CUANDO EL TELÉFONO SUENE
(Poema de Juan Carlos Serqueiros)
Por la mañana llamó la nostalgia,
Mas a escucharla no accedí;
Dejó un mensaje advirtiendo
Que se proponía insistir.
También llamó la ansiedad
Y perentoria buscó imponer
Que habría yo de atenderla
Cuando en punto dieran las seis.
Por la tarde llamó la angustia
Y su veneno así inoculó:
“Tendrás por siempre el alma mustia”,
Implacable me espetó.
Pero llegó la noche, llamaste tú,
Y entonces mi cielo se abrió,
Tesoro mío, mi bien, mi luz,
Que de pronto todo esplendió.
Sopla un viento tan helado,
Hace afuera tanto frío…
Y sólo hallarte aquí, a mi lado,
Pondría remedio a mi desvarío.
Arrópate bien, pues, amada
Y vuela pronto hasta mis brazos;
Que tus caricias conviertan en nada
Esos peligros que me echan lazos.
Tendré que aprender, por fin,
Cuáles llamadas no escuchar;
Oír sólo las tuyas sonar
Cuando el teléfono emita su “ring”.