miércoles, 16 de noviembre de 2011

SEMEN-UP




















Escribe: Juan Carlos Serqueiros


SEMEN-UP
(Beilinson - Solari)


Ella tiene una forma de hacerme creer
que es para mí la mejor manzana;
su estilo desprecia mi soñar
con ella soy rico, gratis.
La veo casi como un demonio
y rasco la alfombra por su amor.
Saludable y católica
no le gusta que ande solo.
Se ha montado en mi nariz
y es para mí la mejor fruta.
La veo casi como un demonio
y rasco la alfombra por su amor.

En el título, el Indio hace un juego de palabras entre la marca de gaseosa 7 UP (Seven Up) y un orgasmo masculino -eyaculación- muy potente en cuanto a la fuerza con que sale hacia arriba (up) el líquido seminal (semen). 
El contexto es un chabón echándose un feroz polvo con una mina que lo tiene loco. Hay también flotando, así como al pasar, una insinuación sutil a que “ella” es un polvito blanco llamado cocaína; ya que todas las frases tienden, con doble sentido, a esa idea…
"
Ella tiene una forma de hacerme creer / que es para mí la mejor manzana": Alude a la cita bíblica de la serpiente tentando a Adán y Eva a comer del fruto prohibido (popularmente representado con una manzana). Ella es la mina que más lo tienta, que más lo atrae, la que sexualmente más lo complace. Y de paso, alude elípticamente a la tentación de drogarse.
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su estilo desprecia mi soñar": La onda, el estilo, que tiene la mina esa, no es el de la mujer que él idealizó; pero no se puede resistir. Ella lo atrae mucho (y en ambos sentidos esa ella lo atrae mucho: la mina y la droga)
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con ella soy rico, gratis": Cuando está fifando con la mina, no necesita nada más; ella es toda su riqueza. Y cuando se da un saque de frula, lo mismo. 
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La veo casi como un demonio": Otra asociación de ideas con la cita bíblica de Adán y Eva, y el demonio de la tentación que incita al pecado. Él ve a la mina (y a la cocaína) "casi" como un "demonio" que lo tienta.
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y rasco la alfombra por su amor": Está enloquecido por fifársela, ansioso (y también ansioso por consumir merca)
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Saludable y católica / no le gusta que ande solo": Una nueva alusión a la cita bíblica en la que Dios dice que "no es bueno que el hombre esté solo"; entonces crea a la mujer. Pero la metáfora tiene un doble sentido, porque a la droga también la considera "saludable" (en el sentido de que le transmite una ilusoria sensación de plenitud), "católica" (ya que aparentemente tiene la costumbre de darse "católicamente", es decir, cada vez que le vienen ganas) y que "no quiere que ande solo" (como si insinuara que comparte con la mina esa afición a la merca; que no ande sin ella).
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se ha montado en mi nariz": La mina esa le invadió los sentidos, la tiene "montada en la nariz", aludiendo a que la "ve" en todo momento como si la tuviera en realidad montada en la nariz frente a sus ojos. Y de paso, sutilmente, alude a la merca que se ha "montado" en su nariz, a la cocaína que se zampó por el naso.
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y es para mí la mejor fruta.": "Casualmente", fruta suena muy parecido a frula, o sea, cocaína. Y "la mejor fruta" = el mejor "pecado". Él es feliz cuando se la trinca (y cuando esnifa merca también)
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La veo casi como un demonio / y rasco la alfombra por su amor": Y cierra la canción con esa suerte de estribillo.

Enlace a la canción en You Tube: http://www.youtube.com/watch?v=QKH0SZbOioU

-Juan Carlos Serqueiros-

ANAHÍ Y PANAMBÍ












Escribe: Juan Carlos Serqueiros

En esta oportunidad, me voy a referir a la cultura guaranítica, tan pródiga, tan rica en mitos y leyendas que se mantienen enraizadas en el tiempo con asombrosa intensidad, con notable empeño. 
Dos de las más difundidas, son las de Anahí y la de Panambí. Animado por el deseo de que las disfruten, paso a relatárselas:
Anahí (en guaraní: "bella como flor de ceibo"), era una doncella de la indómita tribu Guayaquí, la que más encarnizada resistencia opuso a los conquistadores españoles. Cuenta la leyenda que Anahí era muy poco agraciada en cuanto a la belleza de sus facciones, pero en cambio; la Naturaleza la había dotado de una voz tan hermosa, que trocaba su fealdad física en belleza extasiable y que era capaz de acallar el murmullo de las aguas del río y de detener el vuelo de los pájaros, que se quedaban inmóviles para escuchar su canto. Mientras tanto, la guerra de los guayaquíes contra los españoles continuaba, cada vez con mayor ferocidad. Los conquistadores atribuían la tenacidad de los guayaquíes a la brujería, a pactos con el diablo, y por ello, cuando los apresaban, era frecuente que los condenaran a la hoguera. 

