerto de alabanza

Deja que beba en tu templo
De la plata de tu cuenco
El elixir de la vida
Y llegado el fin de los tiempos
Cuando las pirámides sean polvo
Se hayan secado las aguas
Y apagado el último astro
Me extinga yo entre tus brazos
Ya vencido por el silencio
Exclamando en postrer aliento
Ay, amor mío
Por siempre y para siempre
G A B R I E L A

-Juan Carlos Serqueiros-

Imagen: Andrea Cristobal, "Antes de conocerte", pastel a la tiza sobre papel, 2010