Ante ese cuadro de situación, Anahí, que amaba entrañablemente a su raza, a su selva y a su río, dejó de cantar las cautivantes melodías que entonaba, y de allí en más dedicó su voz a azuzar y alentar a los suyos en el combate contra los intrusos europeos. Un día, Anahí cayó prisionera; pero en un descuido logró escapar, golpeando a un centinela español que murió de resultas de ese golpe. Recapturada, Anahí fue condenada a morir en la hoguera, quemada viva por brujería. La ataron a un poste, encendieron los leños, y las llamas hicieron presa de Anahí, que en lugar de gritar al quemarse su cuerpo; elevó su voz en un cántico a sus dioses, pidiendo por la libertad de su pueblo. Al clarear, en lugar del poste de la hoguera al cual fue amarrada Anahí; había un hermoso árbol, de flores tan rojas como el fuego que la había quemado: el ceibo.
Panambí (en guaraní: mariposa) era una hermosa india que vivía con su madre. Día a día, navegaba por el río en su canoa hacia las islas, en busca de frutos de la selva y de miel. Pero una tarde, vio una canoa que venía en dirección contraria a la suya, transportando a un apuesto guaraní, radiante en su fortaleza y virilidad, que la miraba fijamente. Panambí quedó extasiada por su figura, y se quedó inmóvil, hasta que la luna brilló sobre el río. Dándose cuenta de lo tarde que era y de lo preocupada que estaría su madre, Panambí volvió presurosa a su ogá. Pero el recuerdo de ese extraño encuentro, se le quedó grabado como una obsesión; y diariamente, Panambí volvía con su canoa al mismo sitio para ver pasar al guaraní que la había trastornado, que era nada menos que Pyrá-Yará, el Dueño del Río y de los Peces, que por mandato del dios de los guaraníes, no podía amar a ninguna mujer terrenal. Hasta que una noche, durmiendo en su hamaca, Panambí percibió el ruido de los remos de la canoa de Pyrá-Yará, que insistentemente reclamaba su presencia como un imperativo mandato. Sigilosamente, Panambí salió de su ogá y caminando, se internó en el río para encontrarse con Pyrá-Yará. Muy pronto, las aguas la cubrieron, y el cuerpo ya sin vida de Panambí, llegó, arrastrado por la corriente, hasta el sitio donde aguardaba el Dueño del Río y de los Peces. Éste sacó del agua el cadáver de Panambí, y lo depositó en una especie de balsa que llevaba atada a la popa de su canoa. Los cabellos de Panambí, dejaban sobre el agua una estela a su paso, a medida que la canoa de Pyrá-Yará se dirigía a la Gran Catarata, al I-guazú (agua grande). Al llegar a ésta, la canoa del Dueño del Río y de los Peces, se precipitó en el vórtice, reapareciendo luego del salto inmenso, porque Pyrá-Yará era sobrenatural y no podía morir; pero el cuerpo de Panambí, quedó convertido en piedra, conservando la forma de su figura humana, y su cabeza es acariciada por un curso de agua que representa el velo de la novia, de esa novia terrenal que Pyrá-Yará tenía prohibido amar.
Cabe destacar que hay otras versiones de esta leyenda. Por ejemplo, en su variante correntina, Panambí pasa a ser la hija del cacique guaraní Guazú-tí (gamo) y de su esposa Carandá-í (palmera), que desesperados por la muerte de los hijos que iban teniendo, atacados por una misteriosa enfermedad; conjuraron al dios guaraní para que los bendijera con un nuevo nacimiento, y éste les mandó a Panambí, a quien sus padres, en el afán de preservarla de la enfermedad que había acabado con la vida de sus otros hijos, cuidaban con tanto empeño, que la mantenían en el interior de su ogá, sin permitirle salir al exterior. Pero Panambí languidecía lentamente, y el cacique Guazú-tí solicitó la ayuda del brujo de la tribu, quien aconsejó que la dejaran salir al sol. Tan benéficos fueron los rayos solares con Panambí, que se convirtió en una hermosa cuñataí (doncella), que despertó el amor del hijo del cacique de una tribu enemiga: Pirayú (en guaraní: dorado, el pez llamado el Tigre del Paraná), quien la solicitó a su padre en matrimonio. Guazú-ti consultó su parecer a Panambí, y ésta manifestó que no deseaba casarse con Pirayú, desatándose entonces una feroz guerra entre ambas tribus. Muerto Guazú-ti de un flechazo en el corazón, Panambí huyó, perseguida por Pirayú, quien logró acorralarla; pero en el momento en que iba a apresarla, Panambí alzó sus brazos implorando ayuda al sol, y el astro mantuvo inmóvil a Pirayú al tiempo que envolvía a Panambí en un haz de luz enceguecedora. Cuando el haz de luz se dispersó, Panambí había desaparecido en una estela que se elevaba en el cielo rumbo al sol; y en su lugar, había una planta coronada con una extraña flor, que parecía una cabeza humana girando en dirección al astro rey: el girasol.


-Juan Carlos Serqueiros- 

LA TIMBA DE FIGUEROA




Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Durante el tiempo que residió en Buenos Aires, el general Juan Facundo Quiroga vivía en una casa situada en la calle Defensa 455, frente a la iglesia de Santo Domingo.
Cerca de allí, enfrentada a los fondos de la iglesia de la Merced se hallaba lo de Figueroa, que era la casa de juego más concurrida por entonces, y donde se hacían las apuestas más altas. Concurría gente variopinta y obviamente, gran cantidad de jugadores profesionales o tahúres.
Quiroga, jugador empedernido, era un asiduo visitante al lugar, que se constituía por la naturaleza de la actividad que allí se desarrollaba, en un sitio peligroso; ya que los tahúres por supuesto no estaban acostumbrados a perder y solían organizar al término de las partidas, asaltos a las personas que habían resultado gananciosas a fin de quitarles las sumas que habían obtenido en la timba.
Dicen que dicen -como en el tango-, que una noche en que la suerte favoreció mucho a Quiroga y en la que había desplumado a 3 tahúres; éstos planearon emboscarlo y asaltarlo para recuperar así mediante las armas lo que habían perdido con los naipes.
Quiroga, astuto y desconfiado como era, temió una trampa; pero salió de la casa de juego tranquilamente, cargando bolsas con las onzas de oro que había ganado y afectando estar más aquejado que de costumbre de los dolores reumáticos que sufría habitualmente.
Los 3 tahúres, creyéndolo presa fácil salieron en su persecución, y Quiroga paró en una esquina, dejó caer las bolsas con las onzas de oro y calmosamente aparentó intenciones de prender un cigarro. Los matones que venían detrás suyo, pasaron a su lado y pretendieron seguir caminando con el objeto de esperarlo a la vuelta.
El Tigre de los Llanos los llamó y les pidió que lo ayudaran a llevar hasta su casa las bolsas, porque según les dijo, “estaba cansado y con dolores, y le resultaban muy pesadas”.
Los tipos de avería intentaron negarse cortésmente, pero Facundo, sonriente y calmo, los apuntó con un pistolón en cada mano y los obligó a marchar delante suyo, hasta que llegaron a Defensa 455, donde estaba su casa.
Los hizo dejar las bolsas en el suelo y darse vuelta, y entre entruendosas carcajadas empezó a patearlos en sus traseros, mientras les decía: “-¡Pícaros! ¡Así van a aprender a conocer al general Quiroga!”.

TOMASITO PODÉS OÍRME? TOMASITO PODÉS VERME?




Escribe: Juan Carlos Serqueiros

Tomasito podés oírme? Tomasito podés verme?
(Solari)

Hoy Tomasito y los Drum-Drum
tocan en el Medicine Room
(todo así, "casi en inglés")
con Pussy-dancers Cock parade!
y es el cielo en Etcheverry!
Mañana van Los Pétalos
que son una turmita gay
y "el monsieur" va a relojear tanto
que se van a flipar
Va por Eros! Dale Eros!
En el cielo de Etcheverry...
La Chanchita que trabajó
Por un tiempo allá en París
Trajo ideas para su bar...
(se escucha mucho a los Who)
Tomasito podés verme?!!
La vie gangsta allá en París
.. y Tomás fue piraña allí...
Tomasito vas a oírme?!!
Las pirañas vos creés
que no se comen nunca entre sí
Amor... sabés?
los sesenta fueron tres putos años nomás!
y Etcheverry es tu cielo!


La letra hace referencia a los "años dorados" de la movida rock, allá por los 60, cuando las bandas no eran "pirañas" devorándose unas a otras y el rock como cultura estaba en la cúspide de la creatividad. Por eso, termina diciéndole a una interlocutora imaginaria ("Amor... sabés?"), que los 60 “fueron tres putos años nomás”.
Se menciona un determinado tipo de bares o pubs: los temáticos, a los cuales concurre gente de toda edad y procedencia social, y en los que se puede escuchar música tanto de la banda más nueva y recién surgida o por surgir del under; como también de bandas altamente representativas del movimiento cultural rock en los 60, como el caso de The Who, por ejemplo, banda a la que el Indio menciona explícitamente en la letra ("los Who"), y que hizo un disco que es uno de los íconos mundiales del rock titulado “Tommy”, y de ahí que ironice con lo de "Tomasito".
“Tommy”, al ser un disco conceptual, en el que cada canción que lo integra está enmarcada en la misma temática; es el ejemplo por excelencia de una ópera rock que fue incluso llevada al cine (con el cantante Roger Daltrey interpretando a Tommy, y con la participación de personalidades como Elton John), y más tarde, editada como musical de Broadway. Narra la historia de un niño ficticio llamado Tommy Walker, cuyo padre desaparece en combate en la Primera Guerra Mundial y su madre se casa con otro hombre. El padre, sorpresivamente regresa en 1921, y mata al otro tipo frente a Tommy, lo cual motiva que el niño se quede ciego y mudo. Por el resto de su infancia, los padres de Tommy intentan diversos tratamientos para curarlo, pero ninguno funciona. Mientras tanto, Tommy es abusado por otros miembros de la familia, como su tío y su primo. Después, se convierte en una celebridad, porque logra aprender a jugar al pinball, y se transforma en un experto en ese juego. Finalmente, Tommy se cura cuando su desesperada madre rompe el espejo (lo único que él veía, era su imagen reflejada en la luna del mismo), y se convierte en un gurú espiritual y un mesías; pero sus seguidores se rebelan contra él y su familia, por considerarse defraudados al no encontrar la satisfacción espiritual que buscaban. Finalmente, esos adeptos, ferozmente enardecidos, ocasionan la destrucción de la comunidad y el asesinato de sus dirigentes, salvándose únicamente Tommy. En uno de los pasajes de la película, uno de los personajes pregunta: “Tommy can you hear me, Tommy can you feel me?", y de allí tomó Solari la frase que sirve de título a esta canción. 

Un amigo o conocido suya de La Plata, la Chanchita Rivera, estuvo viviendo durante algún tiempo en Europa, más precisamente en París, y de allí se trajo la idea del bar temático, uno de los cuales Solari le atribuye haber puesto en Etcheverry, cerca de La Plata (a la Chanchita Rivera el Indio vuelve a mencionarlo en otra canción de su disco: Adieu! Bye Bye! Aufwiedersehen!).
Por lo demás, la letra es bastante explícita. Hay una mención irónica sobre la manía de usar anglicismos ("casi en inglés”), y es reforzada la sorna con una alusión solariana bien guarra a las strippers que se desnudan en el caño y la excitación que provocan en los espectadores (“con Pussy-dancers Cock parade! ”), significando algo así como “con conchas bailarinas, desfile de pijas”, y además; al término inglés “parade” (desfile) lo hace sonar fonéticamente parecido a “parada”, de manera de remarcar que las pijas del desfile provocado por las strippers, están en erección, o sea, los chabones están excitados ante la visión de los desnudos femeninos. En fin, eso (disculpas por la crudeza de los términos empleados, pero bueno, el significado es ese).
También está el hábito solariano de mencionar a algún amigo o conocido: en este caso, además de la Chanchita Rivera; tenemos al monsieur, que va a "relojear tanto que se van a flipar", es decir, van a flipar porque van a alucinar, a "volar" con la merca que se zampen encima, y a la vez; creo advertir algo así como una connotación... sexual, digamos: flipar, en el sentido de "darse vuelta", la cual parece reforzarse, hacerse más nítida, en la frase siguiente con la mención a Eros, el dios del amor y el sexo, es decir, de la atracción sexual, en la mitología griega. La escena se completa con el anuncio de que al día siguiente van a ir al bar temático, Los Pétalos, un grupo gay ("que son una turmita gay").

Ah, y alguna cita a las actividades non sanctas de alguien, como lo hace con la Chanchita Rivera, cuando consigna que en París llevaba una “vie gangsta”, es decir, una vida de cuasi marginal, digamos, todo en una metáfora de doble significación; porque el gangsta también es un estilo del rap con letras referidas a gangsters y drogas.
Y eso es to-to-todo amigos!!!

Enlace a la canción en You Tube: http://www.youtube.com/watch?v=Ke5KViJQDsA

-Juan Carlos Serqueiros-